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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

martes, 9 de marzo de 2010

OSCURAS ENTIDADES


«Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes» (Ef. 6:12).



Atrás de lo visible,
En densa oscuridad,
Se ocultan lo demonios,
El trono de Satán:

Infames potestades
Que moran las tinieblas,
No son de carne y sangre,
Su esencia espiritual.

Antiguas entidades
Que enturbian las cabezas,
Con flámeos proyectiles
Incendian el pensar.

Son hordas abismales
Vetustas y perversas,
Obstruyen en la mente
La luz de la verdad.

Javier Rivas Martínez.





LA CONFESION AURICULAR: UNA SATANICA MENTIRA DEL ROMANISMO CATOLICO


Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

La confesión auricular de la iglesia romanista católica para “el perdón de los pecados”, jamás ha sido una práctica recomendada por Dios en su Palabra, sino que fue inspirada de los misterios babilónicos antiguos. La reina Semiramis, esposa y madre de Nimrod, originó una confesión herméticamente secreta entre personas escogidas con el fin de saber si eran dignas y propicias para la profesión sacerdotal religiosa, en la tierra de Sinar (Gen. 11:2). De allí, de Babilonia, se extendió después por todo el mundo. En el Templo de Delfos, los griegos en general fueron emprendidos en los misterios paganos, ordenándoseles a permanecer en silencio en cuanto a los dogmas y arcanos en los que eran enseñados. De igual modo, esto se dio en Media y Persia, en la nación de Egipto, en Roma, mucho antes del erguimiento de la Iglesia del Señor.

La confesión auricular realizada por los clericos de la iglesia Papal, es un variante o remodelación de la confesión secreta de los misterios paganos y religiosos de Babilonia. Así qué por este “medio”, la “condonación” (absolución) de los pecados es consumada por el hecho de confesarse los pecados a una persona (sacerdote) que está “autorizada” por Dios para proporcionar su perdón, pero por otro lado, con plena ambiguedad, dicho “medio” discrepa con sideral amplitud con su Palabra.

El indulto de pecados se establece, de acuerdo a la Biblia, por confesarlos a Dios, el Padre Celestial, y no a ciertas personas supuestamente facultadas para perdonarlos. Esta es una monstruosa y retorcida mentira. Prueba está, en Lc. 18:13, 14. El publicano recibe el perdón de Dios con el solo hecho, arrepentido, de pedírselo:

«Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido» (Lc. 18:13, 14).

La Biblia es tan nítida al decir que «debemos confesar nuestras ofensas los unos con otros», ciertamente, a los que hemos ofendido, y pedirle perdón a Dios, a parte, por estos “inconvenientes” cometidos (Stg. 5:16; véase adémas Mt. 5:23, 24). Esto no tiene ninguna relación o afinidad con el perdón de los pecados a través de “mediadores” humanos que son caídos, malignos e impredecibles, como son los clericos católicos del pútrido sistema romano apóstata y diabólico; y para que no se ofendan ni respinguen, como cada ser humano que mora en este sórdido, miserable y enfermo mundo que no tarda en ser renovado de su gruesa podredumbre a causa de las iniquidades, en la Parusía del glorioso Cristo.

Únicamente es a Dios a Quien se le debe «pedir perdón» por las culpas y faltas cometidas.

Únicamente el Señor y Dios nuestro está capacitado (no los hombres imperfectos y depravados) para hacerlo, y es obvio por lo que es: un Ser Santo y eternamente Inmaculado:

Tengan en mente siempre hermanos y amigos, el próximo texto:

«Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo (DIOS) para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad» (1 Jn. 1:19).

Gracias, y que Dios siga bendiciéndolos.

LA PALABRA: EL EVANGELIO DEL REINO


Por Sir Anthony F. Buzzard (M.Th, erudito unitario)

Quiero el siguiente punto cristalinamente claro. Por favor, no confunda usted la importante frase “la palabra de Dios”, pues no es simplemente otra forma de referirse a toda la Biblia.

Desafortunadamente en las iglesias, en la radio, y en la TV, esta frase vital “la palabra de Dios” es todo el tiempo usada como simplemente otra forma de referirse a la Biblia misma. ¿Por qué es este punto tan importante para nosotros? Porque dentro de toda la Biblia, que es llamada ‘las Escrituras’ o las ‘Santas Escrituras’, tenemos lo que es llamado “la palabra”, o “la palabra de Dios.” Y ambas locuciones o frases quieren decir el mensaje del evangelio salvador del Reino de Dios que ambos Jesús y los Apóstoles siempre la predicaron al público. ¿Está claro ese punto para usted? Déjeme darle uno de muchos ejemplos: En los Hechos muy a menudo leemos que los predicadores difundieron “la palabra”. ¿Qué quiere decir eso? ¿Es esa “palabra” sólo una declaración general y ambigua? Pues, no! “La palabra” ” o “la palabra de Dios” es una frase específica del Evangelio acerca del Reino de Dios. Esta “palabra” envuelve a la propia predicación de Jesús. “Y el sábado siguiente se juntó casi toda la ciudad a oír la palabra de Dios” (Hechos 13:44). “Mas los que fueron esparcidos, iban por todas partes anunciando la palabra” (Hechos 8:4). Ésta no fue una lección general sobre toda la Biblia. En realidad fue el mismo evangelio del reino como Jesús lo había estado predicando. Hechos 8:12 define para nosotros la frase “la palabra” de manera muy bella. “La palabra” es el corazón o núcleo de la Biblia. La Biblia es ciertamente “las palabras de Dios”, pero el corazón de la Biblia es llamado concretamente ”el Evangelio” , “la palabra” o “la palabra de Dios” muchas veces en el Nuevo Testamento.
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Confundir “la palabra de Dios”, pensando que en el Nuevo Testamento simplemente lo iguala a la Biblia, sería como no saber la diferencia entre Londres e Inglaterra. Si alguien dice va a Londres, eso no quiere decir simplemente una jornada en alguna parte en Inglaterra.

Entender mal esa locución “la palabra de Dios” es botar una maravillosa llave que sirve para entender la enseñanza de Jesús. Es arrojar una llave que descubre el plan de Dios para la inmortalidad ofrecida para usted.

Jesús fue el primer predicador autorizado del Evangelio salvador. ¡Y es muy falso (de hecho un error desastroso) decir que el Evangelio de Jesús fue pensado sólo para los judíos!2 ¡En realidad es pensado para todo el mundo! Hebreos 2:3 es un versículo que todo el mundo debería aprender de memoria. “La salvación fue primero predicada por el Señor (Jesús).” Si usted está interesado en la salvación, usted por consiguiente debe determinarse a encontrar lo que predicó Jesús. Y el Evangelio acerca del Reino es para todo el mundo. Es el Evangelio Cristiano (La muerte y la resurrección de Jesús es parte del Evangelio pero no todo el Evangelio).

Vamos a ver qué es este Evangelio del Reino (incluyendo por supuesto los hechos acerca de la muerte y la resurrección de Jesús) que todos nosotros debemos asir y entender y tomar en nuestras vidas como comida espiritual vital. Es el Evangelio acerca de la inmortalidad, e insistimos con el pasaje de Hebreos 2:3, y un montón de versículos de la Biblia, que Jesús es el primer predicador modelo de la inmortalidad. Aquí está cómo presentó Pablo este concepto fascinante e importante: Pablo le escribió a Timoteo, su estudiante en la fe, diciéndole que Jesús trajo “la inmortalidad a la luz a través del Evangelio” (2 Tim. 1:10). ¡Allí está! Deténgase y considere cuidadosamente esa declaración maravillosa. Fue Jesús quien, predicando su Evangelio del Reino, trajo a la luz el secreto de cómo vivir para siempre. Fue a través del Mensaje de Jesús, y no otra cosa, que somos invitados al descubrimiento del secreto asombroso de vivir eventualmente para siempre.

Pero en la iglesia, este hecho simple de que “la palabra” equivale al Evangelio, no está del todo claro. De hecho el Evangelio mismo no está claramente definido. ¡A menudo está definido sin la mención del Reino! Muchos en las iglesias tienen ideas vagas acerca de lo que es el Evangelio. En círculos de la iglesia usted casi nunca oirá la locución “el Evangelio del Reino.”

¿Ha estado la voz de Jesús perdida o suprimida? Jesús y Pablo hablaron acerca del Evangelio del Reino de Dios, pero las iglesias no los imitan. No suenan como a Jesús y Pablo.

Ahora las personas algunas veces hacen lo que sea para conservar sus vidas por algunos años adicionales (muchos mueren demasiado temprano debido a fumar u otras prácticas que arrebatan años de sus vidas). ¡Algunos en California tienen sus cuerpos muertos congelados con la esperanza de que la ciencia encuentre una forma de traerlos de regreso a la vida! Lo que estas personas no entienden es que Jesús ya nos ha dicho cómo podemos tener vida para siempre, vida indestructible. Él dijo que el secreto de la vida está ligado con su Mensaje del Evangelio acerca del Reino de Dios. Recuerdo que Pablo dijo que Jesús le había revelado el camino a la inmortalidad en ese Evangelio o “la palabra”.

Probablemente usted esté interesado en vivir para siempre. ¿Atrae su atención la idea de tener la eterna juventud – de hecho encontrar la fuente de la juventud – y no poder morir? ¡A mí me atrae! El secreto de la vida para siempre está afirmado allí mismo, en las páginas de la Biblia, pero yo dudo que le hayan claramente explicado eso en la iglesia donde usted asiste. Si eso suena increíble por favor escúcheme bien. Siga leyendo y vea por usted mismo. (Hay razones históricas del porqué las verdades importantes de la Biblia han estado por mucho tiempo perdidas en las enormes organizaciones eclesiásticas.).

Le recuerdo que oiga y vea si las iglesias usan el mismo lenguaje acerca del Evangelio como Jesús lo expresó. ¿Hablan acaso constantemente acerca del Evangelio del Reino? Jesús siempre lo hizo! Pablo siempre lo hizo! Ambos “dieron la bienvenida a las personas y empezaron a hablar (o predicar) acerca del Evangelio del Reino”. Ambos, Jesús y Pablo, fueron predicadores apasionados del Reino. Por favor vea Lucas 9:11 y Hechos 28:30, 31 para este hecho sumamente importante. Considérelo cuidadosamente y compárelo con lo que usted ha oído en su iglesia.

Así que, ¿qué hemos dicho hasta ahora? Ese Dios, a solas el Creador de todas las cosas (Isa. 44:24) y el que nos da cada aliento que respiramos y nos equipa con nuestros cuerpos y mentes asombrosos, tiene un último plan y propósito para cada ser humano nacido. El propósito puede ser descubierto en la Biblia Cristiana. Sin embargo, debido a un gran embrollo en las iglesias, usted pudo no haber visto u oído ese Plan claramente explicado. Debería ser posible remediar esa situación.

Además, le hemos señalado el crucial pasaje de Lucas 4:43, un texto que es la declaración de la grandiosa misión de Jesús mismo. Revela todo su propósito para su venida como mortal. Era predicar las Buenas Nuevas acerca del Reino de Dios y cómo ganar la inmortalidad en ese Reino.

¿Está usted consciente de haber oído alguna vez sermones sobre el Evangelio del Reino? Si su respuesta es dudosa o “no”, usted podría preguntarse por qué es esto.3
Puesto que se supone que las iglesias representan a Jesús y su Evangelio, ¿están de hecho cumpliendo con su trabajo si nunca o rara vez hablan del mismo tema que Jesús dijo era el punto de todo el Cristianismo? Déle a esa pregunta algo de meditación seria. Usted aun podría inquirir entre sus amigos si ellos definen el Evangelio tal como Jesús lo hizo. Pregúnteles en una forma poco amenazadora lo que es el Evangelio Cristiano. Si ellos no responden inmediatamente que es el Evangelio del Reino, usted podría proseguir preguntándoles por qué su respuesta fue diferente de Lucas 4:43 (y centenares de otros versículos que nosotros aún no hemos tenido tiempo para ver). Usted podría hacerse entender haciendo algo como esto: Usted los podría invitar a ver Mateo 4:17, 23 y 9:35, y Lucas 8:1, así como también Hechos 8:12, 19:8 y 28:23, 31. Usted no necesita habilidades especiales para ver lo que mantuvo a Jesús completamente ocupado. Y hay montones de versículos como éstos.

Estas conversaciones acerca del Evangelio y la inmortalidad pueden ser fascinantes. Mucho más interesante que hablar acerca de fútbol o del clima.

La señora que me cortó el pelo recientemente, quien había ido a la iglesia desde la infancia, estaba asombrada cuando le señalé que ella había estado orando por años la oración del Señor por la venida del Reino. Ella confesó no saber lo que significaba “Venga tu reino”. Aparentemente no se la había ocurrido que su oración era para que Jesús regrese y alivie el sistema mundial presente de sus injusticias y problemas horribles. Y que el Reino es el tema central del Evangelio tal como Jesús lo predicó.”
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Más sobre el Reino en:


www.yeshuahamashiaj.org