Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)
«Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén» (1 Tim.1:17).
El mormonismo es un sistema religioso de muchos dioses. Sus escritos “inspirados” antagonizan brutalmente con el principio bíblico monoteísta. Aseguran que los fieles de esta secta llegan a ser ''dioses''. En un inicio los mormones mostraron que había un solo dios. Esto se puede apreciar en el «Libro de Mormón», y en la traducción de la Biblia “según” José Smith. Ulteriormente el mormonismo expone volátil que “no era un dios el existente, sino tres” (¿?).
«Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén» (1 Tim.1:17).
El mormonismo es un sistema religioso de muchos dioses. Sus escritos “inspirados” antagonizan brutalmente con el principio bíblico monoteísta. Aseguran que los fieles de esta secta llegan a ser ''dioses''. En un inicio los mormones mostraron que había un solo dios. Esto se puede apreciar en el «Libro de Mormón», y en la traducción de la Biblia “según” José Smith. Ulteriormente el mormonismo expone volátil que “no era un dios el existente, sino tres” (¿?).
Naturalmente, el mormonismo es politeísta, mientras la Biblia nos muestra que hay un solo Dios verdadero al que se le debe de adorar.
Hay una serie de textos Escrituarles donde se le impugna al politeísmo: Ex.20:1-3; Deut. 4:34, 35, 39; 6:4. El Dios bíblico es el único Dios verdadero. No hay otro. Para esto mírese los versículos que a continuación aparecen: 1 R.8:60; Is.45:5-22; 46:9; Jl. 2:27.
Aunque Cristo tiene un cuerpo de carne y huesos, pero glorificado en la resurrección (véase Ef. 5:30), los mormones alegan que el Padre “sí posee uno de carne y huesos”. Para esto se apoyan en una mala interpretación de Deuteronomio 33:3, y de Isaías 59:1, 16, 17. Tratan de demostrar con estos pasajes (porque hablan de las manos y pies de Dios... pero de manera figurada) que Dios está de igual modo constituido, es decir, físicamente, como los seres humanos mortales. Pierden el sentido de estas expresiones alegóricas antropomórficas que nos hacen comprender la infinita grandeza del Creador de todo. De otra manera, sería imposible asimilarla. ¿No dijo el propio Jesucristo qué Dios es espíritu? No se puede concebir por tal cosa que el Dios del universo tenga un cuerpo físico tal como el de los hombres, de carne y huesos:
« Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren» Jn.4:24.
Dios, el Ser Infinito y Eterno, el Auto-suficiente, es, absolutamente, Invisible (Col.1:15). Juan nos dice que «a Dios nadie le vio jamás» (Jn.1:18). ¡Cómo suponen, pues, los mormones, qué Dios se encuentra conformado con un cuerpo de carne y huesos, con extremidades articuladas, cómo las de los hombres pecadores? En verdad... ¡qué mal chiste es este!
La semejanza de Dios con el hombe es moral y espirtual. Hay atributos de Dios que han sido transmitidos al hombre, como son la justicia, la santidad, la bondad, etc. Pero otros son exclusivos de él, como son su Omnisciencia, Omnipresencia y Omnipotencia.
Gracias.
Corto, pero sustancioso.
Que Dios me los bendiga siempre, hermanos y amigos de mentes magnánimas y que nos visitan con agrado.
Referencias:
«Reina Valera, Versión 1960».
«¿Cuál Camino?» Luisa Jeter de Walker.