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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

ILLUMINATI Y EL NUEVO ORDEN

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

El Orden Illuminati tiene un propósito definido: adueñarse del mundo por medio de la abolición de todos los sistemas actuales de la Tierra. Este grupo diabólico y de pocos individuos, formuló años atrás con genial cuidado las Tres Guerras Mundiales, dos ya cumplidas, y la última aún no suscitada y relacionada con las profecías bíblicas de los últimos tiempos, cuyos perversos autores intelectuales fueron Giuseppe Mazzini, el fundador de la funesta y temible Mafia en 1869, y Albert Pike, un excombatiente confederado de la guerra civil norteamericana y criminal de guerra de siete suelas, y entre otros, fundador del KKK racista (asociación sectaria que fue fundada para la persecución de los que componen la raza negra y de judíos inmigrantes), y Gran Comendador masónico de los Estados Unidos de Norteamérica.
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Este par de zorras inmundas e indolentes del grupo de los Iluminados (Lo de zorras, sin comillas, porque si lo fueron realmente) se sentaron con «campante tranquilidad» para dialogar y discutir el plan que mostraba el futuro conflicto mundial entre sionistas y árabes, así como planearon las dos primeras sangrientas borracheras mundiales. Este último plan bélico preparado en los adentros vacuos del diablo, muestra, que, cuando él conflicto armamentista esté a punto de dejar al mundo hecho un completo basurero por efecto mortal de las armas nucleares, el Anticristo Final saldrá a la escena para prometer paz y una renovación mundial en todos los aspectos por el resultado desastroso dejado por la guerra, pero será realmente el diablo el que mueva los hilos invisibles detrás de las cortinas de las tinieblas tenebrosas para culminar su perverso plan (Ap.13:4). Pike pronosticó que Illuminati «provocaría el peor cataclismo social jamás visto antes». Debido a la ineptitud de las autoridades y de los políticos para controlar el completo desorden moral, económico y social que resultaría de la guerra entre judíos y musulmanes en esa época, las gentes, en un grado de desesperación y terrible ofuscación máxima, ya no confiarán en ninguna normativa religiosa o de otra índole diferente (cristianismo y ateísmos, etc.), y es aquí, como una oportunidad dada y exacta a causa del ámbito de oscuridad deprimente para las sociedades de toda nación, el Orden Illuminati promocionaría a su hombre perfecto e ideal (Dn.7:8; Ap.13:1) que habrá de resolver los problemas en general de ese tiempo futuro y caótico, de un mundo cubierto de oscuros dilemas y eventos inigualables en perversidad (Ap. caps. 6, 7, 8, 9, etc.).
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El Anticristo Final, «el líder de la luz luciferina», de acuerdo a la consideración Illuminati, será identificado por las masas incrédulas como el Jesucristo encarnado, porque «el que se fue y que regresa otra vez», jamás lo recibieron como tal; para los judíos, será el Mesías esperado (Ap.6:2), y que firmará un convenio con el pueblo de Jacob que quebrantará para arremeterlos endemoniada y locamente con furia y castigo increíble (Dn. 9:27; Ap. cap. 12). El Orden Mundial habrá de ser erguido literalmente en todo lo alto para que Satanás reine bajo un disfraz humano sobre sus esclavos-súbditos, grandes y pequeños, pero que será cortado cuando Jesucristo venga del cielo a ordenar lo que las tinieblas devastaron (Ap.1:7). No durará mucho. Las hordas humanas que se hayan arrojado contra el Hijo de Dios, terminarán mutiladas, ensangrentadas, regadas y devoradas por las aves de rapiña en el Valle de Jezreel por el poder de Jesucristo (Ap.19:17, 18, 21).
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El diablo, no escapará tampoco de la ira de Dios, un poco más tarde, pero seguro, su castigo le vendrá, después de que lo hayan soltado del Abismo, cuando concluya el Reino Milenario de Mesías Rey, será lanzado junto con sus demonios en el Lago de Fuego y Azufre. De esa forma su existencia acabará tristemente, sin pasar por alto a las personas rebeldes de todas las épocas que serán lanzadas también en ese Lago incandescente, por haber sido reacios al Evangelio de Cristo, al arrepentimiento, y por no haberle dado gloria al Dios Santo (Ap.20:10, 15) que amó tanto al mundo de maldad y que envió a su Hijo para redimirlo del pecado y salvarlo del Infierno de Fuego (Jn. 3:16).