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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

domingo, 27 de julio de 2008

EL MONARQUIANISMO MODALÍSTICO

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
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Hay una corriente de “cristianos” que sostiene la creencia en un solo Dios, pero cree además que la plenitud de la Deidad se encuentra manifestada en Jesucristo. Ellos creen que Padre, Hijo, y Espíritu Santo son meras manifestaciones, modos, oficios, o relaciones que el único Dios manifestado al hombre. Historiadores de la iglesia han utilizado los términos modalismo y monarquianismo modalístico para describir este punto de vista como sostenido por líderes de la iglesia primitiva tales como Noeto, Práxeas, y Sabelio. En otras Palabras sostienen que el único Dios se ha manifestado en tres maneras en tres tiempos o eras distintas: Como el Padre (Yahweh), como el Hijo en la encarnación, y en la presente dispensación como el Espíritu Santo. Estos creen que sólo Jesús es el único Dios verdadero, y que se manifestó como Padre en su vida preexistente (naturaleza divina), como Hijo (naturaleza humana) en la encarnación, y como Espíritu Santo en esta dispensación de la gracia.

La Biblia nos presenta un solo Dios verdadero

En lo único que podríamos estar de acuerdo con estos señores es que Dios es único, solo, singular, o uno como bien lo declara la Shema [Deut 6:4, “Oye, Israel, El Señor nuestro Dios, el Señor uno (echad) es”]. En el AT Dios se revela como una Persona exclusiva y excluyente, pues ninguno hay semejante a Él. El tener otros dioses fuera de Él era una abominación y se castigaba severamente a los que incurrían en ese pecado. Y Dios no tardó en castigar a su pueblo toda vez que adoptaba otros dioses ajenos a Él.

Es cierto que Dios se manifestó en diferentes maneras (teofanías), ya sea como hombre, fuego, nube, ángel, etc, pero ninguna de estas manifestaciones o teofanías eran Dios, sino que eran maneras o formas como el Dios Espíritu se manifestaba a los hombres para que lo entendieran. El no tiene manos, brazos, pies, corazón, ni ojos literales, aunque la Biblia lo presenta de forma humana en ocasiones (antropomorfismo).

Los Hebreos jamás pudieron concebir que su único (Echad) Dios fuera un Dios compuesto (Yachad) (Trino o binitario) como suponen muchas denominaciones cristianas del presente. Ah, y por cierto que tampoco los árabes musulmanes lo creen, quienes son también los hijos del Patriarca monoteísta Abraham.
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Desafortunadamente el Trinitarismo y el binitarismo son un verdadero obstáculo para la conversión de los Judíos ortodoxos y musulmanes al cristianismo.
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Tampoco es cierto que haya un Dios verdadero y único y muchos dioses inferiores que reciben algún grado de adoración y servicio de otras criaturas inferiores. Dios es solo uno, el único que tiene inmortalidad, y el único que subsiste por Sí Mismo (1 Tim. 6:15.16). Los demás así llamados “dioses” (ver 1 Cor 8:4-6) llevan ese título por el simple hecho de representar al Dios único y verdadero. Así, los ángeles son Elohim en el sentido que son siervos y mensajeros del verdadero y único Elohim que es Yahweh. También lo fueron los “jueces de Israel” porque ejercieron justicia en nombre del Eterno, y Moisés, cuando fue enviado por el Eterno a hablar con Faraón para que dejara libre a Su pueblo (ver. Exo 7:1), y finalmente el mismo Mesías, cuando vino como enviado del Padre.

¿Quién era el Dios verdadero para Jesús?

Sin duda alguna Jesús vino a dar a conocer al verdadero y único Dios, y por eso él dijo: “Quien me ha visto a mi ha visto al Padre” (Jn. 14:9-11), “yo y el Padre uno somos” (Jn. 10:30), “yo estoy en el Padre, y el Padre en mí” (Jn. 10:38), etc. Pero, ¿estaba diciendo Jesús que él era el Padre y el único Dios verdadero del AT en esos versículos? Pues, no. Jesús estaba diciendo que Su Padre y él tenían los mismos propósitos y que eran uno así como los esposos y sus seguidores son también UNO. Es decir, una unidad de VOLUNTADES Y PROPÓSITOS que los caracterizaba. De allí que Jesús sometía Su voluntad a la del Padre. Había pues dos voluntades, pero el Hijo sometía la suya a la de Su Padre.

Si Jesús hubiera creído que él es el único Dios verdadero de los Hebreos, entonces nos resulta preocupante sus declaraciones halladas en el evangelio de Juan, cuando dijo: “Y esta es la vida eterna, que TE (no, ‘ME’) conozcan a TI (no, ‘a MI’), ÚNICO DIOS VERDADERO, y a Jesucristo a quien tú has enviado” (17:3). Acá no hay cabida para la discusión. Jesús no está diciendo que él es el único Dios verdadero, sino más bien, el enviado del “único Dios verdadero”. Sería imposible que tanto el enviado como el que envía fuesen la misma persona. Esto lo entendería hasta el hombre más torpe. Pero desgraciadamente los llamados “monarquianistas (modalistas)” caen en el error de suponer que Cristo es el único Dios verdadero de toda la Biblia.

También los modalistas creen que Jesucristo es el Yahweh del Antiguo Testamento (Padre-Jehová), y que después tomó la forma humana de Hijo en su encarnación como una de Sus teofanías reconocidas. ¿Pero es posible que Jesús encarnado sea una teofanía más del único Dios verdadero? ¿Significa que en el NT el Padre que menciona Jesús ya no es Padre sino Hijo, es decir, él mismo? ¿Entonces a quién se refirió Jesús cuando decía: “mi Padre trabaja y yo trabajo” o “Subo a mi Padre y a vuestro Padre”? ¿Acaso Jesús se refería por “mi Padre” a sí mismo en su supuesta vida preexistente en el cielo? ¿A quién entonces oró Jesús en Getsemaní cuando estaba viviendo momentos difíciles en su vida, previos a su juicio y muerte? ¿A sí mismo? Imposible! Además, ¿cómo podía Pablo hablar de Jesús como Mediador entre Dios y los hombres, si supuestamente él era el único Dios verdadero? ¿Cómo podía Pablo decir que Dios es cabeza del Hijo (Cristo), si éste es supuestamente el único Dios verdadero? ¿Cómo podríamos ser hijos de Dios que los modalistas llaman Jesús, y ser a la vez hermanos de Jesús? ¿Y cómo podría Jesús ignorar la fecha y hora de su venida, si puestamente él es el único Dios verdadero y el mismo Padre en su vida preexistente (o Yahweh del AT) el cual es omnisciente (todo lo sabe)? Y si Cristo es el único Dios verdadero, habiendo sido el Padre (en su vida preexistente), el Hijo (en su encarnación) y ahora, El Espíritu Santo: ¿Por qué en el cielo él sigue diciendo que tiene Su Dios? ¿Y por qué dijo: “Mi Padre trabaja, y yo trabajo”? ¿Cómo pudo Jesús haber sido el Padre en su vida preexistente, e Hijo en su encarnación, y después decir como Hijo que su Padre aún estaba trabajando como él trabajaba? ¿No se supone que en su ministerio terrenal (encarnación) Dios ya no era Padre sino Hijo? ¿Cómo podían estar trabajando ambos al mismo tiempo? ¿Cómo podría el único Dios verdadero hablar por (no, ‘como’) el Hijo (ver Heb. 1:1-3), si aceptamos la errada tesis de que el Hijo es el único Dios verdadero? ¿Cómo pudo Jesús afirmar que su Padre es mayor que él (Juan 14:28), si él es Dios y el Padre en su vida preexistente?

Otros pasajes de la Escritura que demuestran que Jesús no es el Padre

En Apocalipsis 5:13 leemos que todo lo creado que está en el cielo, sobre tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, dan loas “al que está sentado en el trono y al cordero”. Obviamente aquí hay dos personas distintas: la una que está sentada en el trono (que es Dios y Padre) y la otra, el Hijo (el Cordero), que está a su lado. Esta visión de Juan se vio antes representada en la adoración postrada que presentó el pueblo Hebreo ante Dios y en presencia del Rey David.

El Salmo 110:1 es un texto clave que demuestra contundentemente que Jesús no es el Jehová del Antiguo Testamento. Este pasaje dice así: “Jehová dijo a mi Señor; siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”. En la Escritura Hebrea dice que Adonai (“nombre” sustituto de Yahweh) dijo a Adoni (Señor, Mesías)…” Aquí claramente Adonai (Yahweh) dijo textualmente a Adoni (Ungido, Señor, y Mesías): “Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”. Este Adoni es sin duda el Mesías escogido, el Hijo de Dios, tal como lo dijo Pablo a los corintios. Y Aquel que le sujetó todas las cosas a él (al Hijo Mesías) es Adonai (Yahweh Elohim) (Ver 1 Corintios 15:27,28).

En Apocalipsis 1:1 leemos: “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, 2 que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. 3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”. En este pasaje no se necesita ser un docto o un superdotado con un coeficiente de 160 para entender que en el cielo Jesucristo (el Hijo) y Dios son dos entidades completamente distintas y separadas. Alguien podría decir que Jesucristo regresó a su condición de pleno Dios en el cielo y por tanto no necesitaba que nadie le revelara nada. Pero aquí ocurre lo inimaginable para muchos: Jesús sigue recibiendo revelaciones de otro Ser que es Dios. Esto nos demuestra que nuestro Señor Jesucristo no es el Padre, y menos, el único Dios verdadero, como pretenden hacernos creer los modalistas. Aquí Dios le revela a Jesucristo (el Hijo) las cosas que deben suceder pronto, y a su vez él se lo revela a su siervo Juan a través de su ángel. Creo que sobran las palabras!

Hay cientos de textos bíblicos que hacen una clara distinción entre el Hijo y el Padre, presentándose como dos Personas completamente distintas y separadas, pero unidas en voluntad y propósito. Los pasajes que hemos presentado aquí son más que suficientes para descartar cualquier interpretación que se aparte de la revelación bíblica de un Dios único que es el Padre, y un Señor Mesías, que es el Hijo (Ver 1 Cor. 8:4-6).