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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

martes, 2 de marzo de 2010

EL TEMA DE LA BIBLIA: EL REINO DE DIOS


Por Tom L. Ballinger

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El tema de la Biblia, sin duda, es el Reino de Dios. Esto se dice en el pleno reconocimiento del hecho de que Jesucristo es la persona principal del libro. Es cierto que todos los puntos de la Escritura es para el Señor Jesucristo. Algunas de las referencias son muy sutiles, y otras son muy evidentes. Él es la persona principal, el personaje principal, por favor. A pesar de estos hechos, el tema principal de la Palabra de Dios, desde el Génesis hasta el Apocalipsis es el Reino de Dios.

Cualquier libro que tiene sentido que transmite una idea debe tener una idea principal, una visión, una premisa, una historia que contar. Algunos piensan que la Biblia es un libro confuso. Y muchos guías religiosos tienen un problema, y es que ellos mismos no han logrado encontrar el tema central de la Biblia que es el Reino de Dios.

El término actual, el “Reino de Dios,” no se encuentra en el Antiguo Testamento, pero sí, “el reino de Yahweh” (1 Cró. 28:5). El hecho es que las mil y una declaraciones proféticas del reino se encuentran en el Antiguo Testamento que, más tarde, serán resumidas en el Nuevo Testamento bajo la denominación: el Reino de Dios, o el Reino de los Cielos (estos dos términos son sinónimos).

El Nuevo Testamento abre con el anuncio de que “el Reino de Dios está cerca”, y finaliza con la misma enseñanza del reino futuro a sus discípulos por parte del Jesús resucitado por un espacio de 40 días (Marcos 1:1,14,15; Hechos 1:3,6,7). Esta frase “el reino se ha acercado” es indicativa de que la doctrina habiá sido previamente bien conocida por sus oyentes, pues Jesús lo proclama sin explicar su significado al público judío a quien se le hace este anuncio. Este hecho presupone claramente que la materia contenida en la expresión “el Reino de Dios” no necesitaba definirse o explicarse.

Así se puede decir con seguridad que en las primeras páginas del Nuevo Testamento, se da por sentado que el Reino era algo bien conocido por el público judío y ya era el objeto de su fe y esperanza.

El significado que el Señor Jesús adjunta a la frase, “el Reino de Dios”, sólo puede tener el significado que se le da en el Antiguo Testamento. Si algún otro concepto se ha destinado para el “Reino de Dios”, entonces una explicación habría sido necesaria al comienzo de los ministerios de Juan el Bautista y Jesús de Nazaret con el fin de evitar cualquier malentendido. Los hechos son que Juan y Jesús hicieron el anuncio del Reino en la presunción de que su público sabía lo que era el Reino de Dios. La gente reaccionó al llegar a Juan y Jesús por el bautismo, queriendo mostrar con eso que ellos se identificaban como parte del nuevo orden de cosas que estaba a la mano. No hubieran hecho esto sin comprender lo que quiso decir el Reino.

El anuncio sobre el “Reino de Dios” no era un concepto nuevo. Sin embargo, el ingrediente añadido, “a la mano”, era nuevo. La frase “a la mano”, ha causado una gran dificultad para los estudiantes de la Biblia, porque dos mil años después, el Reino aún no ha llegado. “A la mano” significa simplemente acercarse, aproximarse, o pronto para venir a pasar. Juan el Bautista y Jesucristo con claridad, dijeron: “Arrepentíos porque el Reino de Dios está cerca.” Dado que el Reino no es aún una realidad, ¿estaban mal? ¡No! La solución es simple. El Reino, cuando se anunció, estuvo de hecho “a la mano”. Era el próximo evento PROFÉTICO a tener lugar. Sin embargo, el Señor sorprendió a los santos de Dios, el mundo, y el diablo con la suspensión de todas las profecías e introduciendo una dispensación secreta— el Misterio, que cancela la posición “a la mano” del Reino.

Cuando pienso de un evento en la Biblia como que está “a la mano”, eso significa para mí que el evento mencionado es el próximo acontecimiento profético que está previsto a tener lugar. Lo que cambiaría la posición “a la mano” sería si Dios tuvo un propósito oculto, el cual Él eligió insertar en el tiempo.

A modo de aclaración, creo, con cada fibra de mi ser, que la “Bendita Esperanza” de Tito 2:13 está “a la mano!” Es el próximo evento profético que tendrá lugar en el designio de Dios de los siglos.

Los profetas ya habían establecido un período de tiempo cuando esta tierra, y todas las naciones serían regidas por Dios: “Alégrense y gócenselas naciones, Porque juzgarás los pueblos con equidad, Y pastorearás las naciones en la tierra. Selah”(Salmo 67:4). “El Reino de Dios” fue un antiguo cuerpo de verdades establecidas en virtud de este término muy descriptivo. Dios habló acerca de la venida del Reino de Dios “por la boca de sus santos profetas desde el principio del mundo” (Hechos 3:21). Todos los profetas anunciaron y escribieron sobre el momento en que los cielos gobernarían sobre la humanidad. El Reino de Dios juega un papel importante como tema de la Biblia, pero aún los cristianos no llegan a darle la importancia que se merece.

El hombre sabio se entera de muchos de los hechos como sea posible sobre una cuestión, y escucha la evidencia y la pesa en la balanza antes de dictar sentencia. El hombre sabio no es apresurado en la toma de su decisión en un asunto importante. Por eso es nuestro llamado urgente a un examen serio del mensaje bíblico del reino de Dios.