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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

jueves, 21 de mayo de 2009

EL MILENIO Y LA IGLESIA PRIMITIVA


Por David M. Williams

(Traducido por Ingº Mario A Olcese)

El área de la escatología relacionada con el milenio está cargada de desarreglo hermenéutico. Existen aquellos que afirman que el período de mil años (el milenio) a los que se refiere el Libro de Apocalipsis en varias ocasiones (capítulo 20, versos 3, 4, 5, 7) no es literal. Más bien, se cree que tiene un significado "espiritualizado" o alegórico. Esto es conocido como amilenialismo, y el prefijo "a" significa "no", tal como un "ateo" que no es un "teísta" (uno que cree en Dios) y un "agnóstico", que mantiene no tener "conocimiento ("gnóstico" se deriva de la palabra griega para conocimiento).

Otra opinión del milenio es el milenarismo; Es decir, el milenio ocurre antes de que el periodo de Tribulación de 7 años tenga lugar. Esto contradice el ordenamiento cronológico de Apocalipsis sin embargo, el cual detalla la Tribulación (capítulo 4-19), el regreso de Cristo (capítulo 19) y luego el reinado milenario (capítulo 20). Lo que sigue es la consumación de todas las cosas y los nuevos cielos y la tierra nueva (capítulo 21-22).

Es bien conocido entre los estudiosos e historiadores bíblicos que la fe de la Iglesia primitiva fue el chiliasmo - basado en la palabra Griega en Apocalipsis 20:3 que denota el número 1,000. El Chiliasmo fue un punto de vista premilenario mal definido que anticipó el regreso de Cristo, y Su reinado por mil años literales antes del juicio final.

Ireneo, por ejemplo, un discípulo de Policarpo el mártir, quien a su vez fue instruido por los Apóstoles y tuvo comunicaciones familiares con muchos que habían visto al Cristo resucitado, escribieron de un período milenario literal. En libro cinco de Adversus Haereses (En contra de las Herejías) Ireneo provee una defensa apologética para el milenio y la restauración futura de Israel que él insiste no puede ser alegorizado (35:1-35). Después del milenio, Ireneo Prevé el juicio final de Dios y la retribución en términos de los capítulos 20 y 21 del Libro de La revelación.

Hipólito, el obispo de habla griega de una Iglesia en Roma, que murió como un mártir alrededor del 235 DC es bien conocido por sus escrituras escatológicas. En De Christo Et Antichristo (Cristo y anticristo) Hipólito escribe del anticristo y el período de la Tribulación. En su Comentario sobre Daniel, el comentario bíblico existente más viejo hoy disponible, Hipólito detalla su esperanza milenaria y la relación del libro de Apocalipsis con Daniel, con sus descripciones apocalípticas de los tiempos del fin. Es importante darse cuenta de que la crítica común del pensamiento premilenario como una invención reciente es simplemente falsa - más bien es la más vieja de todas las creencias escatológicas cristianas.

Desafortunadamente algunos estaban inclinados de hacer hincapié cariñosamente en sus esperanzas milenarias en una manera estúpidamente materialista, como Papías, cuyo cuarto libro detalla una descripción vívida del reino milenario, en la cual la fertilidad de la tierra aumentará en proporciones sorprendentes por el bien de los santos resucitados. Acerca del año 100 A.D., Cerinto, un antiguo líder gnóstico, escribió del lujo y los deleites sensuales que él esperó que el milenio trajera.

En el cuarto siglo, el gran pensador cristiano Agustín de Hipona, quien ha influenciado toda la teología latina, rechazó las nociones literales detrás del chiliasmo, basado en su desacuerdo con las nociones materialistas que habían llegado a ser asociadas con ésta. Aunque Agustín originalmente se aferró al chiliasmo y aún reconoció como una opinión defendible, él describió lo que él encontró lo que le pareció más "razonable" en el capítulo 20 De Civ Dei (La Ciudad de Dios) escrito en 425 DC. Agustín había modelado una opinión dónde en contraste al chiliasmo, la edad presente misma era el milenio. Él percibió el reino de Dios como ya manifestado en la Iglesia y proclamó que la edad entre el Pentecostés y el retorno de Cristo era el mismo milenio, marcado por la influencia siempre creciente de la Iglesia en trastornar el mal en el mundo antes del regreso de Cristo. Uno fácilmente puede comprender cómo podría haber surgido esta opinión, dado el cambio dramático en los asuntos de la Iglesia después del Edicto de Constantino de Tolerancia, temprano en el cuarto siglo. De hecho, más tarde la teología latina tuvo una tendencia extendida para identificar el Reino de Dios, al menos en su primera etapa de existencia, con la Iglesia Católica institucional.

Después del año 1,000 dC el pensamiento de un periodo literal de mil años se desvaneció; La construcción milenarista de Agustín se convirtió más bien en amilenialismo, siendo los "mil años" meramente figurativo. Ciertamente, durante la Edad Media el pensamiento de un milenio literal fue generalmente supuesto como cismático o herético. El Amilenialismo es todavía enseñado en escuelas filosóficas como aquella representada por el Westminster Theological Seminary.

La posición milenaria fue refinada y además desarrollada por Daniel Whitby en tiempos relativamente recientes. No obstante, esto no puede ser sostenido con cualquier pensamiento serio debido a la sucesión de guerras y otras calamidades siendo experimentadas - el reino de Dios no puede ser traído por el esfuerzo humano.

Aquellos que todavía sostienen el post- milenialismo tienden a ser grupos como los Preteristas que sostienen que el Libro de Apocalipsis se relaciona con acontecimientos que giran alrededor del Emperador Nerón, a pesar de la riqueza de la evidencia interna y externa para lo contrario (como la fecha de la escritura del Apocalipsis).

El pensamiento Premilenario fue revivido después de ser meticulosamente delineado por el predicador bautista laico William Miller (exponente famoso del adventismo del séptimo día) y de mediados del 1800. Sus puntos de vista cayeron en descrédito después de que dos intentos erraron para establecer una fecha para el regreso de Cristo.

El siguiente renacimiento ocurrió con John Nelson Darby (de la distinción de la Hermandad de Plymouth) a finales de los 1850 en forma de Milenialismo dispensacional- la noción de que Dios interactúa con la humanidad en una serie de épocas o dispensaciones. Darby tramó estas hebras diversas en un sistema cohesivo apremiante que él respaldó en cada punto por textos Bíblicos copiosos de prueba, luego incansablemente lo promovió a través de su escritura y predicación. Ciro Scofield popularizó este sistema de creencia con la publicación de su Biblia de referencia y lo catapultó en el pensamiento prevaleciente protestante.

Es importante notar que el dispensacionalismo y el milenialismo no son sinónimos, aunque el dispensacionalismo es premilenario (pero uno puede ser premilenario sin ser un dispensacionalista). El Dispensacionalismo es enseñado por escuelas filosóficas representadas por el Dallas Theological Seminary (Charles Ryrie siendo un miembro bien conocido del personal).

Las razones esenciales para mantenerse firme en un milenio literal es que representa la fe de la Iglesia primitiva, la enseñanza heredada de los Apóstoles, y que provee una comprensión de Apocalipsis 20 que es armoniosa con otros pasajes Bíblicos, y que es obtenida de una interpretación coherente y literal de las Escrituras. Aquellos que eligen negar un milenio literal deben proveer fuerte razonamiento para su decisión. Aquellas creencias amilenialistas no pueden ser extraídas de la Escritura, sino que más bien que deben ser aprendidas fuera de ella.