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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

viernes, 30 de septiembre de 2011

EL VERDADERO FUNDAMENTO DE LA IGLESIA: ¡LA VERDAD QUE POCOS ENTIENDEN EN SU REAL DIMENSIÓN!




“EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA: CRISTO, LOS APÓSTOLES Y LOS PROFETAS” (Efesios 2:20)




Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)



Estimados amigos, los más de los cristianos suponen que la iglesia Neo Testamentaria es el verdadero cuerpo de Cristo, y sólo ella, pero se olvidan de mirar al mismo fundamento entero. Y es que Jesús dijo que edificaría su iglesia (Mt. 16:18), pero esto él lo haría sobre UN FUNDAMENTO PREVIAMENTE ESTABLECIDO, el cual lo componen él mismo (como la piedra angular), sus apóstoles, y por supuesto, LOS PROFETAS. Esto debe quedar bien en claro en sus mentes.

Pues bien, el FUNDAMENTO de la iglesia es Cristo, los apóstoles, y los profetas. Ahora bien, lo que se ha edificado sobre éste son los creyentes que vendrían por el ministerio del Señor y sus apóstoles quienes hablarían respaldados por los profetas y las promesas que ellos anunciaron. Recordemos que Jesús dijo en Mateo 16:18 que él edificaría su iglesia, cuyo fundamento es él, sus apóstoles y TODOS los profetas del AT. Esto quiere decir, repito, que el cuerpo de Cristo lo componen todos los apóstoles, todos los profetas, y todos los conversos que vendrían después por la predicación de sus discípulos hasta el presente. Todos estos conversos, junto con los apóstoles y profetas, serían el cuerpo entero (la iglesia) de la cabeza, que es Cristo. Pero muchos no entienden esta verdad, y han excluido de la iglesia a TODOS los héroes del Antiguo Testamento, COMO TAMBIÉN A LOS PROFETAS MISMOS. De modo que aquí queda evidenciado que la teología del Reemplazo es una farsa de marca mayor, un craso error que no tiene nombre.

Pero no sólo David, Moisés, o Elías fueron grandes profetas, también tenemos a los siguientes personajes, según el sitio de Selah en la web:

CLASIFICACIÓN DE LOS PROFETAS:

Profetas del Antiguo Testamento son generalmente agrupados como la escritura y los profetas orales. Dentro de estos dos grupos es una clasificación basada en el tamaño, y no en el contenido, o sobre la calidad de la inspiración. Cuatro de los libros proféticos estaban ya en el contenido, por lo que llamó “profetas mayores.” Esto no significa que los “profetas mayores” son más importantes o significativos en el tema de los “profetas menores”. Los “profetas menores” simplemente significan más libros cortos y nada más.

PRINCIPALES PROFETAS DE LAS ESCRITURAS: Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel.


PROFETAS MENORES POR ESCRITO: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías.

LOS PROFETAS ORALES:

1. Enoc (Judas 14-15)
2. Noé (Pedro 2. 2:5)
3. Abraham y los patriarcas (Gen.20: 7; 27:27-29 49;
4. Moisés (Deuteronomio 18:18-22; 34:10-12.
5. Miriam y Aarón (Éxodo 15:20; Núm. 12:1-8.
6. Los Setenta (Números 11:24-29)
7. Balaam (Números 22-24)
8. Josué (Josué 1, 23, 24)
9. Débora (Jueces 4-5)
10. Profeta desconocido en los días de Gedeón (Jueces 6:7-10)
11. Profeta desconocido en los días de Elí (1 Sam. 2:27-36)
12. Samuel (1 Samuel 3:20)
13 escuelas de los profetas en virtud de Samuel (Saúl) (1 Sam 10:10-12; 19:20-24)
14 Gad (1 Sam 22:5; 2 Sam 24:11-19; 1 Crónicas 29:29; 2 Crónicas 29:25).
15. Natán (2 Sam 7:12; 2 Crónicas 9:29, 29:25)
16. Ahías (1 Reyes 11:26-40; 14:1-18)
17. El hombre de 18 años de Dios de Judá (1 Reyes 13)
18 Semaías (1 Reyes 12:21-24; 2 Crónicas 12:1-8).
19. Iddo el Vidente (2 Crónicas 12:15; 13:22)
20. Azarías (2 Crónicas 15)
21. Hanani (2 Cron. 16:7-10
22. Jehú hijo de Hanani (2 Crón. 19:1-3)
23. Elías (1 Reyes 17-II 2)
24. Micaías (1 Reyes 22)
25. profeta desconocido alentó Acab (1 Reyes 20:13-15)
26. profeta desconocido reprendió Acab (1 Reyes 20:35-43).
27. Jahaziel (2 Cron. 20:14-17)
28. Eliezer (2 Crón. 20:37)
29. Eliseo (2 Reyes 2-8)
30. escuela profética de Eliseo (2 Reyes 9:1-13)
31. Zacarías hijo de Joiada (2 Cron. 24:20-22)
32. El hombre de Dios prohibió la liga Amasías con Israel (2 Cron. 25:7-10)
33. profeta desconocido reprendió Amasías (2 Cron. 25:15f)
34. Zacarías (2 Cron. 26:5)
35. Oded (2 Cron. 28:8-15)
36. Hulda, la profetisa (2 Reyes 22:12-20)
37. Urías (Jeremías 26:20-23)

Es importante entender que el cuerpo de Cristo no es sólo lo edificado sobre el fundamento, sino que también está incluido éste. Así, pues, cuando uno dice que tiene una casa propia, ésta no sólo es la parte levantada (paredes y techos sino también el terreno mismo donde se edificó. Y cuando una vende una casa, uno no le entrega al propietario sólo lo construido y deja el terreno, sino que le entrega todo, incluido el terreno. Todo esto es la casa: terreno y edificio. Así que en el cuerpo de Cristo están incluidos TODOS LOS PROFETAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO, ¡pero aún millones de cristianos no entienden esta verdad fundamental que el diablo ha trastocado por la tradición católico romana, y de otras sectas cristianas que han repudiado a Israel como parte de la iglesia.

Nótese que en la lista de los profetas están Abraham, Moisés, David, y muchos otros profetas, los cuales son parte del fundamento o base de la iglesia, juntos con Cristo (la piedra angular) y los doce apóstoles. Y esto es interesante, puesto que muchos de mis detractores, entre ellos, el Sr. Armando López Golart, afirman empecinadamente que los notables hombres de la fe del AT (incluidos Abraham y David) no son parte del cuerpo o iglesia de Cristo, y por tanto no tendrán derecho de reinar con la cabeza, que es Cristo. ¿Se dan cuenta de lo errados que están estos maestros, incluidos los llamados “Testigos de Jehová”?

Esta simple verdad de que la iglesia es el edificio y su base (o fundamento) ha sido pasada por alto por los más grandes estudiosos de las Escrituras, y no entienden que el Señor hace dos mil años atrás se las reveló a sus verdaderos discípulos que eran sencillos y humildes de corazón. Realmente es asombroso cómo algunos no llegan a entender las Escrituras aún hoy, y pareciera que fuerzas siniestras les estuvieran cegando la visión espiritual para que no vean esta simple verdad que está frente a sus ojos. Y no es que yo, Mario Olcese Sanguineti (Apologista), sea un iluminado o un dotado con un espíritu especial, sino que únicamente he dispuesto mi corazón para entender y creer a pie juntillas lo que el Señor vino enseñando al respecto hace dos mil años. Es por eso que a mí no me asombra nada en absoluto cuando Jesús dijo: “Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob Y A TODOS LOS PROFETAS EN EL REINO de Dios, y vosotros estéis excluidos” (Lucas 13:28). Y esta participación en el reino de los patriarcas y profetas no será de ningún modo en la calidad de súbditos, sino de reyes, y la razón es muy simple, ¡PORQUE ELLOS SON PARTE DEL CUERPO COMO INTEGRANTES DEL FUNDAMENTO!

jueves, 29 de septiembre de 2011

SIGUEN LAS RESPUESTAS PUNTUALES A LAS PREGUNTAS DE A.L.G



Esto argumenta mi querido detractor, el Sr. Armando López Golart, sobre los gobernantes del reino, tratando de probarme de que es imposible que los héroes de la fe ingresen al reino como ejecutivos, sino sólo como súbditos del mismo.


Texto para la discusión:



“En verdad les digo: Entre los nacidos de mujer no ha sido levantado uno mayor que Juan el Bautista; mas el que sea de los menores en el reino de los cielos es mayor que él.” (Mat. 11:11):



Comentario de López acerca del versículo de arriba:



“…Si Juan el Bautista era (entendemos que en orden de importancia), el mayor de todos los nacidos de mujer y sin embargo, el menor (o el último empezando por la cola) en el reino de los cielos era mayor que él, evidentemente lo que se nos está diciendo, es que de ninguna manera podía contarse Juan entre ellos; o sea, Juan el Bautista no formaría parte de esa clase selecta que conformaría la gobernación del reino. Y eso es lo que realmente nos quiso decir Jesús, porque eso y no otra cosa es la que leemos en el texto; pero es que también nos dijo algo más; porque veamos: si Juan era el mayor entre los nacidos de mujer, significaba que era mayor, repetimos, en orden de importancia, que los Abraham, Isaac, Jacob, David, etc.; luego, si él no podía estar formando parte del gobierno del reino, cuanto menos, aquellos que eran menores que él. Y Juan no podía formar parte de ese gobierno del reino (lo cual quiere decir que no participará de la primera resurrección), sencillamente porque murió antes de que se abriera la oportunidad para ello, en 33 EC.; pero si los notables del AT, no pueden participar de la primera resurrección, el problema que se les presenta a los Rivas, Olcese y compañía, es averiguar en cual resurrección los meten. Y si mencionamos al Sr. Olcese en este tinglado, es porque colgó el citado artículo en su blog, con lo cual habría que entender que está de acuerdo con su contenido y de no ser así, que por favor lo diga públicamente”.


Respuesta de Apologista:


El Señor Armando López Golart se remonta a lo dicho por Jesús en Mateo 11:11 para afirmar que Juan el Bautista, el mayor de los profetas, que existieron en el Antiguo Pacto, no tendrá una participación ejecutiva o de gobernante en el reino de Cristo, sino sólo como súbdito o vasallo, puesto que el menor en el reino es mayor que él. Y es que en este verso en cuestión Jesús dice algo tan misterioso sobre su precursor que a muchos estudiosos como López aún se les hace muy difícil interpretar con lucidez la enseñanza que dicho verso esconde. Estos intérpretes como López sólo pueden concluir que Juan el Bautista, el más grande de todos los profetas que hayan existido, y que anunció al Mesías y su inminente venida, y que lo vio personalmente, quedará fuera de la élite ejecutiva del reino, porque como dice el verso, el menor en el reino es mayor que él. Pero si somos realmente justos en nuestra exegesis bíblica, tendríamos que concluir que Juan el Bautista no sólo NO sería un ejecutivo o un gobernante del reino mesiánico, sino que tampoco sería un súbdito, ya que el menor en el reino es mayor que él. ¿Pero podría alguno pensar que el último gran profeta, Juan el Bautista, quedaría fuera del reino, como ciertamente quedarán los impíos, porque supuestamente es menor o menos que el menos regio de los que heredan el reino? ¿Cómo entonces explicamos lo dicho por Jesús a sus detractores cuando les aseguró que verían a TODOS LOS PROFETAS en el reino? (Lucas 13:28)


Repito este punto nuevamente para que quede claro: Si tomamos literalmente lo dicho por Jesús de que Juan el Bautista es menor que el último de los que heredan el reino, entonces Juan el Bautista quedará excluido del reino de Cristo indefectiblemente. No podrá ser ni gobernante, ni súbdito, pues aquí Jesús NO está diciendo que Juan es menos que el menor de los que gobiernan el reino, sino, más bien, que es menos que el menor EN el reino. Si Jesús hubiera dicho con claridad que Juan el Bautista es menor de los que gobiernan, entonces él no podría ser gobernante, pero sí súbdito. Pero acá Jesús no habla de gobernantes, sino del reino en su conjunto. El menor de los que están en el reino es más que Juan el Bautista, lo que dejaría a Juan el Bautista fuera del reino como un impío. ¡Y esto no lo veo razonable porque Jesús dijo que TODOS los profetas estarían en el reino, incluyendo a Juan el Bautista.


Las Escrituras nos presentan a Juan el Bautista como el más grande profeta nacido de mujer. Esto quiere decir que Juan el Bautista fue, a la vista de Cristo, el más grande profeta, y más aún, que el mismo rey David, quien también era profeta de Dios. Dice así Pedro: “Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca DAVID, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. Pero SIENDO PROFETA, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono”. Así que David era profeta, ¡pero menor que Juan el Bautista!…¡y esto no lo digo yo, sino el propio Jesucristo!



Pues bien, ¿creerá alguno que David, que por ser un profeta nacido de mujer, y muy anterior a Juan, y menor que éste, es indigno de ser co-gobernante con su hijo (el Mesías Cristo) en su propio reino davídico restaurado? Es decir, ¿estará David en su reino restaurado simplemente como un vasallo, o en el peor de los casos, totalmente excluido de él porque es menor que el mismo profeta Juan el Bautista, que a su vez es menor de los menores de los que entran en el reino? ¿Realmente cree usted que el reino davídico será restaurado con más gloria aún, pero teniendo a su primer rey ungido como un mero súbdito del mismo? ¡Vamos, amigo Armando, debemos ser consecuentes con todas las promesas bíblicas, y no ser parciales! Sinceramente no creo que al propio rey Jesús le gustaría ver a su propio noble padre como un vasallo de su propio reino, como si estuviera derrocado por su hijo. Definitivamente algo distinto tuvo que significar lo dicho por Jesús en Mateo 11:11.


Jesús se sintió orgulloso de su linaje davídico, cuando dijo: “Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de DAVID, la estrella resplandeciente de la mañana” (Apo. 22:16). Con esto Jesús da importancia al hecho de que su padre es el otrora rey David, y así lo recalca Mateo al empezar su evangelio (Mateo 1:1). El rey y profeta David es el padre de Jesús, una declaración solemne y crucial que hace de David un personaje de primera importancia que nos recuerda la realeza de su hijo, Jesucristo. Jesús es el Rey del reino, y David, su padre, es parte de esa nobleza que regirá el mundo venidero de justicia. Dicen Oseas y Jeremías, así: “Sino que servirán a Jehová su Dios y a DAVID SU REY, a quien yo les levantaré” (Jer. 30:9). Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a DAVID SU REY; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días (Oseas 3:5). Si bien este “David su rey” es una referencia a Jesús, el Cristo, también incluye al mismo antiguo rey David, quien estará en el reino como monarca corregente.


Jesús anunció que los profetas, incluyendo a su padre en la carne, el legendario rey David, estarán en su mesa en el reino, cuando dijo: “Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a TODOS LOS PROFETAS (¡David era profeta!) en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos” (Lucas 13:28). Nótese que aquí se habla de TODOS los profetas, y no sólo de algunos, los cuales estarán en el reino de Dios, y entre ellos David y Juan el Bautista, de quien se dice es el menor de los menores que entran en el reino. Estos se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac, Jacob, y los demás profetas. En Lucas 13:29 se dice que los que vengan del oriente y del occidente se sentarán en la mesa en el reino de Dios. “Y vendrán del Oriente y del Occidente, del Norte y del Mediodía, y se sentarán A LA MESA en el reino de Dios”. En Mateo 8:11 Jesús dice: “Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, é Isaac, y Jacob, en el reino de los cielos”. De modo que si comparamos ambos textos con la debida atención, veremos que Abraham, Isaac, y Jacob estarán sentados a la mesa mesiánica, y no sólo ellos, sino también TODOS los profetas (ver Lucas 13:28).


Así que David, Juan el bautista, y los demás profetas y patriarcas estarán sentados a la mesa con el Rey, y esto tiene un significado singular: el de gozar de un status de privilegio y honor con Su Majestad, el rey. Recordemos que la madre de los hijos de Zebedeo buscaba para sus hijos un lugar de honor en la mesa del reino mesiánico, al pedirle a Jesús que uno de sus hijos se siente con él a su derecha y el otro a su izquierda (Mateo 20:20,21).


¿Entonces qué puede significar Mateo 11:11?¿Acaso tiene razón el amigo Armando López en lo que sostiene arriba? Pues bien, el evangelista Michael Pedrin comenta este pasaje, así:


El propio Señor Jesús declara que Juan el Bautista era la persona más grande de nacer de mujer hasta ese período de tiempo. No sólo era un profeta importante, sino, “Más que un profeta” (Mateo 11:9).



Todos los profetas del Antiguo Testamento profetizaron sobre la futura venida del Mesías. Jesús mismo declaró: Escudriñad las Escrituras, porque en ellas tenéis que tenéis vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí. (Juan 5:39) Y comenzando desde Moisés y siguiendo por los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de sí mismo (Lucas 24:27).


Jesús compara a Juan el Bautista con los otros profetas del Antiguo Testamento, y dice: “Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan” (Mateo 11:13). Juan fue el último de los profetas antes de la venida del Mesías, y fue mayor que los otros profetas en el sentido de que no sólo profetizó la venida del Mesías, sino que también lo introdujo en el mundo!


Juan le dijo al público acerca de la pronta venida de Cristo: “Respondió Juan, diciendo a todos, Yo os bautizo con agua, pero el que viene es más poderoso yo, cuya correa de sus zapatos no soy digno de desatar: él os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Lucas 3:16).



Sólo un poco más tarde, el Mesías vino! Y Juan no profetizó más, sino que lo presenta a la multitud que contemplaba: “El siguiente día ve Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un hombre que es antes de mí: porque era primero que yo” (Juan 1:29, 30).


Aunque Juan era el más grande de todos los que vivieron antes de la venida de Jesús, él no llegó a ver la obra, la vida, la muerte y la resurrección del Cordero de Dios. La gente común pudo ver todo esto, y por lo tanto eran más privilegiados que Juan el Bautista. Jesús claramente dijo a sus discípulos humildes y seguidores: “¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron, y oír lo que oís, y no lo oyeron” (Mateo 13:16, 17).



Por lo tanto, sólo esa generación de gente que vio a Jesús personalmente en carne de hombre fue la más privilegiada de todas antes de su venida y después de la ascensión.


Aunque la mayoría de ellos eran simples pescadores de origen humilde, ellos fueron los más especiales de todos los que vieron lo que todos los profetas y justos desearon ver, pero no lo lograron. Estos eran más grandes que Juan el Bautista, el profeta más grande, porque vieron poderosos actos de Jesús, de primera mano, y le oyeron pronunciar las palabras de vida, y se asociaron a él. Esa es la razón por la que Jesús dijo:


“De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista: a pesar de que el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él” (Mateo 11:11).


En resumen, mi querido Armandito, esos primeros cristianos que fueron testigos oculares o presenciales del Cristo, y que dieron testimonio de lo que vieron y oyeron por todos lados del mundo de entonces, degustaron algunas de las futuras bondades del reino venidero en sus tiempos, específicamente en sus obras de liberación demoníaca, sanación de enfermos, y resurrección de muertos. Estos habían sido trasladados por fe al reino del amado Hijo y eran obviamente más grandes que los profetas de antaño que no llegaron a ver lo que ellos vieron del Mesías durante sus 3 y medio año de ministerio público entre los suyos. Esto, sin embargo, no significa que los fieles del Antiguo Testamento no tendrán el privilegio de reinar con Cristo, pues ya hemos visto que los profetas del AT se sentarán en la mesa mesiánica con Cristo y todos los patriarcas reverenciados por Israel.



Nuevamente, buen provecho, estimado Armando!

RESPONDIENDO NUEVAMENTE OTRA PREGUNTA DE MI ACÉRRIMO DETRACTOR, EL SR. A.L.G




Esto dice mi acérrimo detractor, el Sr. Armando lópez Golart:


Y es que una vez más, hemos oído a Apologista Mario Olcese mencionar de Mat. 25:31; 34, relacionándolo con aquellos que tiene que reinar con Cristo en el reino; la última ocasión en uno de sus recientes videos y al final del mismo, titulado “Otra pregunta crucial que respondió Jesús a sus seguidores”; concretamente cita del versículo 34, en el que leemos lo siguiente:


“Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo.”


Pues bien, la pregunta es la siguiente ¿para quiénes fue “preparado” el reino?


Y ya sabemos que el destino de dicha pregunta será la papelera más próxima, pues no nos la responderá, tal como no ha sido capaz de respondernos a ninguna de las que le hemos formulado hasta el momento; pero lo que queda claro, es que con nuestro incordio conseguimos dos cosas: en primer lugar, que aquellos que nos leen, tanto a los unos como a los otros, sepan con quién se juegan los cuartos y quién les dice la verdad; y en segundo lugar, que mediante contraste de ambas enseñanzas con su propio ejemplar de las Escrituras, el querido lector (y en favor de quién se hace toda la “fiesta”) llegue a tener su personal y segura convicción de lo que realmente nos dice el registro sagrado.


Por otra parte, en cuanto al Sr. Olcese y aunque no nos responda…… porque no puede, pues de poder ya lo habría hecho (¡qué duda cabe!), ahí quedará dicha actitud, una vez más, debidamente anotada en su “debe” particular, para todos aquellos que nos lean a ambos y que nos imaginamos que algún día, alguno de ellos y en un rasgo de lucidez, se le ocurrirá preguntarse aquello de…… ¿y por qué no responde? Pero no se preocupen, queridos amigos que nos leen, porque si Apologista Mario Olcese, no se lo explica en el plazo de…… digamos un semana, seremos nosotros desde este blog…… porque sí sabemos para quién fue preparado dicho reino, los que se lo explicaremos con todo lujo de detalles. Y empezamos la cuenta atrás……


MABEL


Respuesta de Apologista:


Por lo que se puede notar, el Sr. López está desesperado por escuchar mis respuestas, por no decir, mis opiniones, con respecto a ciertos puntos bíblicos, y yo, sin demora, se las brindaré.


El Sr. López quiere saber a quiénes se refirió el Señor Jesús por la frase preparado para ustedes en Mateo 25:,34 con relación a la posesión del reino. Y todo parece indicar que el Sr. López cree que se refiere a sólo a sus interlocutores, a aquellos que lo estaban escuchando en ese momento. Pero le pregunto al Sr. López: ¿Se estaba dirigiendo Jesús a sus apóstoles únicamente? Y si no fue sólo a ellos, ¿a quiénes más incluía?


Pues bien, analicemos los versos 32 y 33, que dicen: “Y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartarálos unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.33. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Y el 34 dice: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”.


Según el verso 33, aquellos benditos que heredan el reino son las llamadas “las ovejas” (en general, no “mis ovejas”) que están a su derecha, y no las cabras, que están a su izquierda. Estas ovejas, por supuesto, son de las naciones, las cuales serás reunidas delante de él, y él hará la separación de las ovejas de las cabras. ¿Pero son las ovejas sólo un grupo pequeño de sus seguidores? No! Son todos aquellos fieles que salen de las naciones del mundo. Ahora bien, yo le pregunto a Don Armandito, lo siguiente: ¿eres tú ovejita o cabrita? Pues si tú no estás en el grupo de las ovejas, entonces quedas en el grupo de las “malditas” cabras que están a su izquierda, las cuales no heredarán la vida eterna, sino que terminarán en el gehena, pues dice el versículo 41: “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”. Así que la respuesta es que Jesús se refiere a todas las ovejas del mundo, a todos los fieles, sin excepción alguna.
Ahora bien, el profeta Daniel vislumbró una resurrección general en el fin de los tiempos, en la cual los justos heredarán la vida eterna y los injustos a la confusión perpetua. El escribe al respecto, lo siguiente: Daniel 12:2 “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”.


Esto nos lleva a concluir que en esta separación de ovejas y cabras de todas las naciones estarán los resucitados, aquellos que merecerán la vida, y también aquellos que merecerán la condenación. Sí, estarán también frente a él los resucitados, los que fueron justos y los que fueron injustos de todos los tiempos. Sin duda alguna, entre ellos estarán los notables hombres de la fe del Antiguo Testamento, ya que en el mismo libro de Daniel capítulo 12 y verso 13, Dios le promete a Daniel, lo siguiente: Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días. Y el mismo Job creía en esa resurrección del día final, cuando dijo: Job 19:25-27: “Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí”. Así que en ese grupo de las ovejas, estarán también los fieles del Antiguo Testamento, y “las ovejas perdidas de la casa de Israel” (Mateo 10:6), las cuales igualmente heredarán con Cristo su reino, el cual fue preparado para todas las ovejas del mundo de todos los tiempos, desde la fundación del mundo (Ver también Isa. 26:19).


Está usted servido, don Armando…y muy buen provecho!

miércoles, 28 de septiembre de 2011

lunes, 26 de septiembre de 2011

OTRA PREGUNTA CRUCAL RESPONDIDA POR JESÚS A SUS SEGUIDORES

LAS DOS RESURRECCIONES Y EL ERROR AMILENARISTA

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

«Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y [«vivieron»] y reinaron con Cristo mil años» (Ap.20:4).

Propósito del tema: demostrar la literalidad de las [Dos Resurrecciones] del capítulo 20 del libro de Apocalipsis.

Demos comienzo, pues:

El verbo «vivieron» (édseisan, gr.) que se halla en Ap.20:4, es muy importante para entender este escrito. Nos llevará a considerar de manera positiva, en un estudio comparativo y concienzudo con Ap.20:5, si se emplea el buen sentido común que se requiere, el sistema de interpretación correcto, que las dos resurrecciones son enteramente literales, es decir, físicas. Comprobaremos que el concepto de “resurreccion universal”, y que los amilenaristas defienden con todo argumento tornadizo, es indudablemente una patraña increíble.

El verbo «vivieron» (édseisan, gr.), es un aoristo ingresivo; señala en sí, con gran vitalidad: «vivieron otra vez», o «volvieron a vivir». Aquí, Juan el apóstol no detalla una resurrección espiritual o alegórica... menos el ingreso del “alma” en el tercer cielo inmediatamente después de la muerte orgánica (Doctrina pagana de los filosofos griegos que fue introducida en el cristianismo al principio de la era común). Es imprescindible saber que las veces, y me refiero a [todas], que la palabra griega «dsáo» («yo vivo»), relacionada intrínsecamente con el verbo [édseisan] de Ap. 20: 4 y 5, posee el sentido de la muerte corporal o física. Véase Jn. 11:25; Hech. 1:3; 9:41.

Juan llama a la «resurrección» «anástasis» (gr.) en Ap. 20:5. El apóstol amado utiliza un «sustantivo» que aparece más de «40 veces» en el Nuevo Testamento. Indica con regularidad una [resurrección física], pero no simbólica. La palabra «dsáo», en otros textos del libro de Apocalipsis se aplica a la resurrección corporal (véase Ap.1:18; 13:14; 20:5).

«Pero los otros muertos [«no volvieron a vivir»] hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años» (Ap.20:5, 6).

Es interesante observar que mismo verbo que se utiliza en Ap. 20:4 (édseisan) se utiliza de igual modo en Ap.20:5: «... no volvieron a vivir» (ouk édseisan, gr.).

Si no perdemos de vista lo que hemos analizado de la palabra griega «édseisan», los que han tratado de sostener una resurrección simbólica (“regeneración espiritual”) en Ap.20:4, chocan en “cuerpo entero” contra una ancha e ineludible muralla de hormigón. Si los los dos verbos significan la misma cosa, fácilmente se podrá estimar que las dos resurrecciones irrebatiblemente son físicas. Suponiendo que primera resurrección sea “espiritual” (“regenración espiritual”), la segunda tendría que serlo también... ¿Cómo justificar, pregunto, señores del espurio amilenarismo, pregunto señor Armando López Golart, ofensivo y necio sectario, qué los impíos hayan experimentado (el apóstol Juan habla en prolepsis aquí) una “regeneración espiritual”, sin olvidarnos, por supuesto, que los verbos de los dos textos estudiados significan exactamente lo mismo”? ¡Vaya contradicción!

Si las dos resurrecciones son espirituales (y en esto se han comprometido peligrosamentre los amilenaristas al alegorizar la primera, al pasar por alto el verdadero significado de la palabra «édseisan»), no hay esperanza alguna, por lo tanto, de una [resurrección corporal]... La vida eterna, sería una magna entelequia, una utopía tan sólo. Falta de percepción espiritual. Carencia de conocimiento teólogico, señor Armando López Golart.

Es absurdo que el mismo vocablo, «en un contexto titánicamente cercano (y no es hipérbole), adquiera significados diferentes. Con esto se destruye la creencia de una “resurrección universal”.

Antes de terminar, diremos que el amilenarismo es un sistema de interpretación que no armoniza con las profecías escatológicas. Desmorona, como por ejemplo, la esencia del reino milenario de Cristo, las dos resurrecciones que la la Biblia presenta. No hubo padre apostólico antes de Orígenes que haya contrariado la interpretación de un milenio literal, ni tampoco antes de Agustín de Hipona. Entonces, ¿por qué debemos confiar en este sistema voluble?

El fundamento del amilenarismo se halla en el sistema de interpretación estructurado por Orígenes, un padre apostólico que vio luz en la ciudad de Alejandría, Egipto (185-254 d. C). Discípulo de Clemente, y estimado como el maestro más destacado de “la escuela catequística cristiana” (¿?).

El sistema de interpretación alegórica se establece en la filosfía griega. Es de interés señalar que la ciudad de Alejandría había sido helenizada como consecuencia del dominio extenso de Alejandro el Magno, en la antiguedad. El judío Filón y Clemente también acogieron con mucho entusiasmo esta forma interpretativa por lo demás arbritraria, súper antojadiza.

Aunque Filón y Clemente no descartaron la inspiración divina de las Escrituras, creyeron que, al conciliar éstas con la filosfía griega, tendrían una mejor comprensión de su contenido. Posteriormente, Agustín de Hipona (354-430 d. C.) abrazó el sistema de interpretación alegórica, influenciado por Tyconio, el donatista. El resultado de esto: el desarrollo de la postura amilenarista que vino a dar, por su naturaleza caprichosa, un resultado horrendamente hecatómbico en el cristianismo.

Gracias.

Referencias:

Reina Valera de Estudio, Siglo XXI.

Reina Valera 1960.

Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento (A.T. Robertson).

Apocalipsis: La Consumación del Plan Eterno. Evis L. Carballosa.

martes, 20 de septiembre de 2011

PROFECIAS FALLIDAS DE LOS TESTIGOS DE JEHOVA

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

Adoctrinados religiosamente, aplicándoseles con todo vigor una técnica tan encomiable para lavado de cerebro, los pobres Testigos de Jehová repiten como “pericos huastecos”, cono “monos acondicionados” lo que “a fuerza” se les ha metido en su cráneo “cuasi-anencefálico”. Se les desalienta a estudiar de forma individual temas bíblicos o doctrinales: sus nefastos líderes dicen: “... somos la iglesia verdadera, y punto; todo lo demás, únicamente, es mentira. No ha razón para conocer otra cosa fuera de lo nuestro”. No cabe duda que no tienen la más remota noción de lo que es el «Principio Bereneano», que demanda, con Biblia en mano (pero no con la de ellos, que está maquillada convenientemente por sus inconversos y réprobos teólogos), analizar, estudiar con cuidado los puntos doctrinales, los abrigados y no, para cerciorarse si son ciertos o rotundamente falsos (enfatizo con corechetes):

«Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, [escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así]» (Hech. 17:10-11).

Si algo empieza mal, sin no se corrige, es lógico pensar que crecerá indebidamente. Las profecías fallidas de Carlos Russell, fueron postegradas una y otra vez, dándoseles diferentes fechas para su cumplimiento. El juez José F. Rutherford, fue uno de los irreverentes maestros que hicieron cambios de fechas de esta profecías. Llegaron los días para su cumplimiento... y nada pasó. Para la mitad del Siglo pasado, se pregonaba que el fin de los sistemas del mundo se sucitaría para el año 1975. Sin importarle lo que Dios pensará de su aviesa conducta, con el propósito primordial de sacarle el verde jugo al rentable negocio:

«Rutherford hacía nuevas interpretaciones, y escribía múltiples folletos y libros para mantener en pie la teocracia internacional».

Lo que Russell aseguró pero que jamás tuvo cumplimiento:

Russel dijo que «los tiempos de los gentiles» terminarían en 1914 (Lc.21:24). Sabemos a ciencia cierta que el conflicto Árabe –Israelí se halla imperante hasta este día en el Medio Oriente. Esto invalida lo que Russell dijo anteriormente.

Russel se atrevió a publicar (vaya si se necesitan selacias agallas para hacerlo) en 1889:

«Dentro de los próximos veintiséis años todos los gobiernos actuales serán derribados y disueltos». Esta profecía debió haberse cumplido en el año 1915. Pero, simplemente, “no se le ocurrió cumplirse”.

Dijo sin miramientos que en el año 1914 la Iglesia Católica Romana desparecería de la faz de la tierra... Otra vil y comprometedora mentira.

Aseguró este intrépido profeta del dios Baal que en el año 1914 los bancos, iglesias y escuelas serían en su totalidad destruidos. Escuelas, bancos e iglesias de ''todos colores y sabores'' sobren en el mundo hogaño.

Dijo descaradamente que el año 1914 sería marca para el fin de los sistemas del mundo... pero, ¿es qué hoy ya no existe un orden social y político estabelcido en el planeta? Necia pregunta.

Dijo que la batalla de Armagedón tendría lugar en 1915. Esto nunca pudo haber sido posible porque el Señor Jesucristo en ningún momento se ha manifestado «visible y en poder» (Lc.21:27; Ap. 16:16; Ap. cap. 19).

Por si fuera poco, este desubicado y pretensioso hombrecito afirmó que la “cosecha evangélica acabaría en 1915”. Amigos: Hasta que Cristo no regrese (Ap.1:7), esto no podrá finalizar.

«Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él» (Deut.18:21-22).

A pesar de que las profecías del señor Russell y de otros de la misma asociación han resultado falsas, el grupo sigue creciendo confiado, sin que los muchos se hayan percatado de la horrorosa y letal mentira que los compromete con seriedad vasta... para la eternidad.

No se necesita ser muy inteligente para que uno perciba con tanta claridad que los mal nombrados Testigos de Jehová es una secta que fue estructurada en la pútrida y tenebrosa mente del diablo, el padre de mentira.

Gracias.

LOS TESTIGOS DE (SIN) JEHOVA Y EL CONSENTIMIENTO INFORMADO (un interesante estudio que no debe usted perderse)

2002, 8 de febrero.
Alejandro G. Pimentel Pérez,
Médico pediatra, Hospital General de Zona 8,
Instituto Mexicano del Seguro Social,
Uruapan, Michoacán

RESUMEN

Los testigos de Jehová son una joven asociación religiosa mundial dirigida por Watchtower Society de Nueva York, cuyos preceptos están fundamentados ad pedem literae en la Biblia, pero con interpretaciones originales y connotaciones sectarias. La prohibición a ser transfundidos es una norma propia, actualmente vigente y que los distingue, condicionando antagonismos con el área médica. Pretenden basar su posición en principios bíblicos, científicos y organizacionales, y avalarse en el consentimiento informado. Muchos han muerto por tales creencias. Esta monografía expone ante la conciencia médica las motivaciones del grupo para comprenderlo y objetar sus inconsistencias en todos los rubros señalados, con argumentos útiles para intentar la preservación de sus vidas.

Introducción

En meses pasados, varios hospitales generales de zona del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fueron visitados por testigos de Jehová, quienes expusieron su versión sobre el consentimiento informado y su decisión grupal de evitar las transfusiones ante cualquier circunstancia (un abogado testigo de Jehová señaló que esta restricción prevalece incluso en niños pequeños, cuyos padres deben decidir por ellos, así como en adultos en estado de coma, con sangrado severo, si portaban la tarjeta de la sangre). De paso advirtieron sobre las sanciones que se aplicarían en caso de transfundir a un testigo de Jehová, desde la inhabilitación profesional hasta el encarcelamiento.

Los testigos de Jehová

Charles Taze Rusell (1852-1916) fue un estudioso de la Biblia que no fue incluido en las sociedades bíblicas de su tiempo por hacer interpretaciones no compartidas, por lo que entre 1879 y 1881 fundó una revista: La Atalaya de Sión, y su propio grupo de estudiantes de la Biblia, del que se autodenominó pastor; desde 1931 dicho grupo es conocido como los testigos de Jehová. (1) Este pastor ideó y extendió con sus líderes continuadores —Watchtower Bible and Tract Society (WTS) desde 1881— un plan de reclutamiento y mantenimiento de adeptos; efectúan estudios bíblicos exhaustivos y modificaciones a textos clave de la Biblia, con el afán de fundamentar su doctrina.

Su técnica de captación consiste en proselitismo intenso y exaltación de los valores del individuo, o bien, resaltar sus carencias, errores y necesidades, ofreciéndole ayuda y erigiéndose el grupo reclutador como solución a sus problemas. Forman grupos, denominados congregaciones, en los que cada uno reúne entre 100 y 150 personas bajo la tutela de un anciano (hay aproximadamente seis millones de testigos de Jehová en miles de congregaciones); en ellos se ofrece amistad profunda, convivencia continua y cordial al nuevo discípulo, quien se integrará en forma por demás estrecha.

Ya despertado el interés, se ha informado que mediante control mental se procura la transformación de la personalidad del nuevo miembro (una de las causas fundamentales para que algunos clasifiquen como secta a este grupo religioso).(2) Para lograr dicho propósito, se selecciona y matiza la información; las críticas son dictaminadas como errores, calumnias y voluntades desestabilizadoras de los detractores. El lenguaje se transforma en uno propio y fraternal, fundamentando sus argumentos en citas bíblicas, alusiones a Jehová y frases como estar en la verdad.(3) La WTS es enaltecida como mediadora entre Jehová y el nuevo miembro (“...si hemos de caminar en la luz de la verdad, debemos reconocer no sólo a Jehová Dios como nuestro Padre, sino también a su Organización como nuestra madre...”).(4) Se establece un vasto programa de sesiones y charlas en los salones del Reino, en las que se manifiestan los principios doctrinales y normas que rigen el funcionamiento de la organización, desestimando opiniones y críticas personales.(5) Los mensajes de los dirigentes permean las conciencias como directrices inobjetables e indiscutibles (“... los teócratas apreciarán la organización visible del Señor y no serán tan necios de oponer contra el canal de Jehová sus propios razonamientos, sentimientos y emociones humanas...”).(6)

Por otra parte, se vigilan unos a otros y en un ambiente tan reducido no hay opciones: la conducta del testigo de Jehová es siempre excelente, ya sea por convencimiento o por temor; de no haber tal conducta, todo testigo de Jehová tiene la obligación de delatar al infractor. Se ha indicado que existe un archivo que contiene información acerca de los pecados graves que cada testigo comete, por lo que toda la información relacionada con la vida privada del testigo se mantiene en los archivos maestros de la Sociedad en Nueva York y nunca son destruidos; así, a cualquier parte del mundo a donde vaya un testigo de Jehová le acompañará su archivo.(7) Para las malas acciones, se dice que hay sanciones previstas en el manual Presten atención a sí mismos y a todo el rebaño, dado por WTS, mediante el cual, los ancianos toman una acción judicial que va del simple llamado de atención hasta la expulsión, independientemente de las leyes civiles.(8)

WTS ha dictado un código moral estricto que afecta todos los aspectos de la vida de sus miembros, tanto en su conducta diaria como en la forma de vestir,(9) corte de cabello y barba, la abstención o limitación de fumar, beber, bailar, jugar ajedrez,(10) la prohibición de transfundirse, (11) el rechazo a saludar la bandera y al servicio militar.(12) Todo eso sirve para apartar del mundo a los miembros, interferir con las reglas de la convivencia civil, darles una identidad externa inconfundible, crear en ellos una mentalidad moral (sólo obedecen a la teocracia del reino representada por la WTS, no a las huestes de Satán: gobierno e iglesias)(13) y reforzar en sus mentes la legitimidad de su nuevo estatus.

WTS de Nueva York (10 a 13 esclavos fieles y discretos y su líder) dirige al cuerpo gobernante, superintendentes de zona, de sucursal, de distrito, de circuito y a las congregaciones. En éstas, los ancianos y siervos ministeriales lo hacen con los publicadores. Su doctrina está basada en la Biblia y sus propios escritos. Alguien afirma que Rusell interpretó la Biblia con ayuda de la numerología, la astrología y la gnosis.(14) Mediante la numerología se ha establecido la fecha del Armagedón: 1874, 1914, 1925, 1942, 1975 y antes de finalizar el siglo pasado.(15) Alguien asevera que el espiritista Johannes Greber (sin ser testigo de Jehová) hizo modificaciones al Nuevo Testamento que se han aplicado a la Biblia de los testigos de Jehová.(16) En ese contexto, se puede leer en La Atalaya:

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La sangre de una persona es la persona misma, los vicios, excesos y hábitos de bebida, los venenos que pueden impulsar al suicidio, asesinato o robo están en la sangre. La baja catadura moral, las perversiones sexuales, las represiones, complejos de inferioridad, crímenes sexuales... todo esto es lo que se viene encima tras una transfusión de sangre (17)

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Las transfusiones y las contradicciones

La doctrina no se mantiene incólume. Aduciendo nuevas luces, WTS ha cambiado sus puntos de vista respecto a ciertos temas centrales. Aceptó las transfusiones por muchos años, pero desde 1945 las proscribió aduciendo argumentos de índole bíblica, médica y organizacional:(18)

Argumento bíblico

En 463 citas de la Biblia se habla de la sangre y en varias se prohíbe su ingesta, una de ellas es el pacto eterno (mandato de Jehová a Noé):

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Pero la carne con su vida que es su sangre, no comerás. (Génesis 9:4)

Y cualquiera... que cazare animal o ave que sea de comer, derramará la sangre y la cubrirá con tierra. (Levítico 17:13)

Que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación. (Hechos 15:29)

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Cuando, en la Biblia, hubo castigo por la transgresión a este mandato, se limitó a un simple regaño (a unos guerreros de Saúl que comieron carne con sangre: Samuel 14:34,35), mientras que a los que comieran animal muerto con su sangre, toda la pena consistía en considerarlos impuros por unas horas (Levítico 17:15).

En ese tiempo los animales eran comidos por partes, procurando mantenerlos vivos hasta el final, por no haber refrigerador. Es obvio que esa práctica permitía que se infectaran las heridas, lo que ocasionaba enfermedades en el humano y sufrimientos en los animales, para evitarlos, se exigió el sacrificio de los animales (tirar la sangre). Todas las religiones judeo-cristianas lo entienden así, tanto que en el Nuevo Testamento autorizan ya, ante animal sacrificado:

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De todo lo que se vende en carnicería comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia. (Corintios 10:25)

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Como está perfectamente claro, todas esas citas se refieren a sangre no humana y nada tienen que ver con una transfusión y, mucho menos, con el sacrificio humano de dejarse morir por no transfundirse. WTS, pues, pretende dar a Hechos 15:29 un significado sin contexto: “abstenerse de sangre significa no meterla de ningún modo en el cuerpo”,(19) de lo cual difieren entre ellos mismos, cuando Eduard Meyer en La Atalaya dice que el significado real de abstenerse de sangre en este texto es abstenerse de comer sangre.(20)

Aun así, los testigos de Jehová sí comen sangre con la carne de res (todavía después de degollado y exsanguinado el animal, contiene 30 a 50 % de su sangre) y con la carne de pollo (100 % de su sangre, pues el animal es electrocutado para sacrificarlo); quizá serían más congruentes con el vegetarianismo.

En cambio, las células sanguíneas transfundidas no son ni digeridas ni absorbidas, sino que permanecen biológica y funcionalmente intactas, porque es un trasplante y no vampirismo.(21)

WTS asegura que transfundirse es comer sangre y condena al enfermo receptor del fluido, quien, si sobrevive a la enfermedad por la que requirió la transfusión, podrá ser objeto no sólo de los remordimientos de conciencia, al sentir que ha violado un precepto divino, sino también de la sanción más terrible de la religión: la expulsión(22) (acción judicial por un anciano) o la disociación (el testigo de Jehová se excluye a sí mismo de la congregación, sanción más publicitada desde junio 2001 y que eximiría de responsabilidad a WTS);(23) se equipara a una rebelión contra Jehová.

El sujeto afectado es señalado vergonzosamente y relegado al ostracismo (afectación parcial o total de la comunicación y convivencia normal entre el infractor y su familia y amigos que permanecen miembros en activo), además de ser expulsado de los salones del reino y de las actividades de proselitismo. Pero, sobre todo, se le priva del derecho a vivir la vida eterna, ya que “para recibir vida eterna en el paraíso terrestre, tenemos que servir a Dios formando parte de esta organización”.(24) Se ha disociado o expulsado a padres de niños menores transfundidos.(25) Como puede comprenderse, es una situación tan dramática que puede orillar al suicidio.

Argumento médico

Este argumento es sólo un distractor. Si la transfusión no entrañara riesgo alguno, de todos modos los testigos de Jehová no se transfundirían; nada más sirve como refuerzo a un rechazo a la sangre. Dicen que no creen en que los supuestos beneficios de la sangre sobrepasen las posibles complicaciones mortíferas, sobre todo, habiendo alternativas médicas que no encierran esos riesgos,(26) y que los números reflejan que mueren más personas por transfusión de sangre que los que rehúsan recibirla.

Por supuesto que hay riesgos, tanto de enfermedad como de muerte, atribuibles a la transfusión de sangre; en un informe, el número de muertes por millón de unidades sanguíneas transfundidas fue de 0 para hepatitis A, 0 a 0.14 para hepatitis B, 0.5 a 17 para hepatitis C, 0.5 a 5 para HIV, 0 para HTLV y parvovirus, 0.1 a 0.25 para contaminación bacteriana de los eritrocitos, hasta 21 para las plaquetas, 0.67 para reacciones hemolíticas y 0.2 para SDRA.(27) Es decir, el riesgo actual de una transfusión es de 2 a 44 usuarios por millón de unidades, mientras que en el mundo muere diariamente un promedio de tres testigos de Jehová por no transfundirse.(28)

Más aún, las fracciones permitidas para transfusión a testigos de Jehová (factor VIII, por ejemplo) infectaron de sida a muchos hemofílicos seguidores de esta corriente religiosa, y no se han prohibido por ello.(29)

Por otra parte, Carlson y colaboradores informaron lo siguiente respecto a 125 testigos de Jehová que rechazaron la transfusión en cirugía: murió 61.5 % de aquellos cuya hemoglobina preoperatoria fue menor a 6 g/dL; murió 33 % cuando la hemoglobina fue de 6.1 a 8 g/dL; con hemoglobina de 8.1 a 10 g/dL la mortalidad fue de 7.1 %; no hubo fallecimientos cuando la hemoglobina preoperatoria fue mayor de 10 g/dL.(30),(31)

Las opciones médicas a la transfusión que han propuesto los testigos de Jehová son cirugía sin sangre, ácido epsilonaminocaproico, desmopresina, eritropoyetina, Hartmann, dextrán, hetastarch, aprotinina, estrógenos conjugados, recapturador de eritrocitos, oxígeno hiperbárico e hipotermia. Además de ello, para la hiperbilirrubinemia neonatal proponen el uso de protoporfirinas, carbón activado e inmunoglobulinas. Los médicos sabemos que no son una alternativa de igual utilidad terapéutica que la sangre, y la mayoría no estamos entrenados para sustituir la sangre con esas opciones.

WTS ha cambiado su doctrina acerca de la sangre (aduciendo nuevas luces, es decir, nueva inspiración; algo que hoy es cierto, ya no lo será mañana).(32) Ante los cambios científicos de ya no transfundir en la actualidad sangre total sino sus fracciones por separado, en un principio WTS al prohibir la sangre en su conjunto prohibió todas y cada una de sus partes.(33) Después, para asombro de todos, ha ido tolerando progresivamente, para sus adeptos, ciertas fracciones de la sangre, los componentes menores:(34) suero (1973), proteínas del plasma [albúmina (1981), inmunoglobulinas, fibrinógeno], otros factores de coagulación (1978) y células troncotutipotenciales (células madre hematopoyéticas),(35),(36) trasplantes de médula ósea, uso de componentes aceptados en sangre donada, interferón, citokinas, hemoglobina basada en sustitutos de sangre (hemopure R)(37) y procedimientos como hemodilución, recaptura de eritrocitos, circulación extracorpórea (bomba cardiopulmonar, hemodiálisis). Pero mantiene la prohibición sobre los mayores (eritrocitos, leucocitos, plasma, plaquetas), sobre la sangre autóloga almacenada(38) y la donación de sangre. La justificación para establecer las fracciones no permitidas es que no pasaron por la placenta en la gestación y para las permitidas es que sí lo hicieron.

La sangre total se rechaza como transfusión pero puede ser aceptada en trasplante de médula ósea. El plasma es rechazado si se administra como tal, pero es aceptado si se administran la albúmina, las globulinas, los factores de coagulación, el fibrinógeno y el suero por separado. Se rechazan los leucocitos, pero se aceptan como células tronco-hematopoyéticas periféricas y también en la ingestión de leche materna que tiene más leucocitos que la sangre periférica. La sangre autóloga se rechaza si es almacenada o se interrumpe la conexión de un sistema de circuito cerrado en el paciente, pero se autoriza si se mantiene permeable el circuito o si se toma de células tronco-periféricas, aunque sean almacenadas. Las células tronco-hematopoyéticas están prohibidas si se toman del cordón umbilical, pero se toleran si se toman de la sangre periférica o médula ósea. Se prohíbe donar sangre de un testigo de Jehová a otro, o a una persona ajena a su doctrina religiosa, pero se aprueban ciertas fracciones si el donador no es testigo y se transfunde a testigo de Jehová.(39)

Los testigos de Jehová no siempre han estado de acuerdo con la terapéutica médica:
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Hacemos bien en tener en mente que entre las drogas, sueros, vacunas, operaciones quirúrgicas, etc., de la profesión médica, no existe nada de valor, excepto alguna intervención quirúrgica ocasional.(40)

Si cualquier médico demasiado celoso condena sus amígdalas, vaya y suicídese con un cuchillo, es más barato y menos doloroso.(41)

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Pero, por otro lado, aseguran que “han trabajado por décadas para desarrollar una relación cooperativa con la comunidad médica”.(42)

Por muchos años se prohibieron las inmunizaciones: “la vacunación es una violación directa de la ley de Jehová/Dios, es un crimen, una atrocidad, y un engaño; nunca previno nada y nunca lo hará. Es un gran negocio”.(43) Hasta que en 1952 se permitió como asunto de conciencia individual.(44) Respecto a los trasplantes decían: “los trasplantes de órganos son una forma de canibalismo y deben evitarse”.(45) Luego se arrepintieron y los permitieron.(46)

Probablemente hayan fallecido algunos testigos de Jehová por esas políticas cambiantes respecto a transfusión, trasplantes y vacunas, sin embargo, no he encontrado protesta escrita de algún testigo de Jehová por la muerte acaecida en padres, hijos o hermanos, al acatar disposiciones que después hayan sufrido virajes.

En forma tajante y absoluta, WTS rechaza la hemotransfusión, pero aclara que la iniciativa no es suya sino de los adeptos: “ellos deben elegir de manera responsable qué tratamiento es más adecuado para sus hijos si desean que sus problemas de salud se traten sin sangre”.(47) Si el médico tratante la prescribe en pacientes con cirugía programada, éstos buscarán otro médico hasta encontrar uno que los maneje sin sangre (médico cooperador), el cual en ese afán de complacer pudiera violar la ética profesional y el Juramento Hipocrático, al aceptar trabajar con métodos que garantizan menos el éxito, en desventaja para el paciente.

Desde hace 10 años se crearon los Servicios de Información de Hospitales, que coordinan las acciones de 1400 comités de enlace que funcionan en 150 países, con ancianos seleccionados. El objetivo es dar su versión sobre la sangre, ayudar fraternalmente, e inyectar ánimo a los pacientes y verificar que éstos o sus familiares se abstengan de ser transfundidos, con o sin médico cooperador. Pero también violan la ética médica y la confidencialidad del paciente y la hospitalaria, solicitando reportes de los testigos de Jehová que ahí laboran48 y convocando a grandes contingentes de los suyos para impedir que un integrante del grupo sea transfundido.

En enero de cada año, los testigos de Jehová deben ser dotados de una tarjeta de la sangre, donde se comprometen en un acto público con la WTS a no transfundirse; supuestamente también se exonera de antemano al profesional que tenga que dar atención sin sangre a un paciente que la requiera. Debe llevar la firma del adepto en cuestión y de dos testigos.

Argumento organizacional

El rechazo a la transfusión es una norma propia que distingue a los testigos de Jehová de otras organizaciones religiosas. Los detractores afirman que ese es el único objetivo. Los propios testigos de Jehová dicen:

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Lo que los doctores no saben, y no se nos permite explicarles, es que nuestra posición (respecto al rechazo a la transfusión) es claramente una regla organizacional para sus miembros, y carece de razones lógicas y de apoyo en las Escrituras.(49)
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Bueno, la prohibición de hemotransfusión, que era difícil de sustentar con argumentos bíblicos y médicos, ahora lo hace de la manera más discrecional: por un mandato original de quienes detentan el poder en el grupo. Ahí no hay controversia, el que ingresa a los testigos de Jehová debe ser advertido, desde el principio, sobre esa norma y sobre la doctrina: “uno es libre de escoger religión, pero una vez escogida, pues a someterse a sus reglas”.(50) Muchos adeptos, sin embargo, que profesan de buena fe esta religión, no aceptan la posición WTS sobre el punto específico de las transfusiones y están solicitando su revocación (la Asociación de Testigos de Jehová para la Reforma en el Asunto de la Sangre, es un grupo que lo pide). Pero la actitud hacia el rechazo no es abierta. Si se le preguntara a un anciano éste contestaría que si un testigo de Jehová acepta sangre en un momento de debilidad, y con posterioridad se arrepiente de tal acción, se le ofrecerá ayuda espiritual. Esto no concuerda con la presión que ejercen los propios adeptos a esa doctrina sobre el personal de los hospitales contra posible transfusión a uno de los suyos.

Si en el futuro aparecieran nuevas luces para WTS y se llegara a permitir la hemotransfusión sin sanción (ni propia ni impuesta) —lo cual pareciera posible pues desde junio de 2001 la nueva actitud de WTS es menos inflexible—, resultaría que el adepto actual moriría hoy por una causa por la que otro no moriría mañana.

La disputa ante la Comisión Europea de Derechos Humanos entre el gobierno de Bulgaria (el cual no quería reconocer en su país a los testigos de Jehová como grupo religioso porque satanizan al gobierno, impiden el servicio militar y las transfusiones) y la WTS, se cerró mediante un acuerdo (Estrasburgo, marzo de 1998) por el cual el gobierno accedió a introducir en su legislación, con la mayor brevedad posible, un modo de servicio civil alternativo al militar, para los objetores de conciencia, y registrar a la sociedad aplicante como religión. La WTS se comprometió a expedir un comunicado respecto a su posición acerca de las transfusiones de sangre, que incluyera en sus estatutos el que sus miembros deben tener libre elección en este asunto para sí mismos y para sus hijos, sin que se ejerza ningún tipo de control o sanción por parte de la asociación.(51) Sin embargo, el 27 de abril de 1998 WTS informó en Nueva York que “los términos del acuerdo no reflejan un cambio en la doctrina de los testigos de Jehová”.(52)

Posiciones institucionales, éticas y legales*

Hace unos meses, aproximadamente 40 testigos de Jehová acudieron al Hospital General de Zona 8 de Uruapan, apostándose en el aula y en los pasillos del hospital. Su abogado expuso su versión sobre el consentimiento informado con que el adulto puede rechazar la sangre para sí y para sus hijos pequeños (por tener responsabilidad sobre ellos) y para enfermos en estado de coma que portaran la tarjeta de la sangre. Se habló de sanciones para los médicos, en caso de efectuar una transfusión. Ante desconocimiento casi absoluto del tema y de la legislación institucional al respecto, no hubo réplicas.

Consentimiento informado

El consentimiento informado es la aceptación libre, por parte de un paciente con competencia (capacidad), para decidir por un acto diagnóstico o terapéutico, después de haber sido adecuadamente informado al respecto por un médico.(53)

En la definición de este derecho, se describen dos sujetos, una variable determinante y un objetivo de la acción:

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El sujeto del derecho, que es el individuo enfermo, cuya decisión es personal y actual.

Un sujeto con autonomía moral, pero no legal, que es el médico.

Una variable determinante, la competencia para decidir, que se reconoce en el adulto consciente con capacidad mental plena. Se excluye a los niños, a los pacientes inconscientes y a aquellos que tengan afectación de sus funciones mentales. Un paciente adulto consciente (competente) puede caer en inconsciencia y en ese momento se le consideraría incompetente.

Un objetivo de la acción, que es el acto diagnóstico o terapéutico propuesto.
Ante este esquema, pueden ocurrir varias situaciones:

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El paciente no es competente: el Estado se reserva la titularidad del derecho.

Paciente competente que acepta las maniobras diagnósticas y terapéuticas propuestas por el médico.

Paciente competente que rechaza las opciones diagnósticas y terapéuticas propuestas por el médico:

a) En situación que no es urgencia, por ejemplo: paciente con anemia crónica y cirugía electiva, que rechaza transfusión.

b) En situación de urgencia, por ejemplo: paciente con sangrado masivo de várices esofágicas, que rechaza transfusión.

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El prestador de servicios de salud da la información completa sobre el padecimiento y expone las opciones de manejo que él puede ofrecer. El paciente competente tiene la potestad de rechazar o seleccionar entre esas opciones de manejo. Éste es el punto esencial de este derecho. Si acepta (situación 2), debe autorizarlo con su firma; pero si hay rechazo (en situación 3a) esa decisión no le permite reclamar ipso facto alternativas médicas no ofrecidas, lo cual rebasaría la definición y el espíritu del consentimiento informado. Cuando el paciente, que rechazó la propuesta diagnóstica o terapéutica, exige un procedimiento no ofrecido por el facultativo y que éste, por razones científicas o éticas, juzga inadecuado o inaceptable, o bien, no está entrenado para su realización, tras informarlo debidamente, ejerciendo su autonomía moral, quedaría dispensado de actuar. Sin embargo, en situación de urgencia (3b), se acataría el rechazo y se darían alternativas (aunque hay ya un caso legal de manejo sin consentimiento en Estados Unidos de América del Norte).(54)

La ética y los derechos humanos

La filosofía moral aplica sus dos principios fundamentales en la relación médico/paciente: el respeto a la vida humana y, después, el respeto a la libertad informada del paciente,(55) que debe estar subordinado. El médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente, ya sea por acción o por omisión, ni siquiera en caso de petición expresa por parte de este último. La hemotransfusión puede ser la principal o única terapéutica para mantener la vida, motivo por el que no es deontológico usar procedimientos que garantizarían menos la supervivencia, como las llamadas opciones médicas para la sangre.

El profesional de la salud sólo está obligado, por ética profesional, a utilizar prácticas validadas; mientras no haya otra opción mejor y probada, habrá que informarlo al paciente para que éste acepte la transfusión o recurra a otro médico; si se trata de una institución, para que el caso sea sometido a revisión conjunta con los directivos y después sea canalizado al Comité de Bioética Hospitalaria para decidir quién, cómo y dónde se le atenderá.

En cuanto a los niños, el derecho humano más importante que rige en el mundo es el de respetar y hacer proteger su vida por el Estado; la negativa de ciertos padres a la transfusión contraviene este derecho. En Europa, por interés superior del infante, la ley autoriza al médico para realizar la transfusión con acuerdo del fiscal. En caso de muerte de un menor por falta de transfusión, los padres son procesados no a causa de sus convicciones religiosas, sino por no haber respetado la obligación de ejercer la tutela parental (Parlamento Europeo). (56) En Estados Unidos de América del Norte el criterio es similar: los padres son libres de ser mártires por decisión propia, pero eso no les permite, en idénticas circunstancias, el volver mártires a sus hijos antes de que éstos hayan alcanzado la edad suficiente para tener criterio amplio y legal para decidir por ellos mismos.(57) Así se ha decidido también en Canadá.(58) Los derechos humanos mundiales rigen en México protegiendo la vida de los niños.

Lineamientos de la Dirección Jurídica del IMSS (Of. 37/2316)

Ante necesidad y urgencia de transfusión, ésta se realizará aun cuando el paciente o sus familiares se opongan. Si se acepta la negativa y el testigo de Jehová no es transfundido, el médico podría incurrir en responsabilidad profesional (negativa del médico a prestar asistencia a una persona en caso de notoria urgencia, artículo 469 de la Ley General de Salud), con prisión de seis meses a cinco años, multa de 125 días de salario mínimo e inhabilitación por dos años; si hubiera daño (muerte) habría suspensión definitiva del ejercicio profesional. Si hay urgencia, pero no necesidad de transfusión o si hay necesidad de transfusión pero no urgencia, y se puede suplir la sangre con alternativas en pacientes que se niegan a la transfusión, éstas deben darse. Si no pudiera suplirse la necesidad de sangre por ningún otro medio y el derechohabiente o sus familiares se niegan a la aplicación de sangre, se consideraría que no hay sujeción a las prescripciones y tratamientos del Instituto (Ley del Seguro Social), siendo plenamente válido suspender la atención médica, sin responsabilidad para el personal tratante.

Intentando resumir todo lo anterior: se avala por consentimiento informado, ética y lineamientos del IMSS a transfundir a cualquier paciente no competente, en caso de urgente necesidad, y aun en contravención de lo establecido por la doctrina religiosa a que nos hemos referido. Pero en situación de urgente necesidad de transfusión en paciente competente, las posiciones están divididas. WTS, apoyándose en el consentimiento informado, exige legalmente que se respete la libertad informada del paciente testigo de Jehová para no transfundirse, lo cual se expresó en las propias instalaciones del IMSS, aun cuando las normas jurídicas del Instituto y de la ética exigen al personal transfundir al paciente en esa situación, para salvarle la vida. Más aún, se señalaron sanciones a las que se haría acreedor el personal médico si llevase a cabo las transfusiones, desdeñando las que impondría el propio IMSS si no se efectuaran.

Es aberrante que un médico, al salvar la vida a un semejante, siguiendo los lineamientos de conciencia, de la ética, de la Institución y de la Constitución, ponga en peligro su integridad física, libertad y derecho a ejercer su profesión. No puedo creer que las normas religiosas que hacen mártires entre sus adeptos, tengan también justificación legal para sacrificar al personal médico cuando pretende salvar una vida. ¿Cómo es posible que los diferentes estatutos jurídicos al respecto se contradigan tan abiertamente unos a otros, y propicien la creación de víctimas inocentes en el caos provocado por la indefinición?

Esto no puede seguir así. Es responsabilidad de la jurisprudencia terminar con el problema. Deben instituirse leyes justas y universales que avalen el interés superior de proteger la vida, pero donde también se respete la decisión personal. Esto debe realizarse antes de enfrentar situaciones más complicadas y haya más perjudicados. Por lo tanto, solicitamos al Congreso de la Unión, por este medio, que establezca lineamientos claros, mediante legislación, específicamente sobre las directrices generales del profesional, tanto en el sector público como en el privado, en las tres principales variables de la relación médico/paciente, con testigos de Jehová o no, en relación con la necesidad de transfusión y las situaciones de responsabilidad médica en el mismo rubro, y que no son otras que las implícitas en la definición del consentimiento informado y en la filosofía moral, y que ya están vigentes en otros países civilizados.

Una iniciativa para el Congreso Legislativo sería:

.
Paciente individual, competente para decidir (con capacidad legal), bien informado, que necesita la transfusión de manera no urgente, pero que no la acepta por motivos personales: tiene derecho a solicitar el método alternativo a los directivos y al Comité de Bioética de la institución de salud, grupo que se hará responsable de decidir el manejo ulterior, habiendo el médico tratante manifestado sus objeciones científicas y morales para tratarlo sin sangre y que le dispensan de su ejercicio en el caso.

Paciente competente y bien informado que necesita transfusión de manera urgente pero no la acepta: debe auxiliársele con la mejor terapéutica sustitutiva a la mano, la cual deberá estar bien protocolizada.

En cuanto a los pacientes incompetentes, México ha suscrito códigos de derecho internacional que comprometen al Estado para su protección. El Congreso de la Unión tiene la responsabilidad de decidir si se aplican o no en nuestra legislatura, definiendo adecuadamente los conceptos, alcances y repercusiones de esa ley.
Aclaración

Estas reflexiones van dirigidas a los médicos. Son interpretaciones personales basadas en la convergencia de documentos de apologética, de la Asociación de Testigos de Jehová para la Reforma en el Asunto de la Sangre, comentarios de extestigos de Jehová, psicólogos, especialistas en bioética, en textos de revistas, de todo lo cual el autor no es experto y, por ello, es susceptible de corrección. El objetivo es exponer las motivaciones de un grupo para comprenderlo, objetar las inconsistencias con argumentos útiles para intentar preservar la vida de sus integrantes, pero respetando su credo y sus decisiones cuando no se logra tal intento. Otra finalidad, de similar importancia, es señalar el conflicto existente entre las diferentes posiciones institucionales y que relegan a la indefinición legal tanto al paciente testigo de Jehová como al médico.

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miércoles, 14 de septiembre de 2011

NO! SENOR ARMANDO LOPEZ GOLART

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

He leído frívolos y heréticos dogmas al por mayor, estúpidos sincretismos religiosos, lejos del conocimiento del divino Padre, vituperios pseudopiadosos de inumerables y trastocados maestros que dicen conocer las verdades del cielo. Ciertamente, uno se queda pasmado por lo osaída de estos impávidos individuos, cuando sostienen con suprema y orgullosa seguridad tan espeluznantes y condenatorias mentiras... ¡No hay vergüenza ni temor ya! Pero lo que escribe Armando López Golart (Príncipe de la ficción infernal, porque su rey es Satanás) en su fantasioso y aburrido blog, caray, no tiene parangón... carece de nombre. Él mismo me ha dicho que fue expuslado de la banda de delincuentes que se hacen llamar Testigos de Jehová. Que el daño que le inflijieron fue severamente traumático (y no lo culpo por lo que escribe: es extremadamente clara la injuria psicológica que le dejaron), pero lo más extraño de todo, a pesar de lo confesado a un servidor suyo, hermano y amigo que nos visita, nunca de los nuncas, óigalo bien, se ha tomado la más pequeña de las molestias para denunciar a la diabólica secta como lesiva; al contrario, la “teología” que propone, acuerda con la Jehovista... Yo le pregunto a este malogrado, receloso y umbrío señor: ¿Qué clase de amor encontrado es este? ¿Cómo es qué ha consentido tamaño masoquismo religioso? Pero en vez dar su triste testimonio, su mala experiencia con el enfermo e infeliz grupo de despojadores de dinero y de la individualidad, se ha empecinado, como la persona neurótica que es, como rabiosa y hambienta fiera a embestirnos con cáusticas y vólatiles ideas, producto de su bruna y trastonrada psique, plasmadas con loable y enredosa gramática, en vez de empezar de cero, dejando todo lo que le ha perjudicado, como lo han hecho otros, como lo hizo mi amigo y hermano Mario Olcese Sanguineti con los Testigos, como lo hice yo con el fanático Pentecostalismo Carismático. Y por más inteligente que este señor sea, al no tener el ungimiento del Santo Paráclito, el cual se logra en la buena conversión, jamás entenderá lo más elemental de la Biblia. Pablo de tal modo nos lo aclara:

«Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente» (1 Co.2:14).

Lo animo lector, para que visite su estrambótica página, para que analice con atención (El blog de Armando López Golart: armandolopezgolart.wordpres.com) las magistrales quimeras que esta persona promociona con insolencia y descabello, y que requiere con prontitud unas atinadas clases de interpretación bíblica.

Para empezar mi obsesivo y fiero detractor, la interpretación de la profecía bíblica necesita bastante atención en sus palabras, es decir, en su contenido y en su gramática, que son los fundamentos o principios aprobados en cualquier campo de la interpretación bíblica. Deberá tenerse en cuenta la necesidad de conocer además el transfondo histórico del profeta y de su profecía, el sentido y el significado de los nombres propios, los eventos, las citas geográficas, las costumbres, la cultura, si el concepto mencionado aparece en otra parte de las escrituras, la evolución del pasaje bíblico: el contexto, para no romper con la armonía que demanda la profecía a tratar, cosa que usted ha puesto en el más infértil y desolado de los parajes. No pueden descuidarse, Armando, los componetes de la profecía; tener presente si éstos son locales o temporales, y sobre todo, para que se lo meta y ancle en su entelarañada y oblicua testa, deberá tomar la interpretación [literal] de la profecía como guía límite en la interpretación de las escrituras. ¿Vamos bien? Bueno. Si no, usted se lo pierde, Armando.

Para los verdaderos estudiosos de la Palabra de Dios (aprenda de ellos Armando), es bien sabido que la primera consideración con relación a la interpretación de la Biblia , como en todas las áreas de la misma, es que sea interpretada literalmente. El significado literal nos otorga un significado concreto, debido que el profeta se mueve en un entorno real, no en situaciones abstractas. Armando, la más gigantesca confirmación de que el método literal es el correcto para la interpretación de cualquier profecía se deriva de la apreciación del las profecías ya cumplidas. Ya que la profecía es indivisible, una unidad, en cuanto al tiempo, el método de interpretación utilizado para las profecías que tienen cumplimiento futuro irrebatiblemnte tendrá que ser también el literal. Armando: Todas las profecías que se han cumplido, no hay alguna que no se haya cumplido [literalmente]. En las profecías que no se han cumplido, las que se han cumplido ya vienen a funcionar como modelo (homogeneidad). Sabremos como se cumplirán las futuras profecías sabiendo como se cumplieron las pasadas. Las profecías concernientes al Cristo sufriente se cumplieron, al pie de la letra, con toda literalidad. No hay motivo alguno para creer que las profecías que están relacionadas con la segunda venida del Hijo del Hombre se cumplirán de otro modo. Inferimos sin problemas, que las dos resurrecciones, el reino de mil años de Cristo en la tierra, tienen que ser, sin más, literales.

Sr. Armando López Golart: el apóstol Pedro nos declara que «ninguna profecía es de interpretación privada» (2 P.1:20-21). Para que entienda lo que este santo hombre quiere decir, que ninguna profecía debe interpretarse con referencia [a sí misma]. Las demás partes son importantes, como quedó aludido un poco más arriba, para que el significado de la(s) profecía(s) sea coherente.

Armando López Golart:

No es posible mezclar los métodos de interpretación en el campo de la profecía bíblica, como acostumbra usted hacerlo (¡¡!!), según el color del cielo, según sus lunático talante. Debe usarse un método interpretativo congruente, desde el principio... hasta el fin.

Muchos se han equivocado en sus conclusiones por relegar los principios sanos de la hermenéutica. Usted, Armando López Golart, es vivo ejemplo de esto: sus deducciones imprecisas, por falta de capacidad espirtual y conocimiento teológico, lo tienen al borde de la eterna condenación, que le será dictaminada en el día de juicio, al menos que desista de tanta estupidez abrigada... con abyecta convicción. Eso, usted, lo decide.

Armando, solamente le exhorto a reivindicarse... se lo digo de todo corazón, créalo o no.

Dios bendiga a mis hermanoy amigos que nos visitan gratamente.

LA NOCIÓN DEL ALMA INMORTAL PARA LOS PADRES APOSTÓLICOS Y ANTENICENOS

martes, 13 de septiembre de 2011

LA INMORTALIDAD DEL ALMA: LA PRIMERA MENTIRA DEL DIABLO

En los mismos comienzos de la historia de la tierra, Satanás, habiendo asumido la forma de serpiente, le pronunció la primera mentira a Eva. Le dijo que si desobedecía el mandato de Dios de no comer del fruto del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, "No moriréis", aunque Dios le había expresamente advertido al hombre que "el día que de él comieres, ciertamente morirás" (Véase Gn. 3:4; 2:17). Satanás traicioneramente le aseguró a ella (otra mentira descomunal) que al comer la fruta "serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal" (Gn. 3:5). Amigos míos, ¿estamos todavía creyendo lo que dice el diablo? La Biblia establece claramente que Dios es "el único que tiene inmortalidad" (1Ti. 6:16). De hecho, la Biblia contiene además un número de Escrituras que prueban que el hombre mortal no recibe su inmortalidad hasta la segunda venida de Cristo—en ocasión de la resurrección (1 Co. 15:51-55; Juan 5:28,29). Ahora, por favor fijémonos en estas declaraciones inequívocas y autoritativas acerca del estado de los muertos en Eclesiastés 9:5 y 10: "Porque los que viven saben que han de morir; más los muertos nada saben....Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, a donde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría".

Recuerdo la primera vez que leí estas Escrituras. Inmediatamente me pregunté por qué había yo siempre creído que una persona muerta podía comunicarse conmigo a voluntad. ¿Sería este otro de los errores de la Iglesia Romana que los sacerdotes me habían inculcado? Al fin y al cabo, de acuerdo a la Biblia, ¿no son las sesiones espiritistas reuniones en las cuales el diablo trata de enviar mensajes funestos a personas incautas a través de un médium humano, quien supuestamente puede comunicarse con los presuntos espíritus de los muertos? La mayor de las sesiones espiritistas relatadas en la Biblia ocurrió cuando Saúl visitó a la Hechicera de Endor, descrita en las Escrituras como "una mujer que tenía un espíritu de adivinación"—eso es, una mujer que recibía mensajes de un ángel maligno que pretendía ser el "espíritu" de una persona muerta determinada, generalmente conocida por el indagador—y le pidió que le hiciera subir a Samuel de los muertos pues "Jehová no le respondió, ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas" (1 S. 28:6, 7). ¿De cuándo acá acude un hombre de Dios al diablo buscando consejo cuando el Señor explícitamente ha dicho: "No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios"? (Lv.19:31; véase también Is. 8:19, 20). La Biblia dice claramente: "No alabarán los muertos a Jehová, ni cuantos descienden al silencio", pues cuando un hombre muere, "sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos" (Sal. 115:17; 146:4).

Entonces, ¿por qué es que la mayoría de las personas, tanto cristianas como no cristianas, creen en la doctrina de la inmortalidad del alma? A mi parecer, el problema existe debido a una mala interpretación de las Escrituras. En Génesis 2:7, la Biblia dice: "Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fue el hombre en alma viviente". La palabra hebrea que ha sido traducida como "alma" en este pasaje es nephesh. Además de haber sido traducida 428 veces como "alma" en el Antiguo Testamento, nephesh también ha sido traducida como sigue: vida—119 veces; persona—29 veces; y criatura—19 veces. "No hay nada en las palabras traducidas como 'alma' o en su empleo en la Biblia, que siquiera remotamente implique una entidad consciente que sobrevive el cuerpo después de la muerte, o que atribuya inmortalidad a ella. Nephesh no es parte de la persona; ¡más bien es la persona!" (Bible Dictionary, por Siegfried H. Horn, Ph.D., p. 1061).

Creo que la confusión es el resultado de una interpretación equivocada de versículos como el siguiente: "Y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio" (Eclesiastés 12:7). Muchas personas tratan de usar este versículo para comprobar que el "alma" o "espíritu" es, por lo tanto, inmortal y que regresa a Dios al experimentarse la muerte. No obstante, según el concepto hebreo expresado en las Escrituras, el "espíritu" no es otra cosa que el aliento de vida que mantiene vivo al ser humano y el cual es un préstamo de parte de Dios que al fin regresa de vuelta al Gran Autor de la vida. Eso es precisamente lo que quiere decir Job 27:3—"...que todo el tiempo que mi alma esté en mí y que haya hálito de Dios en mis narices, mis labios no hablarán iniquidad". La palabra hebrea que se emplea para "espíritu" es ruach, la cual se define en el Léxico de Gesenio como sigue: (a) espíritu o aliento; (b) hálito de las narices; (c) soplo de aire. Cuando el espíritu, es decir, el aliento de las narices, regresa a Dios, entonces el cuerpo, formado originalmente del polvo de la tierra, cesa sus funciones normales y comienza su proceso de retorno a la tierra, su lugar de origen. El individuo ya carente de aliento o respiración deja de existir como ser viviente, consciente y pensante, y pasa a descansar al sepulcro hasta ser llamado por la voz de Cristo "en el día postrero" (Juan 6:39). "No os maravilléis de esto; porque vendrá hora, cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz, y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación" (Juan 5:28, 29). Los justos muertos se levantarán en ocasión de la segunda venida de Cristo y juntos con los santos vivos serán arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire (véase 1 Ts. 4:15-18), pero los muertos impíos no se levantarán hasta mil años después de la resurrección de los justos. "Mas los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años" (Ap. 20:5). ¿Cómo puede alguien "volver a vivir" sin haber primero experimentado la muerte?

Amigos, ya deben ustedes estarse preguntando: "¿Cómo puede estar viva la Virgen María cuando que la Biblia claramente dice que no hay ningún conocimiento en la muerte?" Para establecer mejor este punto, vamos a examinar unas cuantas citas bíblicas más que prueban que el hombre es mortal. En el libro de Job leemos: "En cambio el hombre muere y desaparece [espira, según Strong's Concordance], ¿y dónde estará? Como se evaporan las aguas en el mar, y el río se agota y se seca, así el hombre yace y no vuelve a levantarse. Mientras exista el cielo [el cielo se ha de replegar "como un pergamino que se desenrrolla" cuando Cristo regrese por segunda vez (Ap. 6:14)], no despertará ni se levantará de su sueño" (Job 14:10-12). Y como si esto no fuese lo suficientemente claro, Job sigue diciendo: "El hombre que muere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi vida esperaré, hasta que llegue mi liberación. Entonces llamarás, y yo te responderé..." (Job 14:14,15). Evidentemente la creencia de Job era que iba a dormir en el sepulcro hasta que Jesús lo llamara en la Mañana de Resurrección. (Véase también Job 17:13-16.) Después de todo, fue Jesús el que se refirió al estado de Lázaro en el sepulcro como un sueño. En ningún momento dio a entender que Lázaro había ascendido al cielo. Al contrario, declaró: "Nuestro amigo duerme, pero voy a despertarlo" (Juan 11:11). Luego, en Juan 11:23, Jesús le dice a Marta, "Tu hermano resucitará", a lo cual Marta respondió, "Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero". Jesús, ordenándole a Lázaro que saliera del sepulcro, dijo, "¡Lázaro, ven fuera!" (Juan 11:43), no "¡Lázaro, sube!" o, "¡Lázaro, baja!" Considero que la palabra sueño empleada por Jesús en lugar de muerte (la cual se refiere a la primera muerte) es un sinónimo muy apropiado porque ella se refiere a un estado transitorio del cual, según Daniel 12:2, todos "serán despertados: unos para vida eterna, otros para vergüenza y confusión perpetua" [esta es la segunda muerte; véase Apocalipsis 20:12-14].

El gran maestro, el apóstol Pablo, entendía claramente que él también dormiría en el sepulcro hasta la segunda venida de Cristo: "Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida [muerte] está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida [la de Cristo]" (2 Ti. 4:6-8). Pablo sabía, al igual que Marta, que no sería hasta la resurrección en el día postrero, en ocasión de la segunda venida de Cristo, que él recibiría la recompensa de la vida eterna y sería transformado de mortal a inmortal. No olvidemos que fue Pablo quien nos dejó dicho en la Sagrada Palabra que el hombre mortal no será dotado de inmortalidad hasta que suene la trompeta final que despertará a los justos muertos al venir Jesús por segunda vez: "He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos [porque algunos estarán vivos cuando Cristo venga]; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles [la Virgen María también], y nosotros seremos transformados, porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad" [por favor nótese que este cambio ocurre, no al morir la persona, sino en ocasión de la segunda venida de Cristo] (1.Cor. 15:51-53). En un pasaje anterior dentro del mismo capítulo de la epístola, Pablo había dicho: "Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre [Adán], también por un hombre [Cristo] la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida" (1.Co. 15:20-23).

Para afianzar más esta posición, examinemos ahora el ruego del ladrón crucificado junto a Jesús registrado en el capítulo 23 del evangelio de Lucas. El ladrón arrepentido, creyendo que Jesús era realmente el Hijo de Dios, "...dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino". A dicho pedido Jesús respondió diciendo: "De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lucas 23:42, 43). Aquellos que creen en la doctrina de la inmortalidad del alma, a menudo se refieren a este pasaje bíblico para probar que al fallecer la persona, su espíritu asciende inmediatamente al cielo. Pero vamos a examinar este pasaje más de cerca.

El Nuevo Testamento originalmente fue escrito en griego. Los amanuenses antiguos escribían sin dejar espacios entre palabras u oraciones y, por lo general, sin signos de puntuación, un estilo conocido como scriptio continua. Los espacios y los signos de puntuación fueron añadidos siglos más tarde. Siguiendo el orden de las palabras que aparecen en la última edición del New Testament Greek [Nuevo Testamento Griego publicado por las Sociedades Bíblicas Unidas, 4 a Edición Revisada, 1994], pero ignorando las comas provistas por sus editores, en español traduciríamos Lucas 23:43 de la siguiente manera: "Y le dijo a él: 'De cierto te digo a ti hoy conmigo estarás en el paraíso". Inmediatamente notamos la ausencia de la conjunción que añadida por las versiones en español. Sencillamente no aparece en el texto original. Realmente, todo lo que falta es determinar dónde va la coma. Para que este pasaje concuerde con la enseñanza bíblica y el concepto hebreo acerca de la naturaleza humana y el estado de los muertos, la coma debe ir después de la palabra hoy. Entonces, el versículo rezaría así: "Y le dijo a él: 'De cierto te digo a ti hoy, conmigo estarás en el paraíso".

También hay que tener en mente que Jesús no ascendió al cielo al morir por cuanto le dijo a María en la madrugada de su memorable resurrección:
"No me toques, porque aún no he subido a mi Padre" (Juan 20:17). Nótese además que esta declaración fue hecha dos días después de su muerte en la cruz. Del mismo modo, al ladrón arrepentido le fue dada aquel día [Viernes Santo—el día de la crucifixión], la seguridad de la vida eterna y un lugar en el paraíso, pero él, como el resto de los justos, no recibiría su recompensa hasta que Jesús venga por segunda vez. (Véase Ap. 22:12.)