Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
La Promesa de un Galardón: ¿Lo conoce usted realmente?
En los siguiente pasajes quiero mostrarles que Dios nos tiene reservado un galardón:
“Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón“ Hebreos 11:24-26.
Hebreos 10:35: No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón
Proverbios 11:18: El impío hace obra falsa; Mas el que siembra justicia tendrá galardón firme.
Mateo 5:12: Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Lucas 6:35: Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.
Hebreos 10:35: No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
11. Hebreos 11:6: Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
2 Juan 1:8: Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo.
Apocalipsis 22:12: He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
¿Y cuál es ese Galardón que nos espera?
Para descubrir cuál es el galardón que nos tiene preparado del Señor s necesario que ustedes comparen Apocalipsis 11:18 y Daniel 7:22. Veamos:
Apocalipsis 11:18: Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y EL TIEMPO de juzgar a los muertos, Y DE DAR EL GALARDÓN a tus siervos los profetas, A LOS SANTOS, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.
Daniel 7:22: “Hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; Y LLEGÓ EL TIEMPO, Y LOS SANTOS RECIBIERON EL REINO”.
Observe, estimado lector, que tanto en Apocalipsis 11:18, como en Daniel 7:22, se nos habla de UN TIEMPO EN PARTICULAR para que LOS SANTOS reciban EL GALARDÓN, que claramente es descrito en Daniel como ¡¡¡EL REINO DE DIOS!!!
Es por eso que los predicadores, maestros, y pastores deben enseñar a sus discípulos que el galardón de Dios tiene su nombre propio: EL REINO DE DIOS. Pero muchos predicadores de hoy prometen a sus seguidores que si son fieles a Dios ellos irán al cielo para vivir eternamente como angelitos alados, tocando un arpa o lira dorada en compañía de todos los santos ángeles. Esta creencia no es el verdadero galardón prometido por Dios y Su Hijo. El verdadero galardón es el reino de Dios, aquel mismo reino que él vino a predicar y a enseñar insistentemente durante sus tres años y pico de ministerio en la tierra (Ver Marcos 1:1,14,15; Lc. 4:43; Hechos 1:3; Mateo 24:14).
Los apóstoles jamás entendieron que el reino de Dios era partir al “reino EN los cielos” a través de sus almas inmortales, para eternamente vivir con la Deidad, Su Hijo, y sus ángeles. Ellos creyeron en un reino real que se restaurará en la tierra cuando el heredero del mismo aparezca en toda su gloria con sus ángeles, y diga: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mt. 25:31,34). Y claro, ese reino ES un reino real, pero perfecto y justo, el de David, el cual será restaurado en la tierra de Israel, en la misma capital, Jerusalén, por “aquel varón” ungido, el Señor Jesucristo (Mateo 1:1; Hechos 1:6,7).
La Promesa de un Galardón: ¿Lo conoce usted realmente?
En los siguiente pasajes quiero mostrarles que Dios nos tiene reservado un galardón:
“Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón“ Hebreos 11:24-26.
Hebreos 10:35: No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón
Proverbios 11:18: El impío hace obra falsa; Mas el que siembra justicia tendrá galardón firme.
Mateo 5:12: Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Lucas 6:35: Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.
Hebreos 10:35: No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
11. Hebreos 11:6: Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
2 Juan 1:8: Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo.
Apocalipsis 22:12: He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
¿Y cuál es ese Galardón que nos espera?
Para descubrir cuál es el galardón que nos tiene preparado del Señor s necesario que ustedes comparen Apocalipsis 11:18 y Daniel 7:22. Veamos:
Apocalipsis 11:18: Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y EL TIEMPO de juzgar a los muertos, Y DE DAR EL GALARDÓN a tus siervos los profetas, A LOS SANTOS, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.
Daniel 7:22: “Hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; Y LLEGÓ EL TIEMPO, Y LOS SANTOS RECIBIERON EL REINO”.
Observe, estimado lector, que tanto en Apocalipsis 11:18, como en Daniel 7:22, se nos habla de UN TIEMPO EN PARTICULAR para que LOS SANTOS reciban EL GALARDÓN, que claramente es descrito en Daniel como ¡¡¡EL REINO DE DIOS!!!
Es por eso que los predicadores, maestros, y pastores deben enseñar a sus discípulos que el galardón de Dios tiene su nombre propio: EL REINO DE DIOS. Pero muchos predicadores de hoy prometen a sus seguidores que si son fieles a Dios ellos irán al cielo para vivir eternamente como angelitos alados, tocando un arpa o lira dorada en compañía de todos los santos ángeles. Esta creencia no es el verdadero galardón prometido por Dios y Su Hijo. El verdadero galardón es el reino de Dios, aquel mismo reino que él vino a predicar y a enseñar insistentemente durante sus tres años y pico de ministerio en la tierra (Ver Marcos 1:1,14,15; Lc. 4:43; Hechos 1:3; Mateo 24:14).
Los apóstoles jamás entendieron que el reino de Dios era partir al “reino EN los cielos” a través de sus almas inmortales, para eternamente vivir con la Deidad, Su Hijo, y sus ángeles. Ellos creyeron en un reino real que se restaurará en la tierra cuando el heredero del mismo aparezca en toda su gloria con sus ángeles, y diga: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mt. 25:31,34). Y claro, ese reino ES un reino real, pero perfecto y justo, el de David, el cual será restaurado en la tierra de Israel, en la misma capital, Jerusalén, por “aquel varón” ungido, el Señor Jesucristo (Mateo 1:1; Hechos 1:6,7).