Datos personales

Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.
Mostrando entradas con la etiqueta regreso. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta regreso. Mostrar todas las entradas

martes, 9 de febrero de 2010

PRUEBAS CONTUNDENTES DE QUE JESUS PISARA NUEVAMENTE LA TIERRA


Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

¿Realmente hay pasajes bíblicos para probar que Cristo pisará la tierra nuevamente? Sí las hay, y suficientes como para dejarnos plenamente convencidos.

Recordemos Hechos 1:11, donde ángeles les dicen a los discípulos, quienes instantes antes habían visto al Señor subir al cielo, lo siguiente: “Varones Galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? ESTE MISMO JESÚS, que ha sido tomado de vosotros al cielo, ASI VENDRÁ COMO LO HABÉIS VISTO IR AL CIELO”. Aquí se profetiza que el mismo Jesús resucitado, que había permanecido con sus discípulos 40 días en la tierra (Hechos 1:3), volverá DE LA MISMA FORMA O MANERA EN QUE SE HABÍA IDO AL CIELO. Esto se explica de este modo. Según el verso 12, Jesús había ascendido al Padre desde el MONTE DE LOS OLIVOS, hasta que una nube lo tapó de la vista de los discípulos (v.9). Ahora bien, Jesús, al volver, descenderá del cielo a las nubes del cielo, y de las nubes del cielo AL MONTE DE LOS OLIVOS (Zacarías 14:4). Si Jesús al volver, sólo se quedara en las nubes, sin descender hasta el Monte de los Olivos, entonces JESÚS NO ESTARÍA EN VERDAD VOLVIENDO DE LA MISMA MANERA COMO ÉL SE FUE, O COMO LO HABÍAN VISTO IRSE SUS DISCÍPULOS.
.
Si una persona hubiera podido tomar una película de ese magno suceso de la ascensión de Jesús al cielo, y luego pusiera en reversa o retroceso la película, entendería exactamente cómo será el futuro regreso de Jesús al mundo. No obstante, no precisamos del auxilio de una cámara de video o de una película para entender lo que explicamos. Aceptemos el hecho de que la ascensión de Jesús al cielo NO comenzó en las nubes, sino en EL MONTE DE LOS OLIVOS. ¿No es interesante que el profeta Zacarías diga que sus pies se posarán nuevamente en el Monte de los Olivos y éste se partirá en dos?¡Esto no sucedió en la primera venida de Cristo! (Leer Zacarías 14:4).

Lo que Jesús dijo en Mateo 5:34,35 nos lleva la conclusión de que Cristo hará de Jerusalén su ciudad real…¡Su trono!. El profeta Jeremías dice que en aquel tiempo (de la restauración del reino) llamarán a Jerusalén TRONO DE JEHOVÁ (3:17). El Salmo 67:4 dice que Dios pastoreará a las naciones EN (no “DE”) la tierra. En Apocalipsis 5:10 leemos: “Y los has hecho reyes y sacerdotes para nuestro Dios; y reinarán sobre la tierra.” En Apocalipsis 20:4,6 dice que estos reyes y sacerdotes reinarán con Cristo mil años en la tierra.

En el Salmo 122:3-5 encontramos la información de que los tronos de los “reyes y sacerdotes” estarán en Jerusalén. Por tanto, el trono del “Rey de reyes” estará también allí. Jesús dijo que “Jerusalén es la ciudad del gran Rey” (Mateo 5:34,35).
En Juan 14:2,3 el Señor Jesús prometió a sus discípulos que ellos estarían con él en la tierra de Israel. Él dijo: “PARA QUE DONDE YO ESTOY (la tierra de Israel) vosotros también estéis”. Y en la profecía de Jeremías 23:5 leemos: “He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia EN LA TIERRA” ( También 33:15). Y en Romanos 4:13 dice que Jesús será “EL HEREDERO DEL MUNDO.”

Según el Salmo 37:29 “Los justos heredarán la tierra, y vivirán para siempre sobre ella”. Ahora bien: ¿Es Jesucristo el MAYOR JUSTO? ¡Sí! (Leer 1 Juan 2:1). Y si Jesús es también JUSTO, ¿qué heredará él y dónde vivirá? ¡La tierra y en la tierra!. En el Salmo 85:9 se complementa lo anterior diciendo que LA GLORIA HABITARÁ LA TIERRA. Y, ¿cuál GLORIA? ¡La gloria del Señor Jesucristo! (Mateo 16:27; 24:30; Juan 1:14; 17:24; Colosenses 3:4). Por tanto: ¡Jesucristo habitará en la tierra!

En 2 Samuel 23:3 dice: “El Dios de Israel ha dicho: Habrá un justo que GOBIERNE ENTRE (no “SOBRE”) LOS HOMBRES, que GOBIERNE en el temor de Dios.” Sí, Jesús será aquel justo varón que gobierne en medio o entre los hombres en este planeta. ¡Eso dice la Biblia! Además, David dice en su Salmo 140:13 que LOS RECTOS morarán o habitarán en la presencia del rey. Pero: ¿Dónde morarán LOS RECTOS en la presencia del rey? No puede ser el cielo porque Salomón escribió en Proverbios 10:30: “EL JUSTO NO SERÁ REMOVIDO JAMÁS; pero los impíos NO HABITARÁN LA TIERRA.” La conclusión lógica y bíblica es que los rectos habitarán la tierra y estarán en la misma presencia del rey en la tierra. Dice Salomón: “LOS RECTOS HABITARÁN LA TIERRA, Y lOS PERFECTOS PERMANECERÁN EN ELLA.” (Proverbios 2:21). ¡Aquí está la evidencia! Y, ¿Quiénes son los PERFECTOS que permanecerán en la tierra? ¡Los cristianos! (Leer 2 Timoteo 3:17; Colosenses 1:28).

Jesús dice que “los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5),. Pero más adelante dirá:

.“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi, QUE SOY MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN…” (Mateo 11:29). Notemos que Cristo es también el mayor MANSO del mundo. Esto quiere decir que él HEREDARÁ LA TIERRA (comparar con Romanos 4:13).

.Él fue claro al decir que “los MANSOS heredarán la tierra (¡no el cielo!).”

lunes, 24 de agosto de 2009

LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ Y SU FALSA CREENCIA DEL REGRESO INVISIBLE DE CRISTO AL MUNDO


Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD).

Otra de las repugnantes doctrinas de los Testigos de Jehová que adversa con las escrituras, es negar el «regreso de Cristo de modo visible al mundo para el futuro», tal como la Biblia lo enseña sin ambages ni “vueltas policíacas”. El fundador y falso profeta de la lóbrega secta jehovista, Carlos Taze Russell, señaló que Cristo vino “invisible al mundo en el año 1874 y que en el año 1878 resucitaron de sus tumbas todos los verdaderos creyentes en el Señor que murieron en ese tiempo”. Pero como el “dios” de los Testigos es muy parecido o igual a ellos”, de harta tendencia a equivocarse, “reveló a sus fieles esclavos que la venida del Hijo del Hombre no se dio en 1874, sino en 1914, cumpliéndose la profecía de Lc. 21:27”. ¡Vaya quimera esta! Russell dijo arrogantemente sin “medir ni arriar con lazo” su diabólica y blasfema lengua que los supuestos resucitados se “quedaron invisibles junto al Señor en la tierra para una obra muy especial”. ¡Qué bien mentido!, ya que la Biblia no compagina con tal y espeluznante estupidez. Y lo peor de todo, inconcebiblemente, es difícil creer cómo los adeptos de la secta russelliana la aceptaron con desapercibida tranquilidad.

Realmente para refutarles su distorsionada y combatible idea, no necesita alguien de “quebrarse tanto la cabeza”. La Biblia proporciona muchas pruebas para derrumbarles con facilidad esta teoría elaborada “sin rumbo y astrolabio”. Tan sencillas y claras fueron las palabras del Señor Jesucristo que no resulta nada enmarañado entender perfectamente bien que su «retorno será personal, visible, en gloria y en poder, y además futuro». El último libro del Nuevo Testamento nos muestra que Cristo será visto «Por todo ojo humano», «Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días». Russell no tomó en cuenta que no sólo sus “resucitado vieron al Señor en su venida invisible”, sino que «quienes lo traspasaron, los que lo rechazaron, es decir, los del pueblo judío, lo «verían» además» (Jn. 1:11). Y eso no es todo: la venida visible del Señor será causa de «lamentación profunda en los hombres inconversos de todo los linajes terrenales». Este hecho tan contundente y decisivo para la humanidad entera, no ha llegado todavía, puesto que Cristo no ha descendido en gloria hasta el día de hoy:

Ap. 1:7 «He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén».

Mt. 24:29 «E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas».

Mt. 24:30 «Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria».

La venida visible y en gloria de Jesucristo exige ciertas condiciones previas para su cumplimiento. Estas son unas pocas, pero hay muchas más. Los Testigos de Jehová, para su desgracia, no las han tomado en cuenta para sacar las que serían correctas conclusiones:

La manifestación del Anticristo:

No hubo individuo antes, ni hay nadie hasta este momento de la vida que reúna los requisitos esenciales para que pueda ser “etiquetado” con seguridad como el Anticristo final, la «Bestia» de Ap. 13:1, «el hijo de perdición». Lo que encontramos en este tiempo es únicamente extrañas especulaciones de su persona. El Anticristo escatológico tendrá que aparecer primero antes del regreso personal y visible del Ungido de Dios y en anticipado triunfo (2 Ts. 2:3, 8), para empezar su carrera política y proselitista, diplomática («Arco sin flechas») que lo guiará victorioso y nefando al gobierno del mundo (Ap. 6:2; Ap. 13:5, 7), para «sentarse en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios» (Mt. 24:15; 2 Ts. 2:4). La «marca del Anticristo» (666: Ap. 13:18), de «la Bestia» (Ap. 13:1), no ha sido anunciada oficialmente, menos puesta en la «frente ni en la mano derecha» de los hombres perversos e incrédulos al buen Dios para poder «comprar y vender». Deberá ocurrir obligadamente antes de la Parusía (véase por favor Ap. 13:15-18). Israel firmará un pacto amigable con Anticristo escatológico al principio de la gran tribulación final. A la mitad de ésta, lo romperá para empezar su destructiva y colérica persecución judía (Dn. 9:27; Ap. cap. 12). Si la Biblia explica que esta siniestra situación habrá de ser antes del regreso de Cristo (conociendo correctamente la equilibrada ilación del entorno escritural para aplicar bien una hermenéutica natural, histórica-gramatical), de la cual hasta la fecha no hemos sabido nada al respecto, porque en realidad no se ha cumplido, es obvio que el regreso del Señor todavía está en espera. Ningún líder religioso (el Falso Profeta de Ap. 13:11) ha ordenado a los habitantes de la tierra por medio de presiones y engaño para que «hagan una imagen a la semejanza del Anticristo por razón idolátrica ». Sea lo que sea, esta imagen «hablará y hará matar al que no le brinde adoración» (Ap. 13:14-15). Si la «imagen parlante no ha sido fabricada por los moradores del mundo», el regreso de Cristo, tampoco ha sido por sana deducción.

La manifestación del peor momento de la humanidad:
La gran tribulación escatológica.

El libro de Apocalipsis describe los temibles y espantosos sucesos «cosmológicos» que habrán de presentarse en la gran tribulación escatológica, «sucesos» que hasta ahora, por su naturaleza descrita, jamás se han observado durante el transcurso de la historia humana (Lc. 21:25-26). La gran tribulación final está representada por «siete sellos», por «siete trompetas» y por «siete copas de la ira de Dios» en el libro de Apocalipsis. Jamás en el planeta tierra ha llovido un «granizo mezclado con sangre y fuego», ni jamás la «tercera parte de los árboles y de la hierba verde del mundo entero ha sido quemada» (Ap. 8:7). No hemos sabido hasta el día de hoy (inconcebible, por la notoria devastación que hubiese causado) de la caída una «gran montaña» o de un aerolito de dimensiones colosales que haya provocado la aniquilación de la tercera parte de la vida marina de algún mar del globo terráqueo (véase por favor Ap. 8:8). Aquí no entra el “cuentito pinochesco”, ese dizque “científico evolucionista” que alega que hace “65 millones de años cayó en la península de Yucatán un meteoro súper gigantesco que arrasó con más del setenta por ciento de la vida en el mundo”. Es necesario que esto acontecimientos apocalípticos, entre otros más, ocurran antes que Cristo descienda con poder. Es de gran importancia además comentar que antes del regreso de Cristo tendrá que cumplirse «los tiempos de los gentiles» (Lc. 21:24), así «Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria» (Lc. 21:27). El mismo Señor Jesucristo dijo que «si los días no fuesen acortados», lógicamente en su venida, «nadie sería salvo». «Pero por causa de los escogidos, serán acortados» (Mt. 24: 21-22). Otra prueba más de la mentira del “regreso invisible de Cristo” por parte de la secta Watchtoweriana.

Los dos testigos enviados por Dios:

En ninguna parte de esta tierra, ni en ningún tiempo, se han visto y dado a conocer por los medios informativos los «portentos y milagrosos» hechos por «dos individuos», los «dos testigos y profetas», los «dos olivos» del Señor (Ap. 11:4), los cuales están predestinados para realizarlos delante de los hombres inicuos, según el libro de Apocalipsis, en el futuro (Ap. Ap. 11:5-6), mucho menos se ha sabido que hayan sido «ejecutados» por un líder político que gobierne el mundo con tiranía y opresión, en este caso, por el Anticristo apocalíptico, quien un día habrá de emerger del tumultuoso mundo en actitud inmisericorde para con sus semejantes (Ap. 11:7-9), ni tampoco que hayan resucitado los «dos individuos» antes mencionados, los «dos testigos», después de su muerte (Ap. 11:11), ni que hayan «ascendido al cielo en una nube» (Ap.11:12). Requisito indispensables es la manifestación de estos «dos hijos de Dios» antes del acontecimiento del retorno de Cristo al mundo. Otra falla más agregada al «negro y sucio costal» de los Testigos.

La batalla del Armagedón

La cual no se ha llevado a cabo, porque los gobernantes de la tierra, sus «reyes, jamás han sido reunidos por Satanás en ese lugar llamado de tal forma con el fin de pelear contra el Cordero de Dios, quién los matará como fulminante relámpago, con el resplandor de su venida» (Ap. 16:13-16; Ap. cap. 19; 2 Ts. 1:7-8; 2:8). Cristo mismo será el protagonista y héroe principal en esta macabra y dispareja disputa, no favorecida para los agentes terrenales y malignos. Él solo destruirá a los ejércitos enemigos en el lugar que en «hebreo se llama Armagedón», en su venida visible y poderosa (Zac. 14:12; Ap.16:16). Otra prueba incuestionable más que descubre la mentira del “regreso de Cristo invisible”, según los Testigos de Jehová.

Desaparición de islas y montañas, lluvia de granizo gigantesco:

La islas en la actualidad no han desparecido, y las montañas aún se encuentran de pie (Ap. 16:20). Otra cosa: ¿Quién ha sabido de la caída de un granizo de 50 Kgs. en una determinada época histórica de la humanidad? (un talento equivalía antes a 50 Kgs. de plata aproximadamente: Ap.16:21). Antes de la venida del Señor Jesucristo, esto tendrá que suceder forzosamente. Si jamás ha ocurrido, tomando en cuenta que la gran tribulación final es antes de la Parusía, es falso que Cristo, de una manera u otra, haya regresado por segunda vez al mundo.

El juicio de las naciones del mundo:

Si Cristo regresó ya hace años atrás por segunda vez como los Testigos de Jehová lo promulgan, entonces, ¿por qué causa no juzgó al mundo sentado en su trono de gloria para apartar las «buenas ovejas de las malas cabras»?:

Mt. 25:31 «Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria…».

Mt. 25:32 «…y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartarálos unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos».

Mt. 25:33 «Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda».

Yo me pregunto, ¿cómo es posible qué estos infelices individuos se hayan atrevido a profetizar con fechas falsas la venida del Hijo del Hombre, si el mismo Señor Jesucristo dijo que «ni los ángeles del cielo, ni él, conocían el tiempo exacto de su retorno visible al mundo, con el propósito de gobernarlo teocráticamente» (Lc. 1:32-33). El conocimiento del tiempo preciso de la Parusía, solamente lo tiene el Dios y Padre de Cristo y de nosotros, sus fieles creyentes, y no los arrogantes y mentirosos teólogos de la Watchtower. ¡Qué vergüenza!

Mr.13:32 «Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre».

Si Cristo vino ya, como suponen los Testigos, ¿porqué sigue reinando el caos, la maldad y la muerte en la vieja tierra y no él? ¿Por qué razón los «mansos no han heredado literalmente la tierra»? (Mt.5:5).

Cuando Cristo venga al mundo, visible y en poder, sin perder el tiempo en vanas tonterías, como las escritas y profetizadas por los mal llamados Testigos de Jehová, se «sentará en su trono de gloria para juzgar al hombre, tanto bueno como malo», de acuerdo a lo visto ya, para después dar empiezo a su glorioso Reinado Milenial y Terreno con sus santos y merecedores súbditos (Ap. 20:4, 6).

¡Amén!

Testigos de Jehová:

¿Están seguros de conducirse por el camino de luz y salvación o por aquél qué lleva a la eterna perdición?

Se los dejo nuevamente de tarea para que lo reflexionen

jueves, 12 de marzo de 2009

¿EN VERDAD VENDRÁ OTRA VEZ JESUCRISTO?



Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD).


« Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: El Verbo de Dios» (Ap.19:11-13).


No cabe la menor duda, que en estos textos se describe el esplendoroso y asombroso regreso de Jesucristo a la Tierra por segunda vez para instalar su reinado majestuoso y que tendrá una duración de mil años, según Ap. 20. 4, 6. Este reinado se caracterizará por un gobierno de justicia, de santidad, de amor, de paz y de restitución terrenal. La segunda venida de Cristo, sin temor a equivocarnos, será literal. La Escritura no insinúa la alegorización de los versículos que tratan esta situación. Su espiritualización, sale sobrando por demás. Tan literal será su venida, cómo qué el sol es sol, y el mar es mar.

En el libro de los Hechos se relata el acontecimiento de la ascensión de Cristo hacia el cielo, en Betania (Lc.24:50), después de su resurrección. Aquí, hubo testigos presenciales de este suceso de milagroso poder. El libro de los Hechos muestra que durante el momento de tener los mencionados testigos los ojos puestos en el cielo, viendo la ascecención gloriosa del Señor, después de que una nube lo ocultó de sus ojo, aparecieron dos ángeles que revalidaron las palabras de Cristo con respecto a su retorno futuro al Planeta Tierra, en poder tremendo y visible para el ojo humano (véase también: Mr.13:26; Ap.1:7):

«Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo» (Hech. 1:9-11).

La Biblia afirma que Cristo volverá al Mundo nuevamente (Mt. 24:30-31). Su regreso está relacionado con el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento:
«Yo publicaré el decreto;Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones,Y como posesión tuya los confines de la tierra.Los quebrantarás con vara de hierro;Como vasija de alfarero los desmenuzarás» (Sal. 2:7-9).

«Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur» (Zac.14:3-4).

« Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto» (Is. 9:6-7).

«Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura» (Is.11:1-5).

« ¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra, con vestidos rojos? ¿éste hermoso en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder? Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar. ¿Por qué es rojo tu vestido, y tus ropas como del que ha pisado en lagar? He pisado yo solo el lagar, y de los pueblos nadie había conmigo; los pisé con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y manché todas mis ropas. Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos ha llegado. Miré, y no había quien ayudara, y me maravillé que no hubiera quien sustentase; y me salvó mi brazo, y me sostuvo mi ira. Y con mi ira hollé los pueblos, y los embriagué en mi furor, y derramé en tierra su sangre» (Is.63:1-6).

«Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido» (Dn. 7:13-14).

La Biblia, en el libro de las Revelaciones en el Nuevo Testamento dice con relación a Cristo, que: «todo ojo le verá»:

« He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén» (Ap. 1:7).

Cristo será visto en su retorno escatológico por todos los individuos que estén vivos en el Mundo, «Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días», en el tiempo de mayor conflicto y maldad experimentado por lo hombres, la gran tribulación final (Mt. 24:21, 29). Abarca en este cumplimiento tanto gentiles como judíos: «Los que le traspasaron», además, «todos los linajes de la tierra…». Cristo profetizo que él regresaría en una nube del cielo en poder y en gran gloria, y sin lugar a dudas, no hay razón para argumentar en contra del concepto literal que encierra esta predicción.

«Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria» (Lc.21:27).

Esta descripción del Cristo victorioso en su regreso (Ap. 1:7) aparece nuevamente en Ap. 14:14, 18-20; 19:1121; 20:7-10.

Amable lector: no se quede con la duda que trae confusión; lea bien el escrito y los textos bíblicos adjuntos para que comprenda con facilidad la verdad, si es que no la conoce tal como debe ser.

Dios les bendiga y lo guarde siempre.