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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

martes, 27 de mayo de 2008

DIOS Y LAS NEURONAS

Neuroteología: La Ciencia del Dios Químico


Por el Dr. Javier Rivas Mtz (MD)


«La neuroteología es una rama de la neurociencia que estudia el componente neurológico de las experiencias religiosas. Se han descubierto patrones electromagnéticos de la actividad cerebral que son activados por ciertas costumbres, como la meditación, o por otros métodos, como la inducción de impulsos electromagnéticos al cerebro, las sustancias psicodélicas e, incluso, la modificación genética. La neuroteología investiga ahora si es posible integrar de manera artificial las experiencias religiosas en nuestras vidas» (Yaiza Martínez).

De acuerdo a las expectativas y elucubraciones de algunos científicos, el cerebro está capacitado genéticamente para «animar la fe religiosa» según un estudio. Los científicos que trabajaron en el caso y que concluyeron lo dicho anteriormente, obtuvieron imágenes de la actividad cerebral con un dispositivo de alta tecnología, el SPECT, que utilizaron en monjes tibetanos budistas y monjas franciscanas mientras se encontraban meditando. Precisaron que el impulso de la meditación religiosa afecta el estado neuroquímico del cerebro. Estas investigaciones se dieron en 1970.
Dicen los maestros de la ciencia, que el cerebro tiende a cambiar con las conductas del individuo para adaptarse, sobre todo, en los lóbulos prefrontales en aquellos que tienen experiencias místicas-religiosas y que se les ha considerado «los que provocan la unidad en el cosmos, para los monjes buditas, y la proximidad a Dios, para las religiosas franciscanas». La palabra Neuroteología, fue propuesta en un principio por el escritor inglés Haldous Huxley (quien uso drogas y describe sus experiencia con ellas), y se utiliza para determinar la relación de las experiencias religiosas con la actividad biológica de los lóbulos cerebrales. Esta «ciencia nueva» se ha estudiado en las siguientes universidades: "The Ohio State University", "Harvard Divinity School", "Pennsylvania Medical School" y en el "Garret Evangelical Theological Seminary".
Mirando un programa científico televisivo unos días atrás, me enteré asombradamente de la existencia de esta «nueva ciencia»:
Se cuestionaba si en realidad los sucesos religiosos descritos en la Biblia fueron fueron francamente de origen divino o producto de una actividad neurobiológico cerebral determinada. Se habló de las experiencias religiosas aparentemente sobrenaturales del apóstol Pablo, poniéndose en tela de juicio su veracidad por eventos subjetivos celestiales quizás relacionados por una epilepsia del lóbulo temporal, es decir, como génesis de ellas. La epilepsia del lóbulo temporal se caracteriza clínicamente por presentar, a parte del síndrome convulsivo, alucinaciones que pueden ser auditivas, olfatorias y visuales. Aunque los científicos no concluyen con exactitud si las experiencias religiosas de esta índole tienen que ver con la función cerebral, siempre les surge a ellos la pregunta: ¿La fe en Dios es el resultado de la actividad cerebral humana? ¿Quién es el ingeniero qué ha concebido un cerebro tan complejo? ¿Es la religión un mero producto de la biología cerebral, o es qué ha sido capacitado misteriosamente para conocer a Dios? La Biblia dice que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza. Vemos en las Escrituras que ese hombre fue formado como un ser pensante, racional, inteligentemente capaz, libre para cumplir los designios del Dios Bendito al que estaba sujeto, y en su condición pura y santa, su relación fue íntima con el Creador. Si el hombre en un principio logró tener una cercanía máxima con Dios, es porque sencillamente fue capacitado con un cerebro increíble, hasta ahora, que desplegaba a través de su diseño especial anatómico y funcional una inteligencia, un pensamiento razonable para establecer una comunión íntima con él en el Edén paradisíaco. Esta interacción Deidad-Humana en principio antiguo, fue exactamente como la que se dio con Moisés y Dios en el Santo Montes posteriormente (Ex. cap.19, 20, 21).

La Biblia dice que Adán y Eva oyeron literalmente la voz de Dios (Gn. 3:8), Adán habló con Dios (Gn. 3:10), habló con Noé y sus hijos (Gn.9:8), con Abraham (Gn. 16:15), en visiones con Ezequiel (Ez.cap.1), en visiones al rey Nabucodonosor (Dn. cap.2), a Daniel el profeta de la misma manera (Dn. cap.7, 8, 9, 12), a Zacarías (Zac. cap.2), al apóstol Pablo (Hech. cap.9; 2Co. cap. 12), al apóstol Juan (Libro de Revelaciones), y a otros más de la misma manera.
La Biblia dice que Dios se manifestó («habló», Heb.1:1) a los profetas, y si es Dios, habrá de ser, deductivamente, de forma sobrenatural, cuya razón fue la de trasmitir eventos proféticos de importancia y trascendencia por medio de sus fieles servidores y que habrían de cumplirse posteriormente con pasmosa exactitud (Hechos Proféticos). Es raro que algunos mediadores químicos o neurotransmisores puedan influenciar en los cumplimientos sobrenaturales de carácter religioso a un determinado plazo, y lo más extraño de todo, con tremenda precisión. Pienso, que los científicos no se han detenido a analizar la anterior cuestión. Existen un puñado de profecías bíblicas que hablan del advenimiento de Jesucristo, y todas se cumplieron al pie de la letra. Dios promulgó juicio profético contra muchas naciones paganas e inicuas en el AT. y su cumplimiento se cristalizó, al pie de la letra, tarde que temprano, exactamente como los grandes profetas santos lo vaticinaron al ser usados por el Divino. Históricamente, no hay cabida para justificar algún error en las profecías bíblicas. ¿Pueden unas determinadas sustancias químicas neurocerebrales llevar a cabo asombrosas formas de predicción y cumplimientos, tan extraordinarios que lo dejan a uno con la boca más abierta que un cenote? La Biblia nunca dice que el hombre fue creado con poderes extraordinarios. Si lo piensa de esa manera, ha creído la mentira de y seréis como Dios (Gn. 3:5) que promociona enfáticamente la Nueva Era.Yo creo que aquí, hay más que eso. Los científicos piensas que probablemente los mecanismos fisiológicos cerebrales que hacen emerger las experiencias místicas y religiosas en los diferentes grupos son los mismos que indujeron los relatados en la Biblia, pero contrariamente de lo que creen, sabemos por la revelación célica escrita que son verdaderas experiencias sobrenaturales de la Suprema Deida y vividas por los hijos de los hombres (como por ejemplo, las teofanías), evocadas por el Dios Maravilloso y Todopoderoso, de los portentos y de los milagros. Sabemos, que las experiencias místicas de otros grupos religiosos (místicos-orientales) no dejan de ser fantasmalmente subjetivas, espantosas e irreales que han sido inducidas por situaciones condicionadas, en ambientes que rasgan en la religiosidad fanática y «calientemente espiritual». El resultado de las experiencias religiosa-místicas son únicas, individuales, dependiendo del carácter y del temperamento de la persona. En el pentecostalismo carismático, las mujeres son las que tienen más experiencias de esta clase, sencillamente porque la mujer, por su naturaleza, psicológicamente es más emotiva y sublimada que los individuos del sexo masculino. De manera diferente, pero con un resultado casi idéntico, fue por medio de drogas alucinógenas que los pueblos paganos de antaño dieron uso para fines iniciáticos-místicos. En Colombia en el día de hoy, se utiliza la droga que recibe el nombre de Ayahuasca con el esta finalidad. El Peyote y la Mezcalina en México son utilizados por los chamanes con propósitos similares desde tiempos ancestrales y también para los de hoy, para el alcance de experiencias místicas religiosas que no dejan de ser intrascendentes para el hombre.
La Biblia dice que Cristo tomó a tres de sus discípulos y subió al monte santo en el que se transfiguró delante de ellos, y no solamente eso, ellos pudieron ver por medio de una visión a Moisés y Elías, y una nube que les hizo sombra. Oyeron la voz de Dios que les hablaba desde ella, en lo alto (Mr.9:2-7). Pedro, más tarde, habla de este testimonio colectivo en una de sus cartas:

«Pero cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía; Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo» (2.P.17, 19).

La causa de las experiencias sobrenaturales verdaderas en los seres humanos es el mismo Dios por medio de su Espíritu Santo:

«Y después de esto derramaré mi Espíritu a toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones» (Jl. 2:28).

El diablo ha ido perfeccionando sus patrañas engañosas «mejorando magistralmente su obra demoníaca que enseña en la Universidad de las Sombrías Tinieblas» para la destrucción de los ignorantes y desprevenidos con el truco actualizado que recibe el nombre de Neuroteología, para desacreditar la veracidad de las experiencias sobrenaturales bíblicas. Ayer, Satanás formalizó la Alta Crítica y levantó con pasmoso engaño a los Teólogos Liberales para ridiculizar y sobajar los hechos sobrenaturales de las Escrituras Sagradas, y desgraciadamente, su esfuerzo, no ha sido de todo en vano. Hoy, la Neuroteología es una farsa completamente satánica que reduce a Dios a una fórmula meramente química producida en las neuronas mortales de los seres humanos pecadores (¡Qué vil contraste: ¡Hágame usted el favor!).
La Biblia dice que Dios está en los cielos, y todo lo que quiso fue hecho por él (Sal.115:3), que su Eterno Poder y Deidad han sido manifestados desde la creación del mundo (Ro.1:20), que es Dios Sempiterno (Is.40:28), que es Inmenso (1 R.8:27), y Todopoderoso (Gn.17:1). También la Palabra Santa dice que Dios destruirá a los soberbios (Is.2:11-12) y a los mentiroso en el Lago de Fuego, como son los individuos que afrentan su Palabra con ideas falsas y quiméricas (Ap.21:8), como en el caso de los creadores vanos de la Neuroteología, que no deja de ser una hueca seducción de elevada ficción y de naturaleza condenatoria extrema.
¡Cuidado cristianos que vuelan bajo!
Dios les bendiga siempre.