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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

miércoles, 9 de julio de 2008

LA POSESIÓN DEMONÍACA EN LOS PSÍQUICOS

Por Mario A Olcese (Apologista)
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Aunque parezca mentira, hay aún muchos “cristianos” que suponen que los psíquicos son hombres escogidos y dotados por el Padre celestial para profetizar o adivinar cosas o eventos por venir, y hasta para conectarse con los muertos. Aquí, en mi país, hay un reconocido psíquico que viste de blanco y que aparece por la TV ayudando a la gente a “contactarse” con algún pariente fallecido para que puedan recibir orientación y consuelo de ellos. Después de la sesión, los interesados se quedan asombrados por la precisión del psíquico, quien les brinda nombres, detalles puntuales, y consejos de sus familiares fallecidos que los dejan verdaderamente estupefactos, satisfechos y muy agradecidos. Por supuesto que el psíquico presume ser un instrumento de Yahweh, y sus clientes salen de la sesión deseándole la bendición de Dios porque supuestamente éste “ayuda a mucha gente angustiada y atormentada”. El dinero que el psíquico recibe por sus sesiones dice que lo destina casi exclusivamente a obras de caridad, ya que él tiene un trabajo estable en una compañía farmacéutica.

Pero, ¿qué hay de cierto de que este hombre tenga un don de Dios para contactarse con los muertos? La respuesta la encontramos en la Biblia, donde expresamente Dios prohíbe todo intento de contactarse con los muertos porque sencillamente es ABOMINACIÓN. En el Antiguo Testamento, cualquiera del pueblo de Dios que se desviaba por el camino de los brujos, psíquicos, encantadores, o conectadores de muertos eran lapidados hasta la muerte. Dice la Biblia sobre este tipo de prácticas, así:
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“Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios” (Deut. 18:9-14).
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Así que todo tipo de práctica ocultista era prohibida y considerada una abominación entre los Hebreos.

El caso de una mujer Psíquica del Siglo I

En Hechos 16:16-19 se nos habla de una mujer psíquica en Filipos que le reportaba mucha ganancia a su amo. Dice así el registro del suceso:
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“Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora. Pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades”.

Aquí se evidencia que esta joven en Filipos presentaba las mismas características de los psíquicos de hoy que adivinan el futuro, que elogian a Dios y a Su Hijo, aparentando ser instrumentos del Señor cuando en realidad son posesos de un demonio de adivinación. Lo que deseo destacar es que la jovencita reconoce el hecho de que Pablo y Silas son siervos del Dios Altísimo. Esta misma frase “Dios Altísimo” es usada por el poseso Gadareno para reconocer que Cristo es Hijo del Dios Altísimo, cuando dice:
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Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo” (Marcos 5:7,8).
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Así que tanto el endemoniado Gadareno, y la joven psíquica exorcizada por Pablo, eran peleles de un demonio a pesar de que estos dos reconocían con reverencia a los verdaderos siervos de Dios.

Lamentablemente millones de personas están siendo engañadas por espíritus seductores que embaucan a los simples con supuestas profecías y contactos fraudulentos. Estas personas sin saberlo están caminando por el sendero de la perdición, que es el de la muerte eterna, privados de la luz salvadora de Cristo. En vez de acudir al Señor por guía, éstos prefieren consultarles a los demonios, tal como lo hizo Saúl cuando acudió a la pitonisa de Endor para contactarse con el supuesto Samuel, ya difunto para entonces.

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