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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

domingo, 3 de enero de 2010

LA APOLOGETICA


I.- ¿ Que es la apologética?

Definición:

En año 399 a.C. el filósofo griego Sócrates fue acusado de no creer en los dioses de la cuidad y de corromper al los jóvenes de Atenas, y se estableció una corte de 501 ciudadanos para someterlo a juicio. A diferencia de nuestro días, la decisión no fue la de un juez, sino de la mayoría de los votos ciudadanos. La votación fue en contra de Sócrates, quien fue encontrado culpable y se le invitó a proponer su propia pena, como una alternativa a lo propuesto por su acusador, quien solicitó la pena de muerte. A pesar de los alegatos y los planes de amigos y otros, los jueces decidieron finalmente que Sócrates debía ser enviado a prisión y guardar su ejecución. En ligar de aceptar la decisión de la corte, Sócrates tomó cicuta y murió. Tenía setenta años de edad.


Sócrates fue el mentor de un filosofo de menor edad llamado Platón, quien al parecer estuvo en el juicio y relató el discurso de defensa de Sócrates, conocido como la apología. En los momentos iniciales del discurso, Sócrates afirmó que lo que hacia era defenderse a sí mismo ante falsas acusaciones, y respondiendo a los cargos presentados por sus acusadores.


El apóstol Pedro llama a todos los cristianos a estar preparados para presentar defensa de la esperanza que hay en ellos ( 1 Pedro 3:15). La palabra que utiliza para "defensa" es la palabra apología, que es la palabra que usa Sócrates. La palabra apología significa un "discurso de defensa" o bien "una repuesta". Su forma moderna es "apologética". Por lo tanto, cuando los cristianos hablan de apologética hablan de la misma actividad a la que se dedicaba Sócrates, en año 399 a.C. ellos defienden el evangelio cristiano, repondiendo a las objeciones del evangelio y demostrando la verdad de lo que dice. De acuerdo con el nuevo diccionario de teología, la apologética es consecuentemente "una actividad de la razón cristiana que persigue mostrar que el mensaje del evangelio es cierto en sus afirmaciones", y un apologista cristiano es alguien que está preparado para defender el mensaje contra la critica y la distorsión, para brindar prueba de su credibilidad.


El Nuevo Testamento entrega una serie de ejemplos para este tipo de actividad. Por ejemplo, en libro de Hechos, los cristianos debaten y argumentan sobre la veracidad del evangelio cristiano (ver Hechos 17:2-4; 19: 8-10). A si mismo algunos libros del Nuevo Testamento, como el libro de Hebreos, parecen haber sido escritos para exhortar a los cristianos a continuar en la fe cristiana y no desviarse al judaísmo.


Por anterior podemos apreciar que la apologetica tiene dos fuerza de presión:


1.- Para los extraños: explicar la base de la fe cristiana para los que preguntan y a los críticos, buscando romper las barreras en torno a la fe.


2.- Para quienes pertenecen a la fe: fortalece la fe de los creyentes ante el critisismo hostil de quienes no están en la fe (y a veces de quienes se consideran parte de ella).

MAS ALLA DE LA RAZON



Por Keith Relf, New Zealpor Keith Relf,

Nueva Zelanda

Es más allá de la razón dada por Dios y la revelación bíblica, dada a nosotros en el lenguaje lógico, encomendar nuestra inteligencia y lealtad a una idea que no puede describirse con la gramática normal y viola la lógica. El rendirse a una lógica absurda es el sello distintivo de la decepción experimentada por Eva. Me refiero a la proposición de que Dios es uno y tres al mismo tiempo. Si el Padre es Jehová y Jesús también es Jehová esto hace a dos Jehová. Pero la Biblia afirma que hay un solo Jehová.

Una vez que aceptamos una propuesta que desafía las leyes del lenguaje, automáticamente suspendemos nuestras funciones críticas mentales, en efecto, cauterizando la capacidad de pensar lógicamente dada por Dios. Esto a su vez nos permite leer y discutir o imaginar que podemos resolver ideas chocantes, mientras creer realmente en completas tonterías. Como Peter Berger sabiamente observó: “La capacidad de las personas que aceptan tonterías evidentes aumenta, en lugar de disminuir, con la educación avanzada”. Esta tendencia extraña, creo, se produce haciendo lo que Jesús aconseja en contra—ofreciendo a otras personas una actitud de respeto intelectual indebido. Esto simplemente demuestra nuestra propia pereza mental o el temor de ser diferentes. A menudo, miedo a las represalias o el rechazo deshabilita nuestra integridad intelectual. Voltaire (1751) observó: “Es peligroso estar correcto en asuntos en los que las autoridades establecidas están equivocadas.”

A veces es el sentido de misterio que nos abruma y nos convence. En la doctrina de la Trinidad, Tertuliano, teólogo cristiano primitivo y moralista (150-c.225) dijo: “Creo porque es absurdo.” Mucho más después, la brillante mente de Isaac Newton nos dio este comentario sobre la Trinidad: “La raza humana es propensa a los misterios, y sostiene nada mas santo y perfecto como aquello que no puede ser entendido”. Llegó a decir que él optó por la interpretación bíblica, que “sin esfuerzo reducen las cosas a la mayor simplicidad…La verdad siempre se encuentra en la simplicidad, y no en la multiplicidad y la confusión de las cosas”.

El sabio comentarista británico Henry Alford, hablando sobre el reporte de Lucas que María no había consumado su matrimonio hasta después del nacimiento de su primogénito, tomó nota de cómo prejuicios y ideas preconcebidas podían bloquear la comprensión de un lector a lo obvio: “La impresión a primera vista del lector (Mat 1:25) sin duda es que “José no la conoció hasta que…” fue confinada al período de tiempo que aquí se menciona…No hay nada en la Escritura que tiende a eliminar esa impresión…En general me parece que nadie nunca hubiera pensado de interpretar el verso de cualquier otra manera, más que en su significado de primera vista, excepto para forzarle una noción preconcebida de la perpetua virginidad de María.” Un billón de católicos romanos ha sido persuadido a torcer este hecho evidente y creer en la virginidad perpetua e incluso la impecabilidad de María. Podemos observar que nadie podía haber malinterpretado Juan 17:3: “Tú, Padre, [eres] el único verdadero Dios” hasta que el concepto de la Trinidad intervino para destruir la lógica y lenguaje normal.

Moisés nos asegura que, “Lo secreto le pertenece a Jehovah nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre” (Deu 29:29). Tenemos que decidir si nuestra doctrina verdaderamente es “revelado” o si es una construcción complicada sobre la base de la tradición post-bíblica.

Tal vez, como Pablo hizo en la Colina de Ares, podemos utilizar alguna filosofía secular para ayudar hacer nuestro punto. Arthur Schopenhauer dijo: “No hay ninguna opinión, por más absurdo que sea, cual los hombres no será más fácil abarcar en cuanto sean convencidos que sea generalmente adoptado.” Winston Churchill observó que, “La mayoría de las personas, en algún momento de sus vidas, tropiezan sobre la verdad. La mayoría la saltan, se sacuden, y siguen apresurados en sus negocios como si nada hubiera pasado.” George Orwell dijo: “Ahora nos hemos hundido a una profundidad en la cual reafirmación de lo obvio es el primer deber de hombres inteligentes”. Orwell dijo “obvio” no “obtuso”.

Es el propósito de este breve escrito recordarnos que tenemos que evaluar lo que creemos como verdad y, como dijo Isaac Newton sobre la lectura de las Escrituras, “sin esfuerzo reducen las cosas a la mayor simplicidad…La verdad siempre se encuentra en la simplicidad, y no en la multiplicidad y la confusión de las cosas.” Si los profetas, Jesús o los Apóstoles hubieran mencionado la Trinidad, ¿cómo es posible que sea tan importante? ¿Podría los escritores de la Biblia, leyendo las palabras de Dios alrededor de 11.000 veces, creído en un Dios trino cuando ninguna de esas 11.000 referencias a “Dios” nunca significa un Dios trino?

Hoy en día, muchos sostienen más tenazmente doctrinas de procedencia dudosa, ya que constantemente y a veces bajo amenazas aprobado por el púlpito, expuesta por una élite académica, o santificado por la historia y nombres famosos. Pocos hacen como los nobles de Berea. Quienes se tomaron el tiempo para pensar y escrudiñar “cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:11). “Debido a esto,” Lucas añade, “se convirtieron en verdaderos creyentes”. Elogió y recomendó su enfoque noble a la verdad.

Hoy en día, muchos están cuestionando la autoridad de aquellos que dicen tener “conocimiento especial”. Eminentes y teólogos conservadores están señalando los errores doctrinales que han sido parte de la ortodoxia por más de 1600 años. Personas que dicen “conocer a su Dios” necesitan prestar atención y tiempo para examinar en oración lo que creen creer. Si en el proceso hay la primera “fe” es naufragada, como sin duda es muy posible, habrá una gran necesidad de enseñanza bíblica sólida para la reconstrucción de la fe genuina, remplazando el adoctrinamiento de la cual todos hemos sufrido.

Cuando nos enteramos que nuestra anterior convicción no era bíblica ni verdadera, puede venir como un choque devastador. Los que por la gracia de Dios saben mejor deben preparar sus corazones para ser servidores de los quebrantados de corazón. Aquellos que han amado teología, erudición y tradición de la Iglesia más que la verdad de la revelación de Dios en la Escritura y que no pueden imaginarse de la posibilidad que podrían estar equivocados, les espera una reorganización drástica de su fe. Se ha dicho muy bien que cuando un hombre que es honestamente equivocado escucha la verdad, o deja de seguir en error o deja de ser honesto. Esto bien puede ser la mejor opción para aquellos que honestamente examinan el credo de Jesús y la Trinidad. “¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable…reservada en el cielo para ustedes.”[1Pe 1.3-4] Un Dios, el Padre. Un hombre Mesías y un único Evangelio del Reino.

Esa herencia preciosa del Reino será nuestra, cuando regrese Jesús a darnos inmortalidad y asignarnos en su Reino mundial en una tierra renovada. En la mente muy Judía de Jesús, todas las cosas grandes del futuro son planeadas con anticipación en el cielo por Dios. Estos serán revelados en el futuro sobre la tierra, con el retorno del Mesías cuando se siente en el trono restaurado de Israel. Esta es una gran promesa lucida, simple y clara en Mateo 19:28 y Hechos 1:6. Los apóstoles entrenados por Jesús y entendiendo a fondo el Reino (Mateo 13:51; cp. Hechos 1:3; Mat 5:5; Rom. 4:13; Rev. 5:10) apropiadamente le preguntaron su ” última pregunta.” Ellos esperaban ansiosamente su destino cristiano en el venidero Reino.

Todo esto viene como un choque a aquellos creados en una dieta de “cielo” como un lugar vago para las almas incorporales en la muerte. ¿Por qué no intercambiar este lenguaje del “cielo” por el venidero Reino de Dios? Y por qué no abrazar el credo de Jesús, que el Señor Dios, Jehová, uno es (Marcos 12:29), y sin duda, no dos o tres.