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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

lunes, 25 de enero de 2010

Heb. 10:1 DICE QUE EL HIJO DE DIOS PUSO LOS CIMIENTOS D ELOS CIELOS Y LA TIERRA


Por Anthony Buzzard

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Hay tres “textos de prueba” dirigidas hacia el Hijo en Heb 1.8-13. No hay ninguna indicación en el texto que se refieran a alguien más que al Hijo. El v. 8 comienza: “Pero del Hijo [Dios] dice:…” A continuación hay 3 diferentes citas. La serie termina con el v. 13 que prueba que Jesús no fue un ángel: “Pero, ¿a cuál de los ángeles [Dios] ha dicho jamás…?” Sal 110.1 después es citado como refiriéndose al Hijo, Jesús.

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Gran parte de Heb 1 compara al Hijo de Dios con ángeles, demostrando que el Hijo nunca fue un ángel y es superior a ellos. ¡Esto demuestra que el Hijo no puede ser Dios! No es necesario demostrar que Dios es superior a los ángeles. Es algo obvio. Igualmente claro es el hecho de que el Hijo no puede ser un ángel o arcángel, como lo creen los Testigos de Jehová. ¡Tanto los ángeles, como los arcángeles, son ángeles! Jesús nunca fue un ángel, ya que los sumos sacerdotes son “escogidos de entre los hombres” (Heb 5:1). Y los santos ángeles son inmortales (Lu 20:36), lo que haría la muerte de Jesús, el Hijo, algo imposible.

.Entonces, ¿qué de Heb 1.10? ¿En qué sentido es el Hijo el fundador de los cielos y la tierra? ¿Cómo puede ser esto ya que Jesús nunca declaro ser el creador y no fue Jesús, sino Dios, quien descansó el séptimo día (Heb 4:4)? “Dios [no Jesús] los hizo varón y hembra» (Mar 10:6) y “El Señor Dios [no Jesús] formó al hombre del polvo de la tierra” (Gen 2:7). 50 textos dicen que Dios, Padre, ha creado los cielos y la tierra. Lu 1:35; Mat 1:18, 20; 1 Juan 5:18 (no en la RV) dicen que el Hijo no existía hasta que fue creado/engendrado en María. ¿Era Jesús ambo 6 meses más joven que Juan el Bautista y miles de millones de años mayor? ¿Tenía Jesús 30 años de edad cuando comenzó su ministerio público y, sin embargo, en realidad miles de millones más 30 años de edad? ¿Qué parte de Jesús era 30 y qué parte era miles de millones de años de edad? Jesús no puede ser dividido de tal manera o partido en 2. María concibió a un ser humano. Ella no concibió a un ángel. Ella no dio a luz a Dios. No dio a luz una “naturaleza impersonal humana”, como lo dice la teoría Trinitaria. María dio a luz a un lineal, biológico Hijo de David. Ya que esto lo hubiera descalificado como el Mesías.

.Dios no puede ser engendrado y el Hijo de Dios fue engendrado. El Dios inmortal (1 Tim 6:16) no puede morir. El Hijo de Dios murió. Dios no puede ser tentado (Santiago 1:13), pero el Hijo de Dios fue tentado. Al no observar estas diferencias categóricas es tirar las instrucciones preciosas de la biblia.

.Heb 1:1-2 dice que Dios no habló a través de un Hijo en la época del AT. El v. 2 también dice que Dios hizo los siglos a través de Jesús. Esto podría referirse a futuros siglos o puede referirse a Jesús como la razón por la cual Dios hizo a toda la creación. Heb 1:5, citando la profecía de Sal 2.7, habla de la existencia venidera de Jesús, el Hijo: “Hoy te he engendrado”. El mismo verso habla de la promesa de 2 Sam 7:14, dada mil años antes del nacimiento de Jesús, donde Dios “será un Padre para él, y él será un hijo.” Esa promesa fue dada a David como refiriéndose al Mesías que estaba por venir. El comienzo de la existencia del Mesías, es el momento cuando Dios viene a ser Padre del Mesías. Hech 13:33 se refiere también al comienzo de la existencia de Jesús, quien es levantado (no por segunda vez, como erróneamente es traducido en la Versión Inglesa de la King James) y el v. 34 alude a su resurrección. El mismo comienzo del Hijo es exactamente lo que encontramos en Luc 1:35; Mat 1:20 (“lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”).

.Isa 44:24 dice que Dios, solo, sin ayuda, creó los cielos y la tierra de Génesis. Él estaba totalmente solo. “¿Quién estaba conmigo?” En el momento de la creación de Génesis no había ningún Hijo con Él (cf. Heb 1:1-2).

.Dios no habló en un hijo hasta el NT. Entonces, quien dijo, ¿”hágase la luz”? Sería una clara contradicción de Heb 1:1-2 decir que era el Hijo. El Dios del AT es muy distinto que Su único Hijo. Este tuvo su genesis en Mat 1:18 (“el nacimiento-genesis de Jesús fue así”). ¡La Biblia se convierte en un libro de acertijos incomprensibles si Dios tiene un hijo antes que lo trajera a existir! Luc 1:35 describe cómo el Hijo de Dios vino a existir. Fue engendrado. El engendrar en la Biblia y en nuestro lenguaje es una palabra que, más que toda otra palabra, denota un antes y después. Por lo tanto, el Hijo tuvo un comienzo. Hubo un tiempo antes de que fuera engendrado, antes de que existiera. Si ya existía, estos testimonios en Mat 1; Luc 1 son tonterías. María dio a luz a un ser humano y no a Dios o a un ángel. De madres humanas nacen seres humanos. No cabe duda que María no sólo dio a luz una “naturaleza humana” y esta “naturaleza humana”, como el hijo de María, no sería el descendiente de David y, por lo tanto, el Mesías.

.La noción de que el Hijo de Dios, en realidad también es Dios, hiciera una farsa de toda su lucha en obedecer a Dios y ser el modelo y Salvador para nosotros. El objetivo de un Sumo Sacerdote es que debe ser seleccionado de entre los hombres (Heb 5:1). Él es el “hombre [anthropos-ser humano] Mesías Jesús” en contraste con su Padre (1 Tim 2:5). El Padre en Juan 17:3 es “el único que es Dios.” Si Dios es el único que es Dios, nadie más puede ser Dios sino el Padre.

.Esto es exactamente lo que Pablo declara cuando ensaya el credo en 1 Cor 8: “No hay ningún Dios excepto el único Dios Padre” (combinando vv. 4, 6).

.Si el hijo fuera Dios, hubiera 2 Dioses. Llamarles a Jesús Dios y al Padre Dios no es monoteísmo, por más que esta etiqueta sea aplicada [por el trinitario[1].

.La complicación de Heb 1:10 es debido al hecho de que el escritor cita Sal 102 de la versión griega (LXX[2]) y no la versión Hebrea. La LXX tiene un sentido completamente diferente en Sal 102:23-25. Introduce pensamientos que no se encuentra en el texto Hebreo. La LXX dice: “Él [Dios] le respondió a él [suplicante]…Dime [Dios hablando al suplicante]… Tú, Señor [Dios refiriéndose a alguien más quien le llama 'señor']“. Sin embargo, el texto Hebreo dice “Él [Dios] debilitó mí fuerza… Yo [el suplicante] dije, Dios mío…” [RV]

.Por lo tanto, la LXX introduce a un segundo señor a quien Dios se dirige: “En el comienzo fundaste la tierra y los cielos son las obras de tus manos” (v. 25). El escritor a los Hebreos tenia ante el abierto la versión griega del AT y no el Hebreo (como que hoy en día alguien cite la NVI en lugar de la RV). El erudito Americano F.F. Bruce en el Nuevo Comentario Internacional sobre Hebreos explica:

. “En el texto de la Septuaginta la persona a la que estas palabras ["desde antigüedad fundaste la tierra"] se refieren es explícitamente mencionada como “Señor”, siendo Dios quien le llama así. Mientras que en el texto hebreo el suplicante es el altavoz desde el principio hasta el final del salmo, en el texto griego su oración llega a su fin con v. 22, y las siguientes palabras leen así: “Él [Dios] le contesto [al suplicante] en el camino de su fuerza: «Declarame mis cortos días: Traedme no en medio de mis días. Tus [el suplicante] años son a través de todas las generaciones. Tú, Señor [el suplicante, considerado como el Mesías por Hebreos], en el principio fundaste la tierra.”[3] Ésta es la respuesta de Dios al suplicante; ofreciéndole que reconozca el tiempo acortado de Dios (para la restauración de Jerusalén, como en el v. 13) y no pedirle a Él [Dios] actuar cuando el tiempo ya establecido esta por medio vencimiento, mientras que Él [Dios] le asegura [al suplicante] que él y los niños de su siervos serán preservados para siempre…

. [El erudita] Bacon sugiere que en el hebreo, así como en el griego, el texto de este salmo formo una base para la escatología mesiánica, en particular su referencia al “acortar” los días de Dios, ej., el período destinado a transcurrir antes de la consumación de su propósito [la llegada del, aun, futuro Reino mesiánico sobre la tierra]; el encontró aquí en el AT la base para Mat 24:22, 13:20; Mar 13.20 y Ep. Barn[4] (“corno dice Henoch; pues el Dueño [Dios] abrevió los tiempos y los días, a fin de que se apresurase su Amado y venga a su heredad.’”)…”

. ¿Pero a quien (el lector cristiano de la LXX podría preguntarse) le puede Dios estar hablando con estas palabras? ¿Y a quien, el mismo Dios, se dirige como “Señor”, como el fabricante [o fundador] de la tierra y el cielo?[5]

. Al leer la LXX el escritor de Hebreos ve una clara referencia a los cielos y la tierra nueva del futuro Reino de Dios y mira a Dios dirigiéndose al Señor mesiánico en conexión con las profecías del resto de Sal 102, quien hablan de “la generación venidera” (v. 18) y de la hora establecida por YHWH para levantar a Sión y aparecer en Su gloria.

. El articulo importante del erudito B. W. Bacon (citado por Bruce arriba) da énfasis al hecho que “la palabra ‘señor’ es totalmente ausente del texto hebreo [y sus traducciones] de Sal 102.25.” Pero sí aparece en la LXX citada por Hebreos:

.“[Con la traducción del LXX, “le contesto a él"], todo el pasaje al final del salmo se convierte en la respuesta de YHWH al suplicante, quien consecuentemente aparece dirigido como Kurie [señor] y creador de los cielos y la tierra…En vez de entender el verso como una queja por el salmista en acortar sus días antes de tiempo, LXX y la Vulgata entienden el anuncio coma la respuesta de YHWH a los ayees del salmista que El [Dios] va a intervenir para salvar a Sión, porque “es tiempo de tener piedad sobre ella, sí, el tiempo ha llegado” (v. 13). Está prohibido reconocer (¿o prescribir?) del corto tiempo establecido por YHWH y de no convocar cuando aun no ha ni expirado medio tiempo. Por otra parte, él [señor Mesiánico] se le promete que los niños de sus siervos permanecerán para siempre.”[6]

. Este es exactamente el punto y sólo puede hacerse evidente cuando vemos que 1) el escritor de Hebreos esta leyendo de la LXX, no del texto hebreo, encontrando allí una maravillosa profecía del siglo venidero (Reino, la restauración de Israel) el cual encaja exactamente con el contexto y que 2) hay un Señor Mesiánico a quien le habla YHWH e invitado a iniciar el fundamento de los cielos y la tierra, el nuevo orden político en Palestina, tal y como dice Isa 51:16. Este es probablemente el mensaje que el escritor de hebreos quiere transmitir acerca de la superioridad de Jesús sobre los ángeles. Jesús es el fundador del nuevo orden venidero del Reino [Milenio]. El escritor a los Hebreos nos dice expresamente en 2.5 que se trata de la tierra habitada del futuro “la cual estamos hablando.”

.Cuando la diferencia de la LXX se explica, esto realmente no es difícil de entender. Ambos Sal 102; Heb 2:5 y, por lo tanto, todo el primer capítulo de Hebreos se refiere a la nueva orden de cosas iniciadas por Jesús y no importaría si la viéramos también como la nueva orden iniciada por su ascensión (“Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra”, Mat 28.18), o en la segunda venida.

.Todo el Sal 102 es acerca la nueva era de la restauración y el Reino de Jerusalén en el milenio (véase vv. 13-22). La mirada del escritor esta en vista a la restauración de la ciudad cuando Dios aparezca en Su gloria (v. 16). El Salmo está escrito para la “venidera generación” (v. 18) y la nueva población creada en el futuro del Reino sobre la tierra. Hebreos no está hablando de la creación de Génesis, pero la “venidera economía” (2.5).

.Isa 51.16 confirma esta explicación. Habla sobre un agente de Dios en quien Dios pone sus palabras en su boca la cual usa para plantar “los cielos, echando los cimientos de la tierra” [RV1995]. El Word Biblical Commentary [Comentario de la Palabra Bíblica] dice:

.“Eso no tiene sentido si se refiere a la creación original [Génesis]… En los otros casos, Dios actúa por sí solo, usando ningún agente. Aquí al que El ha escondido en la sombra de su mano es su agente. Cielos y la tierra aquí se deben referir metafóricamente a la orden total en Palestina, cielos refiriéndose a la amplia estructura general del Imperio, mientras que la tierra es la orden política en la propia Palestina.”[7]

.Así que, ambos Sal 102 (LXX) y en Isaías el Mesías es el agente quien Dios utilizará para establecer el nuevo orden político [“tú afirmaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos”] del venidero siglo. Heb 1:10 es una profecía, escrita en sentido pasado (como acostumbran ser las profecías), pero refiriéndose a la “tierra habitada del futuro acerca de cual estamos hablando” (Heb 2.5). Esa es la preocupación en Heb 1:10. Jesús es el “padre de la era venidera” (Isa 9:6, LXX).

.Por último, en Heb 9:11 el escritor habla de “los bienes venideros [futuros]“, como cosas “no de esta creación”. Esto quiere decir que las cosas que están por venir son de la futura y nueva creación (véase Heb 2.5). Esa creación está llevándose a cabo desde que Jesús fue exaltado a la diestra de Dios, donde el ahora es co-creador, bajo El Padre, de la nueva creación, teniendo “toda autoridad en el cielo y en la tierra” (Mat 28.18). Aun el siglo del futuro milenio también será reemplazado por una nueva renovación de los cielos y la tierra (Ap. 20:11, 21:1).

.Una vez más, escatología es el gran factor en la revelación de la verdad. Dios tiene una nueva creación en [Cristo] Jesús y vamos a ser nuevas criaturas en Cristo (2 Cor 5:17). El mundo será renacido y vendrá bajo la supervisión de Jesús y sus seguidores (Mat 19.28, etc.). Tenemos que resistir la tentación de estar mirando hacia atrás a Génesis cuando todo el libro de Hebreos nos ofrece ver hacia adelante a la “tierra habitada del futuro” (Hebreos 2.5). Tenga en cuenta que en varios lugares Hebreos habla de la redención eterna, la herencia, pacto, juicio, salvación y espíritu “de la era [venidera]” (aionios). Aionios se refiere a la era del Reino venidero y no sólo a eternidad. Cristianos hoy en día reciben este “Espíritu Santo de la promesa” (Efe 1:13, RV).

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[1] “Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso…” Credo de Niceno Constantinopolitano, 381DC. Ed.


[2] Mejor conocida como la Biblia de los LXX (70), o Septuaginta, representa la más antigua e importante entre las colecciones de textos y escritos sagrados judíos, bastante más antigua que la Tanach judía palestina conjuntamente con la cual constituye la fuente para el AT de las Biblias cristianas.


[3] La razón por las diferentes traducciones, entre el griego y hebreo, son los puntos vocales del hebreo. Su sentido puede ser modificado si los puntos vocales son cambiados y a veces no es claro cuál de los sentidos es el correcto. Por lo tanto, en el hebreo el significado de innah es “Él [Dios] inflicto” (v. 23), pero la LXX repunta los mismos consonantes hebreos como anah, que significa “Él [Dios le] respondió [a él].” De manera que en la LXX Dios le responde al que esta orando y llamándole a esa persona “señor”. LXX añade “señor” en el v. 25. A continuación, el hebreo tiene omar eli (“Yo dije, Dios mío”, v. 24). Pero la LXX lee estas consonantes como emor elai (“Dime a mí”, v. 23b, ej., la persona que está orando es mandado por Dios a decirle a Dios). La idea es que se le pide a Dios acortar los días que deben transcurrir antes de que el Reino venga (cf. Mat 24:22). Sal 102 es en gran parte sobre la era venidera y la restauración de Israel en el Reino futuro y así totalmente apropiado como prueba de texto para Heb 1 con respecto a lo que el Hijo está destinado a hacer en el futuro, su papel en la nueva creación y no la creación de Génesis. ¡Este sentido es reversado cuando se usa para apoyar ideas no bíblicas de que Jesús era el Creador en Génesis!

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[4] Epístola de Barnabas, un tratado cristiano de 22 capítulos, escrito en griego, con algunas características de epístola, preservado en el Codex Sinaiticus del siglo 4, donde aparece al final del NT. Tradicionalmente es atribuida a Bernabé, colaborador y compañero de Pablo de Tarso, mencionado en el libro de Hechos; también ha sido a otro cristiano notable, Barnabas de Alexandria, o a cualquier pedagogo cristiano desconocido.


[5] F.F. Bruce, Epístola a los Hebreos [The Epistle to the Hebrews], Nuevo Comentario Internacional del Nuevo Testamento [New International Commentary on the New Testament), Eerdmans, 1990, p 62-63.


[6] B.W. Bacon, “Heb 1:10-12 y la prestación de la Septuaginta sobre Sal 102.23 [“Heb 1.10-12 and the Septuaginta rendering of Ps. 102:23”], Zeitschrift für die Neutestamentliche Wissenschaft 3, 1902, p 280-285.


[7] Word Biblical Commentary: Isaiah 34-66, Word Books, 1987, 212

ESCUCHANDO EL EVANGELIO ORIGINAL DE JESUS Y SU REINO


¿Recuerdas el juego de “Teléfono” cuando eras un niño? Tú le susurrabas una frase corta al niño sentado junto a ti, que a su vez, susurraba al siguiente niño. Siempre fue divertido oír el resultado final, porque AL final de la línea veíamos cómo la frase original había cambiado por el tiempo que había pasado a través de una docena de orejas y bocas pequeñas.

Así también ha sido con el Evangelio de Cristo. Hoy, si uno le pregunta a alguien lo que es el Evangelio, tú podrás escucharlo definido así: “El Evangelio es la buena noticia de la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo, que provee la liberación total y gratis del poder y la pena del pecado de acuerdo con la sola gracia de Dios a través de la fe en Jesucristo”, como se menciona en un sitio web que me encontré cuando buscaba información en Google sobre “¿Qué es el Evangelio?”

En el juego de teléfono, a veces el mensaje que resulta sale similar (no igual) al original, pues de alguna manera está cambiado, adaptado o ha perdido alguna parte integrante de su composición. Propongo hoy, que la Iglesia, algunos de sus líderes y sus seguidores, hayan tomado, con el tiempo, lo que era el Evangelio que Jesús y Sus Apóstoles predicaron, pero que de alguna manera perdieron un poco de su sentido y foco original. ¡Con el tiempo, en la narración y el intercambio del mismo, el Evangelio que comúnmente oímos hoy, puede estar omitiendo un pedazo muy significativo que resultan ser buenas y emocionantes noticias!

Strong define Evangelio (euaggelion) como “las buenas nuevas del reino de Dios que pronto será establecido, y también de Jesús, el Mesías, el fundador de este reino. Después de la muerte de Cristo, el término incluye también la predicación sobre (o concerniente) a Jesucristo como habiendo sufrido la muerte en la cruz para conseguir la salvación eterna de los hombres en el reino de Dios, pero como resucitado y exaltado a la diestra de Dios en el cielo, y desde allí regresar en majestad para consumar el reino de Dios”.

Es a la vez verdad y muy importante que el mensaje del Evangelio incluya que Jesús murió y resucitó por nuestros pecados. Esto es todo lo acordado! Sin embargo, la otra parte del Evangelio que se ha abandonado del mensaje es esa importante palabra (logos) que Jesús predicó: el Reino de Dios. ¿Quién ha oído alguna vez predicar a un pastor de que el Evangelio es acerca el Reino de Dios, y de cómo podemos entrar en él para conseguir la vida eterna en el siglo venidero? La próxima vez que oiga de un ministro, evangelista de televisión o a un amigo suyo predicar el mensaje del “Evangelio”, escuche con atención! ¿Menciona el predicador la venida del Reino de Dios a la tierra?

Sólo estoy sugiriendo que nuestra forma de definir el mensaje del Evangelio se ha diluido, acortado, y hasta adaptado a algo que no es radicalmente diferente, pero lo suficiente cambiado con el correr del tiempo, que simplemente se ha convertido en un mensaje diferente a lo que Jesús y la iglesia primitiva estaban predicando y proclamando.

En Marcos 1:14-15, Jesús vino a Galilea predicando el Evangelio de Dios, y diciendo: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; arrepentíos y creed en el Evangelio.” Lucas 8:11 dice que Jesús “comenzó a hablar con ellos sobre el Reino de Dios.” Jesús no estaba predicando su muerte y resurrección como el evangelio durante su ministerio, sino más bien la predicación de la buena noticia de un reino venidero donde no habría fin de la paz, en donde Jesús, como el Ungido (Mesías, Cristo), se sentaría sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y justicia. (Isaías 9). Jesús predicó esta buena noticia a los afligidos, a los quebrantados de corazón, para publicar libertad a los cautivos y la libertad a los presos, para consolar a todos los que lloran, y hacerles saber que el tiempo de la justicia y la rectitud estaba cerca! Esta fue una buena noticia, por cierto! El enseñó a arrepentirse y ser salvos, para entrar en el Reino y la vida eterna en el siglo venidero. Jesús nos enseñó que nosotros heredaríamos la tierra, que veríamos a Dios y Su misericordia, y que seríamos llamados hijos de Dios. El enseñó cómo sería el Reino de Dios y lo que debíamos buscar (Mat. 6:33) y nos mandó para que nos prepararemos para saber cuándo se cristalizarían su venida y la consumación de la edad.

Te reto hoy, que para eliminar la tradición, retires la confusión y la distorsión del mensaje original y vuelvas a las palabras de Jesús (el autor y consumador de nuestra fe) y examines cuidadosamente lo que fue el evangelio original realmente. Como dijo Jesús en Lucas 8:8, “El que tiene oídos para oír, que oiga.” Y en el versículo 10, Jesús dijo a sus discípulos: “A vosotros se os ha concedido conocer los misterios del Reino de Dios, pero para el resto, en parábolas, para que viendo, no puedan ver, y oyendo, no entiendan”. En Mateo 13:14-16, Jesús cita Isaías 6:9, “De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane. Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.”.

En lugar de confiar en lo que siempre has oído, volvamos a la Escritura y a las palabras que Jesús habló y escúchalas. Oro de que veamos con nuestros ojos, y escuchemos con claridad con nuestros oídos las palabras de Jesús hoy y entendamos con nuestro corazón el Evangelio del Reino de Dios!

“Y este evangelio del reino será predicado en todo el mundo para testimonio a todas las naciones y entonces vendrá el fin.” Mateo 24:14.

LA DIFERENCIA ENTRE DIOS Y EL HOMBRE EN EL SALMO 110:1 (UN PROBELMA PARA EL TRINITARISMO)


¿Qué hay en un punto de vocal?

Anthony Buzzard

(Traducido por Ingº Mario Olcese, Apologista)


”La forma Adoni (« mi señor »), un título real (I Samuel 29:8), debe ser distinguida cuidadosamente del título divino Adonai (“mi Señor”) utilizados de Yahvé” (International Standard Bible Encyclopedia, ”Señor,”, p. 157).

“Señor en el Antiguo Testamento se utiliza para traducir ADONAI cuando se aplica al Ser Divino. La palabra [hebrea] … tiene un sufijo [con especial señalamiento] supuestamente en aras de la distinción” (Diccionario Hastings de la Biblia, “Señor”, Vol. . 3, p. 137).

“Adonai y Adoni son variaciones de señalamiento para distinguir la referencia divina de los humanos” (Léxico hebreo e Español del Antiguo Testamento, Brown, Driver, Briggs, bajo adon).

Las dos formas de Adon – Adonai Versus Adoni

Favor de considere cómo funciona el lenguaje. En castellano no tiene dificultad en reconocer la diferencia entre ÉL y ELLA. Hay una diferencia. Usted reconoce también una gran diferencia entre dios (d minúscula) y Dios (con G mayúscula). ¿Qué hay de “empleador” y “empleado”? Una letra hace toda la diferencia. En hebreo las palabras para él y ella sólo contienen una diferencia en el sonido de la vocal – Hoo (él) y Hee (ella).

Pocas preguntas podrían ser de mayor importancia que saber quién en la Biblia tiene derecho a ser llamado Dios (mayúscula).

En hebreo hay una palabra para “señor”. Es ADON. Esta palabra se refiere 300 veces a los señores humanos (superiores) y 30 veces AL Señor, es decir, Dios mismo.

Hay dos formas muy especiales de esta palabra ADON. A veces, las letras-AI se añade al final, dándole la palabra Adonai (a veces escrito ADONAY). Esta palabra es conocida por el público porque rima con El Shaddai en la conocida canción. El Shaddai es otro nombre para el Dios único. ADONAI significa “el Señor Supremo” y está reservado para Dios. La palabra ADON también puede tener la letra-I añadida a la misma, dando la forma Adoni (que se pronuncia Adonee) y se utiliza para los superiores humanos – no para Dios.

El Salmo 110:1 en el Nuevo Testamento

Ahora, en el Salmo 110:1 tenemos un verso único. Este verso aparece en el NT 23 veces. (Salmo 110:4 es citado o referido a otro 10 veces.) La importancia de estos versículos se muestra por el hecho de que no hay otros versos que se acercan a ese número de alusiones / citas en el NT. Muchos versículos son citados una vez o dos veces en el NT. Pero estos versos – Sal. 110:1, 4 – se mencionan 33 veces! Sal. 110:1 es la clave para la identidad de Dios y de Jesús, y para la venida del Reino (el corazón del Evangelio, Lucas 4:43, Hechos 8:12, etc)

Jesús mismo citó a Sal. 110:1 (como se informa en Mateo, Marcos y Lucas) como el verso que puso fin a los argumentos en contra de las autoridades religiosas de su tiempo, los fariseos (ver Mat. 22:41-46). El Salmo 110:1 es citado en el NT de la siguiente manera:

Jesús: Mateo. 22:44; Mateo. 26:64, Marcos 12:36, Marcos 14:62, Marcos 16:19; Lucas 20:42, 43; Lucas 22:69.

Pedro (Lucas), Hechos 2:33, Hechos 2:34-36 (en este versículo Pedro introduce el cristianismo a la multitud en Pentecostés y nos dice que Jesús ha sido hecho “Señor”, sobre la base de Sal. 110:1); Hechos 5:31; Hechos 7:55-56.

Pablo: Rom. 8:34, I Cor. 15:25; Ef. 1:20; Ef. 2:6 Col 3:1, Heb. 1:3, Heb. Hebreos 1:13. 8:1; Heb. 10:12-13; Heb. 12:2.

Pedro: I Ped. 3:22. Jesús: (Juan) Rev. 3:21.

Este salmo cubre toda la gama del Nuevo Testamento y que Jesús es registrado como citándolo no menos de 8 veces. Es uno de los favoritos de “texto de prueba” de los cristianos NT.

El Salmo es un oráculo divino especial. El texto dice (Salmo 110:1): “El oráculo de Yahvé (Jehová) a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies”.

El primer “Señor” es la palabra Yahweh que aparece en muchas versiones en español como Señor (todas mayúsculas).

El señor segundo es Adoni (mi señor). Ya hemos señalado que la palabra hebrea ADON (Señor) tiene una terminación especial en él cuando se refiere a un solo Dios – ADONAI (449 veces en el Antiguo Testamento). Pero cuando la palabra tiene el final “I”, es decir, Adoni (adonee), nunca se refiere a Dios, sino siempre a un ser humano superior (a veces un ángel). Así sabemos que el Mesías no es Adonai (Dios), sino el ser humano superior de David, el Señor de David, Adoni.

Este salmo se creía que era un oráculo mesiánico, tanto para Jesús y para los rabinos de su época. Jesús sabía que él, el Mesías, era el Señor de David, así como el hijo de David. Los fariseos no estaban dispuestos a reconocer a Jesús como el Señor de David, a pesar de que sabían que era un descendiente de David.

El idioma hebreo es preciso y los rabinos siempre mantuvieron el nombre del único Dios en el más alto respeto. Por eso, ellos reservaban la forma ADONAI sólo para Dios. (los Judios hasta este día leen la palabra ADONAI cuando vienen al nombre personal de Dios – Yahweh. Nadie sabe exactamente cómo esa palabra debe ser pronunciada. Los Judios dejaron de mencionarlo alrededor del 300 aC.)

El ejemplo de un caso similar – AVEER Versus Abeer

El Antiguo Testamento tiene pequeñas maneras de distinguir las palabras, que tienen una importancia trascendental en términos de su significado. Déjeme darle otro ejemplo. La palabra AVEER (= fuerte o poderoso). Del Nuevo Diccionario Internacional de Teología y Exégesis del AT, vol. 1, p. 232: “Se cree que la razón por la cual el Antiguo Testamento tiene dos formas del adjetivo AVEER es que los guardianes del texto (Masoretas) deseaban distinguir el uso de la palabra cuando es aplicado a Yahweh de su uso en otros contextos… “

Cuando no se utiliza de un solo Dios, la forma tiene un punto adicional dentro de la ‘V’ y luego se pronuncia Abeer…ABEER (con el punto) se refiere siempre a un hombre poderoso, a veces a la “dureza de corazón”, una vez a un ángel y a veces a un toro o un caballo poderoso.

La falta de un punto hace una gran diferencia. AVEER se refiere a Dios. Abeer es una referencia no-divina.

Lo mismo ocurre con las formas de Señor, Adonai y Adoni. ADONAI está reservado sólo para el único Dios. Ningún ser humano es dirigido como Adonai. Por otra parte Adoni (adonee) está reservada para los superiores humanos. El Mesías es llamado Adoni, el Señor de David, pero nunca ADONAI, el Dios único.

Ahora, tome nota de este hecho interesante. La versión KJV siempre escribió ADONAI como “Señor” (con ‘S’ inicial mayúscula). Ella escribió Yahweh como “SEÑOR” (toda la palabra con mayúsculas). Con respecto a Adoni, en 194 ocasiones LA KJV escribió Adoni como Señor (con “s” pequeña) o amo. Pero sólo en una ocasión rompió su propia regla y uso una mayúscula en Señor, en Sal. 110:1. Pero la palabra no es ADONAI, sino ADONI. La RV (VR) corrigió el error y escribió “señor” (con minúsculas).

Sólo uno es Dios

Jesús es ADONI el Mesías, no ADONAI, el Dios único. El Dios Único es una sola persona. ¿Cómo sabemos esto (aparte de Sal. 110:1)? El único Dios del monoteísmo hebreo (el monoteísmo de Jesús, Marcos 12:28 y sig.) es descrito por los pronombres personales en singular (“yo, él, tú, tú, mi, su”) miles y miles de veces .

El Dios Unico es distinguido como ADONAI (449 veces) de Adoni, un señor humano, (195 veces). Esto da 644 oportunidades para ver la diferencia entre Dios y el hombre, basados en la palabra “señor”. El Mesías, Hijo de Dios, es designado como Adoni, no Adonai.

Los pronombres personales singulares siempre te dicen un simple hecho. Ellos describen a un ser que es una persona, no dos o tres. Dios es singular y una única persona.

“Hay un solo Dios, el Padre” (Pablo, I Cor. 8:4, 6). Hay dos señores (Salmo 110:1) El Padre es el único Dios y Jesús es el Señor MESÍAS, el Hijo de Dios (Mateo 16:16). La creencia de que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios es toda la cuestión del Evangelio de Juan (Juan 20:31). También es el punto entero de toda la Biblia. Y Jesús describe Al Único Dios, su Padre, como “el único Dios verdadero” (17:3) y “el único que es Dios” (5:44). “Aquel que es Dios” es otra manera de decir “el único que es Dios”. Jesús estaba hablando acerca del Padre. Si el Padre es “el único que es Dios”, y Jesús es una persona diferente, Jesús no puede ser el único Dios.

¿Creemos con Jesús que el Padre es “el único que es Dios”? (Juan 5:44, 17:3)

El Padre es llamado Dios 1326 veces en el NT. La palabra “Dios” se utiliza de Jesús dos veces (por algunos). Pero no olvide que en el mundo del siglo I dC los seres humanos elevados a veces eran llamados “Dios”. Esto es también verdad en la Biblia. Los jueces de Israel fueron llamados “dioses” (Sal. 82:6). Jesús usó este verso para demostrar que él estaba afirmando ser el Hijo de Dios, no Dios mismo (Juan 10:34-36).

El Salmo 2 es un perfecto paralelismo con el Salmo 110:1. En este salmo el Señor un Dios habla a “MI REY/ MI HIJO. Esa persona, que es tan distinto de Yahweh como cualquier hijo es distinto de su padre, también llamado” El Mesías del SEÑOR. “El Jesús de la Biblia es: el Hijo del Dios único, “el Señor Mesías” (Lucas 2:11), “El Mesías del Señor” (Lucas 2:26). Tenga en cuenta que en el NT Dios es llamado “el Dios de nuestro Señor Jesucristo” (Efe 1:3, etc.) que debe mostrar que Jesús y su padre no son co-iguales. Hay un Señor Dios y un Señor Mesías.

En la Escritura Jesús y su Padre son personas independientes, que trabajan en la más estrecha armonía. El Mesías es el Hijo obediente al Padre. Su padre es el único Dios (Juan 17:3).


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