Datos personales

Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

sábado, 8 de octubre de 2011

EL EVANGELIO DE LA EXPERIENCIA

El Apóstol Pablo escribió en I Timoteo 4:1 “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”. La palabra apostatar significa apartarse a creencias extrañas. Siempre había apostasía, pero según la Biblia, esto será una característica de los últimos días de lo que se llama “la edad de la iglesia”.

A veces la apostasía es por culpa de falsos maestros que enseñan doctrinas que no concuerdan con la revelación divina. Pablo dice que en los postreros días la apostasía será por culpa de espíritus engañadores y demonios. En estos días vemos que muchos se están apartando de la verdad para seguir lo que se llama “El evangelio de la experiencia”. Esta apostasía es facilitada, en parte por los promotores del ecumenismo. Ellos están promoviendo la unión a costo de la sana doctrina.

La doctrina causa divisiones, pero hay una disimilitud en las experiencias. Para ellos, la unión se caliza alrededor de sus experiencias. Reciben el uno al otro como hermanos en Cristo porque ambos han tenido experiencias religiosas. Ellos no hacen mención de creencias religiosas porque no están de acuerdo en cuanto a esto.

Sus experiencias son diversas. Escuchan voces de espíritus. Las voces vienen de distintas maneras. Raras veces son voces audibles. Más a menudo son pensamientos o sentimientos que entran a la mente. A veces son como resultado de entregar el control que vienen a la mente por la repetición de mantas (un dicho o palabras). Así espíritus inmundos tienen libertad de decir lo que quieren a la persona.

Algo parecido sucede en la experiencia de hablar en lenguas. Para poder hacerlo, hace falta que uno entregue el libre albedrío sobre su mente. Resulta en una experiencia en que uno siente que otro está hablando a través de su voz. Todo esto es la obra de “espíritus engañadores y doctrinas de demonios”.

Satanás ha engañado a muchos evangélicos a través de esto. En vez de preocuparse por la salvación de almas perdidas, están dispuestos a aceptar el testimonio de experiencias religiosas como indicación de que estas personas ya son salvas. Este evangelio de la experiencia ha invadido a la iglesia católica. Va también por el nombre de “renovación”. Se llaman “católicos renovados”. Ellos no han cambiado nada de su doctrina y práctica religiosas. Pero, por causa de su experiencia, muchos evangélicos están dispuestos a aceptarlos como “hermanos en Cristo”.

Otras experiencias de este tipo incluyen el de caer desmayado y lo que se llama la risa santa. Se nota que no hay nada de doctrina en esto. Es pura experiencia emocional.

I Juan 4:1 dice “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”. Probamos los espíritus por observar si lo que hacen y dicen es de acuerdo con la Palabra de Dios. La Biblia nos manda a separarnos de todo lo que es contrario a la revelación divina (II Corintios 6:14-18). Sin embargo, este movimiento promueve la unión de todos sin importar sus creencias religiosas. A menudo el movimiento carismático hace mención de ser renacido, pero usan el término sin discriminación. Para ellos, el nuevo nacimiento consiste de pasar por una experiencia religiosa. Pero I Pedro 1:23 dice “Siendos renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre”. Así que bíblicamente, el renacimiento sigue las normas de la enseñanza bíblica.

Vivimos en un día de gran confusión. Muchos quieren pensar que son salvos por sus propios méritos. Ahora, con el evangelio de la experiencia, algunos están doblemente convencidos de que son salvos. Ellos cuentan con sus propios méritos y también con sus experiencias religiosas. Según la Biblia, la salvación no es por nuestros méritos. Tito 3:5 dice “Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”.

Es interesante notar que, en la Biblia, la palabra “experiencia, en sí, se encuentra tan solamente dos veces. La primera vez está en Génesis 30:27 donde Labán dijo que él había experimentado que Dios le había bendecido por causa de Jacob. La palabra, en este texto, puede ser traducido observado o aprendido. No se trata de una experiencia emocional. La segunda vez que la palabra se encuentra está en II Corintios 9:13. Allá se trata de la experiencia que resulta de dar con liberalidad y gozo a la obra del Señor.

Aparte del don de lenguas, las demás experiencias que están de moda no se encuentran en la Biblia. El don de lenguas no fue dado para que los creyentes tengan una experiencia estática, sino para facilitarlos en la obra de Dios y para confirmar que el mensaje de los apóstoles era de Dios.

En Gálatas 1:8-9 el Apóstol Pablo dijo: “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: si alguno os predica diferente evangelio de que habéis recibido, sea anatema”. Es obvio que el evangelio de la experiencia es otro evangelio diferente. El verdadero evangelio es por la fe en la sangre de Cristo. Romanos 5:8-10 dice “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira”…

Por su servidor Russell George