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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

viernes, 9 de mayo de 2008

PRETERISMO: UNA RESENA


Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

La palabra «Preterista» significa: «perteneciente al pasado». De acuerdo a dicha escuela, el libro de Apocalipsis tuvo cumplimiento en el pasado, en los primeros siglos de la historia de la Iglesia cristiana. La escuela preterista afirma que las visiones de Juan tienen relación con el Imperio Romano, con Israel, con Jerusalén, y la Iglesia del Señor. Quienes defienden esta postura alegan que Nerón era la primera Bestia de Ap. 13:1, el Anticristo Final, debido a que su nombre escrito en hebreo concuerda con el misterioso número 666 de Ap. 13:18. Corrió la voz hace mucho tiempo atrás que Nerón no llegó a morir, que logró esconderse en algún lugar indefinido durante su gobierno. Dicen los preteristas que el apóstol Juan sabía tal historia y que se basó en ésta para describir una enseñanza mejor, según lo escrito en libro de Apocalipsis. Los preteristas creen que los capítulos del 5 al 11 de Apocalipsis muestran la victoria de la Iglesia sobre el judaísmo; los capítulos del 12 al 19 la victoria del cristianismo sobre toda forma de paganismo, y los capítulos del 20 al 22 tratan del triunfo de la Iglesia sobre el paganismo y el judaísmo.

El precursor de esta doctrina errada fue el jesuita Alcázar que en 1614 aprobó la historicidad del libro de Apocalipsis, pero creyó que todo su contenido, exceptuando los capítulos del 21 al 22 y posiblemente el 20, se cumplió en el tiempo en que Juan se encontraba vivo aun. Promotores de la doctrina preterista, son: Hugo Grotius (1583-1645), reconocido jurista, estadista y teólogo holandés. Otro fue Federico William Farrar (1831-1903), Decano de Cantebury, que afirmó que el libro de Apocalipsis era un bosquejo inspirado de «historia contemporánea». Él dijo que el libro de Apocalipsis trata principalmente de los sucesos contemporáneos con Juan el apóstol, y de los acontecimientos mediatos posteriores. Su justificación ocurre en base al uso de la palabra «pronto» (gr. táchei) en Ap.1:1; 2:5, 16; 3:2; 11:14; 22:20. De acuerdo a Farrar, la palabra o vocablo «pronto» no se refería a un tiempo prolongado. Era de la opinión que la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C. era una «segunda venida de Cristo».

Algunos autores de la línea preterista sugieren que el libro de Apocalipsis es más bien un libro descriptivo que profético. Describe hechos históricos ya pasados sin tener en cuenta una trascendencia profética, menos escatológica. Entre los preteristas modernos se encuentran: Ray Summers, profesor del Seminario Bautista de Southwestern, y William Hendriksen, ex profesor del Seminario Calvino de Gran Rapids, reconocido como escritor, y además pastor de la Iglesia Reformada. Este último autor rechaza la interpretación histórica como la futurista y considera el libro de Apocalipsis para el uso de los primeros cristianos del siglo I sin tomar en cuenta la importancia de la profecía, en ningún sentido. Henderiksen sostiene que el libro de Apocalipsis posee un mensaje simbólico de aliento para aquellos creyentes que eran perseguidos y que determina con seguridad el triunfo de Cristo sobre las fuerzas del mal.

La escuela preterista olvida de que el libro de Apocalipsis es un libro que habla de la consumación de los últimos tiempos. Aquí se ven cumplidas todas las promesas futuras de Dios hechas en el Antiguo Testamento, es decir, en la manifestación del reino venidero, conforme a su plan perfecto e inquebrantable y descrito por medio de las profecías en un principio. El libro de Apocalipsis muestra la manera en que Dios pondrá fin a los gobiernos humanos gentiles y malvados para que el reino teocrático sea dirigido universalmente por su Hijo Jesucristo, coheredero indiscutible al trono de David, su padre (2. S. 7:11-16; Is.9:7; 11:1-5, 10; 16:5; Lc.1:32, 33).
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Es sabido que la postura preterista no encontró cabida en la Iglesia de Cristo de los primeros siglos. Se hizo notablemente popular hasta el año 1614.
Concuerdo con Carballosa cuando dice:

«Si el Apocalipsis se escribió para que se cumpliera en tiempos de Juan o poco después, entonces hay que decir que los destinatarios no lo comprendieron así y, por lo tanto, fracasó en su propósito, puesto que tal cumplimiento se desconoce por completo en la historia de la Iglesia Primitiva».

Dios les bendiga hermanos y amigos que nos visitan.