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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

miércoles, 8 de octubre de 2008

NOTICIAS DE INTERÉS

Por Aimee Herd: Octubre 2, 2008:
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Alastair Jamieson Telegraph UK
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"El lado derecho delantero de los (creyentes) se iluminó en el escáner, señalando que los mecanismos neurales de modulación de dolor habían estado ocupados. No hubo tal actividad del cerebro entre los ateos, cuyos dolores y niveles de ansiedad permanecieron apenas igual a todo lo largo del experimento".

(Reino Unido) Un nuevo estudio del Centro Oxford Para La Ciencia de La Mente encontró que tener fe en Dios realmente puede aliviar el dolor.

La intrigante investigación involucró a 12 creyentes Católicos Romanos y 12 ateos cuya actividad de sus cerebros fueron estudiadas dentro de un escáner MRI mientras recibían choques eléctricos ocasionales en la mano. Cada demandado recibió instrucciones de enfocar la atención en 2 pinturas durante el experimento. Una de La Virgen María Sassoferrato del Siglo 17, luego la pintura de la Señora con un Armiño de Leonardo da Vinci del siglo XV.

Según el artículo Telegraph UK, los católicos reportaron sentirse "seguros", "en buen recaudo" y "tranquilos y en paz". También se encontró que habían experimentado 12 por ciento menos dolor que sus contrapartes no creyentes (Observación: Imagínese si estos creyentes hubiesen sido Protestantes, y que, en lugar de pinturas de la virgen, hubiesen sido pinturas del Señor Jesucristo con sus discípulos calmando el mar, o Jesús resucitando a Lázaro, seguramente el dolor no hubiera sido solamente 12% menos, sino probablemente 30% menos. Creo que se equivocaron de pinturas) .

Otro factor interesante al estudiar el cerebro de los Creyentes fue que el "lado derecho delantero de su cerebro se iluminó en el escáner, señalando que los mecanismos neurales de modulación de dolor habían estado ocupados".

Hubo supuestamente no tal respuesta del cerebro de los ateos, y su "dolor y niveles de ansiedad permanecieron apenas igual a todo lo largo del experimento".

Tom Wright, Obispo Anglicano de Durham, dijo al Telégrafo que él no estaba sorprendido. "La práctica de la fe debería, y en muchos casos lo hace, alterar la persona que uno es. Puede afectar los patrones de su cerebro y sus emociones, " dijo él.