Por Sir. Anthony F Buzzard
“De quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el Cristo, el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.
Algunos Trinitarianos ofrecen Romanos 9:5 como prueba concluyente de que Jesús es “Dios sobre todo” y por tanto parte de la Deidad. Esta (prueba) depende de cuál traducción uno lee, porque hay algunas siete diferentes maneras de puntualizar el verso en el cual cualquiera Cristo o el Padre es llamado “Dios bendito para siempre.” El asunto es el siguiente: ¿Debemos leer “y de quienes, según la carne, procede el Cristo, el cual está sobre todas las cosas. Dios Bendito por los siglos” o “y de quienes, según la carne, procede el Cristo, el cual está sobre todas las cosas, es Dios Bendito por los siglos”? Entre los más viejos comentaristas Erasmo, aunque un Trinitariano, era cauteloso acerca de usar este verso como texto de prueba:
Aquellos que afirman que en este texto Cristo es claramente llamado Dios,….niegan toda comprensión a los Arrianos, o prestan apenas alguna atención al estilo de Apóstol. Un pasaje similar ocurre en segunda de Corintios 1:31: “el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que es bendito por siempre”; la última cláusula está innegablemente restringida al Padre.
Usando el principio de la comparación del texto con el texto, es muy probable que Pablo describiera al Padre como “Dios sobre todos.” Pablo hace una uniforme distinción entre Dios y el Señor Jesús. En el mismo libro Pablo bendice al Creador y no hay razón para dudar de que da a entender el Padre (Rom. 1:25). En otro pasaje él habla de “Dios nuestro Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén” (Gál.1: 4, 5). Romanos 9:5 es un obvio paralelo. No debería olvidarse que la palabra theos ocurre más de 500 veces en las cartas de Pablo y no hay una sola instancia inequívoca en donde ella aplica a Cristo. Un número de críticos textuales bien conocidos (Lachmann, Tischendorf) colocan un punto después de la palabra “cosas”, permitiendo que el resto de la oración sea una doxología del Padre. Manuscritos Griegos Antiguos no contienen generalmente puntuación, pero el Código Ephraemi del quinto siglo tiene una puntuación que hace del Padre, y no del Cristo, Dios”. Más notable es el hecho de que durante las controversias arrianas, este verso no fue utilizado por los Trinitarianos en contra los unitarianos. Claramente éste no atestigua a Jesús como el segundo miembro de la Deidad.
En tiempos modernos Raymond Brown encuentra que “a lo sumo uno puede afirmar cierta probabilidad de que este pasaje se refiere a Jesús como Dios. En el conservador comentario de Tyndale sobre Romanos, F.F. Bruce advierte contra la carga de los que tratan las palabras como aplicable al Padre con una “Cristología no ortodoxa”. Es apropiado agregar que incluso si Jesús es excepcionalmente llamado “Dios,” el título puede ser utilizado en su sentido secundario, es decir, Mesiánico, de uno que refleja la majestad divina del único Dios, Su Padre.
Cuando el detalle del matiz gramatical se ha explorado completamente, los balances de la probabilidad serán pesados de diversas maneras. Es increíble imaginarse que el credo Cristiano deba depender de los puntos sutiles del idioma acerca de los cuales a muchos no se les podrían razonablemente pedir que hagan un juicio y que los expertos disienten. El lenguaje claro del credo de Pablo y de Jesús está abierto a cada estudiante de la Biblia: “No hay Dios sino uno…Hay para nosotros [los cristianos] un Dios, el Padre ” (1 Corintios 8:4,6).
Ese “un Dios” está diferenciado en la mente Pablo de “un señor Jesús Mesías” como El lo está de los muchos dioses del paganismo. La categoría de “un Dios” pertenece exclusivamente al Padre, así como el “Señor Mesías” se refiere exclusivamente a Jesús. Jesús mismo proporcionó la base de la comprensión simple de Pablo de la frase “un Dios”. Ambos Maestro y discípulo compartieron el credo de Israel que creyó en Dios como una persona única.
El Nuevo Diccionario Internacional de Teología del Nuevo Testamento, vol. 2, p. 80 comenta sobre este texto así: “Estas ascripción de majestad no ocurre en ninguna otra parte en los escritos de Pablo. La mucho más probable explicación es que la declaración es una doxología dirigida a Dios, que proviene de una tradición Judía y adoptada por Pablo. Extasiado por el trato de Dios con Israel, Pablo concluye con una declaración de alabanza a Dios. La traducción leerá entonces, “el que es Dios sobre todos sea bendito para siempre” (Las Versiones que traducen así son Nueva Biblia Inglesa, TEV, Moffat, RS, Barclay, NA, Riverside N.T, Living).
www.elevangeliodelreino.com
www.detrinitatiserroribus.over-blog.es
“De quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el Cristo, el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.
Algunos Trinitarianos ofrecen Romanos 9:5 como prueba concluyente de que Jesús es “Dios sobre todo” y por tanto parte de la Deidad. Esta (prueba) depende de cuál traducción uno lee, porque hay algunas siete diferentes maneras de puntualizar el verso en el cual cualquiera Cristo o el Padre es llamado “Dios bendito para siempre.” El asunto es el siguiente: ¿Debemos leer “y de quienes, según la carne, procede el Cristo, el cual está sobre todas las cosas. Dios Bendito por los siglos” o “y de quienes, según la carne, procede el Cristo, el cual está sobre todas las cosas, es Dios Bendito por los siglos”? Entre los más viejos comentaristas Erasmo, aunque un Trinitariano, era cauteloso acerca de usar este verso como texto de prueba:
Aquellos que afirman que en este texto Cristo es claramente llamado Dios,….niegan toda comprensión a los Arrianos, o prestan apenas alguna atención al estilo de Apóstol. Un pasaje similar ocurre en segunda de Corintios 1:31: “el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que es bendito por siempre”; la última cláusula está innegablemente restringida al Padre.
Usando el principio de la comparación del texto con el texto, es muy probable que Pablo describiera al Padre como “Dios sobre todos.” Pablo hace una uniforme distinción entre Dios y el Señor Jesús. En el mismo libro Pablo bendice al Creador y no hay razón para dudar de que da a entender el Padre (Rom. 1:25). En otro pasaje él habla de “Dios nuestro Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén” (Gál.1: 4, 5). Romanos 9:5 es un obvio paralelo. No debería olvidarse que la palabra theos ocurre más de 500 veces en las cartas de Pablo y no hay una sola instancia inequívoca en donde ella aplica a Cristo. Un número de críticos textuales bien conocidos (Lachmann, Tischendorf) colocan un punto después de la palabra “cosas”, permitiendo que el resto de la oración sea una doxología del Padre. Manuscritos Griegos Antiguos no contienen generalmente puntuación, pero el Código Ephraemi del quinto siglo tiene una puntuación que hace del Padre, y no del Cristo, Dios”. Más notable es el hecho de que durante las controversias arrianas, este verso no fue utilizado por los Trinitarianos en contra los unitarianos. Claramente éste no atestigua a Jesús como el segundo miembro de la Deidad.
En tiempos modernos Raymond Brown encuentra que “a lo sumo uno puede afirmar cierta probabilidad de que este pasaje se refiere a Jesús como Dios. En el conservador comentario de Tyndale sobre Romanos, F.F. Bruce advierte contra la carga de los que tratan las palabras como aplicable al Padre con una “Cristología no ortodoxa”. Es apropiado agregar que incluso si Jesús es excepcionalmente llamado “Dios,” el título puede ser utilizado en su sentido secundario, es decir, Mesiánico, de uno que refleja la majestad divina del único Dios, Su Padre.
Cuando el detalle del matiz gramatical se ha explorado completamente, los balances de la probabilidad serán pesados de diversas maneras. Es increíble imaginarse que el credo Cristiano deba depender de los puntos sutiles del idioma acerca de los cuales a muchos no se les podrían razonablemente pedir que hagan un juicio y que los expertos disienten. El lenguaje claro del credo de Pablo y de Jesús está abierto a cada estudiante de la Biblia: “No hay Dios sino uno…Hay para nosotros [los cristianos] un Dios, el Padre ” (1 Corintios 8:4,6).
Ese “un Dios” está diferenciado en la mente Pablo de “un señor Jesús Mesías” como El lo está de los muchos dioses del paganismo. La categoría de “un Dios” pertenece exclusivamente al Padre, así como el “Señor Mesías” se refiere exclusivamente a Jesús. Jesús mismo proporcionó la base de la comprensión simple de Pablo de la frase “un Dios”. Ambos Maestro y discípulo compartieron el credo de Israel que creyó en Dios como una persona única.
El Nuevo Diccionario Internacional de Teología del Nuevo Testamento, vol. 2, p. 80 comenta sobre este texto así: “Estas ascripción de majestad no ocurre en ninguna otra parte en los escritos de Pablo. La mucho más probable explicación es que la declaración es una doxología dirigida a Dios, que proviene de una tradición Judía y adoptada por Pablo. Extasiado por el trato de Dios con Israel, Pablo concluye con una declaración de alabanza a Dios. La traducción leerá entonces, “el que es Dios sobre todos sea bendito para siempre” (Las Versiones que traducen así son Nueva Biblia Inglesa, TEV, Moffat, RS, Barclay, NA, Riverside N.T, Living).
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