Datos personales

Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.
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jueves, 29 de septiembre de 2011

RESPONDIENDO NUEVAMENTE OTRA PREGUNTA DE MI ACÉRRIMO DETRACTOR, EL SR. A.L.G




Esto dice mi acérrimo detractor, el Sr. Armando lópez Golart:


Y es que una vez más, hemos oído a Apologista Mario Olcese mencionar de Mat. 25:31; 34, relacionándolo con aquellos que tiene que reinar con Cristo en el reino; la última ocasión en uno de sus recientes videos y al final del mismo, titulado “Otra pregunta crucial que respondió Jesús a sus seguidores”; concretamente cita del versículo 34, en el que leemos lo siguiente:


“Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo.”


Pues bien, la pregunta es la siguiente ¿para quiénes fue “preparado” el reino?


Y ya sabemos que el destino de dicha pregunta será la papelera más próxima, pues no nos la responderá, tal como no ha sido capaz de respondernos a ninguna de las que le hemos formulado hasta el momento; pero lo que queda claro, es que con nuestro incordio conseguimos dos cosas: en primer lugar, que aquellos que nos leen, tanto a los unos como a los otros, sepan con quién se juegan los cuartos y quién les dice la verdad; y en segundo lugar, que mediante contraste de ambas enseñanzas con su propio ejemplar de las Escrituras, el querido lector (y en favor de quién se hace toda la “fiesta”) llegue a tener su personal y segura convicción de lo que realmente nos dice el registro sagrado.


Por otra parte, en cuanto al Sr. Olcese y aunque no nos responda…… porque no puede, pues de poder ya lo habría hecho (¡qué duda cabe!), ahí quedará dicha actitud, una vez más, debidamente anotada en su “debe” particular, para todos aquellos que nos lean a ambos y que nos imaginamos que algún día, alguno de ellos y en un rasgo de lucidez, se le ocurrirá preguntarse aquello de…… ¿y por qué no responde? Pero no se preocupen, queridos amigos que nos leen, porque si Apologista Mario Olcese, no se lo explica en el plazo de…… digamos un semana, seremos nosotros desde este blog…… porque sí sabemos para quién fue preparado dicho reino, los que se lo explicaremos con todo lujo de detalles. Y empezamos la cuenta atrás……


MABEL


Respuesta de Apologista:


Por lo que se puede notar, el Sr. López está desesperado por escuchar mis respuestas, por no decir, mis opiniones, con respecto a ciertos puntos bíblicos, y yo, sin demora, se las brindaré.


El Sr. López quiere saber a quiénes se refirió el Señor Jesús por la frase preparado para ustedes en Mateo 25:,34 con relación a la posesión del reino. Y todo parece indicar que el Sr. López cree que se refiere a sólo a sus interlocutores, a aquellos que lo estaban escuchando en ese momento. Pero le pregunto al Sr. López: ¿Se estaba dirigiendo Jesús a sus apóstoles únicamente? Y si no fue sólo a ellos, ¿a quiénes más incluía?


Pues bien, analicemos los versos 32 y 33, que dicen: “Y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartarálos unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.33. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Y el 34 dice: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”.


Según el verso 33, aquellos benditos que heredan el reino son las llamadas “las ovejas” (en general, no “mis ovejas”) que están a su derecha, y no las cabras, que están a su izquierda. Estas ovejas, por supuesto, son de las naciones, las cuales serás reunidas delante de él, y él hará la separación de las ovejas de las cabras. ¿Pero son las ovejas sólo un grupo pequeño de sus seguidores? No! Son todos aquellos fieles que salen de las naciones del mundo. Ahora bien, yo le pregunto a Don Armandito, lo siguiente: ¿eres tú ovejita o cabrita? Pues si tú no estás en el grupo de las ovejas, entonces quedas en el grupo de las “malditas” cabras que están a su izquierda, las cuales no heredarán la vida eterna, sino que terminarán en el gehena, pues dice el versículo 41: “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”. Así que la respuesta es que Jesús se refiere a todas las ovejas del mundo, a todos los fieles, sin excepción alguna.
Ahora bien, el profeta Daniel vislumbró una resurrección general en el fin de los tiempos, en la cual los justos heredarán la vida eterna y los injustos a la confusión perpetua. El escribe al respecto, lo siguiente: Daniel 12:2 “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”.


Esto nos lleva a concluir que en esta separación de ovejas y cabras de todas las naciones estarán los resucitados, aquellos que merecerán la vida, y también aquellos que merecerán la condenación. Sí, estarán también frente a él los resucitados, los que fueron justos y los que fueron injustos de todos los tiempos. Sin duda alguna, entre ellos estarán los notables hombres de la fe del Antiguo Testamento, ya que en el mismo libro de Daniel capítulo 12 y verso 13, Dios le promete a Daniel, lo siguiente: Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días. Y el mismo Job creía en esa resurrección del día final, cuando dijo: Job 19:25-27: “Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí”. Así que en ese grupo de las ovejas, estarán también los fieles del Antiguo Testamento, y “las ovejas perdidas de la casa de Israel” (Mateo 10:6), las cuales igualmente heredarán con Cristo su reino, el cual fue preparado para todas las ovejas del mundo de todos los tiempos, desde la fundación del mundo (Ver también Isa. 26:19).


Está usted servido, don Armando…y muy buen provecho!

sábado, 10 de abril de 2010

MUERTE Y RESURRECCION



Por el Dr. Javier Rivas Martinez (MD).
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Cristo por medio de su resurrección ha asegurado que en el día postrero (Jn.11:24) los justos y santos creyentes sean levantados por el infinito poder delegado por su Padre y Dios de aquel sepulcro silencioso y frió, lugar en que la inmutable Parca los mantuvo celosamente abrigados en su letal seno, siendo inertemente sometidos en las profundidades más oscuras de la inconsciencia no fisiológica, de acuerdo a Ec.9:5, para una vida mejor y hermosa, llena de gloria, y de ese modo poder tomar la heredad terrenal que fue prometida haca casi un par de milenios por el glorioso Cristo (Mt.5:5). Ejemplo claro vemos el que está en el libro de Daniel el profeta, cuando sea resucitado del polvo de la tierra para tomar su heredad terrenal correspondiente y por derecho divino:

«Y tu irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días» (Dn.12:13).

Aunque los teólogos liberales, a los que yo llamo, al no creer en la resurrección, los neo-saduceos (Mt.22:33), niegan los actos sobrenaturales plasmados en la Biblia, la resurrección del Hijo de Dios es un evento histórico que asegura la vida sempiterna de los que han creído y confiado en el Padre que la otorga en esta condicionante sin alternativas (Recomiendo por favor leer el capítulo 15 de 1 de Corintios para que se afirme y se comprenda bien lo que hablamos en nuestro artículo).

La Biblia da testimonio de que Cristo fue levantado de entre los muertos, y damos fe positivamente ya que hemos creído en la Infalibilidad de las Escrituras (1 de Co.15:3, 4). La narración de la resurrección del Señor, se podrá obtener en el capítulo 28 de Mateo, en el capítulo 24 de Lucas, en el capítulo 16 de Marcos, y los capítulos 20 y 21 de Juan.

La Biblia reporta que hubo testigos oculares en la resurrección de Cristo. Pablo menciona que Cristo apareció primero a Cefas (Pedro), luego a los doce apóstoles, posteriormente a Jacobo, más tarde, a más de quinientos hermanos de los cuales muchos aún vivían en el tiempo que Pablo escribía la primera carta a los corintios, pero otros habían fenecido ya. Por último, Cristo aparece a Saulo cuando se dirigía a Damasco para poner en la cárcel a los creyentes del Dios verdadero, a los del Camino (1 de Co.15:6-8; Hch. cap. 9).

Un suceso que me asombró mucho y que me llamó grandemente la atención, es el que la Biblia narra del Cristo resucitado: Que le fue dado una parte de un pez asado por los apóstoles, al estar ellos absolutamente incrédulos por su resurrección. El Señor comió el pez . . . ¡Hasta le dieron como postre un panal de miel! (Lc.24:41, 42). La Biblia dice que los muertos en Cristo serán resucitados de entre los muertos. Este acto tan necesario no cuenta con otra opción más para que alguien pueda ser apto para entrar al Reino de Dios Venidero (1 Ts.4:16; Ap.20:6).

La Importancia de la Resurrección:
Si la resurrección no fue un hecho real, entonces:
1. Es vana la predicación (1 Co.15:4).
2. Es vana nuestra fe (1 Co.15:14).
3. Los apóstoles son testigos falsos (1 Co.15:15).
4. Estamos todavía en nuestros pecados (1 Co.15:17).
5. Los que murieron en Cristo han perecido definitivamente (1 Co.15:18).
6. Somos los creyentes, los seres humanos más míseros de todos (1 Co.15:19):
7. Pero, la resurrección de Cristo, es un hecho inequívoco al que se le da énfasis en la Biblia: Hch.2:24, 32; 3:15, 26; 4:10; 10:40; 13:30-37; 17:31; Ro.4:24, 25; 6:4, 9; 7:4; 8:11; 10:9; 1 Co 6:14; 2 Co.4:14; Ga.1:1; Ef.1:20; Col.2:12; 1 Ts. 1:10; 2 Tim.2:8; 1 P.1:21.

Cristo venció la muerte al ser resucitado y con la muerte acabará de una vez por todas con el viejo diablo engañador y con su tétrico y avieso imperio de devastación que era inquebrantable antes, como premio de su perversión y de su implacable y arrogante malignidad. ¡Gloria a Dios por el asombroso evento de la resurrección!:

«Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, el también participó de los mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre» (He.2:14, 15).

Dios les bendiga siempre, hermanos y amigos míos.

viernes, 9 de abril de 2010

LA RESURRECCION DE LOS MUERTOS . . . QUE ES?


La resurrección de los muertos es una enseñanza fundamental de las Escrituras , muy sencilla de explicar y entender pero (y las propias Escrituras en toda su honestidad así también lo ejemplifican) difícil de aceptar o creer por nuestra mente humana, mortal y limitada.

Por ejemplo, cierto hermano nuestro predicaba ante uno de los auditorios mas racionales de todos los tiempos: uno compuesto por la flor y nata de los filósofos griegos.

El argumento planteado era muy racional y nuestro hermano citó en aquel entonces no solo las escrituras judías (con las cuales aquellos griegos no estaban tan familiarizados) sino a algunas fuentes de entre sus propios escritores. Le comentó que era lógico deducir que el Universo observable era en realidad un diseño, y que al ser un diseño de alguna forma como habían dicho ciertos poetas griegos incluso los hombres “eran linaje de Dios”, dado que provenían de Él.

Y en este marco les anunció el futuro Reino de Dios en la tierra en manos del Mesías, leamos Hechos 17:31:

porque El ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia, por medio de un Hombre a quien ha designado, habiendo presentado pruebas a todos los hombres al resucitarle de entre los muertos.

Hasta ese momento lo habían estado escuchando con atención. Y ya no se trataba de un grupo de obreros judíos de clase baja , devotos y humildes o de un grupo de escribas o maestros de la ley conocedores al dedillo de las Escrituras. Fue pronunciado este discurso como podemos leer en el contexto ante la intelectualidad griega de aquella ciudad, la cual quedó en principio cautivada pues el concepto mismo tenía lógica: el universo fue diseñado por un Creador, el cual llamamos Dios. Este Creador al ser nuestro autor y haber puesto tanto cuidado sin duda se interesá en nosotros y si es así es lógico pensar que en algún momento tomará las riendas de los destinos de su Creación. Pero veamos la reacción del público en este punto:

Y así como oyeron de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Te oiremos acerca de esto otra vez. (Hechos 17:32, RV 1909)


Como notamos también , la resurrección de los muertos es difícil de aceptar. La mayoría de los griegos simplemente escucharon el discurso hasta ese punto específicamente y entonces “tropezaron” intelectualmente.


Unos se burlaron y otros , quizá con cierta cortesía le dijeron “te escucharemos otra vez ” en el sentido que hoy decimos “si claro otro día te escuchamos que ahora no tengo tiempo”.


La noción de una resurrección de los muertos , era ajena al pensamiento griego para el cual los muertos no resucitan ya que en realidad NO MUEREN sino que pasan a vivir en otra dimensión .


Y es que la resurrección , difícil de aceptar como es, es tan sencilla de explicar o definir que el apóstol Pablo con solo mencionarla una vez enteró a toda la audiencia de lo que estaba hablando: RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS. Esto significa que las personas que están muertas, vuelvan literalmente a vivir.


Ahora piense un poco : estos griegos creían que el alma humana era inmortal en su mayoría. ¿Por qué se habrían escandalizado tanto de escuchar hablar de una resurrección de los muertos si “resurrección de los muertos” e “inmortalidad del alma” fueran una misma cosa?


Si Pablo hubiera dicho : “Dios juzgará la tierra con justicia mediante un varón que ya murió en este mundo pero sigue su alma viviendo”,no hubiera sido difícil de aceptar para ellos. Pero la noción hebrea y cristiana de que la muerte es un estado de CESE DE EXISTENCIA desde el cual la única esperanza de vida es mediante un nuevo acto creativo de Dios, llamado “RESURRECCIÓN” , era ajena a la mente griega.


Tan ajena como a la mayoría de las personas hoy día, incluyendo la mayoría de las iglesias que se denominan cristianas.


Para muchísimas personas “inmortalidad del alma” y “resurrección de los muertos” son conceptos compatibles y no se dan cuenta de que son conceptos CONTRADICTORIOS.


Para decirlo sencillamente , para que ALGUIEN RESUCITE necesita estar muerto. Si no está muerto, no puede resucitar.


La condición previa a una resurrección es la MUERTE, tal como la condición previa a un NACIMIENTO es la INEXISTENCIA. Cuando algo llega a existir o NACE, es porque NO EXISTÍA ANTES.


Cuando alguien RESUCITA es porque estaba MUERTO. Si no está muerto no estaría realmente resucitando sino simplemente transformándose, cambiando , mutando o como le quieran llamar pero definitivamente NO RESUCITANDO.


A diferencia de la “inmortalidad del alma” que tiene todo el sabor de una doctrina inventada a medida para tapar los temores del ser humano hacia la muerte , y que no se enmarca en ningún contexto histórico, la resurrección de los muertos en la Biblia es una parte esencial del propósito de Dios. Un procedimiento que hace posible el cumplimiento de un Gran Plan por parte de Dios y no simplemente un acto en el cual por fé debemos creer “porque nos conviene y no tenerle miedo a la muerte”.


Es enseñanza fundamental , debido a que esta intrínsecamente ligada al gran tema y eje que cruza la Biblia: el Reino de Dios. Al ser el Reino de Dios o restauración de Isrtael del cual habla la Biblia un acontecimiento, una circunstancia ubicada en el futuro lejano de la inmensa mayoría de quienes creen en el mismo, obviamente la única esperanza de vivir en el mismo para dicha mayoría será resucitar, pues se entiende que al llegar este Reino la inmensa mayoría de los creyentes de todas las épocas estarían muertos.


Entre la esperanza planteada a los judíos y a los primeros cristianos del establecimiento de un Reino de Dios en la tierra y la realidad de que el hombre vive solo 70 u 80 años en promedio, se interpone LA MUERTE como gran obstáculo. ¿Cómo podría Dios cumplir todas las promesas que les hizo a los fieles de toda época si para cuando llegue su Reino casi todos no serán mas que polvo?


Al profeta Daniel, uno de los profetas a quien se explicó mas claramente el establecimiento del Reino de Dios , también se le explicó la resurrección de los muertos:


“Pero tú, sigue hasta el fin. Descansarás y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.” (Daniel 12:13)


“Sigue hasta el fin”.. significa claro está hasta que se muera. ¿Qué sucederá entonces? El ángel se lo dice en una sola palabra:


“DESCANSARÁS“


¿De qué descansaría Daniel? Pues de lo mismo que el ángel le dijo que siguiera: “Sigue (VIVIENDO) hasta el fin (DE TU VIDA). (Entonces) Descansarás (DE TU VIDA)”


Toda esa frase pronunciada por el ángel se refiere al proceso de VIVIR: SIGUE, HASTA EL FIN y DESCANSARAS. Pero… ¿qué pasaría después? ¿Cómo será posible que Daniel pueda ver ese maravilloso reino del que acaba de profetizar si va estar “descansando de su existencia” o “vida”?


También de manera sencilla y breve el ángel contesta:


“Te levantarás para recibir tu heredad (o herencia) al fin de los días”


Esta idea, de que al morir los creyentes dejan de existir y descansan esperando el día en que Dios los resucite , es decir, que los traiga de nuevo a la existencia en un tiempo futuro bajo el Reino del Mesías impregna toda la Biblia.


Esta ligada al concepto mismo del reino, es necesaria una resurrección para que los justos formen parte de ese reino. Es sencillo de explicar, de entender pero para muchos difícil de creer.


Cuando llegue el Reino de Dios habrá dos clases de creyentes desde el punto de vista de Dios: los que ya murieron y los que estan vivos al momento en que llegue el Reino. Tiene lógica y coincide con todo el mensaje del Evangelio pensar que Dios mantiene vivos a los que esten vivos en ese momento pero que necesita resucitar a los que ya murieron . Y textualmente esto está enseñado en la Biblia sin ningún rodeo:


Así que les digo un misterio: no todos dormiremos (moriremos), pero todos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. ( 1 Corintios 15:51,52 , NBLH 2005)


Este pasaje se refiere a un momento histórico en el futuro que concuerda exactamente con lo que se le había dicho a Daniel siglos antes. Habrá un momento futuro en que el Reino de Dios será establecido sobre la tierra y los justos serán resucitados incorruptibles. Claro está al llegar ese momento, habrá fieles sobre la tierra… estos no será necesario ya que mueran pero serán “transformados”, es decir , a un estado INCORRUPTIBLE como curados de una enfermedad que es la muerte que todos llevamos en la sangre a raíz del pecado.


Note algo: solo de los fieles que esten vivos al regreso del Mesías la Biblia dice que serán “transformados”. Si la “inmortalidad del alma” fuera una doctrina bíblica, en realidad debería la Biblia decir que TODOS SEREMOS TRANSFORMADOS , ya que de tener un alma inmortal no estaríamos muriendo nunca. Solo estaríamos siendo transformados al morir nuestro cuerpo de carne y yendo a otro lugar.


Pero la cosmogonía bíblica no es una donde el cielo es una acumulación de almas de justos que se transforman al momento de la muerte. El contexto universal , el mundo de la Biblia (y en el cual vivimos) es uno en el cual los justos mueren y pasan a “descansar” , acumulándose en la tierra y volviendo al polvo hasta el momento de una futura resurrección.


La profundidad de la tierra es llamada Hades o Seol por la Biblia y los muertos pueden haber sido sepultados allí , o en el mar. En ambos casos la Biblia promete:


Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras. (Apocalipsis 20:13)

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Hades significa en griego, lo mismo que Seol en hebreo: “lo inferior” o “lo profundo”.En latín la palabra equivalente es INFERIS de donde viene la palabra castellana INFERIOR y también la palabra INFIERNO.


INFIERNO pues significa simplemente “inferior” ,”zona inferior” y son las profunidades de la tierra donde los muertos van siendo sepultados y vuelven al polvo. No tiene relación alguna con torturas, tormentos, o demonios revoloteando en alas de murciélago con un tridente. Del INFIERNO , donde los muertos descansan, se sale y por eso las Biblias mas antiguas como la Valera de 1909 traducen ese texto asi:


Y el mar dió los muertos que estaban en él; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fué hecho juicio de cada uno según sus obras. (Apocalipsis 20:13 RV 1909)


Como toda enseñanza bíblica tiene ese tremendo eco , aroma y sabor a VERDAD. La resurrección de los muertos no es un concepto tipicamente religioso. No es una enseñanza que pudiera ser producto de la especulación como “la reencarnación” de algunas religiones orientales donde quizá se llegó a especular que los seres humanos vuelven a nacer en otro cuerpo porque a veces una persona se parece a cierta persona que vivió antes… o como la “inmortalidad del alma” de la mayoría de las religiones occidentales donde se llega a pensar que los muertos siguen vivos en algún lugar como una forma de consuelo o esperanza.


La resurrección de los muertos es una enseñanza revelada. Es información de parte de Dios y , a diferencia de las religiones establecidas, NO NOS LIBRA DE LA MUERTE. Todos vamos a morir y dejar de existir y la Biblia nos guste o no , es lo que dice una y otra vez. “Polvo erés y al polvo volverás” y salvo por un pequeño grupo de creyentes que estará vivo en el momento en que el Mesías regrese a gobernar todo ser humano probará la muerte.


Una experiencia desagradable claro esta, y antinatural pues no fuimos hechos para morir.


Y desde el momento en que morimos no tendremos el menor control sobre nuestro futuro excepto lo que sea la voluntad de Yavé , Quien nos creó primeramente, que nos vuelva a crear. Que nos RESUCITE.


“Tengo esperanza en Dios, la cual ellos mismos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los justos y de los injustos” (Hechos 24:15)

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Así es la resurrección no es , como la inmortalidad el alma “una certeza”, un “ineludible” , un “inevitable”. La resurrección de los muertos es una ESPERANZA. Es Dios en definitiva quien tendrá la última palabra sobre si nos ha de volver a crear o no. NO SOMOS INMORTALES. Ni tenemos nada dentro nuestro que sea inmortal. Pero como dice el pasaje citado mas arriba “tenemos esperanza” incluso de que habrá resurrección no solo de justos, sino también de injustos pues solo Dios vé los corazones y es capaz de juzgar, mediante su Mesías , a todos aquellos a quienes a de resucitar.


Algunas religiones, creen que la resurrección ya a sucedido. Por ejemplo hay sectas que predican que algunos cristianos ya fueron resucitados a partir de cierto año para reinar en el cielo con Jesús. Esta falsa doctrina no es nueva y en tiempos bíblicos fue ESPECIFICAMENTE condenada.


Evita las palabrerías vacías y profanas, porque los dados a ellas, conducirán más y más a la impiedad, y su palabra se extenderá como gangrena; entre los cuales están Himeneo y Fileto, que se han desviado de la verdad diciendo que la resurrección ya tuvo lugar, trastornando así la fe de algunos (2 Tim 2:16-18 LBLA)


Dado que en las escrituras la resurrección es un acontecimiento universal y visible, tan universal y visible como el propio reino de Dios, cualquiera que enseñé que la resurrección “ya ha tenido lugar” solo que de manera secreta, o para algunos cristianos de manera invisible “para ser llevados al cielo” está predicando “palabrerías vacías y profanas”, las cuales el apóstol Pablo llama “gangrena”.


Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la ignominia, para el desprecio eterno. (Daniel 12:2, LBLA)


En este texto el Seol, Hades o Infierno es llamado “el polvo de la tierra” (de ahí que no deducimos , sino que aprendemos que son la misma cosa) desde el cual los muertos “despertarán”.


Nuevamente para DESPERTAR la condición es estar DORMIDO. Si uno NO ESTA DORMIDO no puede DESPERTAR. La muerte es como el sueño: un estado de inconsciencia. La resurrección se compara a un despertar: un volver a la conciencia. MUERTE e INEXISTENCIA son la misma cosa en la Biblia. VIDA y EXISTENCIA también. Por tanto asi como lo opuesto de MUERTE es la EXISTENCIA, lo opuesto de la VIDA es la INEXISTENCIA.


Sencillo de entender y fácil de explicar , pero difícil de creer pues requiere una confianza ABSOLUTA en el Creador. Al contrario de las religiones humanas donde cada credo es precisamente FACIL DE CREER y DIFICIL DE ENTENDER, dentro de nuestro camino esta esperanza es fácil de entender pero difícil de creer. Como muchas de las verdades que nos rodean, y que la Biblia revela.


No es fácil aceptar nuestra mortalidad. Es un atentado a nuestro orgullo: el comprender que no somos mas que polvo y que sumidos en un estado de inexistencia solo podremos ser librados del mismo mediante un acto creativo de Yavé el Dios de Israel. Jesús nuestro Mesías hizo posible dicho proceso desde el punto de vista jurídico como veremos en un futuro artículo al cumplir determinados requisitos por nosotros.


Pero es Dios el que hace el procedimiento posible fisicamente al volver a crearnos, al volvernos a la vida. Al resucitarnos.


Así que, sea que a usted le toque morir ANTES que Dios establezca su gobierno sobre esta tierra o sea que usted esté vivo en ese momento para contemplar la llegada del gobernante o Mesias elegido por Yavé para gobernar el planeta, tiene la ESPERANZA de volver a vivir.


La Biblia también lo expresa de manera poética en el libro de Job, comparando la muerte al servicio militar obligatorio (esa es la raíz de la palabra hebrea BATALLAR que se traduce aqui) , del cual uno es relevado en algún momento:


Si el hombre muere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi batallar esperaré hasta que llegue mi relevo. (Job 14:14)


Si morimos, esperaremos descansando hasta ser relevados de esa inexistencia. ¿Volveremos a vivir? Si Yavé asi lo dispone SI. Es nuestra esperanza y oramos que así sea para ver el día en que el nombre de nuestro Dios sea vindicado en toda la tierra, bajo el reinado de su Mesías nuestro señor Jesús.


Shalom


Apolos de Montevideo


apolos@evangeliocistiano.com

viernes, 5 de marzo de 2010

RESUCITARAN LOS INJUSTOS IMPENITENTES?


Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
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Los Testigos de Jehová tienen una interpretación muy peculiar de la resurrección de los muertos que requiere un comentario urgente:
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He aquí lo que enseñan los Testigos de Jehová sobre la resurrección:
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“¿Quiere decir esto que resucitarán todos los seres humanos que han vivido? No. La Biblia dice que algunos están en “el Gehena” (Lucas 12:5). El Gehena debe su nombre a un vertedero que había fuera de la antigua ciudad de Jerusalén, en el que se quemaban cadáveres y basura. ¿Qué muertos arrojaban allí los judíos? Sólo aquellos a los que consideraban indignos de ser enterrados y resucitados. Por tanto, el Gehena es un símbolo de destrucción eterna. Jesús tomará parte en juzgar a los muertos, pero el Juez Supremo es Jehová (Hechos 10:42). Y Dios no resucitará nunca a las personas que sabe que son malvadas y no quieren cambiar.
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La parte final de esta enseñanza “Watchtoweriana” (en rojo) me llama mucho la atención porque sencillamente los Testigos de Jehová no presentan ningún texto bíblico para probar esa curiosa afirmación de que ningún impío impenitente e incorregible será resucitado. Por otro lado, ¿qué castigo recibiría un impío impenitente e incorregible, si éste, al morir, simplemente permanecerá inconsciente, en un “dormir profundo” por toda la eternidad? Recordemos que para los TJ, la muerte es dormir, una inconsciencia profunda, un estado en donde nada se sabe y siente.
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Pongamos el ejemplo de un ateo que se la pasó toda su vida negando a Dios, refutando su existencia, y viviendo inmoralmente sin freno alguno, ¿acaso su castigo será simplemente permanecer dormido por una eternidad sin tener que enfrentar pena alguna por su soberbia e impiedad? ¿Realmente cree usted, en lo más profundo de su corazón, que sólo eso es lo que les espera a los impíos incorregibles después de haber hecho tanto mal? ¿Entonces cómo sabrá el ateo de que estuvo fatalmente errado en su creencia atea y que lo que Jesús enseñaba de Dios, Su Padre, era verdad y no un mito? Y en el caso de Hitler, ¿Podría alguno, en su sano juicio, creer que este endemoniado súper malvado simplemente permanecerá dormido e inconsciente en su sepulcro por toda una eternidad, sin tener que enfrentar juicio alguno porque supuestamente nunca resucitará? ¡Vamos, amigos!
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Les preguntamos también a los “Testigos de Jehová”: ¿Qué cosa quiso decir Pablo cuando dijo: “horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo” (Heb. 10:31)? ¿Quiénes serían estos que tendrían que caer en manos del Dios vivo con gran horror?¿Acaso no son los impíos incorregibles o impenitentes? Pero para caer horrorizados en manos del Dios vivo, éstos necesitan estar vivos, conscientes, y frente a Su Creador. Por tanto, los que sentirán horror son los impíos, los burlones, los adversarios, etc, porque ellos, al encontrarse delante del Juez Supremo (previa resurrección), vislumbrarán que les espera una sentenciará dura por su perverso proceder en su existencia anterior (con esto no afirmo— necesariamente— que a los impenitentes les espera un literal tormento eterno en las llamas del “fuego eterno”).
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Además, si es verdad, como dicen los TJ, que los que conocen a Dios, y finalmente lo rechazan, serán destruidos eternamente en el gehenna para nunca más resucitar, pregunto: ¿por qué Pablo dijo: “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios? (Heb 10:26,27). ¿Cómo armonizan los TJ lo que afirma Pablo en Hebreos, en el sentido de que los impíos impenitentes sólo les queda una “horrenda expectación de juicio”, con su creencia de que estos perversos nunca más despertarán de la muerte inconsciente para ser juzgados y luego devorados por fuego?¿Qué horror podrían sentir por tal perspectiva horrenda si a ellos se les ha enseñado que no despertarán de su estado de “sueño”?¿Qué dolor podrían sentir durante su destrucción por fuego si ellos, supuestamente, permanecerán inconscientes e insensibles al castigo? Si esto es lo que los Testigos de Jehová creen acerca del destino final de los impíos, entonces menos impíos querrán arrepentirse de su mal proceder, puesto que cualquiera que sea el castigo que merezcan, ellos simplemente no lo enfrentarán, porque sencillamente NUNCA VOLVERÁN A LA CONCIENCIA.
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Ultimo minuto:
Después de estudiar con los TJ, un “mundano” afirmó: “Comamos, bebamos, forniquemos, adulteremos, engañemos, estafemos, y mil cosas malas más, porque mañana moriremos y nunca más despertaremos para enfrentar el juicio final del Creador Supremo” .

http://www.apologista.wordpress.com/


martes, 2 de marzo de 2010

LA DIVISIÓN DEL PROGRAMA DE LA RESURRECCIÓN


Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia (1 Co.15:22-24).

No cabe la menor duda, por la vasta evidencia presentada en las Escrituras, de que habrá una clara división en el programa de la resurrección. La locución -cada uno en su debido orden-, en sí, nos muestra varios acontecimientos por separado. El orden de estos acontecimientos, de acuerdo a los textos de arriba, da inicio con las -primicias-, que es el Señor Jesucristo, como lo mejor de la cosecha presentada, y que designa, como ejemplo, el excelente, digno y abundante fruto que le seguirá después de su resurrección, fruto que estará compuesto o integrado por todos los resucitados suyos en su segunda venida. El término -luego-, en este caso, el primero que aparece, es una palabra griega (epeita) que separa el tiempo, que no se encuentra definido en la Biblia, entre la resurrección de Cristo y -los que son de Cristo- (hoi tou Christou) en su venida.

Algunos expositores en el verso 24, donde dice -luego el fin-, consideran que es muy razonable y válido adicionar -al fin de la resurrección-, comprendiéndose en esta situación que Pablo se está refiriendo a la conclusión del cumplimiento del programa de la resurrección, tanto de justos como de injustos, y que termina precisamente con la resurrección de los últimos nombrados.

Aunque no se menciona en el verso 24 como -la resurrección de los incrédulos para su condenación-, creemos que Pablo trata de decirnos que la resurrección de los muertos en Cristo (1 Ts, cap 4) irá seguida con el fin del siglo presente, de la era actual, sin el suceso de la resurrección de los rebeldes que se llevará a cabo en realidad hasta el final de la era milenaria y terrenal (Ap. cap. 20).

Es importante aclarar que los -todos- que en Adán han muerto (1 Co. 15:22), no son los -todos- que en Cristo serán vivificados. 1 Co. 15:22 se enseña que, mientras todos los que están en Adán mueren, la resurrección mostrada aquí compete exclusivamente para los que están en Cristo (...en Cristo todos serán vivificados); los malvados se hallan categóricamente excluidos. -Luego el fin-, indicaría, entonces, la culminación del programa de la resurrección hasta el final de la era milenaria y no de la presente época. Como Adán es la Cabeza de la raza humana, al caer este en pecado, la muerte se hizo un mal natural y necesario en todos los hombres en general. Ahora, teniéndose en cuenta que Cristo es la Cabeza espiritual de -todos- los que son salvos en su nombre, éstos son los que por conclusión habrán de ser -vivificados-. No hay ningún indicio o sugerencia de una resurrección universal, en un solo tiempo, único, en los versos estudiados. El pensarse que los inconversos puedan estar en Cristo, resulta una aseveración lo bastante ridícula y calumniadora cuando es analizada por el infalible Ojo de las Escrituras. La condición es: solamente los que hayan experimentado el Nuevo Nacimiento serán -vivificados- en Cristo en su Parusía.

El segundo -todos- (pantes, todos serán vivificados) es coextensivo como el primer -todos- (pantes, en Adán todos mueren), es decir, el -todos- es universal para cada caso, es su esencia correspondiente y asilada. No es congruente determinar una resurrección general, en un solo evento. La palabra que haría viable tal cosa sería, si fuese aplicada, egeriresthai. -Todos serán vivificados- posee una connotación clara y cerrada con la salvación de los creyentes. Los incrédulos no se encuentran nominados en este aspecto. Pablo atrae la atención de los creyentes en Cristo como las -primicias- de los muertos que han creído en el Señor y Mesías. Cristo es las -primicias- (aparche) de los creyentes genuinos, y no de otros, es decir, de los no creyentes o incrédulos. Esto hace una diferencia abismal entre el primer -todos- del segundo.

Todos los que serán vivificados en Cristo, incluye los santos de la dispensación antigua como los de la actual. Los rebeldes estarán reservados para ser resucitados en el futuro para su aniquilación eterna en el Lago de Fuego que arde con Azufre, después de terminar el reinado milenario de Cristo, como la Biblia lo establece sin confusas complicaciones:

Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión...(Ap.20:7).

Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego (Ap.20:11-15).

Los dejamos con palabras de dos expositores bíblicos que hablan con gran acierto al respecto:

Quizás San Pablo estuviese pensando en un tercer...(togama, orden), aquellos que no son de Cristo, que serían levantados de los muertos en un tiempo antes del fin. Pero a lo largo del pasaje, los incrédulos y los malos están completamente en el trasfondo, si acaso se los toma en cuenta.

El contexto nos habla de resurrección, y se refiere a la resurrección final según un número de comentaristas. Con estos últimos estamos de acuerdo. El apóstol ha mostrado que habrá varias etapas de la resurrección de los muertos. Primero, Cristo, las primicias; segundo los que son de Cristo, en su venida; tercero, la resurrección final de todos los incrédulos.

Dios les bendiga siempre.

Referencias:

Eventos del Porvenir, de J. Dwigth Pentecost.

Reina Valera Versión 1960.

domingo, 7 de febrero de 2010

LAS DOS RESURRECCIONES RETRIBUTIVAS..O SOLO UNA?


Por Mario A Olcese (Apologista)


En Juan 5:28,29 el Señor Jesús dijo lo siguiente: “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”.


En los versos de arriba Jesús está diciendo que vendrá la hora cuando TODOS los que están en sus sepulcros oirán su voz y saldrán; los bienhechores irán a la vida, y los malhechores a la condenación. Para algunos de nuestros corregidores, como el Sr. Armando López Golart de www.labiblianodiceesto.blogspot.com, aquí Jesús está enseñando que TODOS (justos e injustos) serán resucitados simultáneamente o al mismo momento, en este caso, en la parusía de Jesús. ¿Pero tendrá razón nuestro querido hermano López?


El “cronograma” de las Resurrecciones retributivas


Pablo y Juan juntos nos dieron un “cronograma” de resurrecciones retributivas que comienza con Cristo, las primicias (1 Corintios 15:20), luego los que son de Cristo, en su venida (1 Corintios 15:23), y los otros (los impíos) hasta que se cumplan los mil años (Apo. 20:6). Pero como para Dios un día es como mil años, estos impíos resucitarían prácticamente (a la vista de Dios) en el mismo día que lo harán los justos.


¿Pero existe entonces una garrafal contradicción entre lo que Jesús dijo y lo que Pablo y Juan revelaron con relación a la resurrección retributiva? Definitivamente no. Jesús definitivamente no dijo que todos los muertos resucitarían en su parusía, más bien él dijo que el tiempo o momento para la resurrección de vida sería para la era venidera, la era del reino. Dice Jesús así: “…y en el siglo venidero la vida eterna” (Lc. 18:30). Ojo que él no dice que en el siglo venidero se les dará la vida eterna a los justos y la condenación a los injustos. Simplemente él habla de que en la era venidera, la era del reino, se les otorgará la vida eterna a los justos y punto. Repito: Nada nos dice el Señor que en la era venidera los injustos serán condenados. ¿Entonces por qué Jesús dijo vendrá “hora” cuando TODOS los que están en sus sepulcros oirán su voz y saldrán?¿No implica esto una resurrección general simultánea?


El asunto, creo, es entender lo que se quiere decir por “hora”. Por ejemplo, si un ingeniero urbanista dice que “llegó la hora de levantar un par de centros comerciales en un determinado distrito o colonia”, esto no quiere decir que ambos centros comerciales serán levantados o construidos en el mismo momento, ni terminados en el mismo día o año. El ingeniero simplemente está diciendo que ya llegó la hora o el tiempo para que estos dos centros comerciales, previamente diseñados o proyectados, sean finalmente construidos. También recuerdo cuando el Presidente de mi país prometía en su campaña para la presidencia de la nación, lo siguiente: “Ya es hora de que todos los ciudadanos tengan agua potable y luz en sus hogares”…y esto lo ha venido cumpliendo paulatinamente nuestro presidente en estos cuatro años que lleva en el poder. Por supuesto que nadie pensó en ese momento que el candidato (hoy presidente) cumpliría esa promesa en un santiamén. Tendría que hacerse de a pocos hasta que todos, a su debido momento, pudieran tener agua y luz en sus hogares.


Del mismo modo, si aplicamos este criterio a lo dicho por Jesús en Juan 5:28,29, podríamos transcribir los versículos, así: “No os maravilléis de esto; porque vendrá el tiempo o el debido momento cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”. Tiempo o debido momento, sin embargo, no significa forzosamente que todos los muertos oirán su voz al mismo instante o dentro de un periodo de 60 minutos (ni más ni menos). En Lucas 14:14 Jesús parece separar la resurrección de los justos en un momento especial y muy distinto a la de los injustos, cuando dice: “y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos” (aquí el Señor curiosamente omite, aunque no sin razón, la resurrección de los injustos). Recordemos nuevamente el ejemplo de la construcción de los dos centros comerciales que mencionamos antes. El ingeniero dijo que había llegado la hora para la construcción de los dos centros comerciales, pero seguramente un centro comercial empezaría a ser construido primero, y luego el otro, un poco más tarde. Y finalmente, los dos centros comerciales, con toda seguridad, no estarían listos o terminados en la misma hora o incluso en el mismo año.


Otra evidencia de que TODOS los muertos no resucitan juntos la encontramos en Apocalipsis 20:7,12, donde leemos lo siguiente: “Cuando los mil años se cumplan… vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras”. Esta escena ocurre después del milenio, por tanto podemos con razón afirmar que no todos los muertos fueron resucitados en la parusía, antes del reinado de Cristo.


¿Seremos probados una hora?


En Apocalipsis 3:10 leemos lo siguiente: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”. Nótese que acá se habla de la hora de la prueba que vendrá sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. ¿Es que todos serán probados en el mismo momento y sólo un instante o una hora? Si este versículo es una referencia a la gran tribulación, entonces estamos hablando de 42 meses o tres años y medio. Durante ese lapso, el mundo entero será probado, es decir, los que moran sobre la tierra. Definitivamente esta “hora” se extiende por 42 meses, lo cual no es poco tiempo. Un grupo podrá ser probado al inicio del periodo de 42 meses, otro grupo a la mitad del primer año, otro grupo al finalizar el primer año, y así sucesivamente.


Creo que la Biblia no se contradice, y menos, en un tema tan fundamental e importante como es la resurrección. Me parece que por las ideas preconcebidas de algunos teólogos, las verdades prístinas del Señor son trastocadas, haciéndose ininteligibles para el estudiante sincero de las Escrituras.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

LAS DOS RESURRECCIONES


Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)
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La resurrección de los muertos, en sí, son dos acontecimientos separados (podemos decir, dos resurrecciones), a saber: La primera, será en la Segunda Venida del Mesías Jesús a la Tierra, en que los muertos en Cristo (Ver 1 Co.15:52) y los santos de AT. (Ver Dn.12:13) serán despertados o resucitados para recibir la Heredad del Reino Milenario:
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«Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero» (1 Ts.4:16).
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«Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna (la primera resurrección para recibir la herencia terrenal), y otros para vergüenza y confusión perpetua (la segunda resurrección, de la cual hablaremos más adelante y que es exclusiva para condenación de los malos, ver Dn.12:2).
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En 1 Ts.4:16 el apóstol Pablo, aunque no directamente, insinúa con claridad que habrá dos resurrecciones (Si los muertos en Cristo son los primeros como él dice en ser resucitados, lógicamente otros segundos también lo serán: «para vergüenza y confusión perpetua»). En Jn. cap 5 podemos leer:
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«No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida, mas os que hicieron lo malo, a resurrección de condenación» (Jn.5:28-29).
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Aunque los textos parecen dar entender que habrá una resurrección general, en realidad es solamente una apariencia. Podemos encontrar por ejemplo en el AT. que muchas de las profecías escritas tienen un cumplimento doble, incluso, hasta triple: Los cumplimientos proféticos pueden ser de corto alcance o de largo alcance. En Isaías 61, encontramos una profecía de cumplimento triple: a. La primera venida del Señor Jesucristo a la Tierra para llevar a cabo su ministerio terrenal de tres años y medio (Is.61:1). b. La Gran Tribulación Escatológica (el día de venganza del Dios nuestro, Is.61:2) y c. El Reino Milenario y sus bendiciones terrenales (Is.61:3-11). De la misma manera, Jn.5:28-29 trata de una profecía de doble cumplimiento: la primera, que será en la resurrección de las personas buenas para vida eterna (y me refiero a los creyentes, y no a los que únicamente hacen obras de ayuda sin conocer a Cristo, o si lo conocen, lo conocen mal), y la otra, más tarde, con la resurrección de los rebeldes e incrédulos, que serán despertados para ser condenados para siempre. La veracidad de la primera resurrección de los santos fieles como tal, se confirma en Ap.20:6. dónde Juan la llama como ya mencionamos, la primera resurrección:
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«Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con el mil años» (Ap.20:6).
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Juan afirma que habrá otra resurrección (la segunda), pongan atención en esto:
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«Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años» (Ap.20:5 es una prolepsis, como si hubiese ya acontecido esta última o segunda resurrección).
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Cuando la tierra haya desaparecido, un poco antes de que los cielos y la tierra nueva sean manifestados (2. P. 3:13; Ap.21:1), el sepulcro (el hades) y el mar entregará a las personas malvadas, ya resucitadas, para que sean juzgadas y condenadas en el en el Juicio del Gran Trono Blanco:
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«Y vi un trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras» (Ap.20:11-13).
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Cuando el Juicio del Gran Trono Blanco termine, los que no estuvieron inscritos en el libro de la vida, que serán todos los últimos resucitados, serán lanzados al Infierno de Fuego para ser definitivamente aniquilados (Ap.20:15).
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Si usted ha creído o le han enseñado que habrá una sola resurrección, este escrito evidencía que la cosa no es así. Bíblicamente, hemos comprobado con exégesis clara y correcta que dos resurrecciones acontecerán.
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Dios les bendiga mis hermanos y amigos que nos visitan.

viernes, 7 de agosto de 2009

LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ Y LA RESURRECCIÓN DE CRISTO


Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

«Muchas veces, para ganarnos nuestro daño, los agentes de las tinieblas nos dicen la verdad».

Los Testigos de Jehová niegan la resurrección corporal de Cristo. Pasan por alto la realidad de este asombroso hecho históricamente genuino, relevante para los que se asientan en la fe cristiana. Sin la resurrección corporal de Cristo, es vana la predicación apostólica, es vana también la fe en el creyente. Si la resurrección de Cristo no fue, entonces los apóstoles son falsos testigos, unos mentirosos. Sin la resurrección corporal de Cristo nosotros estamos todavía en pecados, lo que durmieron en Cristo han perecido sin remedio, y como cristianos, somos las más míseras de las criaturas por creer que Cristo se levantó de entre los muertos (1 Co. 15:12-19), pero a la verdad, «mas ahora Cristo ha resucitado los muertos…» (1 Co. 15:20).

No cabe duda que Dios levantó a Cristo de la muerte, al resucitarlo corporalmente (Hech. 2:24: Ro. 4:24; 1 Co. 6:14; 2 Co. 4:14; Gal. 1:1; Ef. 1:20; Col. 2:12; 1 Ts. 1:10; 1 Tim. 2:8; 1 P. 1:21). Sin la resurrección corporal de Cristo, no es posible por lógica pueril que «seamos semejantes a él cuando se manifieste», cuando venga por segunda vez al mundo. Puesto que los cuerpos de los creyentes serán trasformados en la resurrección de los que murieron o de los que estén vivos (1 Ts. cap 4), significa que Cristo hubo de resucitar corporalmente. Los Testigos han distorsionado sagazmente la verdadera doctrina de la resurrección corporal de Cristo. Las escrituras no mencionan que los cuerpos físicos de los creyentes serán “espiritualizados” literalmente. Una cosa es un “espíritu”, que no tiene cuerpo, y otra cosa es un «cuerpo espiritual». Véase por favor 1 Co. 15:44 para confirmar este punto. Este es el «cuerpo espiritual» que se tendrá en la resurrección o en la transformación en vida, «semajnte al del Hijo del Hombre»:

1 Jn. 3:2 «Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es».

1 Co.15:51 «He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados…».

1 Co.15:52 «…en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados».

Los Testigos de Jehová, por efecto del engaño religioso, afirman que Cristo se “disolvió en gases” después de su muerte; otra, porque no se ponen de acuerdo, que fue “escondido” por el Padre en un lugar incógnito, no determinado, quién sabe dónde. Arguyen que la resurrección del Señor fue como un “agente espiritual”, como un “ser incorpóreo”. La resurrección de Cristo tuvo que ser obligadamente corporal, ya que su anatomía humana estaba ausente en el sepulcro en ese día glorioso en que venció a la muerte. El sudario que fue puesto en su cabeza fue visto por Simón Pedro enrollado, y en otro lugar aparte reposaban los lienzos que amortajaron el cuerpo del Señor cuando murió. Es evidente y racional que Cristo se deshizo del sudario y de los lienzos que cubrían su cuerpo:

Jn. 20:5 «Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró».

Jn. 20:6 «Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí…».

Jn. 20:7 «…y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte».
Jn. 20:8 «Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó».

Jn. 20:9 «Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos».

María cuestionó a Cristo pensando que era el «hortelano que había tomado el cuerpo del Señor» del sepulcro para llevárselo. En ese momento, María no se percató que charlaba con el mismo Señor Jesucristo con un «cuerpo restituido y vivo por la potencia de Dios». Clara evidencia es esta, además, de la resurrección corporal de Cristo:

Jn. 20:15 «Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré».

Cristo le ordenó María para que «no lo tocase porque no había subido aún al Padre» (Jn. 20:17). Si el Señor hubiese sido un espíritu incorpóreo, no existiría ninguna posibilidad de tocarlo. Entonces el mandato de Cristo hecho María, no dejaría de ser un absurdo innecesario:

Jn. 20:17 «Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios».

Al igual que los Testigos, en una errónea apreciación, los discípulos creyeron que Cristo era un “espíritu” cuando por primera vez lo vieron después de su resurrección. Pensaron que se trataba de un «espíritu» (Lc. 24:37). Para convencerlos de su confusión, Cristo les mostró su cuerpo. Les dijo que era el mismo que habían conocido como persona: «Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy…» (Lc. 24:39 a), asegurándoles que no estaban ante un espíritu, porque «un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo» (Lc.24:39 b).

Es curioso que la misma incredulidad de Tomás el apóstol reafirme la resurrección corporal del Señor Jesucristo, porque Tomás dudaba que había sido resucitado de entre los muertos. Y para que no quedase la menor duda de su resurrección corporal, Cristo comió en la presencia de sus discípulos. ¿Puede hacer, acaso, un espíritu tal cosa?:

Lc. 24:41 «Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?».

Lc. 24:42 «Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel».

Lc. 24:43 «Y él lo tomó, y comió delante de ellos».

Cristo le mostró a Tomás el Dídimo (Jn. 20:24) su cuerpo resucitado y las lesiones que le infligieron en la cruz del Calvario con crueldad inimaginable. Cristo invitó a Tomás a que pusiera sus dedos en las heridas de los clavos y en la herida provocada por la agudísima y cortante lanza romana en el costado de su cuerpo:

Jn. 20:27 «Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».

Tomás, ya convencido de la resurrección corporal del Señor, únicamente pudo exclamar admirado:

« ¡Señor mió, y Dios mió!» (Jn. 20:28).

Para el conocimiento de los Testigos, el Señor no se esfumó como “por arte de magia”, como “ligera y volátil sustancia”, como el “gas metano de los pantanos”, ni tampoco fue escondido en un lugar “equis” por el Padre y Dios Todopoderoso, cosa que para los Testigos es una patética realidad. La Biblia jamás narra en su infalible contenido esta confabulada y semejante mentira de “decepcionante calidad”. Un “cuento chino” extremadamente alucinado (¿peyote?), inventado por las enfermizas y mitómanas mentes de los Testigos, que no deja uno de admirarles la genial habilidad que poseen para elaborar asombrosas fábulas que difícilmente un niño de cinco años las creería, pero que lo entretenerían emocionado con “viscosa baba en las comisuras”, y de las que testimonio damos de su fría iniquidad en este artículo, con base bíblica, sin rodeos, y que va al grano, y no con «sutiles y despistada mitologías huecas» como las que acostumbran los hijos del diablo adheridos como “cónicas lapas” al “sumergido casco” de la Watchtower.

Pablo dio fe que Cristo apareció primero a Cefas, después a los doce discípulos, luego a Jacobo, y después a más de quinientos hermanos después de su resurrección corporal. Por último, apareció al apóstol Pablo (Véase por favor 1 Co. 1:1-8).

Cristo fue visto resucitado y ascendiendo en el aire por sus fieles creyentes y hermanos (Heb. 2:11) con el propósito de sentarse a la «Diestra de Dios» en el tercer cielo. La Biblia que no miente, lo aclara con tanta sencillez. Sabemos a ciencia cierta a qué lugar el Hijo de Dios fue, y no fue exactamente a “un oculto escondrijo” como lo promulgan sin sentido los hijos malogrados de Russell, sino a un lugar «sublime y glorioso de santidad y pureza, en el que reina eternamente el Dios nuestro»:

Hech. 1:9 «Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos».

Hech. 1:10 «Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas…».

Hech.1:11 «…los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo».

Mr.16:19 «Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios».

Testigos de Jehová, vuelvo a preguntarles:

¿Están seguros qué su andar es por la resplandeciente senda de la eterna salvación?

Nuevamente, se los dejo de tarea.

viernes, 29 de mayo de 2009

LA RESURRECCIÓN DE CRISTO


Las citas de publicaciones de la Atalaya, e incluso de su Traducción del Nuevo Mundo.

La edición de Julio 1, 1998 de la Atalaya dice, “la creencia en la resurrección (no) es opcional.” Muy cierto. Pablo dice en 1 Coríntios 15 que si Cristo no fue levantado nuestra fe es inútil y todavía estamos en nuestros pecados (v 17).

En la página 20 la Atalaya dice, “Jesucristo…murió y fue resucitado como un espíritu.” Y en la página 14 ellos dicen, “Jesucristo no fue levantado como humano.”

Hasta los niños en la organización La Atalaya son enseñados esta doctrina. Mi libro de Historias Bíblicas, p. 103, dice, “Sabes lo que le sucedió al cuerpo de Jesús? Dios causó que se desapareciera. Dios no lo levantó a vida en el cuerpo carnal en el cual murió. Él le dió a Jesús un nuevo cuerpo espiritual, como tienen los ángeles en el cielo. Pero para demonstrarles a sus discípulos que el está vivo Jesús puede tomar un cuerpo que las personas puedan ver…”

Muchos “estudiantes”(gente siendo indoctrinadas por los Testigos antes de su bautizo) no toman en cuenta cuan diferente sus enseñanzas son al Cristianismo histórico, o porque ellos no están familiarizados con el tema o porque es tratado muy brevemente. ¿Qué es lo que enseña la Biblia?

Juan 2:18-22 “Y los Judíos respondieron y le dijeron: Qué señal nos muestras, ya que haces esto? (El había acabado de echar fuera del templo a los cambistas de monedas y los Judíos están desafiando su autoridad.) Respondió Jesús y les dijo: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.” Dijeron luego los Judíos: “En cuarenta y seis años fue edificado este templo, Y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho ésto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.”

Ellos creyeron que él había levantado su cuerpo tal como había profetizado! La palabra Griega para “cuerpo” es “soma” y aquí significa un cuerpo de carne y hueso. Este pasaje, Juan 2:18-22 es claro, y es indescutible. No fue la muerte y resurrección de Jesús que predicaban los apóstoles a través del libro de los Hechos?

Jesús tomó grandes medidas después de su resurrección para demostrarle a sus discípulos sorprendidos que él tenía un cuerpo humano y que fue su propio cuerpo Escucha cuidadosamente:

Lucas 24:36-43 “Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: “Paz a vosotros.” Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu (la Nueva Traducción de la Atalaya dice “espíritu,”exactamente lo que la Atalaya dice que de la misma manera Jesús fue levantado!) Él les dijo, “Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.” Y entonces él comió un pedazo de pescado asado en su presencia, para demostrar que había sido levantado en su cuerpo.

Juan 20:27-29 “Luego dijo a Tomás: ‘Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.’ Entonces Tomás respondió y le dijo: ‘Señor mío, y Dios mío!’ Jesús le dijo: ‘Porque me has visto Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.’”

Crees tú? Si crees, eres “bendecido”, dijo Jesús.

La organizació Atalaya discute que éste no pudo haber sido el cuerpo de Jesús ya que los dos que iban camino a Emaús en Lucas 24 no podían reconocer el cuerpo. Pero el versículo 16 dice específicamente, “Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.”; (ésta explicación es referida 3 veces en el texto). Crees que la organización Atalaya no lo sabe? La organización Atalaya rehusa creer en la resurrección corporal de Jesucristo y debido a eso su fe es inútil y todavía están en sus pecados.

La organización Atalaya también discute que no podía ser el mismo cuerpo porque María no lo reconoció (Juan 20). Pero una cuidadoso lectura revela que fue oscuro, ella estaba llorando, estaba volteada del otro lado, y, más importante, encontrar vivo a Jesús era lo más remoto en la mente de María. Ella no esperaba que él se levantaría. Ninguno de los discípulos esperaban que él se levantaría.

Vamos a cesar algunos de los otros argumentos que la organización Atalaya usa para apoyar su doctrina de re-creación que está opuesto a la resurrección.

1 Pedro 3:18 dice Jesús fue levantado “en espíritu” o “por el espíritu” No dice ‘como un espíritu’. Su cuerpo fue idóneo para el reino espiritual. La organización dice en la página 20 de éste artículo que Jesús fue levantado “como un espíritu”. Ningun texto dice eso.

Y entonces el argumento favorito de la organización Atalaya, como aparece en la página 14, de esta edición de Julio 1, 1998 de la revista La Atalaya, “tomando su cuerpo de nuevo invalidaría el sacrificio”(o como suelen a veces decir, el rescate). Aquí nuevamente el argumento completo de la organización Atalaya descansa sobre suposiciones filosóficos y no en la Escritura. Basta con una escritura para tratar con éste argumento directamente; citaré la Nueva Traducción Mundial:

Juan 10:17-18 (NTM) “Por eso es que el Padre me ama, porque entrego mi alma, a fin de que la reciba de nuevo. Nadie me la ha quitado, sino que la entrego por mi propia iniciativa. Tengo autoridad de entregarla, y tengo autoridad para recibirla de Nuevo El mandamiento acerca de esto lo recibí de mi Padre”. La palabra Griega Traducida “alma” aquí es “psuche”, lo cual Discernimiento sobre las Escrituras dice que es “material, tangible, visible, y mortal”(Vol. 2, p 1004).

La traducción de Juan 10:17, 18 lee, “Por eso el Padre me ama, porque entrego mi alma, a fin de que la reciba de nuevo. Nadie me la ha quitado, sino que la entrego por mi propia iniciativa. Tengo autoridad para entregarla, y tengo autoridad para recibirla de nuevo. El mandamiento acerca de ésto lo recibí de mi Padre”.

Jesucristo fue levantado de entre los muertos corporalmente. Él pagó el precio por completo y su resurrección demuestra que su Padre estaba satisfecho con que nuestra deuda de pecado había sido pagada. Él fue levantado corporalmente y aquellos que creen también serán levantados y serán como él:

Filipenses 3:21, “el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la Gloria suya.”

Escrito por
Greta Olsoe

Traducido por Arcángel Ocasio

www.soundwitness.org

domingo, 8 de marzo de 2009

UN RETO QUE APUNTALARÍA O DEBILITARÍA LAS BASES DE LA WATCHTOWER (TESTIGOS DE JEHOVÁ)

Ver vídeo en: www.youtube.com/user/lavasori


Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)


Una de las enseñanzas de la Watchtower es que los ungidos que van muriendo no necesitan esperar el día de la resurrección para vivir nuevamente, puesto que ellos son transformados después de morir para reinar con Cristo desde los cielos. En este sentido, los Testigos de Jehová enseñan que los difuntos Russell, Rutherford, Knorr, Franz y Henschell (todos ellos de la clase ungida o gobernante) ya están reinando con Cristo desde los cielos y dirigiendo la obra en la tierra.


Lo que nos llama mucho la atención es que aún existan las tumbas de estos ex presidentes ungidos de la Watchtower, cuando en realidad, según sus enseñanzas, los ungidos no están en tumbas conmemorativas sino en el cielo. Es de suponer que nada de sus restos subsista en sus sepulcros, ni siquiera un pequeñito hueso, ya que ellos, supuestamente, fueron transformados y están vivos con Jesús en su trono celestial. Recordemos que los Testigos de Jehová no creen que el hombre tenga un alma inmortal que es independiente del cuerpo y que parte al cielo al momento de morir. Ellos creen que sus ungidos difuntos fueron totalmente transformados y cambiados a cuerpos espirituales para reinar con Cristo. Esto sólo puede significar que en sus tumbas no hay absolutamente nada de ellos. Tal vez alguna joyita, pero nada más.


Creemos que los dirigentes de los Testigos de Jehová tienen una magnífica oportunidad para demostrarle al mundo que ellos son la verdadera “organización de Jehová”— ¿cómo?— por medio de abrir las tumbas de sus ungidos difuntos para mostrarles a los fieles y detractores por igual que éstas están totalmente vacías, y que, efectivamente, aquellos “elegidos” ya están en el cielo reinando con Cristo en cuerpos espirituales (transformados). ¿Pero se atreverían a hacerlo? He aquí el dilema! ¡Se vendrían abajo! Desde ahora habría que poner guardias en sus tumbas, pues no vaya a ser que desaparezcan los huesos por arte de magia.


(ver vídeo en http://www.youtube.com/user/lavasori).