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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

sábado, 10 de mayo de 2008

GEOPROMESA


G E O P R O M E S A

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

«Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia» (2 P.3:13).

Las promesas del Reino Venidero, serán cumplidas en la misma tierra donde posamos nuestros pies, donde respiramos, donde nos afligimos, donde reímos, donde lloramos, donde nos gozamos además con el Señor esperando su manifestación por medio de Jesucristo en gloria (1 Tit.2:13). Donde viven y mueren unos, y donde nacen otros. La Biblia jamás habla que el creyente en Cristo habrá de habitar literalmente el cielo tercero en que habita el Dios Santo al morir inmediatamente, por medio de un alma inmortal. Esta doctrina platonista pagana y torcida se infiltró en el cristianismo tierno hace casi dos mil años, y está vigente en la mayor parte de las Iglesias cristianas de todo el mundo.

El verdadero creyente espera la resurrección corporal para recibir el Reino terrenal posteriormente:

«Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero» (1 Ts.4:16).

«Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad» (Mt.5:5).

La Biblia dice que los creyentes resucitados en Cristo serán reyes y sacerdotes con él en la tierra y reinarán mil años sobre ella:

«Bienaventurado y santo el que tienen parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años» (Ap.20:6).

La Biblia dice que al terminar el reinado de Cristo (Ap.20:7), el diablo será suelto de su prisión para engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra (Ap.20:8). En el versículo siguiente vemos que estas naciones engañadas subieron sobre la anchura de la tierra (Ap.20:9) y por lo tanto, es el escenario de principio a fin del Reinado Milenario de Jesucristo. La Biblia menciona que el Hijo del Hombre vendrá a la tierra a juzgarla (Mt.25:31-46), y que se sentará sobre el trono de David su padre (Lc.1:32, 33), de acuerdo a la promesa de Dios, en la larga manifestación del Reino Davídico en la tierra:

«Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmará su reino. El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino » (2 S.7:12, 13).

Cristo vendrá, y sus fieles resucitados y los creyentes que fueron transformados sin morir (1 Co.15:51) regirán las naciones con vara de hierro juntamente al Ungido de Dios (Ap.2:26, 27).

El Reino Milenario se caracterizará por ser abundante en riquezas terrenales (Is.32:15; 51:3; Am.9.13, 14), en que habrá además elevada amistad (Is.11.6-9; Os.2:20), y una paz sin igual (Is.2:4; 11.9; 32:18; 54:13). La aflicción y la guerra serán quitadas (Is. 25:8), y los fieras de la tierra recuperará su carácter dócil (Is.11:6-9).
Queda claro, entonces, que el Reinado Milenario de Jesucristo será en la tierra. Dios habita en el cielo y gobierna en su trono celestial (Is.66:1).

El Reino Terrenal Milenario, es la corona que obtendrán aquellos que sean fieles hasta lo último al Rey Eterno Jehová. Será un Reino lleno de bendiciones de toda índole, donde las misericordias y el amor de Dios se mostrarán copiosamente a los que le amaron y le alabaron siempre.

Hermanos: ¿Qué esperan? ¿Un reino ficticio en el cielo de Dios?
¿O el último Reino Terrenal de carácter celestial que describimos en párrafos atrás?
Medítenlo, y escojan.

Dios les bendiga siempre.

LOS OJOS LEVANTAD
Erguir vuestras cabezas,
Los ojos levantad,
El día ya se acerca,
Jesucristo volverá.
Limpiad vuestras ofensas,
Ponerse a cuentas ya,
La higuera está brotando,
El Reino llegará.
Vosotros ya sabéis
Que el cielo se abrirá,
Y el Cristo de la gloria
El Monte pisará.
Su Padre Poderoso
La tierra cambiará,
En ella luz inmensa
La gente encontrará.
La osa y el león
Muy mansos pacerán,
La víbora y el áspid
Jamás injuriarán;
Infantes en sus cuevas
Las manos meterán,
Las fieras de los campos
Al hombre seguirán.
La argéntica Selena
Radiante brillará,
El sol y las estrellas
Hermosos se verán:
Con un fulgor potente
La tierra alumbrarán,
Tan sólo habrá en el mundo
Verdad y claridad.
Preparen ya sus vidas,
Las almas preparad,
El Hijo del Bendito
Está por regresar;
La tierra por completo
Habrá de gobernar:
Amor y libertad,
Los santos gozarán.