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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

miércoles, 14 de julio de 2010

PORQUE LA TRINIDAD ES UN MISTERIO O ARCANO IRRESOLUTO?


La razón por la que la doctrina de la Trinidad se convirtió en un misterio, va más allá de la comprensión intelectual, pues surgió a raíz del combate de la Iglesia con las dos herejías del monarquianismo en el siglo III.

El Monarquianismo, al describir las relaciones del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, trató de defender la unidad de Dios y su único rol o monarquía (monarchia). Al hacerlo, tuvo como motivo loable luchar contra los errores del politeísmo pagano. Por desgracia, tal vez incluso debido a su buen motivo, el monarquianismo terminó siendo una herejía. En el Monarquismo había dos escuelas diferentes: el Monarquianismo Modalista y el Monarquianismo Dinamístico. Sus posiciones se pueden describir de manera concisa como sigue: el Monarquianismo Modalista defendió la unidad de Dios al sostener que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres modos diferentes y sucesivos de un mismo Dios. Como modos de Dios los tres son uno y lo mismo y divinos por igual. Por el contrario, el Monarquianismo Dinamístico defendió la unidad de Dios al considerar sólo el Padre como Dios y decidir que el Hijo y el Espíritu Santo no son más que criaturas, aunque muy cercas de Dios. El Monarquianismo Modalista, a causa de su enseñanza del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo como tres modalidades sucesivas de un mismo Dios, sostuvo que Dios el Padre sufrió como el Hijo en el momento de la crucifixión. Por lo tanto esta escuela también se llama Monarquianismo patripasianismo. El Monarquianismo Dinamísitico afirmó que el Hijo, un hombre creado subordinado a Dios el Padre, recibió un poder (dynamis) del Padre en el momento de su bautismo para ser adoptado como el Hijo de Dios. Por lo tanto esta escuela también se le llama subordinacionismo o adopcionismo.

Estas dos escuelas Monarquianistas tenían un propósito loable de defender la unidad de Dios, pero sus puntos de vista sobre el Hijo sonaba extrema para muchos en la Iglesia. El primero considera al Hijo como un modo de Dios mismo, dejando de lado su naturaleza humana, mientras que el segundo visto al Hijo como un mero hombre, sin tener en cuenta su supuesta naturaleza divina. Los líderes cristianos como Hipólito se opusieron vigorosamente a ambas escuelas.

Históricamente, el Monarquianismo Modalista se hizo más popular que el Monarquianismo Dinamístico. Aun así, el anterior era aún una herejía a los ojos de la Iglesia, que por lo tanto trató de refutarlo. La refutación de Tertuliano era excepcional y aceptado por la Iglesia. En pocas palabras, su impugnación rechazó ambas escuelas Monarquianistas, yendo allá de sus dos posiciones extremas de los pioneros de una posición intermedia que no pertenece a ninguna de las dos escuelas. Como se verá, esta posición intermedia resultó ser poco clara y difícil (tal vez profunda, si se toma de manera positiva). En nuestra opinión, esta es la razón por la cual la doctrina cristiana de la Trinidad se convirtió en un misterio más allá de la comprensión intelectual.