Romanos 2:4-5 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Pero debido a su terquedad y su corazón no arrepentido, estás acumulando ira contra uno mismo para el día de la ira de Dios, cuando su justo juicio se dará a conocer.
Algunos preguntan: ¿por qué suceden cosas malas a la gente buena? ¿Pero no debe uno preguntarse también por qué suceden cosas buenas a la gente mala? Este fue el asunto expresado en el Salmo 73, que dice, 3 Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos. 4 Porque no tienen congojas por su muerte, Pues su vigor está entero. 5 No pasan trabajos como los otros mortales, Ni son azotados como los demás hombres. 6 Por tanto, la soberbia los corona; Se cubren de vestido de violencia. 7 Los ojos se les saltan de gordura; Logran con creces los antojos del corazón. 8 Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia; Hablan con altanería. 9 Ponen su boca contra el cielo, Y su lengua pasea la tierra. 10 Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí, Y aguas en abundancia serán extraídas para ellos. 11 Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en el Altísimo? 12 He aquí estos impíos, Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas (Salmo 73:3-12). Pero cuando él pensaba sobre este asunto, esto es lo que concluyó: “Cuando traté de entender todo esto, era difícil para mí, hasta que entré en el santuario de Dios, entonces comprendí su destino final.” Sal 73:16,17
Dios es misericordioso con los malvados, para que puedan volver de su maldad y se arrepientan. Él les da la gracia – libertad de acción por un tiempo – y el propio tiempo para que reflexionen sobre el asunto. Y es por esta razón que el Señor demora su regreso, al igual que el juicio contra Canaán demoró 400 años (Génesis 15:13-16) Sin embargo, “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza. Él es paciente con vosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” 2 Pedro 3:9
Sin embargo, a mayor gracia, mayor rendición de cuentas. Así, por ejemplo, Pablo habló de aquellos que se oponen a la propagación del evangelio con hostilidad y dijo de ellos: “y ellos no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres, 16 impidiéndonos hablar a los gentiles para que éstos se salven; así colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo. ” 1 Tes 2:15 b-16a
Algunos preguntan: ¿por qué suceden cosas malas a la gente buena? ¿Pero no debe uno preguntarse también por qué suceden cosas buenas a la gente mala? Este fue el asunto expresado en el Salmo 73, que dice, 3 Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos. 4 Porque no tienen congojas por su muerte, Pues su vigor está entero. 5 No pasan trabajos como los otros mortales, Ni son azotados como los demás hombres. 6 Por tanto, la soberbia los corona; Se cubren de vestido de violencia. 7 Los ojos se les saltan de gordura; Logran con creces los antojos del corazón. 8 Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia; Hablan con altanería. 9 Ponen su boca contra el cielo, Y su lengua pasea la tierra. 10 Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí, Y aguas en abundancia serán extraídas para ellos. 11 Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en el Altísimo? 12 He aquí estos impíos, Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas (Salmo 73:3-12). Pero cuando él pensaba sobre este asunto, esto es lo que concluyó: “Cuando traté de entender todo esto, era difícil para mí, hasta que entré en el santuario de Dios, entonces comprendí su destino final.” Sal 73:16,17
Dios es misericordioso con los malvados, para que puedan volver de su maldad y se arrepientan. Él les da la gracia – libertad de acción por un tiempo – y el propio tiempo para que reflexionen sobre el asunto. Y es por esta razón que el Señor demora su regreso, al igual que el juicio contra Canaán demoró 400 años (Génesis 15:13-16) Sin embargo, “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza. Él es paciente con vosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” 2 Pedro 3:9
Sin embargo, a mayor gracia, mayor rendición de cuentas. Así, por ejemplo, Pablo habló de aquellos que se oponen a la propagación del evangelio con hostilidad y dijo de ellos: “y ellos no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres, 16 impidiéndonos hablar a los gentiles para que éstos se salven; así colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo. ” 1 Tes 2:15 b-16a