LAS ESCANDALOSAS DECLARACIONES DE LA SRA.MARÍA RUSSELL EN EL JUICIO DE DIVORCIO EN LA CORTE EN CONTRA DE SU ESPOSO, EL PASTOR CHARLES RUSSELL
Este singular blog proclama las verdades básicas de la Biblia
Datos personales
- Javier Rivas Martínez
- Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.
Mostrando entradas con la etiqueta Juicio. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Juicio. Mostrar todas las entradas
miércoles, 24 de noviembre de 2010
domingo, 1 de noviembre de 2009
EL JUICIO DEL GRAN TRONO BLANCO

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)
.
Un poco antes de que termine el Reino Milenario de Jesucristo, el diablo será soltado del oscuro Abismo para engañar a las naciones del mundo. Algunos piensan que sea para probar la fidelidad de los que un día habitarán la Tierra Milenaria guiados por el propio Mesías Rey. El diablo sale a engañar a los hombres de las naciones, logrando su fin perverso. Los malignos influenciados por Satanás, que son como la arena del mar (Gog y Magog), salean a rodear la ciudad santa en la que se encuentran los hijos del Señor, pero Dios toma una decisión oportuna y rápida, y haciendo descender fuego del cielo, consume a los rebeldes en un acto inesperado y relampagueante (Ap. cap. 20). Después de este acontecer, aparece un Gran Trono Blanco, pero la Tierra y los Cielos anteriores ya habrían desaparecido porque dice: «delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos» (Ap.20:11).
.
Es posible pensar que Cristo sea el que esté sentado en ese momento en el Gran Trono Blanco. La Biblia dice que Cristo seguirá reinando hasta que todos sus enemigos hayan sido puestos debajo de sus Pies, incluyendo la muerte. Es por eso que podemos pensar con sobriedad que quien se sienta para juzgar en el Trono Blanco sea el Hijo de Dios. Cuando los enemigos de Dios hayan sido destruidos, Cristo entonces entregará el Reino al Dios Padre (1 Co.15:24, 25, 26). Este juicio es sólo para los no conversos, porque no se hace ninguna referencia a personas salvas.
.
Los malignos resucitados (Ap.20:13) serán juzgados al terminar la era milenial «por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras» (Ap.20:12). Los libros mencionados arriba, son los «Libros Bíblicos», exactamente, los que conocemos (no todos los conocen, porque muchos cristianos ni siquiera toman las Escrituras para quitarle el polvo añejo). El Señor Jesucristo dijo: «El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero» (Jn. 12:48). Estudien los versículos hermanos y amigo, sean como los hermanos de Berea para que comprueben que hablamos verdad de Dios.
.
Pablo escribe en una de sus epístolas que Dios habrá de juzgar a los hombres en ese día según su Evangelio (Ro.2:16). Aparte de libros nombrados, se hace mención de «otro libro» que aparece en el Juicio del Gran Trono Blanco:
.
«. . . y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida . . .» (Ap.20:12).
.
A ciencia cierta, se trata del «Libro de la Gracia Divina», en el cual se encuentran registrados exclusivamente los nombres de aquellos que fueron fieles siempre al Señor hasta la muerte, para poder así recibir el galardón final (Stg.1:12; Ap.2:10). Los verdaderos herederos de la Gracia son los únicos que aparecerán inscritos en el libro de la vida.
.
Por último, los que no estén inscritos en el libro de la vida, serán lanzados en el Lago de Fuego, lugar de la aniquilación eterna, para todo aquel que se rebeló contra Dios (Ap.20:15): Para los rebeldes, los cobardes, los incrédulos, los abominables, los homicidas, los hechiceros, los idólatras, los religiosos, y para los que aman la mentira (Ap.21:8).
.
Un poco antes de que termine el Reino Milenario de Jesucristo, el diablo será soltado del oscuro Abismo para engañar a las naciones del mundo. Algunos piensan que sea para probar la fidelidad de los que un día habitarán la Tierra Milenaria guiados por el propio Mesías Rey. El diablo sale a engañar a los hombres de las naciones, logrando su fin perverso. Los malignos influenciados por Satanás, que son como la arena del mar (Gog y Magog), salean a rodear la ciudad santa en la que se encuentran los hijos del Señor, pero Dios toma una decisión oportuna y rápida, y haciendo descender fuego del cielo, consume a los rebeldes en un acto inesperado y relampagueante (Ap. cap. 20). Después de este acontecer, aparece un Gran Trono Blanco, pero la Tierra y los Cielos anteriores ya habrían desaparecido porque dice: «delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos» (Ap.20:11).
.
Es posible pensar que Cristo sea el que esté sentado en ese momento en el Gran Trono Blanco. La Biblia dice que Cristo seguirá reinando hasta que todos sus enemigos hayan sido puestos debajo de sus Pies, incluyendo la muerte. Es por eso que podemos pensar con sobriedad que quien se sienta para juzgar en el Trono Blanco sea el Hijo de Dios. Cuando los enemigos de Dios hayan sido destruidos, Cristo entonces entregará el Reino al Dios Padre (1 Co.15:24, 25, 26). Este juicio es sólo para los no conversos, porque no se hace ninguna referencia a personas salvas.
.
Los malignos resucitados (Ap.20:13) serán juzgados al terminar la era milenial «por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras» (Ap.20:12). Los libros mencionados arriba, son los «Libros Bíblicos», exactamente, los que conocemos (no todos los conocen, porque muchos cristianos ni siquiera toman las Escrituras para quitarle el polvo añejo). El Señor Jesucristo dijo: «El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero» (Jn. 12:48). Estudien los versículos hermanos y amigo, sean como los hermanos de Berea para que comprueben que hablamos verdad de Dios.
.
Pablo escribe en una de sus epístolas que Dios habrá de juzgar a los hombres en ese día según su Evangelio (Ro.2:16). Aparte de libros nombrados, se hace mención de «otro libro» que aparece en el Juicio del Gran Trono Blanco:
.
«. . . y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida . . .» (Ap.20:12).
.
A ciencia cierta, se trata del «Libro de la Gracia Divina», en el cual se encuentran registrados exclusivamente los nombres de aquellos que fueron fieles siempre al Señor hasta la muerte, para poder así recibir el galardón final (Stg.1:12; Ap.2:10). Los verdaderos herederos de la Gracia son los únicos que aparecerán inscritos en el libro de la vida.
.
Por último, los que no estén inscritos en el libro de la vida, serán lanzados en el Lago de Fuego, lugar de la aniquilación eterna, para todo aquel que se rebeló contra Dios (Ap.20:15): Para los rebeldes, los cobardes, los incrédulos, los abominables, los homicidas, los hechiceros, los idólatras, los religiosos, y para los que aman la mentira (Ap.21:8).
viernes, 14 de agosto de 2009
SÓLO LOS HIPÓCRITAS JUZGAN MAL A SUS SEMEJANTES

“No juzguéis, para que no seáis juzgados.” (Mateo 7:1)
.
En el Sermón del Monte, Jesus dijo, “No juzguéis, para que no seáis juzgados.” Por otra parte El también dijo, “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.” (Juan 7:24) Por supuesto, esta aparente contradicción nos lleva justo al punto de cuando juzgar y cuando no; que juzgar y que no.
En el Sermón del Monte, Jesus dijo, “No juzguéis, para que no seáis juzgados.” Por otra parte El también dijo, “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.” (Juan 7:24) Por supuesto, esta aparente contradicción nos lleva justo al punto de cuando juzgar y cuando no; que juzgar y que no.
.
Permítame comenzar con algunas de las definiciones más antiguas de la palabra juzgar. Yendo al hebreo, juzgar significa en primer lugar, “dirigir o guiar” y después “juzgar”. Esto quiere decir que un hombre no puede dirigir o guiar a menos que también juzgue. Así sucedió con Moisés quien dirigía o guiaba a través de juzgar, así también lo hicieron los jueces del Antiguo Testamento.
Permítame comenzar con algunas de las definiciones más antiguas de la palabra juzgar. Yendo al hebreo, juzgar significa en primer lugar, “dirigir o guiar” y después “juzgar”. Esto quiere decir que un hombre no puede dirigir o guiar a menos que también juzgue. Así sucedió con Moisés quien dirigía o guiaba a través de juzgar, así también lo hicieron los jueces del Antiguo Testamento.
.
La palabra griega krino, juzgar, se relaciona con la raíz de la palabra en latín cerno, que significa separar, partir, cernir. Juzgar, entonces siempre involucra separar lo bueno de lo malo cuidadosamente, lo correcto de lo incorrecto.
La palabra griega krino, juzgar, se relaciona con la raíz de la palabra en latín cerno, que significa separar, partir, cernir. Juzgar, entonces siempre involucra separar lo bueno de lo malo cuidadosamente, lo correcto de lo incorrecto.
.
Entonces nos resulta inevitable el hecho que debemos de tener jueces, y que hay un lugar para juzgar. Esto siempre ha sido parte de la regla de Dios bajo los pactos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.
Entonces nos resulta inevitable el hecho que debemos de tener jueces, y que hay un lugar para juzgar. Esto siempre ha sido parte de la regla de Dios bajo los pactos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.
.
Por consiguiente, Pablo amonesta a los cristianos a no usar el sistema legal secular para arreglar sus diferencias, más bien hacer de la iglesia una corte legal diciendo: “¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequenas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? Para avergonzaros lo digo. ¿Pues que, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos.” (1 Co, 6:1-3, 5)
Por consiguiente, Pablo amonesta a los cristianos a no usar el sistema legal secular para arreglar sus diferencias, más bien hacer de la iglesia una corte legal diciendo: “¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequenas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? Para avergonzaros lo digo. ¿Pues que, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos.” (1 Co, 6:1-3, 5)
.
Ahora consideremos, de manera más específica, como juzgar se aplica en la vida cristiana.
Ahora consideremos, de manera más específica, como juzgar se aplica en la vida cristiana.
.
Todos Debemos Juzgar, para Distinguir el Bien del Mal
Todos Debemos Juzgar, para Distinguir el Bien del Mal
.
Menciono primero esto porque es el fundamento del juicio cristiano. Nosotros, por ejemplo, debemos juzgar que es trigo y que es cizana, que es luz y que es obscuridad, que ayudaria y que estorbaria, y con quien tener companerismo y a quien evitar. (2 Tesalonicenses 3:6)
Menciono primero esto porque es el fundamento del juicio cristiano. Nosotros, por ejemplo, debemos juzgar que es trigo y que es cizana, que es luz y que es obscuridad, que ayudaria y que estorbaria, y con quien tener companerismo y a quien evitar. (2 Tesalonicenses 3:6)
.
Hacemos estos juicios a través de la Palabra de Dios, por el testimonio del Espiritu Santo, o por el don del discernimiento, el cual es un don especial para juzgar justo juicio. Este tipo de juicio universal está relacionado primordialmente en cómo debemos de reaccionar con la gente y las circunstancias.
Hacemos estos juicios a través de la Palabra de Dios, por el testimonio del Espiritu Santo, o por el don del discernimiento, el cual es un don especial para juzgar justo juicio. Este tipo de juicio universal está relacionado primordialmente en cómo debemos de reaccionar con la gente y las circunstancias.
.
Hay otro tipo de juicio que va mas allá de los intereses personales. Es el juzgar a otros para corrección. Tenemos que entender que no podemos corregir a nadie hasta que hayamos discernido lo que necesita ser corregido.
Hay otro tipo de juicio que va mas allá de los intereses personales. Es el juzgar a otros para corrección. Tenemos que entender que no podemos corregir a nadie hasta que hayamos discernido lo que necesita ser corregido.
.
Tenemos el Derecho de Juzgar a Otros en unaRelación Maestro/Alumno – si somos el Maestro
Tenemos el Derecho de Juzgar a Otros en unaRelación Maestro/Alumno – si somos el Maestro
.
La relación maestro/alumno más básica es aquella entre padre e hijo. El padre debera de juzgar la conducta del hijo, porque sin juzgar esa conducta, el padre no podra dirigir el hogar en forma exitosa. Verdaderamente, un padre deberá de aplicar la ley de Dios a sus hijos y, si es necesario, aun con la vara de la corrección. (Proverbios 22:15) Dios ha delegado su autoridad en los padres para imponer las leyes en el hogar.
La relación maestro/alumno más básica es aquella entre padre e hijo. El padre debera de juzgar la conducta del hijo, porque sin juzgar esa conducta, el padre no podra dirigir el hogar en forma exitosa. Verdaderamente, un padre deberá de aplicar la ley de Dios a sus hijos y, si es necesario, aun con la vara de la corrección. (Proverbios 22:15) Dios ha delegado su autoridad en los padres para imponer las leyes en el hogar.
.
Una vez más, recuerden, el guiar y el juzgar van juntos. Uno no puede guiar o dirigir sin juzgar, y uno no puede ser un juez justo a menos que este asignado para tal función.
Una vez más, recuerden, el guiar y el juzgar van juntos. Uno no puede guiar o dirigir sin juzgar, y uno no puede ser un juez justo a menos que este asignado para tal función.
.
Otra relación maestro/alumno es la del salón de clases, todo el camino desde la escuela primaria hasta el entrenamiento universitario. El maestro tiene la autoridad para juzgar. Y esto tambien es cierto en cualquier trabajo donde el patron no puede manejar el negocio en forma exitosa sin tener que tratar con las faltas y debilidades de sus empleados.
Otra relación maestro/alumno es la del salón de clases, todo el camino desde la escuela primaria hasta el entrenamiento universitario. El maestro tiene la autoridad para juzgar. Y esto tambien es cierto en cualquier trabajo donde el patron no puede manejar el negocio en forma exitosa sin tener que tratar con las faltas y debilidades de sus empleados.
.
Finalmente existe la relacion pastor/miembros de la iglesia. Esta tambien es una relacion maestro/alumno. El pastor es el guia designado por Dios, y tiene la autoridad para “redarguir y corregir” para la perfeccion de los santos. (2 Timoteo 4:2, 3:16-17; Hebreos 13:7)
Finalmente existe la relacion pastor/miembros de la iglesia. Esta tambien es una relacion maestro/alumno. El pastor es el guia designado por Dios, y tiene la autoridad para “redarguir y corregir” para la perfeccion de los santos. (2 Timoteo 4:2, 3:16-17; Hebreos 13:7)
.
Tenemos el Derecho de Juzgar a Otros CuandoEstamos en Una Relación Maestro/Maestro
Tenemos el Derecho de Juzgar a Otros CuandoEstamos en Una Relación Maestro/Maestro
.
Cuando hay un cambio para un estudiante de un maestro a otro, por ejemplo, es muy apropiado para el antiguo maestro comunicar al nuevo las debilidades y fortalezas del estudiante. Esto se hace en el sistema educativo, y se hace en el sistema laboral por medio de “referencias de carácter,” las cuales incluyen el desempeño en trabajos anteriores y resúmenes de las habilidades y debilidades de la persona. Y debiera de hacerse cuando un miembro cambia de un pastor a otro. En este caso, es sabio que el nuevo pastor o iglesia pida referencias al pastor anterior, antes de ubicar a los nuevos miembros en posiciones de liderazgo. Cuando esto no se hace, puede suceder que los pastores ubiquen a los nuevos miembros en posiciones para las cuales no están calificados. Las consecuencias podrían ser serias.
Cuando hay un cambio para un estudiante de un maestro a otro, por ejemplo, es muy apropiado para el antiguo maestro comunicar al nuevo las debilidades y fortalezas del estudiante. Esto se hace en el sistema educativo, y se hace en el sistema laboral por medio de “referencias de carácter,” las cuales incluyen el desempeño en trabajos anteriores y resúmenes de las habilidades y debilidades de la persona. Y debiera de hacerse cuando un miembro cambia de un pastor a otro. En este caso, es sabio que el nuevo pastor o iglesia pida referencias al pastor anterior, antes de ubicar a los nuevos miembros en posiciones de liderazgo. Cuando esto no se hace, puede suceder que los pastores ubiquen a los nuevos miembros en posiciones para las cuales no están calificados. Las consecuencias podrían ser serias.
.
Además de estar en una relación maestro/alumno o en una relación maestro/maestro, solamente existe una posición más en la cual como cristianos podemos juzgar a otros cristianos, y es desde el punto vista de la perfección cristiana.
Además de estar en una relación maestro/alumno o en una relación maestro/maestro, solamente existe una posición más en la cual como cristianos podemos juzgar a otros cristianos, y es desde el punto vista de la perfección cristiana.
.
Podremos Juzgar y Corregir aOtros Si Hemos Obtenido la Perfección Moral
Podremos Juzgar y Corregir aOtros Si Hemos Obtenido la Perfección Moral
.
Este es el mensaje de Jesús en el Sermón del Monte. (Mateo 7:1-5) De hecho este pasaje comienza con “No juzguéis…,” y termina diciendo que cuando hayamos limpiado nuestra casa, entonces podremos ayudar a nuestro hermano a limpiar la suya. Si juzgamos a otros cristianos, señalando sus pecados, debilidades y faltas, cuando todavía tenemos las nuestras, somos hipócritas. De cualquier forma, si juzgamos a nuestro prójimo cuando nos encontramos en un estado de perfección moral, creeríamos ser como “pequeños salvadores;” pero en palabras de Jesús se oiría así, “¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces veras bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.” (Mateo 7:5)
Este es el mensaje de Jesús en el Sermón del Monte. (Mateo 7:1-5) De hecho este pasaje comienza con “No juzguéis…,” y termina diciendo que cuando hayamos limpiado nuestra casa, entonces podremos ayudar a nuestro hermano a limpiar la suya. Si juzgamos a otros cristianos, señalando sus pecados, debilidades y faltas, cuando todavía tenemos las nuestras, somos hipócritas. De cualquier forma, si juzgamos a nuestro prójimo cuando nos encontramos en un estado de perfección moral, creeríamos ser como “pequeños salvadores;” pero en palabras de Jesús se oiría así, “¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces veras bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.” (Mateo 7:5)
.
Observe, una vez más, la finalidad de un juicio justo y de este pasaje de juicio es la perfeccion moral. El juzgar a otros cristianos teniendo pecado y malas actitudes en nuestras propias vidas, nos ciega para poder hacer un juicio justo. Si juzgamos bajo esas circunstancias, no lo haremos mejor que un hombre ciego al operar cataratas del ojo de otra persona. Entre más sea quebrantado un creyente y entre más tiempo haya caminado con Dios, mas renuente estará para tratar con las faltas de otros, sabiendo que el también parecerá ante el tribunal de Cristo.
.
Observe, una vez más, la finalidad de un juicio justo y de este pasaje de juicio es la perfeccion moral. El juzgar a otros cristianos teniendo pecado y malas actitudes en nuestras propias vidas, nos ciega para poder hacer un juicio justo. Si juzgamos bajo esas circunstancias, no lo haremos mejor que un hombre ciego al operar cataratas del ojo de otra persona. Entre más sea quebrantado un creyente y entre más tiempo haya caminado con Dios, mas renuente estará para tratar con las faltas de otros, sabiendo que el también parecerá ante el tribunal de Cristo.
.
Ahora, veamos cómo juzgó Jesús
.
La Perfección Moral Saca la Paja del Ojo del Hermano con Amor, Compasión y Esperanza
La Perfección Moral Saca la Paja del Ojo del Hermano con Amor, Compasión y Esperanza
.
Cuando la mujer adúltera fue sorprendida en el acto de adulterio, existía solamente una sentencia bíblica establecida en el Antiguo Testamento para su pecado: morir apedreada. Observe que el castigo fue dado a Moisés por Dios. Los fariseos trataban de que Jesús estuviera en desacuerdo con Dios, su Padre. Ellos pensaban que habían acorralado a Jesús. Pero Jesús no puede ser acorralado. El no vino a invalidar la ley sino a cumplirla.
Cuando la mujer adúltera fue sorprendida en el acto de adulterio, existía solamente una sentencia bíblica establecida en el Antiguo Testamento para su pecado: morir apedreada. Observe que el castigo fue dado a Moisés por Dios. Los fariseos trataban de que Jesús estuviera en desacuerdo con Dios, su Padre. Ellos pensaban que habían acorralado a Jesús. Pero Jesús no puede ser acorralado. El no vino a invalidar la ley sino a cumplirla.
.
Entonces, El dijo a los fariseos: ustedes la sorprendieron; ustedes apedréenla – si es que no existe ni una viga ni una paja en su propio ojo! Si así es, entonces háganlo. “El que de vosotros este sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra contra ella.” (Juan 8:7) Jesús permitió y consintió el apedreamiento de esta mujer si los corazones de los fariseos fueran puros. Pero no lo eran, y por eso dejaron a un lado el juzgar, condenar y encontrar las faltas de esta mujer, al menos por ese momento. Claro, se encontraron a ellos mismos como hipócritas.
Entonces, El dijo a los fariseos: ustedes la sorprendieron; ustedes apedréenla – si es que no existe ni una viga ni una paja en su propio ojo! Si así es, entonces háganlo. “El que de vosotros este sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra contra ella.” (Juan 8:7) Jesús permitió y consintió el apedreamiento de esta mujer si los corazones de los fariseos fueran puros. Pero no lo eran, y por eso dejaron a un lado el juzgar, condenar y encontrar las faltas de esta mujer, al menos por ese momento. Claro, se encontraron a ellos mismos como hipócritas.
.
Ahora, si no somos verdaderamente santos, sin pecado, ¿entonces no deberíamos dejar caer nuestras piedras y alejarnos, permitiendo a aquellos sin pecado o quienes están en una posición de liderazgo lidear con el problema? Jesús, como el único sin pecado, fue dejado a solas con la mujer. Y, ¿qué fue lo que hizo? El, el único que tenía el derecho a juzgar, condenar, encontrar las faltas, y a criticar, actuó con compasión, amor y perdón; y en ese contexto, El quito la viga de su ojo al decirle, “…Vete, y no peques mas.” (Juan 8:11)
Ahora, si no somos verdaderamente santos, sin pecado, ¿entonces no deberíamos dejar caer nuestras piedras y alejarnos, permitiendo a aquellos sin pecado o quienes están en una posición de liderazgo lidear con el problema? Jesús, como el único sin pecado, fue dejado a solas con la mujer. Y, ¿qué fue lo que hizo? El, el único que tenía el derecho a juzgar, condenar, encontrar las faltas, y a criticar, actuó con compasión, amor y perdón; y en ese contexto, El quito la viga de su ojo al decirle, “…Vete, y no peques mas.” (Juan 8:11)
.
Resumiendo, todos nosotros somos llamados a juzgar entre el bien y el mal, lo santo y lo impio, para mantenernos irreprensibles. Algunos de nosotros somos puestos en una posición de juzgar en referencia a guiar o gobernar. Si estamos en esa posicion, debemos cuidadosamente (con discrecion) cumplir con nuestro llamado. Si no hemos sido llamados a una posición de gobernar por derecho divino, el juzgar a otros cristianos solo debería ser viniendo de un corazón puro, sin una paja en nuestro propio ojo, sin una piedra en nuestra mano, y con gran refreno y precaución.
Resumiendo, todos nosotros somos llamados a juzgar entre el bien y el mal, lo santo y lo impio, para mantenernos irreprensibles. Algunos de nosotros somos puestos en una posición de juzgar en referencia a guiar o gobernar. Si estamos en esa posicion, debemos cuidadosamente (con discrecion) cumplir con nuestro llamado. Si no hemos sido llamados a una posición de gobernar por derecho divino, el juzgar a otros cristianos solo debería ser viniendo de un corazón puro, sin una paja en nuestro propio ojo, sin una piedra en nuestra mano, y con gran refreno y precaución.
.
Las primeras palabras del pasaje del juicio son: “No juzguéis,” pero para que no hagamos el “No juzgar” el Onceavo Mandamiento, Jesús termina este pasaje mencionando nuestra necesidad de ser perfectos para que podamos, con juicio justo, ayudar a otros hacia la perfección.
Las primeras palabras del pasaje del juicio son: “No juzguéis,” pero para que no hagamos el “No juzgar” el Onceavo Mandamiento, Jesús termina este pasaje mencionando nuestra necesidad de ser perfectos para que podamos, con juicio justo, ayudar a otros hacia la perfección.
.
www.apologista.blogdiario.comdomingo, 5 de abril de 2009
LOS ÁNGELES Y EL JUICIO DIVINO

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD).
El ministerio de los ángeles en el Antiguo Testamento fue de notable importancia. No solamente han manifestado las provisiones benevolentes de Dios (Sal. 91:11, 12; Heb. 1:14; Hech. 7:53; Dn. 6:22; 0:3), sino también han procedido a llevar a cabo sus temibles juicios de horror y muerte, según su ira, que es santa, justa y perfecta. Vemos en la Biblia cómo en un momento dado, 185.000 hombres de los ejércitos de Senaquerib, el rey asirio, fueron muertos por el ángel destructor:
«Porque de Jerusalén saldrá un remanente, y del monte de Sion los que se salven. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto. Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni arrojará saeta en ella; no vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. Por el camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. Porque yo ampararé a esta ciudad para salvarla, por amor de mí mismo, y por amor de David mi siervo. Y salió el ángel de Jehová y mató a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos. Entonces Senaquerib rey de Asiria se fue, e hizo su morada en Nínive. Y aconteció que mientras adoraba en el templo de Nisroc su dios, sus hijos Adramelec y Sarezer le mataron a espada, y huyeron a la tierra de Ararat; y reinó en su lugar Esarhadón su hijo» (Is. 37:32-38).
Casi nadie desconoce el suceso la destrucción de Sodoma y Gomorra por dos ángeles del Señor:
«Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo…» (Gn.19:1).
«Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar; porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo» (Gn. 19:12-13).
« Entonces Jehová (los ángeles que lo representaban) hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra» (Gn. 19:24).
El Nuevo Testamento revela que los ángeles de Dios tendrán un relevante papel en el juicio de los impíos y malignos en el futuro (véase entre otras cosas, en el libro de Apocalipsis, los juicios de Dios escatológicos ejecutados por su ángeles, representados simbólicamente por las siete copas y las siete trompetas de la ira de Dios). Cristo les llama a estos seres sobrenaturales y de potencia asombrosa (2 P. 2:11) los «segadores», porque el día de su venida se encargarán de recoger, de separar a los impíos (la cizaña) de los justos (el trigo) para ser lanzados y quemados en el Lago de Fuego (Ap. 20:15):
«Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes» (Mt.13:37-42).
Por último, antes de que inicie el reino terrenal de Cristo, Satanás será encadenado y puesto en prisión por un poderoso ángel en el oscuro abismo por un tiempo de mil años:
«Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años… » (Ap.20:1-2).
Dios les bendiga siempre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)