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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

martes, 27 de mayo de 2008

LA FARSA DE ULTRATUMBA

Por el Dr. Javier Rivas Mtz (MD)


«Espiritismo: Se define como la creencia que los espíritus de los muertos se comunican con los vivos y manifiestan su presencia a los hombres».

Algunos científicos como Alfredo Rusell Wallace, Sir William Crookes, y Sir Oliver Lodge se inclinaron al espiritismo. El Famoso médico psiquiatra, Carl Jung, fue entregado al espiritismo, y comentaba que tenía un espíritu guía. Las Escrituras advierten con juicio severo a los que incursionan en el espiritismo, a aquellos que tienen espíritus familiares o de muertos (Lv. 20:27), y previenen a los creyentes en contra de nefanda práctica demoníaca (Lv. 20:6; Is. 8:19, 20).

Ejemplos en la Biblia tenemos de espiritismo: La adivina de Endor (1 S.28:3, 14), Elimas el mago (Hech. 13:6-12), la mujer con espíritu de adivinación (Hech. 16:16-18), que eran dirigidos por el mismo diablo para el alcance de sus propósitos de engaño y destrucción (1 Tim. 4:1).

La Biblia es clara en decir que las personas que han muerto están completamente ausentes de su conciencia. No saben nada, no sienten, dejan de ser afectivas, como lo podemos ver en el siguiente texto bíblico del Antiguo Testamento:

«Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en el olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol» (Ec. 9:5, 6).

He visto (bastante enojado, por cierto) programas en que los llamados «médiums» se comunican con supuestas personas acaecidas, para dar mensajes a sus familiares cercanos que todavía existen. Si la Biblia dice que su amor ya pereció con ellos, ¿cómo es posible que puedan expresar amor, al estar precisamente muertas, con palabras de consuelo y afecto a sus seres queridos? Esto viola lo que la Biblia dice al respecto: que los muertos nada saben, y si nada saben, lógicamente nada dirán, debido a que sus mentes han sido puestas en el olvido indefectiblemente, en otras palabras, han dejado de existir al morir. Sólo el diablo rompe con las reglas de la verdad, pudiendo engañar en este sentido a los pobres ignorantes y desconsolados por la pérdida de algún familiar amado haciéndolos creer que son ellos comunicándose del «más allá». De esa manera, los conduce a la perdición muy fácilmente.

El diablo es un estafador de primera línea, de grado triple A, y sus adeptos infernales, no dejan de serlo también. Hoy por hoy, cada vez más, las personas buscan ayuda en los estafadores espirituales que les cobran sumas altas de dinero para contactarlos con sus familiares que perecieron (¿?), y, a parte, la condenación que se echan sobre sus hombros y espaldas por considerar esta clase de iniquidad tan abominable para Dios, producto de su no conocer las ordenanzas bíblicas. Terminarán mal, si no desisten, en cualquier momento de sus vidas.

Dios les bendiga hermanos y amigos que nos visitan con gusto.