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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

jueves, 28 de enero de 2010

SE ENCUENTRA EL REINO DE DIOS DENTRO DE TI?


Está el reino de Dios dentro (“en el corazón”) de cada cristiano? Jesús dijo que sí, ¿no?… Pues, ¡NO!

Leslie A Turvey

Jesús dijo a los fariseos, ”el reino de Dios no viene con la observación. , Ni dirán: Helo aquí, o, ello allí! porque he aquí, el reino de Dios está entre vosotros (Lucas 17:20-21).

La primera traducción de James Strong de la palabra Griega para ‘ENTRE’ [G1787] es dentro. Pero se deriva de la [G1722], que el Dr. Strong identifica primero como “una preposición primaria que denota posición (fijada) (en el lugar, tiempo o estado)…” Es esta traducción que muchas versiones modernas utilizan para describir las palabras de Jesús.

La versión Inglés Contemporáneo, declara: “el reino de Dios está aquí con ustedes”. La versión Estándar Internacional y la Biblia en Inglés Básico ambas dicen: “… el reino de Dios está entre vosotros.” Varios otras afirman, “… el reino de Dios es en medio de vosotros (Darby, Litv, MKJV, RSV). “Y la popular NVI, aunque usa la preposición ENTRE, incluye una nota, diciendo: “o en medio“.

El cumplimiento de la profecía bíblica es a menudo doble, con un cumplimiento histórico y otro futuro. Vemos que la profecía histórica del reino de Dios, cuando Juan el Bautista gritaba: “¡Arrepentíos, porque el reino de los cielos está cerca» (Mateo 3:2). “Esta fue una gran noticia para el pueblo judío que había estado atribulado por la ley Romana. Pero Juan no dijo que el reino está aquí, simplemente que estaba “a la mano”.

Juan lo llamó ‘el reino de los cielos’, al darse cuenta que no era un reino creado por hombres, como Jesús dijo después: “Mi reino no es de este mundo” (Juan 18:36). También se dio cuenta de que el rey no sería un rey mortal, sino que sería enviado desde el cielo. Mientras que Juan predicó el reino de los cielos, el rey se encontraba aún clandestino, esperando ser revelado al público.

Cuando llegó el momento de su entrada en el escenario, Jesús fue capaz de afirmar: “… el reino de Dios está entre vosotros.”

¿Estaba Jesús en el interior de los fariseos que estaban hablando con él? Ellos sabían que él no lo estaba: él estaba parado allí con ellos. Estaba, como se muestra arriba, en medio de ellos. Era su manera de decir: “Yo soy el rey que han estado esperando.”

Pero Jesús se fue al cielo. El rey se había ido. ¿Y ahora qué?

Durante sus tres años y medio de su ministerio en la tierra, la comisión de Jesús fue predicar el reino de Dios (Lucas 4:43). ¿Por qué se necesita predicar acerca del reino si ya estaba entre la gente? Recordemos que la profecía de la Biblia a menudo tiene un cumplimiento histórico y un cumplimiento futuro. El mensaje de los evangelios es que el rey volverá, no como un bebé en un pesebre, sino con gran poder y gloria (Mateo 25:31-34). Él será el rey de todos los reyes de la tierra, y el señor de todos los señores de la tierra (Apocalipsis 19:11-16).

En ese momento el cumplimiento futuro del reino de Dios se llevará a cabo, y no sólo serán los Judios los que serán liberados de siglos de tiranía ejercidos por déspotas de Satanás sobre ellos. El mundo entero será libertado del control de Satanás.

Hasta ese momento, ¿qué debemos hacer? Jesús mandó a sus discípulos como a los cristianos de hoy, diciendo: “Vayan a todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15).” El evangelio? ¿Qué evangelio? El evangelio – la buena noticia – de la venida del reino de Dios (Lucas 4:43, 22:18).

Comentario:

Podemos decir de un modo romántico que el reino de Dios “está en nuestros corazones”, porque lo hemos recibido con mucho amor y con mucha esperanza. Pero decir que el reino es simplemente Cristo “reinando en nuestros corazones” eso sí es otra cosa muy diferente. El Reino de Dios es una monarquía verdadera, literal, con un rey, territorio, leyes, y muchos súbditos. Es un Reino mundial pero de origen celestial, por eso se le llama también “El Reino de los cielos”.


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GOG Y MAGOG EN Ez. 38:2 Y EN Ap. 20:8


¿Hay diferencias?

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

En este estudio demostraremos bíblica, histórica y geográficamente que “el” «Gog y Magog» que se encuentra en Ez. 38:2 (para ser preciso, «Gog en tierra de Magog») no es el mismo que aparece en Ap. 20:8. La Biblia nos ofrece bastantes pruebas convincentes de que existen grandes diferencias entre “uno” y “otro”. Es por eso que debemos tener mucha cautela al revisar el entorno escritural de los textos estudiados para no caer en elucubraciones propias y que no son Dios.

Empezamos:

En un estudio previo de un servidor («Israel y los conflictos bélicos finales») dijimos que una gran confederación del Norte se alistará en la «Gran Tribulación Escatológica» con la maligna intención de devastar la nación de Israel y que no tiene ninguna relación con la fuerza multinacional del Anticristo Final. Esta confederación está reseñada en los siguientes textos; por favor léalos para que comprenda claramente el presente escrito (Ez. 38:1-39:25; Dn.11:40; Jl. 2:1-27; Is. 10:12; 30:31-38; 31:8-9).

Identificaremos primeramente a Gog y Magog de Ez. 38:2-3.

La Biblia Versión Revisada en Inglés, traducida al castellano dice:

«Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog, la tierra de Magog, el príncipe de Ros, Mesec y Tubal… » (Ez.38:2).

«El príncipe de Ros » es mencionado como Gog en Ez.38:3. Gog es el apelativo del jefe o cabeza de la confederación del Norte y su tierra es nombrada como Magog que está conformada en tres partes: Ros, Mesec y Tubal.

Hermanos, amigos y detractores, pongamos mucha atención aquí:

En Gn. 10:2 miramos que Magog es el segundo hijo de Jafet y este último uno de los hijos de Noé y que fueron “tres”. Gomer, Tuabl y Mesec fueron además hijos de Jafet. Por otro lado, Tograma fue nieto de Jafet y el tercer hijo de Gomer. Para los que “no saben”, la Tierra de Magog estaba localizada geográficamente en lo que hoy se conoce como Cáucaso y sus regiones contiguas. Tanto Ros, como Mesec y Tubal en la antigüedad fueron llamados como «escitas». Fueron nómadas de las regiones del Norte y del Mar Caspio. Ante esto, se ha considerado bajo una seria y profunda indagación que Ros es la nación de Rusia, y el príncipe Ros, por inferencia, el gobernante de esta nación. Dijimos que Magog fue el segundo hijo de Jafet. Hay indicios que la prole de Magog hábito los territorios del Cáucaso y Armenia del Norte. Es más, es interesante comentar que «Cáucaso» significa «Fuerte de Gog».

El historiador Josefeo escribió que Magog erigió los pueblos que fueron llamados como «magogitas» y «escitas» por los griegos. Estos «escitas» surgieron de sus antepasados que estaban instalados en un principio en Araxes, Armenia. Esto concuerda con el Antiguo Testamento que dispone a los descendientes más cercanos de Noé en Armenia. Se cree que los «escitas» o «magogitas» se desplazaron hacia las regiones del Norte en tiempos muy antiguos. Quienes se dedican a estudiar historia, han dividido a los «magogitas» en dos “razas” o pueblos distintos, a saber:

1. La jafética o europea.
2. La turania o asiática.

b). La raza jafética: comprendía en la antigüedad los «sármatas,» pero el día de hoy son conocidos como «eslavos» o «rusos». Los sámatras era una “argamasa” de escitas y medos que se desplazaron en grupos poco cuantiosos hacia las aéreas del Mar Negro y se propagaron partiendo del Báltico hacia los Montes Urales.

B). La raza turania: comprendía a los «magogitas asiáticos» o «escitas». Se fincaron en la enorme meseta de Asia Central. Sus descendientes fueron los tártaros, los cosacos, los finlandeses, los calmulcos y los mongoles.

Gesenius, que elaboró «El Léxico Hebreo (tenido como “inmejorable”), refiere que Gog es sin lugar a dudas «los rusos». Dijo que Ros fue un nombre dado para las tribus que habitaron al Norte de los Montes Tauros, próximos al Volga. Esta es una poderosa señal que identifica históricamente a Ros con la nación Rusa. También reconoce a Tubal como «Tobolsk», primera provincia colonizada en la antigüedad y el nombre de la ciudad en que Pedro el Grande edificó la vieja fortificación conforme al modelo del “Kremlin” que se encuentra en Moscú. Moscú indica la Rusia europea, mientras que «Tobolks» a la Rusia asiática.

Por lo tanto, «Ros» corresponde a la Rusia de hogaño:

«Magog significa el país o pueblo, y Gog el rey de ese país; el nombre general de las naciones del Norte de Europa y Asia, o de los distritos del Norte del Cáucaso y de los Montes Tauros» (Diccionario Bíblico y Teológico).

En Ez. 38: 15 se narra que junto a Magog habrá «muchos pueblos contigo». Ez. 38:7 habla que Magog será la cabeza de estos «muchos pueblos» ya que se lee: «Sé tú su guarda» (su líder, dirigente principal, cabeza, comandante, jefe).

La primera nación confederada con el Rusia será «Persia» (Ez. 38:5). Ezequiel habla del antiguo imperio de «Persia» que en el día de hoy ocupa el país moderno de Irán.

La segunda nación confederada del Norte es mencionada como «Etiopía» y en la Biblia aparece nueves veces escrita y apunta a un cierto lugar de África. En once ocasiones se refiere a «la tierra de Cus» y que es una parte de «Arabia». «La Nueva Enciclopedia de Conocimientos Religiosos de Schaff-Herzog» indica que el nombre de «Cus» aparece seguidamente en el Vetero Testamento y que es traducido como «Etiopía», un área ubicada al Sur de Egipto. De acuerdo a los descubrimientos y a las inscripciones cuneiformes descifradas, «Etiopía» también representa dos lugares y pueblos: el primero compuesto por los habitantes hallados al Este de Babilonia Central, conocidos como «Kasshitas» o «Kosshitas». Éstos dominaron Babilonia en los siglos XVII y XII a de C., y una región y un pueblo de Arabia situada en el Norte. Ez. 38:15 dice que Cus es uno de los pueblos que vienen junto a Gog de las regiones del Norte. Con esto queda entendido que el Cus citado por Ezequiel, no es la «Etiopía de África», sino un lugar o país colindante con «Persia».

La tercera nación confederada es «Libia» o «Fut» y que por lo común se reconoce como «Libia de África», empero los eruditos piensan que probablemente «Fut» está situada al Sur o al Sureste de Cus, adyacente con «Persia», sin olvidar que estas naciones han sido incorporadas en los territorios del Norte (Diccionario de la Biblia, de J. D. Davis).

La cuarta nación coligada a las hordas del Norte es «Gomer», y se relaciona con la nación de «Alemania» en la actualidad. Los historiadores creen con mucha seguridad que los descendientes de «Gomer» viajaron hacia el Norte para fincarse en ciertas partes de lo que hoy se conoce como el país de «Alemania».

La quinta nación adherida con «Rusia» es «Togarma», y representa a «Turquía» o «Armenia». En ««Las Crónicas de Asiria», «Togarma» es nombrada como «Armenia». En los escritos armenios se le denomina «La Casa de Togarma». «Togarma» quizás este relacionada con los grupos humanos asentados en «Asia Central» y «Siberia». Lo cierto es que «Togarma y todas sus tropas» son los grupos tribales «siberianos» instaladas en las regiones del «Norte de Asia» y que se expandieron para limitar con el « Océano Pacífico».

Ezequiel profetiza la salida de una confederación del Norte cuya cabeza o jefe saldará de la tierra de «Magog», de «Rusia», como antes vimos ya. Entre los aunados con «Rusia» se encuentran «Irán» (Persia), varios países de «Arabia» (Fut o Etiopía), «Alemania Moderna» (Gomer), y algunos pueblos de «Asia» conocidos como «Togarma». Esta confederación enfrentará la nación de Israel en la «Gran Tribulación Final», un poco antes del desplome de los retorcidos sistemas del mundo.

«Rusia» hará un concordato, una coalición de naciones con «Persia», «Etiopía», «Libia», «Turquía» y «Alemania» (véase por favor Ez. 38: 2, 5, 6). Es claro ver en Ez. 38:13 que algunos gobiernos no estarán de acuerdo con esta invasión perpetrada contra Israel. Veamos:

«Sabá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?» (Ez. 38:13).

La destrucción de la confederación del Norte no será por estrategia humana. Dios se encargará de esta belicosa coalición sobre los montes del pueblo judío (Ez. 39:2-4), a través de una naturaleza conmocionada por su terrible y gran poder:

«… que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra. Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano. Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre» (Ez. 38:20-22).

«Durante siete meses los cuerpos serán soterrados por el Pueblo de Israel con el fin de limpiar la tierra» (Ez. 39:12), y «por siete años los habitantes de las ciudades consumirán con fuego lo que haya quedado de las armas de los enemigos» (Ez. 39:9-10).

Existen marcadas diferencias entre la invasión de «Gog y Magog» y «la contienda de Armagedón»:

1). En la invasión de Gog se mencionan aliados precisos, pero en la batalla de Armagedón están comprometidas «todas las naciones» (véase Jl. 3:2; Sof. 3:8; Zac. 12:3; 14:4; Ap. 16:14, 16).

2). Gog procede del «Norte» (Ez. 38:6, 15; 39:2), pero los milicias en el Armagedón provienen de «toda la tierra» (Ap. 16:14, 16).

3). «Gog» es la cabeza o líder de los pueblos asaltantes (Ez. 38:7), por otro lado el «Anticristo Final», «la Bestia», es el comandante supremo de los ejércitos terrenales en el conflicto de Armagedón (Ap. 19:19).

4). Por medio de una «naturaleza soliviantada», Dios destruye los ejércitos de la confederación del Norte, pero los grupos militares en el Armagedón son «devastados por el Señor Jesucristo en su venida personal» (Ap. 19:15).

Este evento es futuro y escatológico, mas no pasado. No hay nada registrado de manera semejante en lo que ha sido la historia de la nación israelita. Ningún detalle presentado hasta este momento podrá “acomodarse” jamás con cualquier acontecimiento suscitado con anterioridad y hasta la fecha en dicha nación.

Es muy importante conocer el contexto del libro de Ezequiel para no extraviarse del significado verdadero de un determinado texto que se estudia y que ofrece alguna dificultad para entenderse. El capítulo 37 de este libro comprende la restauración (progresiva) de la nación de Israel en el lugar o tierra que siempre le perteneció por voluntad divina. El capítulo 40 de Ezequiel es uno habla de la era milenaria. Es obvio que entre la restauración del Pueblo de Israel y la era milenaria ocurrirá la invasión de Gog y Magog, exactamente en la época de la «Gran Tribulación Escatológica» (orden cronológico). «Al cabo de años» (Ez. 38:8), «al cabo de los días» (Ez. 38:16), son locuciones que están relacionadas con los «postreros tiempos», con «los postreros años y días», cuando Dios tenga un trato directo con Israel, claro está, antes de que el Reino Teocrático de Cristo sea levantado en un mundo regenerado.

Muchos creen que la invasión de la confederación del Norte tendrá lugar al final de la «Gran Tribulación Escatológica», pero realmente no es así. Ezequiel en su libro nunca menciona ninguna batalla militar sino una destrucción de las hordas norteñas por una naturaleza convulsionada de parte de Dios. Aunque se habla de una «espada» en Ez. 38:21, no indica que sea «la espada que sale de la boca del Señor Jesucristo en su arribo visible y glorioso al mundo» (Ap. cap. 19), «después de la tribulación de aquellos días» (Mt. 24:29). Cristo «matará» a sus enemigos con «el espíritu de su boca», «con resplandor de su venida» (2 Ts.2:8), en su Parusía (Lc. 21:27); no se valdrá de la naturaleza para vencer a sus adversarios, ni de otra cosa. Él personalmente lo hará, y de manera rápida y efectiva. Por lo visto en Ezequiel, la invasión es efectuada por «el rey del Norte y sus aliados», mientras que en Zac. 14 y Ap. 19 «las naciones del mundo entero» son reunidas para el enfrentamiento del Armagedón. La destrucción de los ejércitos del Norte acontece «sobre los montes de Israel» (Ez. 39:24), mientras que la caída de los ejércitos de «todo el mundo» en el Armagedón sucede en «Jerusalén» (véase Zac. 12:2; 14:2), en el «Valle de Josafat» (Jl. 3:12), y en «Edom» (Is. 63:1).

Es menester mencionar que en la profecía del libro de Ezequiel, Israel se encontrará «morando en su tierra en paz y seguridad» (Ez. 38:11), pero en Ap. 12:14-17 Israel no habitará su tierra “en paz y seguridad”. Ap. 12:14-17 son textos bíblicos que están relacionados con la “segunda mitad” de la «Septuagésima Semana» del profeta Daniel (La Tribulación Postrera). Dicha “mitad” corresponde a un tiempo de «tres años y medio» (Ap. 12:6 dice: «mil doscientos sesenta días», y son «tres años y medio». Ap.12:14 dice: «por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo», que también equivale a «tres años y medio». Véase Dn. 7:25 quien menciona en su profecía estos «tres años y medio» escatológicos). No puede ser la época mesiánico-milenaria ya que Israel firmará un pacto con el Anticristo, un pacto con la «muerte,» un «convenio con el sepulcro» (Is. 28:18). El Anticristo «romperá el pacto» hecho con la nación de Israel al terminar la “primera mitad” de la «Septuagésima Semana» con el oscuro propósito de perseguirla (La Mujer: Israel) y aniquilarla de una vez por siempre (Véase Ap. cap. 12 por favor):

«Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador» (Dn. 9:27).

Pruebas mostradas de porqué «Gog y Magog» de Ez. 38 y de Ap. 20: 8 no son lo mismo:

Mucha atención en esto:

a). En Ezequiel «únicamente» la confederación del Norte está implicada en la invasión de Israel.

b). En Apocalipsis las naciones del «mundo entero» están reunidas para la invasión.

c). El contexto de los capítulos 37 y 40 del libro de Ezequiel indican que la invasión de los ejércitos del Norte será antes del la instalación del Reino de Cristo en la tierra (entre la restauración nacional de Israel y el Milenio Teocrático).

d). En Ezequiel los muertos serán enterrados durante un período de «siete meses»…

e). Pero en Ap. 20:9 los rebeldes son consumidos por el «Fuego de Dios», siendo innecesario sepultarlos.

f). En Ezequiel se observa que después de la invasión y asolamiento del rey del Norte y de sus huestes aliadas viene el gobierno terrenal de Cristo (Ez. caps. 40-48).

g). En el capítulo 21 de Apocalipsis, después de la destrucción de Gog y Magog («cuando los mil años se cumplan», véase Ap. 20:7), se narra que aparecerán «los Cielos Nuevos y la Tierra Nueva» (Ap. 21:1).

Un autor comenta con respecto a «Gog y Magog» (ton Gög kai Magög, gr.) en Ap. 20: 8:

“La expresión «los cuatro ángulos de la tierra» es una figura de dicción que destaca universalidad. El engaño satánico se extenderá por toda la tierra (véanse Ap. 7:1; Is. 11:2). El apóstol Juan llama a las naciones «Gog y Magog» (véase que Gog y Magog está en aposición con «las naciones». De modo que no se refiere a un punto geográfico, concreto (como en el caso de Gog y Magog de Ez. 38 que sí especifica su origen: Del Norte. Énfasis mío), sino a la totalidad de las naciones que son engañadas por Satanás y se juntan para la captura de Jerusalén».

Armando y Manolo (labiblianodiceesto.blogspot.com):

Que este estudio les aclare el entendimiento para que desistan de conciliar el infundado concepto de qué «Gog y Magog» de Ez. 38:2 es exactamente el mismo de Ap. 20:8. A propósito, los siguientes textos son lo bastante «oportunos» para esta ocasión:

«… entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo» (2 P. 1:20-21).

«Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición» (2 P. 3:15-16).

¡Mucho cuidado!

Dios les bendiga siempre.

«Biblia Reina Valera 1960».

«Biblia Versión Revisada en Inglés» (Traducida al Castellano).

«Things to Come», de J. Dwight Pentecost («Estudios de Escatología Bíblica»).

Bauman, Louis: «Russian Events in the Light of the Scripture» («Eventos Rusos a la Luz de las Escrituras»).

Gaebelein, Arno C., «The Prophet Ezekiel».

Gesenius («Hebrew and Chaldee Lexicon»).

«Biblical and Theological Dictinoray» («Diccionario Bíblico y Teológico»).

«New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge» («Nueva Enciclopedia de Conocimientos Religiosos de Schaff-Herzog»).

«Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento» (A.T. Robertson).

«Apocalipsis: La Consumación del Plan Eterno de Dios» (Evis. L. Carballosa).

«Diccionario de la Biblia» (J. D. Davis).

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CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA: SU SIGNIFICADO REAL


1).- la creencia popular sobre el Futuro de la Tierra

Una creencia popular cristiana es la destrucción de la tierra y de los fieles que son tomados y que se les entrega una nueva morada eterna, cuando el Mesías retorna a la tierra. Este concepto de la destrucción de la tierra presenta contradicciones en la Biblia. Sería de esperar que no deba haber contradicciones en la palabra inspirada de Dios. Esta contradicción tiene su origen en la segunda epístola de Pedro, que establece lo siguiente.

“Los elementos (que) se fundirán, la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.” (2 Pedro 3:10)

Detalles del Antiguo Testamento sobre el destino de la Tierra

En contraste, muchas referencias aparecen en el Antiguo Testamento sobre los últimos días, cuando el Señor juzgará a las naciones desde Jerusalén (Isaías 2:2-4) y tras una gran guerra, el Señor morará en Sión y Judá ‘será habitada para siempre’” (Joel 3:17-20). Los que se quedan de las naciones que lucharon contra Israel “subirán de año en año para adorar a Yahvé» (Zacarías 14:16). Hay muchos otros pasajes que transmiten el mismo mensaje y se nos dice que la tierra permanece para siempre” (Eclesiastés 1:4). Isaías 66 y el libro de Apocalipsis mencionan un ‘cielo nuevo y una tierra nueva’. Al examinar esta cuestión, es esencial que examinemos las apariciones de la utilización de la frase un «cielo nuevo y una tierra nueva” en los registros bíblicos.

2) Nuevo Cielos y una Nueva Tierra como se utiliza en la Biblia

Lo primero que debe examinarse es el uso de la palabra «nuevo» en el Antiguo y Nuevo Testamento.

Isaías 66 se ocupa ampliamente de Jerusalén. Al seguir las palabras del profeta a través de este capítulo, se revela el destino de Israel. Fuera de la tribulación, la opresión y el conflicto, Jerusalén se levantará de nuevo. El profeta habla de la ira de Yahvé siendo derramada.

“Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, y con sus carros como un torbellino, para descargar su ira con furor, y la reprensión con llama de fuego.” (Isa.66: 15)

Entonces, el Señor usará “fuego” y la “espada” para pelear con toda carne y habrá muchos muertos. Tenemos aquí un conflicto de gran envergadura contra las naciones, que son sometidas. No hay una completa aniquilación de la población, como el capítulo prosigue para demostrar que habrá culto establecido en Jerusalén.

“Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová” (Isaías 66:20)

Es aquí que el profeta se refiere a los nuevos cielos y la nueva tierra, en Isaías 66:22.

“Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo hago, permanecen delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. De una luna nueva a otra, y de sábado en sábado, vendrá toda carne a adorar delante de mí, dice Jehová. “

“Nuevo”: como una nueva renovación y cambio

Nótese que aquí hay una referencia a toda “carne”, lo que sugiere un estado mortal de la humanidad. Lunas Nuevas y Sábados indican una relación con el mundo como la conocemos. También tenemos referencias aquí a Jerusalén, la montaña, la casa y toda ‘carne’. Hay un juicio de fuego, pero no hay ninguna mención de la tierra siendo destruida.

La palabra «nuevo» en el Antiguo Testamento se utiliza en el sentido de reconstrucción o renovación. Su significado se obtiene de la concordancia. (Strong: las palabras provienen de 2319 y 2318)

La aparición de la palabra en el Apocalipsis en ‘nuevos cielos’ y una ‘ tierra nueva’ se relaciona con “frescura” (Strong 2537). Su uso en el Nuevo Testamento es más estrechamente relacionado con los ‘cambios’ y no una creación de algo diferente. Tenemos que examinar el uso de esta palabra en su contexto. Algunos ejemplos son los siguientes:

En Mateo 26:28 leemos que “esto es mi sangre del Nuevo Pacto.” Ha habido un cambio de la Ley de Moisés a la Ley del Mesías. Esto significó un cambio en el modo de culto, como el Ungido había cumplido con todos los aspectos del sacrificio de la ley.

En 2 Corintios 5:17, leemos: “Por lo tanto, si alguno está en Cristo (el Ungido) es una nueva criatura.” Esto de ninguna manera apoya la destrucción de la persona, sino un cambio en la actitud de la persona, la fidelidad y su forma de vida.

Efesios 4:24 transmite el mismo mensaje cuando se dice “vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en justicia y verdadera santidad.” Una vez más, el hombre físicamente aparece el mismo, pero la transformación es de nuevo en su modo de vida.

Hebreos 9:15 se refiere a los cambios que fueron puestos en marcha por la crucifixión del Mesías. El antiguo pacto fue sustituido por un nuevo pacto, que se basa en los principios de la Antigua Alianza, que fue la Ley de Moisés, y que a su vez se basaba en el pacto de Abraham. La obra del Mesías no se puede entender que no sea a la luz de la Ley de Moisés. Es aquí donde vemos un cambio, que se basa en los principios divinos establecidos anteriormente. “Y por esta causa el es el mediador del Nuevo Testamento.

La frase ‘Cielos y Tierra’ usada en sentido figurado

El uso de ‘los cielos y la tierra’ en la Biblia a menudo es figurativo y se utiliza metafóricamente.

En Isaías 1:2 leemos: “Oíd, cielos, y escucha tú, tierra”. Isaías se dirige a los gobernantes (el cielo) y los gobernados (la tierra). Esto se ve en Isa.1: 10. Esta forma de dirección se utiliza a menudo cuando Yawheh está hablando y amonestando al pueblo de Israel. En este caso, como en otros lugares, las palabras están dirigidas a los gobernantes y el pueblo de Israel. El siguiente es otro ejemplo en donde la nación de Israel está siendo dirigida y se utiliza un lenguaje metafórico, con los gobernantes representados como el cielo y el pueblo como la tierra.

“Escucha, oh cielos, y hablaré; y escucha tierra, las palabras de mi boca”. (Deuteronomio 32:1)

Simbólicamente, las estrellas y la luna se utilizan a menudo para representar a los gobernantes en la Biblia. Un interesante y, a menudo mal entendido caso se encuentra en Isaías 14:4. Isaías introduce el tema siendo abordado en los siguientes versículos.

“Toma este proverbio contra el rey de Babilonia, y di, ¿Cómo ha cesado el opresor!”

El rey de Babilonia es la persona que está siendo amonestada. Su poder se ha roto y ha caído de su posición de fuerza y dominación. En el lenguaje figurativo se representa como una estrella caída.

“Descendió al Seol tu soberbia… ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitas a las naciones. “(Isaías 14: 11-12)

El rey de Babilonia, había oprimido a muchas naciones y había sido un gobernante fuerte y poderoso de su época. El término Lucifer es una palabra que significa ‘estrella de día’. Era un símbolo que denota su poder y autoridad. La palabra 1966 de la concordancia de Strong se relaciona con la palabra 1984 de Strong. Se traduce indistintamente como brillo o gloria, hacer un show, jactarse y de ahí ser tonto. Un ejemplo se da en Jeremías 9:23 con la palabra traducida como ‘gloria’.

“No se gloríe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se gloríe el valiente, ni el rico se gloríe en sus riquezas.”

El rey de Babilonia se había gloriado de su poder y como resultado fue cortado y cayó del poder. Este es un ejemplo de la utilización de los símbolos de las estrellas para representar a los hombres en el poder en el Antiguo Testamento. Esta simbología se utiliza ampliamente en la Biblia.

3) La Tierra Diseñada para durar

Las referencias de las Escrituras indican que la tierra ha sido diseñada para durar y no fue diseñada para destrucción. Considere cuidadosamente las siguientes referencias y el acuerdo entre los escritores.

Eclesiastés afirma que “La tierra permanece para siempre.” (Eclesiastés 1:4)

En Isaías 14:18 la intención del creador, es declarado como: «Él no la creó en vano, sino que la formó para ser habitada.”

Y Números 14:21 declara que, “Toda la tierra será llenada de su gloria.”

Yahweh tiene un propósito con esta tierra y con la humanidad y no parece haber ninguna evidencia en los registros escritos que sugiera que la tierra será destruida.

Cuando el salmista observó el mundo que le rodea, declaró, “El cielo y la tierra manifiestan la obra de sus manos”. No nos sorprenden las maravillas de la creación? Para nuestros propios ojos las maravillas de la creación deben reflejar su perfección en las cosas naturales que nos rodean y las complejidades de la planta más pequeña o criatura. ¿Por qué tanta magnificencia será destruida? Se nos dice que el león y el cordero se echarán juntos y las tierras secas volverán a florecer y ser productivas. «El yermo se gozará y florecerá como la rosa, es un pasaje bien conocido que representa la regeneración de las tierras secas en esta esfera. (Isaías 35:1)

Considere también la inundación de los tiempos de Noé y la promesa en Génesis 8:21.

“No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho”.

¿Vamos a creer esta promesa? El arco iris se presenta como una señal de este compromiso antiguo, incluso para nosotros hoy. Mateo 24:37-39, nos advierte que nuestra civilización actual se enfrenta a una crisis similar a la de los días de Noé, y se nos ha dado la seguridad de que el Señor nunca más volvería a destruir a la humanidad por completo. Si la tierra iba a ser destruida, ¿cómo se sostendría esta promesa y la promesa de que la tierra se llenará de la gloria de Yahweh?

La tierra permanece para siempre. (Eclesiastés 1:4)

Predicción de Pedro Examinado

Pedro se refiere al diluvio en 2 Pedro. 3:6 y lo compara con el mundo como que perece o es destruido.

“Por el cual el mundo que era entonces, siendo anegado en agua pereció.

Sabemos que la tierra no pereció, se mantuvo. Fue la civilización que fue destruida, no la tierra física. La tierra sigue siendo literal. Pedro también declara lo siguiente.

“los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos se fundirán, la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.” (2 Ped.3:10).

La palabra ‘quemadas’ viene del griego ‘quemar hasta el suelo. El N.V.I Traduce este versículo de la siguiente manera: “Los cielos pasarán con grande estruendo, los elementos serán destruidos por el fuego y la tierra y todo lo que en ella hay serán quemados.”

Esta traducción no sugiere que la tierra misma será quemada. En 2 Ped.2: 5, Pedro establece que ‘no perdonó al mundo antiguo’. Pedro está aquí refiriéndose a la época del diluvio. Fue la civilización que fue destruida, no la tierra. Los ‘elementos’ que Pedro habla se refieren a “los rudimentos y preceptos”, como en Colosenses 2:20.

‘Pues si sois muertos con Cristo cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué como si vivieseis al mundo, os sometéis á ordenanzas “

Esto se refiere a la eliminación de las ordenanzas actuales y de la civilización y no prueba que Pedro cree que la tierra será destruida. La misma idea y la misma palabra se producen en Gálatas 4:3.

“Así también nosotros, cuando éramos niños, éramos siervos bajo los elementos del mundo.”

La palabra se utiliza de nuevo en el versículo 9, ‘¿cómo os volvéis de nuevo á los flacos y pobres rudimentos, en los cuales queréis volver á servir?

Estos ‘elementos’ particulares no son cosas físicas o cosas tangibles, sino que son los aspectos sociales e ideológicos, y las leyes del mundo civilizado.

2 Pedro 3:7 indica que ‘los cielos y la tierra están ahora … reservados para fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.”

Esta es una situación muy similar a la descrita en Isaías 66 de la que se hizo referencia anteriormente. La explicación más lógica para este verso es que los cielos y la tierra representan los gobernantes y el pueblo. Ellos son los que serán juzgados, no el cielo y la tierra física.

Los cielos y la tierra representan a los gobernantes y a la gente que serán hechas nuevas

Pedro estaba familiarizado con las Escrituras del Antiguo Testamento y la simbología utilizada. Este versículo sigue directamente de donde se dice que ‘el mundo … pereció’ en el tiempo del diluvio. Sería una transición lógica para el siguiente verso y el juicio del último día que vendrá sobre la humanidad. Una vez más es el “Kosmos” o la sociedad como lo conocemos que se hace referencia, y, son las instituciones sociales del mundo que serán destruidas y cambiadas, pero la tierra permanecerá, como ocurrió en el tiempo de Noé.

Isaías está totalmente de acuerdo con Habacuc 2:14 y Números 14:21, cuando dice:

‘Ellos no dañarán ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra será llena del conocimiento de Yahvé, como las aguas cubren el mar. (Isaías 11:9)”.


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