Datos personales

Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

martes, 23 de febrero de 2010

DEDICADO A MI HERMANO Y AMIGO MARIO OLCESE SANGUINETI (APOLOGISTA)


«Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y parar derribar, para edificar y plantar» (Jer.1:10).

Mario A. Olceses Sanguineti: Ingeniero de profesión, varón de Dios, originario de Perú, emisario de la luz por voluntad divina y que muestra la misericordia de Dios por medio de la predicación en su gloriosa página en la Web Cristiana (www.apologista.blogdiario.com), misericordia manifestada en el conocimiento sagrado que salva y que muestra el Reino Venidero Terrenal, el cual será fundado en el mundo en el futuro como herencia a los fieles de Dios y de su Cristo.
Amigo y hermano entrañable, apreciado, compañero de trabajo, de un mismo sentir, y que con amor y desinterés proclama la verdadera doctrina del cielo a no pocas naciones de la tierra: a los hombres a quienes las tinieblas les han cegado el entendimiento, y para afirmar a quienes lo tienen avispado en la Palabra de Dios.
Gracias amigo mió, porque por medio de ti he llegado conocer la doctrina verdadera que aseguró mi salvación.

¡Dios te bendiga siempre hermano Mario!


PENDÓN DEL CIELO

Mario Olcese se llama,
Hombre y siervo de Dios,
Puesto lleva en el alma
Gracia, carga y amor.
Luz de muchas naciones,
Sanos decretos predica,
Paz exhala a los hombres,
Voz que grita la vida.
Lleno de Dios y verdad,
Ama la Orden Divina,
Hace las huestes temblar,
Tiene carácter que anima.
Fuego que espanta serpientes,
Mano que abre los ojos,
Llama que alumbra las mentes
De cepos y duros cerrojos.
Dios te bendiga mi hermano,
Familia y todo tu andar,
Hijo sincero y amado:
¡Reino Jehová te dará!

REPLICANDO NUEVAMENTE AL RESPONDON TRINITERCO PABLO SANTOMAURO


Un Ejemplo de Argumentación Deficiente


Por Pablo Santomauro


Pretendiendo satirizar la doctrina de la Trinidad, el apologista de la herejía sociniana Mario Olcese escribió un artículo donde no sólo mal representa la posición trinitaria sino también llama “mensos” a los que creemos en la Trinidad. “Menso” es un regionalismo centroamericano que significa “tonto, falto de entendimiento o razón”. En su trabajo, escrito en forma de diálogo entre un padre de pocas luces y un hijo supuestamente inteligentísimo, leemos:


“…sí, papi, ¿en qué te puedo convencer…perdón…servir? Bueno Jaimito, mi pastor predicó hoy un sermón sobre la Trinidad y para probar la supuesta veracidad de esta doctrina me mostró el pasaje de 2 Corintios 13:14, que dice: La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la participación del Espíritu Santo sea con vosotros todos. Amén”…. Ajá, ¿y dónde está la prueba de la Trinidad en ese pasaje, papi?…Bueno, ¿no ves, hijito mío, que Pablo menciona a las TRES personas de la Trinidad aquí: a Jesucristo, al Padre, y al Espíritu Santo en el cierre de su carta?…¿Qué me dices ahora, hijito?…Bueno papi, dile al menso de tu pastor que no sea paporretero y que no saque conclusiones falsas de un pasaje que nada dice de una Trinidad…¿y por qué dices eso, Jaimito?…facilito pues viejo…Toma nota que sólo de uno se dice que es Dios…y ése es el Padre…léelo tú mismo: La gracia del Señor Jesucristo (de éste no se dice que es Dios), la participación del Espíritu Santo (de éste tampoco se dice que es Dios)…y finalmente tenemos “el amor de Dios” (con referencia al Padre). Es decir, el Padre es el único a quien Pablo llama ‘Dios’…y no podía ser de otro modo, pues Pablo ya había dicho antes a los corintios que sólo hay un Dios, el Padre (1 Corintios 8:4-6). Ah, y de igual parecer es Judas en Judas 1:1 y Pedro en 1 Pedro 1:2…” [1]


En este párrafo, Olcese comete dos errores dignos de ser destacados:


La Falacia del Straw Man (Del Monigote de Paja)


Esta falacia se comete cuando el escritor mal representa o debilita la posición contraria, y luego pasa a refutar esa versión deformada o débil, lo que obviamente es más fácil de hacer. Se le llama monigote de paja porque es más fácil de derribar que un hombre bien plantado. Podríamos extender la definición a los casos en los que el escritor tergiversa o falsifica la aproximación de los trinitarios a ciertos versículos bíblicos. Este es el caso con Olcese. Nuestro amigo da a entender que los trinitarios citamos 2 Corintios 13:14 como texto prueba de la Trinidad. Esto no es cierto. Ningún trinitario doctrinalmente preparado basa sus deducciones en un solo verso, sino en el peso acumulativo de todos los pasajes bíblicos concernientes al tópico. En segundo lugar, 2 Corintios 13:14 jamás es presentado para probar la Trinidad sino que se usa como un peldaño para mostrar la personalidad del Espíritu Santo. Como el verso es perjudicial para los sectarios, es natural que sea atacado con saña por ellos. Pasemos a estudiarlo:


“La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén”.


Si tomaramos esta bendición totalmente aislada del contexto bíblico, es obvio que las mismas palabras que infieren la personalidad del Padre y del Hijo, son usadas también para inferir la personalidad del Espíritu Santo. En 1 Juan 1:3 nosotros tenemos comunión con el Padre y el Hijo, y aquí en 2 Corintios 13:14 se usan exactamente las mismas palabras para indicar que tenemos comunión con el Espíritu Santo. ¿Pueden las palabras ser más claras? Para poder tener comunión con el Padre y el Hijo es imperativo que éstos sean personas, y lo mismo se requiere para tener una verdadera comunión con el Espíritu Santo. Comunión es algo mutuo en donde intervienen como mínimo dos personas.


El verso termina con estas palabras: “sean con todos vosotros”. ¿Qué cosas? La gracia de Cristo, el amor de Dios, y la comunión/compañerismo/koinonia del Espíritu Santo. Esta última parte se corresponde con la promesa del “Consolador” en Juan 14:16-17, “Y yo [Jesús] rogaré al Padre, y os dará otro [Gr. Allos: de la misma clase que Jesús] Consolador, para que [él] esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque [él] mora con vosotros, y estará en vosotros”. El deseo de Pablo de que los cristianos tengan comunión con el Espíritu Santo es EXACTAMENTE lo que Jesús prometió en Juan 14:17: porque [él] mora con vosotros, y estará en vosotros.


Versos de apoyo usados por Olcese


Olcese finaliza su “poderoso” argumento con tres versos que según él “prueban” que Jesucristo no es Dios. Olcese dice: “… pues Pablo ya había dicho antes a los corintios que sólo hay un Dios, el Padre (1 Corintios 8:4-6). Ah, y de igual parecer es Judas en Judas 1:1 y Pedro en 1 Pedro 1:2…” Lamentablemente, estos versos están muy lejos de confirmar sus ilusiones. Veamos el primero. Sobre 1 Corintios 8:4-6, Olcese escribe en un escrito previo:


“Pablo sí revela quién es el único y verdadero Dios. El texto clave de Pablo está en 1 Corintios 8:6, que dice: “Para nosotros (los apóstoles y creyentes en general), sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.” Observemos que para Pablo, sólo uno es Dios, el Padre. También añade que uno es nuestro Señor o Mesías rey, el Señor Jesucristo. Es clarísimo que para Pablo, Cristo no es el único Dios; es, más bien, el único Señor o Jefe de los hombres que se convierten a él.” (énfasis en el original) [2]


A primera vista, Olcese parece estar en lo cierto, pero a la luz de la Biblia y la lógica, el argumento es inválido. Es completamente erróneo concluir que Jesús no es Dios porque 1 Corintios 8:6 diga que hay un Dios, el Padre, y un Señor, Jesucristo.


Hay muchos lugares en la Biblia donde el Padre es llamado Señor y el Hijo es llamado Dios. Cuando el cristiano se encuentra con este argumento, debe forzar al sectario a seguir su propia lógica hasta el final del camino.


Si la referencia al Padre como “un Dios” prueba que Jesús no es Dios, siguiendo el mismo razonamiento debemos concluir que la referencia a Cristo como “un Señor” significa que el Padre no es Señor.


Encierre al sectario en este dilema, no le permita salirse por la tangente. El punto que el cristiano debe machacar es que NO se puede interpretar la primera parte del versículo de una manera y la segunda de otra.


La falacia lógica del sectario consiste en suponer que el uso de un título para una persona en cierto contexto, automáticamente descalifica su aplicación para otra persona en otro contexto.


Lo propio de hacer es consultar TODA la Escritura y ver qué dice acerca del Padre y de Jesucristo, y luego llegar a una conclusión.


La Escritura enseña que el Padre es llamado Dios (1 P. 1:2) y Señor (Mt. 11:25). Sabemos también que Jesucristo es llamado Dios (Jn. 20:28; He. 1:8) y Señor (Ro. 10:9).


Cuando dejamos a la Escritura interpretar la Escritura, es obvio que el argumento antitrinitario se desmorona como un castillo de naipes. La designación del Padre como Dios en este verso no tiene la intención de excluir a Jesús ni al Espíritu Santo. De la misma forma, la identificación de Jesús como “Dios y Salvador” en Tito 2:13, no excluye al Padre ni al Espíritu Santo. En Hechos 5:4 el Espíritu Santo es llamado Dios, pero ello no excluye al Padre ni a Jesús. (ver When Cultists Ask p.228, Geisler/Rhodes)


Los otros dos versos que propone Olcese (Jud. 1:1 y 1 P. 1:2), en ninguna manera dicen que Jesucristo no es Dios. El lector objetivo que lee los pasajes jamás llegaría a esa conclusión.


Respuesta de Apologista:


Antes que nada debo decir que estoy muy feliz de que el Sr. Pablo Santomauro, un fiel adalid ”evangelicatólico”, esté muy pendiente de todos mis estudios sobre la Trinidad, porque evidentemente está muy dedicado intentando refutarlos de alguna manera posible, y de a pocos.


El Sr Pablito Santomauro pasa a decirme que los Trinitarios no usan el pasaje de 2 Corintios 13:14 como texto de prueba de la Trinidad. Y luego Santomauro añade lo siguiente: “Ningún trinitario doctrinalmente preparado basa sus deducciones en un solo verso, sino en el peso acumulativo de todos los pasajes bíblicos concernientes al tópico. En segundo lugar, 2 Corintios 13:14 jamás es presentado para probar la Trinidad sino que se usa como un peldaño para mostrar la personalidad del Espíritu Santo. Lastimosamente el Santomauro comete un error garrafal cuando dice que para poder tener comunión con el Padre y el Hijo es imperativo que éstos sean personas, y lo mismo se requiere para tener una verdadera comunión con el Espíritu Santo”. Esto es falso Sr. Santomauro, pues si usted lee 1 Corintios 10:16, encontrará que uno puede tener comunión con la sangre de Cristo. Dice el texto, así: “La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?” La NVI lo vierte así: “Esa copa de bendición por la cual damos gracias,¿no significa que entramos en comunión CON la sangre de Cristo?…”. Luego le pregunto, Sr. Santomauro: ¿es una persona la sangre de Cristo porque comulgamos con ella? Pues, no! ¿Se puede, entonces, tener comunión con cosas impersonales como el Espíritu Santo? Pues, sí, si nos atenemos a lo que dice 1 Cor. 10:16 que acabamos de anotar! Por otro lado, lo que usted dice, en el sentido de que ningún trinitario usaría 2 Cor. 13:14 aisladamente para probar la Trinidad, yo le respondo que se equivoca nuevamente, pues muchos “trinotercos” me citan ese pasaje paulino en un intento desesperado para probar la Trinidad. Lo que ellos (los trinitarios) creen encontrar en ese texto es al Dios Trino cuando en realidad sólo al Padre se le llama “Dios” y a ninguno más. Esto demuestra, por sí solo, la falacia del argumento de los trinitarios. En segundo lugar, cuando Pablo habla en 1 Cor. 8:4-6 de que sólo hay un Dios, el Padre, y un Señor Jesucristo, lo que él está diciendo es que sólo hay un Dios verdadero que es el Padre, y un sólo Señor Mesías (nótese que Señor antecede al nombre/título “Jesucristo”, o Jesús el Cristo o Jesús el Mesías. Entonces el título “Señor” para Jesús es exclusivamente mesiánico, y eso se ve en declaraciones como “Cristo, el Señor” o “Señor Jesucristo” (Hechos 2:36; 15:26). En cambio, el Señorío de Dios el Padre está relacionado con su Deidad y Soberanía sobre todas sus criaturas, e incluso, sobre su Hijo Unigénito (Sal. 103:22). Y es cierto, además, que Pablo admite que hay los llamados “dioses” en el cielo y en la tierra, cuando dice: “Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros sólo hay un Dios, el Padre”. Así que Pablo llama a los seres que habitan en el cielo (fuera del Padre) como “dioses”, y esto incluye a Jesús, quien ya estaba en el cielo para cuando Pablo escribió esta epístola. Así que yo concuerdo con usted en que Cristo es “Dios” pero no es el “Único Dios verdadero”, el eterno, y el auto subsistente.


Resumiendo:


Cristo es Dios, como lo son también los ángeles que están en el cielo (en calidad de mensajeros y representantes de Dios) y es también Señor, en el sentido que es el Mesías elegido para gobernar el mundo de mañana, el reino de Dios. En cuanto al Padre, el es el Absoluto DIOS, el DIOS ÚNICO y es también SEÑOR porque es el SOBERANO ABSOLUTO Y UNIVERSAL DE TODO LO QUE EXISTE, EL DIOS DE DIOSES, que vive y subsiste por sí mismo, El Todopoderoso, la fuente y el origen de TODO lo que ES, tanto de seres vivos, como de cosas. Es decir, “Un Dios Puro, Supremo y autosuficiente, que no necesita de nada ni de nadie para existir. Es Eterno, no engendrado, omnisciente y Omnipresente. Es el Padre de Jesucristo, de los ángeles, y nuestro. Así que cuando Pablo dice que hay Un Dios (ojo que Pablo no excluye a Jesús en su calidad de “Dios”, pero en un aspecto muy distinto, es decir, como el agente del Dios verdadero y único) él se refiere al único Dios que es eterno y es Padre. Y cuando Pablo dice que hay un Señor (ojo aquí también, puesto que esto no quiere decir que el Padre no sea “Señor”, pero en otro ámbito), se refiere a Jesús como Mesías, el soberano de los reyes de la tierra venidera, en el reino del Padre.

CURIOSA DEFINICION DE LA TRINIDAD DEL PADRE PIO...PERO HAY UN PROBLEMITA!


Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)


El famoso y difunto padre Pío, con sencillas palabras, intentó disipar las dudas de los “unitercos”, explicando la Trinidad de esta manera muy simple y didáctica:


“Hija, ¿quién puede comprender y explicar los misterios de Dios? Se llaman misterios precisamente porque no pueden ser comprendidos por nuestra pequeña inteligencia. Podemos formarnos alguna idea con ejemplos. ¿Has visto alguna vez preparar la masa para hacer el pan? ¿qué hace el panadero? Toma la harina, la levadura y el agua. Son tres elementos distintos: la harina no es la levadura ni el agua; la levadura no es la harina ni el agua y el agua no es la harina ni la levadura. Se mezclan los tres elementos y se forma una sola sustancia. Por lo tanto, tres elementos distintos forman unidos una sola sustancia. Con esta masa se hacen tres panes que tienen la misma sustancia pero distintos en la forma el uno del otro. Eso es, tres panes distintos el uno del otro pero una única sustancia. Así se dice de Dios: Él es uno en la naturaleza, Trino en las personas iguales y distintas la una de la otra. El Padre no es el Hijo ni el Espíritu Santo; el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. Son tres personas iguales pero distintas. Sin embargo, son un solo Dios porque única e idéntica es la naturaleza de Dios”.


Pero hay un problemita con la curiosa explicación del Padre Pío, pues el apóstol Pedro dice que los cristianos también participarán de la naturaleza divina; la misma, que según el Padre Pío, une al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. He aquí lo dicho por Pedro: “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” (2 Pedro 1:3,4). En vista de lo expresado por Pedro, y sumado a lo dicho por el Padre Pío, ¿existirá finalmente en la gloria eterna una suerte de “Tretranidad”, o algo así, compuesta de Padre, Hijo, Espíritu Santo, e iglesia?


Si la naturaleza divina es lo que hace a tres supuestas Personas distintas “un solo Dios”, entonces los cristianos serán también “Dios” como grupo, al recibir esa misma naturaleza divina. ¿Pero es que en verdad hemos sido escogidos para ser Dioses dentro de la Trinidad, para que finalmente exista una “Santísima Tetranidad”? ¡Lástima que el Padre Pío ya no pueda decir ni Pío!

LA TRINIDAD: UNA FABULA TERRENAL


Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

Los Trinitarios creen que Gn. 19:24 apoya el dogmatismo impreciso y de hombres, entre otras cosas, que habla de un Dios «tripersonal», como lo califica el diccionario Collins English Dictionary And Tesahurus. Esta mentira crasa ha sido recibida de buena gana por la ignorancia bíblica, por un mal entendimiento del contexto del propio versículo y el cual trataremos en este escrito, por no tomarse en cuenta los textos del entorno escritural, y, además, por una actitud pasiva y muy liviana del creyente para conceptualizar sistemáticamente y de modo racional los asuntos bíblicos que son de gran importancia para enraizarse en los campos de la buena tierra abonada por la verdad y la luz del cielo, habilitando al siervo de Cristo para presentar defensa en contra de las herejías que empujan inmisericordes a los incautos a la condenación eterna.

Aunque la intención sea muy buena, no es lo demasiado suficiente para agradar a Dios. Se requiere más que esto. Dios «no tomará por inocente al culpable», no importando la mejor conducta moral, ética y familiar que se pueda tener, si la verdad no se ha comprendido con milimétrica precisión (Jn. 3:36). Así, qué, cuidado con lo que usted está creyendo con gusto desmedido hoy en día, hermano y amigo mío.

No es nada extraño saber que el término «Eloihm» fue utilizado para ciertas personas, como en el caso de los reyes y jueces (Ex. 22:23; Sal. 82:6…lo volvemos a repetir nuevamente), para denotar el poder y autoridad que les fue dado de parte de Dios para la culminación de sus propósitos de justicia y rectitud en la nación israelita. No sólo esto, los ángeles del Señor, criaturas no humanas y celestiales, sujetas a los designios gloriosos, han representado a Dios en la tierra con su mismo nombre, conforme lo enseñado en el veterotestamento. Dios les consignó como a los reyes y jueces, poder y autoridad para hacer su soberana voluntad:

« He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él» (Ex.23:20-21…Véase también Ex. 33: 2, 3, 5; Gn. 18:1-2; Jos. 5:14; Jue. 6:11-12, 14; 1 Cr. 21:5, 16-19).

Muchos discuten con encarnizada pasión que el Ángel de Jehová es Cristo, pero esta noxa idea tendrá que quedar obligadamente desterrada por su falsedad de toda mente que pretenda amar a Dios con sinceridad, por ser antibíbica e insana para el espíritu del los profesantes al cristianismo que la han abrazado con deliberación y ceguera, poniendo en tela de juicio la unipersonalidad «Del que hizo todas las cosas».

Otra, el escritor a los hebreos, hace una marcada diferencia y separación entre Cristo y los ángeles del cielo, «aquel fue hecho un poco menor que ellos». Esta razón (y otras más), excluye a Cristo haber sido el Ángel de Jehová del Antiguo Testamento:

«Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos» (Heb. 2:9).

El texto a tratar relata, según la Reina Valera 1960, lo siguientes:

«Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra» (Gn.19:24-25).

Las palabras de la Versión original que presentaremos a continuación, y que corresponde con Gn. 19:24 y que sustrajimos de la Reina Valera Versión 1960, fue tomado de la Interlineal Hebraica Westminster Leningrado Codex. No existe ninguna contrariedad entre una y otra Versión; hay una perfecta armonía, un compaginante e indiscutible acuerdo.

El texto antiguo dice:

«u - ieue (Yahweh) emtir ol – adm u-ol - omre gphrith u – ash m – ath ieue» (otra vez Yahweh).

Es importante enfatizar que la primera palabra «Jehová» o «ieue» (Yahweh) de la Reina Valera 1960 y de la Biblia Interlineal, respectivamente, es aplicada para los ángeles que destruyeron estas pervertidas ciudades con azufre y fuego, como instrumentos del juicio de Dios, como representantes de él para efectuarlo, al igual que los reyes y jueces que obedecieron a sus leyes y mandatos: «mi nombre (el de Dios) está con él (con el ángel) (Ex.23: 20-21):

«Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar; porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo» (Gn.19:12-13).

Si en verdad la Biblia asegura que hay un Dios manifestado en varias personas, el siguiente texto nos haría pensar que el rey Salomón tuvo uno igual que él en ese entonces, por lo tanto, de la misma manera, el Padre tiene al Hijo y al Espíritu Santo, el Hijo tiene al Padre y al Espíritu Santo, y este último, tiene al Padre y al Hijo:

“Luego Salomón congregó a los mayores de Israel para el rey Salomón en Jerusalén” (1 R.8:1).

¿Entiende amigo trinitario a dónde quiero llegar con lo anterior? («al buen entendedor, muy pocas palabras»).

Para terminar, los dejo con un comentario del gran teólogo unitario y maestro de la verdad, el británico Sir Anthony Buzzard:

«Si la discusión acerca de la forma plural de Elohim debe ser sostenida, tendrá que ser demostrado porqué Elohim es usado de Dagón, un dios pagano único (Jud. 16:23); porqué la diosa Astoret, el dios Kemos, y el dios Milcom (1 Reyes 11:33) son cada uno plurales (Elohim es usado de cada uno separadamente); porqué Moisés es un “Elohim” (Ex. 4:6; 7:1); porqué Cristo es tratado de “Elohim” (Sal. 45:6; Heb. 1: mientras el Padre que lo unge es aún “plural”— Elohim” (v. 7). Y si el plural “Elohim” realmente quiere decir más que una persona, alguna explicación debe ser ofrecida para el significado de la forma singular de la misma palabra “Eloah” para denominar al mismo Dios como el objeto de culto verdadero (Deut. 32:17, etc.). Debería ser notado que Yahweh puede ser adjuntado a la forma plural “Adonim” (Señor) o para la forma singular “Adon”» (Ex. 23:17).

Amén.

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