Por el Dr. Javier Rivas Mtz (MD)
La Gran Tribulación Escatológica es el período más oscuro de la historia humana, y tendrá un tiempo de siete años (Dn.9:27). En este período se manifestará un Nuevo Orden Mundial caracterizado por una alta e incomparable confusión y una perversidad cómo nunca se ha visto en la Tierra, que contrapone el Reino Venidero del Señor Jesucristo, y que será gobernado por el Anticristo Final. Se establecerá una sola religión cuyo heraldo habrá de ser el Falso Profeta, la segunda bestia de Ap.13., el fiel brazo derecho espiritual del hijo de perdición (2 Ts.2:3). La nación de Israel será perseguida a muerte (Ap. cap.12) cuando rompa el Pacto con el Anticristo Final a la mitad de la séptima y última Semana (Dn.9:27), de las Setenta Semanas o Hebdómadas que fueron reveladas a Daniel por el ángel Gabriel (Dn.9:24). Ese tiempo de angustia, sin precedente alguno, es conocido en el AT. como «día de destrucción» (Jl.1:15), «día espantoso de Jehová» (2:31), «de tinieblas y de oscuridad» (Am. 5:18, 20), «día de ira, enojo y aprieto» (Sof.1:15; 2:2,3), «día grande y terrible de Jehová» (Mal.4:6; Jl.1:11).
El Señor Jesucristo se expresó de tal manera así de dicho tiempo de destrucción y muerte:
«. . . porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá» (Mt. 24:21).
Dios tratará con la humanidad en La Gran Tribulación Final, con el propósito de «probar a los que moren la tierra», e incluye en la prueba, a los cristianos que vivan ese tiempo de tremenda oscuridad (Ap.3:10), para preparar a Israel para la venida de su Mesías Libertador (Zac.12:10; Ro.11:26).
En La Gran Tribulación Final Dios manifestará su Ira al mundo, no solamente con el Anticristo Final, sino además con eventos cosmológicos severos, jamás vistos en épocas anteriores (Lc.21:25, 26).
Hoy en día, el mundo vive cómo nunca una posición de pecado en escalas superlativas. La primera señal importante de los últimos tiempos, la del engaño religioso, de la cual nos advirtió el Señor Jesucristo (Mt.24:4, 5), ha llegado a manifestrase desmesuradamente anunciando que la Gran Tribulación Final está próxima a revelarse para purgar la maldad del mundo.
Hermanos: preparémonos cada día en santidad y en obediencia al Dios del cielo para ser dignos de estar presentes ante el Hijo del Hombre cuando venga a juzgar el mundo para dar a cada quien conforme se merezca:
«Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca» (Lc.21:28).
«Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y estar en pie delante del Hijo del Hombre» (Lc. 21:36).
Dios les bendiga hermanos y amigos siempre.