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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

lunes, 31 de agosto de 2009

TESTIMONIO INTERESANTE DE UN EX-TESTIGO DE JEHOVÁ

Hola, soy Carlos, y este es mi breve testimonio:

Transcurría el año 1993 aquí, en Guayaquil, Ecuador, y yo estaba por aquel entonces con la onda heavy metal de la época; tenía 15 años y mi madre no estaba gustosa con mi estilo de vida. Cierta noche llegaron 2 damas testigos de Jehová a tocar la puerta, y yo estaba en casa de mi abuela, y a mi abuela le parecieron personas encantadoras. Bueno, justamente llevaban en sus bolsos revistas de la Watchtower atacando al heavy metal (ahora sabemos que los testigos de Jehová tenían prácticas ocultistas) y puesto que yo quería cambiar y ser alguien civilizado, acepté asistir a una de sus reuniones un sábado 23 de marzo de 1993. Fue un sábado de semana santa, pues el día anterior se conmemoraba la muerte de Cristo, pero no para los testigos, quienes tenían su memorial después.

Las revistas tenían algo inexplicablemente extraño en sus láminas y como yo era un admirador de todo lo esotérico en aquel entonces, y siendo un jovenzuelo incauto, me atrajeron bastante. Recuerdo que una tenía un infierno en su portada y la típica pregunta al lector ¿existe o no?

Fui a sus reuniones y me llevé la sorpresa de toparme con hermanitos materialistas, y con otros algo vulgares. Sin embargo, se tenía que asistir con “terno” (con cuello y corbata). Bueno, al cabo de un tiempo, mi madre comenzó a acompañarme al salón del reino también. En casa recibíamos estudio de un misionero gringo con su esposa. La asociación con otros hermanitos era irregular, ya que mi madre y yo no éramos tan títeres de esta secta, cosa que a muchos les molestaba dentro del salón del reino.

Pues bien, dentro de la congregación se daban muchas cosas, desde estafas entre testigos, negocios camuflados, hasta hermanitas jóvenes adolescentes deseosas de marido y seductoras, cosa que parece algo increíble, pero así era. Obviamente había fornicación a diestra y siniestra pero camuflada. Los discursos desde la plataforma no traían consuelo sino desolación, pues estos estaban llenos de ira contra los llamados mundanos y poco a poco mi madre y yo nos sentíamos que íbamos por gusto a las reuniones, hasta que en el año 2000 un canal de TV cristiano evangélico transmitió el documental Witnessess of Jehovah original de 1986 en el cual salía Raymond Franz hablando de todas estas falsas fechas y otros ex-testigos también coincidían en los puntos cuestionables que habíamos tratado en casa mamá y yo. Luego de esto seguimos yendo un mes más a las reuniones, pues aunque no se crea, la mente de un adepto Testigo trata de aferrarse a ese lugar llamado salón del reino creado por la Watchtower y yo trataba de ver algo positivo, pero no era así. Mi madre ya había dejado de ir hacía un tiempo.

Antes de continuar recalco que me bauticé en el año 1995 en una asamblea llamada Manténganse Despiertos, estén firmes en la fe, háganse poderosos, pero mi madre nunca se bautizó. Yo envié mi carta de disociación adjuntando datos que revelaban la falsedad de la secta, pero jamás fui al Comité Judicial, puesto que los mandé al traste con sus doctrinas erradas. Ellos jamás hicieron insistencia en hablar con nosotros. Lo curioso de esto es que visitando el blog de David Pérez i Payá me encontré con imágenes ocultas en la literatura de la Watchtower. Mi madre dedicaba horas a la lectura de estas herejías, y producto de esto ella tuvo un trastorno mental del que hoy recién está saliendo con la ayuda de Dios y mucha oración. Mi madre temía a la represalia de esta secta y por eso se enfermó mentalmente, puesto que ellos son como una mafia.Yo, gracias a Dios, fui más fuerte y logré, hasta cierto punto, tener firmeza en salirme de esta secta horrorosa.

Un saludo

CarlosGuayaquil-Ecuador