Datos personales

Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

jueves, 13 de noviembre de 2008

EVANGELISTAS QUE NO LO SON

Los evangelistas que no lo son
.
Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
.
El Sr. Daniel Sapia, del sitio web “Conoceréis la Verdad”, tiene muy buenos estudios bíblicos sobre el catolicismo romano, pero aparentemente aún desconoce el verdadero evangelio del reino cuando terminamos de leer su artículo titulado: “¿Qué es el evangelio?”. En este artículo el Sr. Sapia se explaya para hablarnos de lo que él supone es el “evangelio de Cristo” y termina resumiéndolo así:
.
“La palabra griega ‘evangelion’ significa ‘buenas nuevas’. Este ‘evangelion’ es el que anunció Juan el bautista y más tarde el que sería predicado por nuestro Señor Jesús (Marcos 1:14). La iglesia primitiva hizo de este anuncio el motivo principal de su proclamación (Hechos 5:42 - 1°Corintios 1:17). En el Nuevo Testamento, Cristo Jesús es presentado como el evangelio. Es su persona quien constituye las buenas noticias para la humanidad. Es su nacimiento el que se anuncia. Son sus hechos, su vida, sus palabras, su muerte y resurrección. Por tanto, no hay evangelio si Cristo no es predicado. La Biblia dice: ‘Arrepentíos y creed en el evangelio’ (Marcos 1:15). Creer en Jesús es creer en el evangelio. Creer en Jesús para recibir el perdón de nuestros pecados. Creer en Jesús para el comienzo de una vida nueva. Creer en Jesús para salvación de la muerte eterna. Esto es el Evangelio del Reino de Dios”.
.
Comentario de Apologista:
.
Generalmente no suelo hacer rectificaciones doctrinales a otros expositores de las Escrituras, sino que prefiero dedicarme a exponer mis creencias bíblicas para que mis lectores decidan por ellos mismos si lo que yo enseño tiene base bíblica contundente como para abrazarlas o bien para rechazarlas. Sin embargo, creo que cuando está en juego el evangelio salvador, cualquier imprecisión en su definición debe ser corregida a tiempo para evitar que el potencial converso acepte un evangelio falso que nunca lo salvará de la condenación.
.
El punto es que el Sr. Sapia dice que creer en Cristo equivale a creer en el evangelio, como si el evangelio fuese sólo Cristo. Luego dice que el evangelio del reino de Dios es precisamente eso, Cristo, como buenas noticias para la humanidad. Agrega que no hay evangelio si Cristo no es predicado.
.
Aquí hay dos puntos a considerar: 1).- Jesús no se predicó a sí mismo, y él no dijo ser el evangelio. 2).- Tampoco él dijo que él era el evangelio del Reino para el mundo. Más bien las Buenas noticias que él predicó las llamó: El reino de Dios”. Primero que todo, Jesús revela que fue enviado para predicar el reino de Dios. Esto no quiere decir que él vino a predicarse a sí mismo, sino que vino a anunciar al mundo las Buenas Nuevas de Dios referente a un reino de justicia en la tierra presidido por él.
.
En Lucas 4:43, Jesús dijo: “Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios, porque para esto he sido enviado”. Es decir, Jesús proclama que fue enviado a predicar el reino de Dios, ¡el verdadero evangelio de Dios!
.
En Marcos 1:1,14,15 leemos que Jesús comenzó su prédica del evangelio hablando del reino de Dios, y luego dijo que quien creyera en el mensaje del Padre traído por él, se salvaría. Así que el evangelio del reino fue un mensaje del Padre para la humanidad consistente un nuevo gobierno en la tierra, un gobierno de justicia y paz nunca antes vista. Es el reinado de Jesucristo en la tierra para restaurar la paz y la justicia perdida. Este es el evangelio del reino. Pero el Sr. Sapia nos dice de manera confusa que el reino es la persona de Cristo, sin darnos una explicación del significado del reino de Dios que él proclamó de parte del Padre a la humanidad y que salva a los potenciales creyentes (Rom 1:16).
.
El Señor Jesús dijo que el reino se había acercado (Mr. 1:15), que estaba cerca, por llegar, en tanto que él ya estaba presente entre los suyos predicándolo. Esto, por sí solo, descarta la posibilidad de que el evangelio del reino sea la persona de Cristo, aunque es cierto que él es el que lo restaurará en la tierra (Hechos 1:3,6).
.
La mayoría de predicadores evangélicos están renuentes a predicar que el reino de Dios es la monarquía de David. Los más suponen que éste es un sinónimo para la iglesia, y otros dan por sentado que este reino es una suerte de “Cristo morando en los corazones de los creyentes” por la fe.
.
El Sr. Sapia es realmente confuso en su definición del reino de Dios, y muchos como él creen que Cristo mismo es el evangelio— ¡el evangelio del reino de Dios! En primer lugar, esa buena nueva del reino no era un anuncio que desconocían los paisanos de Jesús, sino que era una alegre noticia que esperaban oír con ansias, al estar ellos anhelando por muchos siglos que la dinastía davídica fuese restaurara en Jerusalén para liberarse del yugo romano. Y como dice Pablo, Jesús confirmó a sus paisanos las promesas hechas por Dios a los padres de antaño sobre la restauración del reino Davídico por un descendiente justo del rey David. Así que si bien el Señor es una figura protagónica en el reino de Dios—¡él no es el reino de Dios!
.
La mayoría de evangélicos por alguna razón no quieren anunciar de manera clara y directa que el reino de Dios era (…y es) una institución política que comenzó a existir formalmente con el rey David (“la monarquía davídica” -1 Cró. 28:5) y que por la rebeldía e impiedad del rey Sedequías ésta fue suspendida temporalmente desde 586 AC hasta el presente, pero que será nuevamente restaurada en Jerusalén por un descendiente de David, el Señor Jesús, en su parusía (Eze. 21:25-27). ¿Es que les resulta muy difícil entender esto a la mayoría de evangelizadores? ¿Acaso el evangelio del reino tuvo para Jesús un significado simbólico y no literal? ¿Entendieron mal los discípulos el asunto del reino de Dios cuando le preguntaron a Jesús si él iba a restaurar el antiguo reino de Dios en sus tiempos (Hechos 1:3)? Pues, no! Jesús nunca les dijo que sus expectativas estaban erradas, sino que él simplemente prosiguió para aclararles que en cuanto al día y la hora para tal evento estupendo sólo lo sabe el Padre y nadie más (Hechos 1:7).
.
Más información sobre el Reino de Dios en:
.

...LLENA DE GRACIA

(Lucas 1:28)
.
por Daniel Sapia
.
La plenitud de gracia en María
.
Leemos en la Sagrada Escritura que el Arcángel Gabriel la saluda diciendo: “Dios te salve, llena eres de gracia” (Lc. 1,28). Estas palabras manifiestan con toda claridad la santidad completa del alma de María, en virtud de que son irreconciliables el pecado y la gracia, como lo son la luz y las tinieblas. Hemos visto [en el número anterior] que la Virgen Santísima además de no haber contraído el pecado original, tampoco tuvo durante su vida falta alguna incluso venial; por tanto, si en el alma se da la ausencia total de pecado, debe haber en ella la presencia total de gracia, como dice explícita­mente la Escritura con las palabras del Arcángel.
Citado de un artículo del portal católico
Encuentra.com
.
« Salve!.. llena de gracia.! »
Nunca a tan pocas palabras quisieron hacerle decir tanto…

«Llena de gracia…»
La expresión traducida por la mayoría de las versiones católicas como “llena de gracia” (Lucas 1:28) corresponde al original griego “kejaritomene“, que en realidad significa “[muy] agraciada” - “[muy] favorecida“. Así lo traduce, por ejemplo, la versión de la Biblia católica Latinoamericana “Alégrate tú, la Amada y Favorecida; el Señor está contigo..” o la versión también católica de Mateos-Schökel “Alégrate, favorecida, el Señor está contigo..” (ambas versiones con su correspondiente aprobación de la censura eclesiástica). Si este texto es tan importante a la hora de buscar algún fundamento bíblico de la exención de pecado en María, llama la atención que estas 2 conocidas versiones católicas no se ajusten a la necesaria traducción “llena de gracia” que Roma alienta. Más aún: la palabra “LLENA” no figura en el original griego, sino que fue “interpretada” de esa manera en la mayoría de traducciones católicas. Donde SI figura textualmente la expresión “LLENO DE GRACIA” es en Juan 1:14 [1] (refiriéndose a Jesús) y en Hechos 6:8 [2] (refiriéndose a Esteban). Con lo cual es para Esteban que la Escritura afirma una condición realmente “lleno de gracia”, pero no lo hace para María (sino -según vimos- como “muy agraciada”, “muy favorecida”), por más que el Magisterio de Roma fuerce Lucas 1:28 para intentar justificarlo.
.
El remate del argumento católico es que “si María estaba LLENA de Gracia (plena-completa), pues no había lugar para el pecado y eso garantiza su condición de inmaculada, pues donde hay plenitud de gracia no hay lugar para el pecado…” [3]. Si esto fuera cierto, entonces Esteban también merecería ser considerado “Inmaculado”. Pero más allá de eso, mientras Esteban es taxativamente reconocido en la Escritura como LLENO (textual del griego “PLERES”) DE GRACIA, a María se la reconoce como MUY agraciada-favorecida, y “muy” en ningún caso significa “plenitud 100%” (como sería el caso de “lleno”), con lo cual el argumento católico sustentado en Lucas 1:28 pierde toda eficacia.
.
“-¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo..” (Lc 1:28 Reina-Valera 1995)
“¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo” (Reina-Valera 1960)
“¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo” (Reina-Valera 1909)
“Tengas gozo, altamente favorecida, el Señor es contigo..” (Reina-Valera 1865)
“¡Salve, muy favorecida! el Señor es contigo:..” (Reina-Valera Antigua)
“¡Te saludo, muy favorecida! El Señor está contigo..” (Reina-Valera Textual)
“¡Alégrate, muy favorecida! ¡El Señor está contigo..” (Castilian)
“-¡Dios te ha bendecido de manera especial! El Señor está contigo..” (Biblia en lenguaje sencillo)
“¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo;..” (Biblia de las Américas)
“¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo..” (NVI)
Con lo cual no sólo María no es “llena de gracia” (conforme el texto griego de Lucas 1:28) sino que además esa expresa condición (de llenura) SI es reconocida inspiradamente en otro “personaje bíblico”, orientada hacia Esteban [2].
.
Finalmente, no cabe la menor duda de que la virgen hebrea María, madre de Jesús, ha sido dichosa, agraciada, bienaventurada, más que ninguna otra mujer de la historia, habida cuenta de que fue elegida por Dios mismo para engendrar humanamente a Su Hijo. Pues, los hijos de Dios no tenemos inconvenientes en reconocer este enorme e irrepetible privilegio del que goza nuestra amada María. Pero ello no le otorga a la virgen hebrea atributos místicos per-sé, tal como la teología católica se empeña en adjudicar.
.
Un saludo… ¿“imperial“?
No hace mucho un católico “crítico examinador de mis escritos”, dijo:
“Cuando el arcángel le dice a María “Ave!” no la adora pero si le muestra un respeto mucho mayor que el que María, (pobre, humilde, niña judía) pudiera recibir al cruzarse con alguien conocido en la calle. Ave es la exclamación del pueblo ante sus césares (”Ave Caesar moritori te salutant!”) El ángel sabe quién es María y por eso le rinde honores como si fuera una emperatriz. ¡Algo inaudito! ¡Un arcángel que mora en la inmediata presencia de Dios saluda a una muchachita de esa manera!”
.
Pareciera que cualquier cosa fuera útil a la hora de intentar ensalzar a la bienaventurada María con prerrogativas místicas. Por supuesto este despliegue “Mariológico” carece de todo valor, como intentaré exponer.
.
En la Escritura, el sentido del saludo del ángel no es en absoluto en tono de “honores imperiales” como sugiere el texto citado. Allí la intención, como bien lo expresan las traducciones católicas que cito a continuación, es saludar con una expresión de júbilo: “ALÉGRATE..! Dichosa… muy favorecida… agraciada…“. Lejos está este saludo de ser una manera de “rendir honores imperiales”
“Alégrate tú..” (Biblia Latinoamericana - católica)
“¡Alégrate!…” (El Libro del Pueblo de Dios - católica)
“-Alégrate…” (Mateos-Schökel - católica)
“¡Alégrate…” (de Jerusalén - católica)
.
Si la expresión griega “CHAIRÖ” significara alguna especie de “rendir honores imperiales”, entonces de igual manera Jesús (en persona) se los habría rendido a “María Magdalena y la otra María..” (Mateo 28:1), porque allí se utiliza similar saludo al que el ángel Gabriel tuvo para con María..
“En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «¡Dios os guarde!» Y ellas, acercándose, se asieron de sus pies y le adoraron..” (Mateo 28:9 BJ)
“Dios os guarde…” (Vulgata Latina trad. Torres Amat - católica”
“Alégrense…” (El Libro del Pueblo de Dios - católica)
“Paz a ustedes..” (Latinoamericana - católica)
“Jesús salió al encuentro diciéndoles: Salve.” (Nacar-Colunga - católica)
“.. y las saludó diciéndoles: “Alégrense“..” (El Libro de la Nueva Alianza - católica)
“.. y las saludó diciendo: -¡Alégrense!..” (Mateos-Schökel - católica)
¡Todas versiones católicas de la Biblia! Y no se percibe “saludo imperial” por ningún lado.
“Y entrando, le dijo: «Alégrate…”
EWTN
“Y entrando, le dijo: «Alégrate,..”
Catholic.net
“En el relato de la Anunciación, la primera palabra del saludo del ángel ―Alégrate― constituye una invitación a la alegría…”
Vatican.va, Juan Pablo II, Audiencia Gral. 8/08/1996.
.
“La primera palabra que quisiera meditar con vosotros es el saludo del ángel a María. En la traducción italiana el ángel dice: “Te saludo, María”. Pero la palabra griega original —”Kaire”— significa de por sí “alégrate“, “regocíjate“.
Vatican.va, Benedicto XVI, Homilía 18/12/2005

Con lo cual, el ángel Gabriel, que mora en la presencia inmediata de Dios, saludó a “la muchachita” (textual de las palabras del católico citado) de una manera que, lejos de demostrar “honra imperial”, manifestaba el júbilo por la noticia que le venía a traer. Pretender del saludo del ángel algo adicional a lo señalado es forzar la Escritura para que parezca sustentar las prerrogativas místicas que la teología católica adjudica a la bienaventurada María.

Bendiciones en Cristo, Daniel Sapia
.
Notas
[1] “Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.” (Juan 1:14 BJ)
[2] “Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba entre el pueblo grandes prodigios y señales..” (Hechos 6:8 BJ)
[3] En palabras de una sacerdote católico: «Leemos en Lucas 1, 28 que Dios por medio de Gabriel llama a María muy favorecida (Sof 3, 14, Jl 2, 21; Zac 9,9), que en griego es KECHARITOMENE (llena de gracia) o “la perfección de gracia“. La raíz de esta palabra es caris que significa gracia. De hecho, la forma de la palabra en griego hace entender que María YA ES (pasado) perfeccionada en la gracia. Y, como dice Pablo (Fil 3, 9s), el pecado es incompatible con esta. Es decir que en María no hay espacio, en su alma y corazón, para pecados. La gracia se opone al pecado…» (P. Daniel Gagnon, redimir.org. Resaltado agregado)
.
www.yeshuahamashiaj.org
www.elevangeliodelreino.org
www.retornoalparaiso.blogspot.com
www.unitario.bloghostal.com

TRES DÍAS Y TRES NOCHES

Tres días y tres noches
.
Eric Lyons, M.Min.
.
La referencia más frecuente a la resurrección de Jesús revela que Él se levantó de la tumba al tercer día de Su sepultura. Mateo, Marcos y Lucas registran que Jesús profetizó que se levantaría de la tumba en ese día (Mateo 17:23; Marcos 9:31; Lucas 9:22; et.al.). El apóstol Pablo escribió en su primera epístola a los Corintios que Jesús se levantó de la tumba “al tercer día, conforme a las Escrituras” (1 Corintios 15:4). Y mientras predicaba a Cornelio y a su casa, Pedro enseñó que Dios levantó a Jesús “al tercer día” (Hechos 10:40, énfasis añadido). Sin embargo, los escépticos son rápidos en declarar que estos enunciados contradicen flagrantemente a Mateo 12:40, donde se registra que Jesús dijo a los fariseos que estaría en el corazón de la Tierra “tres días y tres noches”, como también a Marcos 8:31, donde Jesús declaró que se levantaría “después de tres días” (énfasis añadido).

Aunque a los ojos de los lectores del siglo veintiuno estos enunciados puedan parecer contradictorios a primera vista, en realidad armonizan perfectamente si se entienden los métodos antiguos que se usaron para calcular el tiempo. En el primer siglo se podía considerar a cualquier parte de un día como un día completo y la noche que le seguía (cf. Lighfoot, 1979, pp. 210-211). El Talmud de Jerusalén cita al rabí Eleazar ben Azariah, quien vivió alrededor del año 100 d.C., diciendo: “Un día y una noche son una Onah [‘una porción de tiempo’] y la porción de una Onah es como una Onah completa” (Jerusalem Talmud: Shabbath ix. 3, citado en Hoehner, 1974, pp. 248-249, corcheas en original). Azariah indicó que se podía considerar a una porción de un periodo de veinticuatro horas como “una Onah completa”. Por ende, en el tiempo de Jesús, Él hubiera estado en lo correcto cuando enseñó que Su sepultura duraría “tres días y tres noches”, incluso cuando no fueran días completos de 24 horas.
Las Escrituras están llenas de referencias que muestran que una parte de un día a menudo es equivalente al día completo. Note los siguientes ejemplos:

Según Génesis 7:12, la lluvia del diluvio de Noé cayó sobre la Tierra “cuarenta días y cuarenta noches”. El versículo 17 de ese mismo capítulo dice que cayó sobre la tierra por solo “cuarenta días”.

En Génesis 42:17 José encarceló a sus hermanos por tres días. Luego, en el versículo 18, él habló con ellos al tercer día, y por el contexto parece que les liberó ese mismo día—i.e., al tercer día.

Cuando Israel pidió al Rey Roboam que aliviara su yugo, él quiso tiempo para pensar en la petición, así que pidió a Jeroboam y al pueblo de Israel que regresaran “de aquí a tres días” (2 Crónicas 10:5, énfasis añadido). El versículo 12 dice que Jeroboam y el pueblo de Israel vinieron a Roboam “al tercer día, según el rey les había mandado diciendo: Volved a mí de aquí a tres días” (énfasis añadido). Es interesante notar que incluso cuando Roboam pidió que el pueblo regresara “de aquí a tres días”, ellos entendieron que esto significaba “al tercer día”.

En 1 Samuel 30:12-13, se usan intercambiablemente las frases “tres días y tres noches” y “tres días”.

Cuando la reina Ester estaba a punto de arriesgar su vida al presentarse delante del rey sin ser invitada, ella instruyó a sus compatriotas judíos a seguir su ejemplo al no comer “en tres días, noche y día” (Ester 4:16). El texto continúa diciendo que Ester se presentó ante el rey “al tercer día” (5:1, énfasis añadido).

Al estudiar estos y otros pasajes, se puede ver claramente que la Biblia usa las expresiones “tres días”, “al tercer día”, “después de tres días” y “tres días y tres noches” para hacer referencia al mismo periodo de tiempo.

Aunque en el siglo veintiuno algunos puedan pensar que este razonamiento es un poco confuso, nosotros también usamos frecuentemente expresiones idiomáticas similares. Por ejemplo, un hombre puede venir a su casa y decir a su esposa que ha estado en la oficina “todo el día”. Él no quiere decir que trabajó en la oficina desde la madrugada hasta casi la medianoche, sino quiere decir que ha pasado la mayor parte de su día en la oficina. Finalmente, considere al estudiante universitario que dice a su profesor que ha trabajado en un proyecto de investigación “día y noche por cuatro semanas”. Obviamente él no quiere decir que trabajó las 672 horas completas (24 horas x 7 días x 4 semanas) sin dormir. Puede ser que trabajó desde las 6:00 a.m. hasta las 12:00 a.m. por cuatro semanas en el proyecto, pero no por 672 horas sin dormir. Si solamente durmió cinco a seis horas en la noche, y trabajó en el proyecto casi todas las horas que estaba despierto, nosotros le consideramos como alguien que realmente trabajó “día y noche por cuatro semanas”.

Una evidencia adicional que indica que los enunciados de Jesús concernientes a Su sepultura no fueron contradictorios tiene que ver con el hecho que Sus enemigos nunca le acusaron de auto-contradecirse. De hecho, hablando acerca de Jesús, los sacerdotes y fariseos incluso dijeron a Pilato el día posterior a la crucifixión: “Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré” (Mateo 27:63-64, énfasis añadido). La frase “después de tres días” debe haber sido equivalente “al tercer día”, de otra manera los fariseos hubieran pedido una guardia de soldados hasta el cuarto día. ¿Por qué los escépticos acusan a Jesús de contradecirse, pero no a los fariseos hipócritas?

La expresión idiomática “tres días y tres noches” que Jesús empleó cuando comparó Su sepultura a la “sepultura” de Jonás en el vientre de la ballena, no significa que Él estuvo sepultado literalmente 72 horas. Si interpretamos el relato de la crucifixión, sepultura y resurrección de Jesús a la luz del marco cultural del primer siglo, y no según el (mal)entendimiento moderno de los escépticos, no encontraremos errores en todas las expresiones que Jesús y los escritores del evangelio usaron.
.
REFERENCIAS

Hoehner, Harold W (1974), “Chronological Aspects of the Life of Christ—Part IV: The Day of Christ’s Crucifixion,” Bibliotheca Sacra, 131:241-264, July.
Lightfoot, John (1979 reimpresión), A Commentary on the New Testament from the Talmud and Hebraica (Grand Rapids, MI: Baker

www.yeshuahamashiaj.org
www.unitario.bloghostal.com
www.retornoalparaiso.blogspot.com