Datos personales

Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

miércoles, 30 de abril de 2008

¿ES JESÚS UN DIOS OMNIPRESENTE?

Por Ing. Mario A Olcese (apologista)

Muchos me escriben para decirme que Cristo es Dios porque es omnipresente, un atributo que sólo goza a un ser divino. En apoyo a esta propuesta nos presentan la declaración de Cristo, que dice: “Porque donde están dos ó tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos (Mateo 18:20). En este pasaje Jesús está diciendo que él está en medio de dos o más personas que se reúnen en su nombre, dando así la impresión de que él es omnipresente al estar presente en espíritu en las diferentes reuniones cristianas del mundo. Pero me pregunto: ¿es qué Jesús baja del cielo para estar presente en cada reunión cristiana y en medio de sus discípulos en la tierra?¿Acaso no dice la Biblia que Cristo ya está presente en cada uno de sus discípulos, morando su espíritu en sus corazones? (“Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre” Gál. 4:6). ¿Cómo puede Jesús simultáneamente estar en medio de ellos y en sus corazones?

El Espíritu de Cristo

Así como Pablo dice que “Dios envió el Espíritu de Su Hijo a nuestros corazones (Gál. 4:6), él también nos dice: “Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado”. Es decir, Pablo contrasta el espíritu de Cristo dado por Dios, y que es de Él, con el espíritu del mundo. Así que hay gente que tiene el espíritu de Cristo y gente que tiene el espíritu del mundo. ¿Pero cómo alguien puede tener el “espíritu del mundo”?¿Tiene el mundo un espíritu? Obviamente no de manera literal. Creo que tener “el espíritu del mundo” es equivalente a tener “la mente del mundo”, y tener “el espíritu de Cristo” es tener la mente de Cristo (1 Cor. 2:16). Es pues el “espíritu de Cristo” en nuestros corazones el que nos hace tener su mente (“la mente de Cristo”).

¿Fue Pablo un Dios Omnipresente?

Pablo les dijo a los colosenses lo siguiente: “Porque aunque estoy ausente con el cuerpo, no obstante con el espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro concierto, y la firmeza de vuestra fe en Cristo” (2:5). Aquí leemos que Pablo estaba ausente en cuerpo, pero presente por su espíritu entre los creyentes colosenses y laodicenses, contemplando y gozándose de su fidelidad en Cristo. Obviamente nadie concluirá que el espíritu de Pablo era omnipresente, morando en cada creyente de Colosas y Laodicea. Seguramente Pablo recibía informes constantes de la feligresía de esos lugares y estaba muy bien apercibido de su lealtad al Señor. El no necesitó estar presente entre ellos a través de su “espíritu” (literalmente hablando) para enterarse de la condición espiritual de sus hermanos que estaban lejos de su presencia. ¡El estaba enterado por terceros sobre la condición de las iglesias que él fundaba! (Leer, por ejemplo, 3 Juan 3-6).

Igualmente Jesús tiene ángeles que le sirven y que seguramente lo tienen al tanto de las condiciones de las iglesias y sus necesidades, de modo que él pueda estar presente con ellos por “su espíritu”.

¿Es Satanás un Dios Omnipresente?

Aunque parezca mentira, varios miles de millones de personas yacen bajo el control y bajo el espíritu del diablo. El apóstol Juan dice: “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno” (1 Juan 5:19). Es decir, el mundo entero está sometido, controlado, manipulado, y dirigido por el maligno de manera personal y espiritual. En esto es enfático Pablo cuando dice: “En que en otro tiempo anduvisteis conforme á la condición de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de desobediencia” (Efesios 2:2). Sin duda el diablo obra por su espíritu en los desobedientes, en los rebeldes, en los impíos, y en los no conversos. Él ha obscurecido para que no vean el evangelio de la gloria de Cristo (2 Cor. 4:4). Pero de ningún modo sostendremos que él es Dios en el mismo sentido que el Padre lo es, con los mismos poderes y autoridad que sólo pertenecen al único Dios verdadero.

http://www.yeshuahamashiaj.org/