Por el Dr Javier Rivas Martínez (MD).
«No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad». Aristóteles ( AC 384-322 AC) Filósofo griego.
Decir que Cristo es “Dios verdadero”, es violentar terminantemente el significado de los textos que aclaran esta consideración que le pertence solamente al Padre, pudiéndose ver en Jn.17:3, y en su equivalente o paralelo 1 Jn. 5:20:
Jn. 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
1 Jn. 5:20 «Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna».
Para asimilar el contenido de 1 de Jn. 5:20, en el modo que el autor de la epístola se refiere al Padre como el [verdadero Dios], habremos de leer primeramente el texto Jn. 17:5 con sentido común pertinente, y no en alocada ni pusilánime “ojeada”. Ya es hora de escrutar bien la Biblia, que no es historieta cómica vulgar. Cristo hace aquí una ineludible y notable separación, una enérgica distinción, entre él, que es el [enviado de Dios], y el Padre, que es el [único Dios verdadero].
Cuando este concepto repose en buen arraigo en nuestra bien intencionada razón, libre de prejuicios y de tradicionalismos doctrinales injustificables, no tendremos ninguna dificultad para comprender que 1 Jn.5:20 hace alusión al Padre como el [único Dios verdadero], pero nunca al Mesías Hombre, Jesucristo, que es el [Hijo de Dios], pero [nunca Dios].
Es de suma importancia dejar claro que en 1 Jn. 5:20 el pronombre demostrativo [Este] no se halla enlazado forzosamente al sustantivo de más proximidad, para el caso, el que vemos como [Jesucristo]. Para demostrarlo, tomaremos como ejemplo 1 de Jn.2:22. El pronombre demostrativo [Este] no insinúa al que es [Jesús el Cristo]. Si la regla no es modificable, ortodoxamente elástica, cosa que es improbable, cabría asegurar, por ende, que [Jesús el Cristo] es [Anticristo]:
1 Jn. 2:22 «¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el [Cristo?] Este es [anticristo], el que niega al Padre y al Hijo». (Enfatizado con corechetes. Espero además que se haya entendido con facilidad).
Creer que el Mesías Jesucristo en 1 Jn.5:20 es el «verdadero Dios», es hacerlo mentiroso, es contradecir la razón de haber dicho que Dios, su Padre, es el «único Dios verdadero» (Otra vez Jn.17:5). Esto no es factible, porque Cristo mismo hace un gran diferencia, que no pasa desapercibida en lo menor, entre su Padre, que es el [único Dios verdadero] y [él], quien ha sido [enviado] por el [exclusivo y verdadero Dios].
El pronombre demostrativo [Este] en 1 Jn. 5:20 está más bien relacionado con la locución precitada [al que es verdadero], y que sin lugar a dudas es aplicada al Padre y no a Jesucristo. Miramos que Cristo se ha referido a su Padre como el «único Dios» en Jn.17:5. Calificar a Cristo como “Dios verdadero”, es negar lo que Cristo aseguró de su Padre: Que es el «único Dios verdadero». Así de simple.
Podrá ver el amable lector otros ejemplos en las Santas Escrituras donde el pronombre demostrativo no se encuentra afiliado con el sustantivo que le antecede inmediatamente. Los textos al respecto son los siguientes (Búsquelos y léalos en su Biblia, por favor querido visitante):
Jn.1:40-41.
Jn.4:46-47.
Mt.27:57-58.
Hech.7:18-19.
Hech.7:35-36.
Cristo es «verdadero», como el creyente que es genuino, en el aspecto de haber sido «enviado» por el Padre para emprender y culminar los santos propósitos ya determinados en las Sagradas Escrituras. Los fariseos no creyeron que Cristo era el «verdadero» Hijo de Dios. Esto provocó a que lo tacharan sin pensarlo con cordura, por su falta de sobria capacidad para expecular sobre su digna persona, como un falso mesías. Cristo dio testimonio de ser el «verdadero» enviado de Dios, el Redentor del mundo, profetizado en la antigüedad, con sus palabras de amor y salvación. Su predicación irrefutable y su auto proclamación como el Mesías del Padre fue respaldada siempre por las Escrituras, dando veracidad en sus portentos y milagros de sanidad, en las misericordiosas liberaciones demoníacas que realizó en los hombres poseídos, de ser Hijo de Dios, de esta manera, el «verdadero». Su nacimiento virginal es constatado en el Nuevo Testamento, por lo que es consolidado efectivamente más como el [verdadero Hijo del Divino], el impecable Hombre que entregó su vida para muerte con el fin de dar vida a los que «estaban muertos en delitos y pecados» (Ef.2:1-10)
Texto para reflexión:
Ap. 3:7 «Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el [Verdadero], el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre . . . »
Amén.
Que Dios les bendiga siempre.
«No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad». Aristóteles ( AC 384-322 AC) Filósofo griego.
Decir que Cristo es “Dios verdadero”, es violentar terminantemente el significado de los textos que aclaran esta consideración que le pertence solamente al Padre, pudiéndose ver en Jn.17:3, y en su equivalente o paralelo 1 Jn. 5:20:
Jn. 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
1 Jn. 5:20 «Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna».
Para asimilar el contenido de 1 de Jn. 5:20, en el modo que el autor de la epístola se refiere al Padre como el [verdadero Dios], habremos de leer primeramente el texto Jn. 17:5 con sentido común pertinente, y no en alocada ni pusilánime “ojeada”. Ya es hora de escrutar bien la Biblia, que no es historieta cómica vulgar. Cristo hace aquí una ineludible y notable separación, una enérgica distinción, entre él, que es el [enviado de Dios], y el Padre, que es el [único Dios verdadero].
Cuando este concepto repose en buen arraigo en nuestra bien intencionada razón, libre de prejuicios y de tradicionalismos doctrinales injustificables, no tendremos ninguna dificultad para comprender que 1 Jn.5:20 hace alusión al Padre como el [único Dios verdadero], pero nunca al Mesías Hombre, Jesucristo, que es el [Hijo de Dios], pero [nunca Dios].
Es de suma importancia dejar claro que en 1 Jn. 5:20 el pronombre demostrativo [Este] no se halla enlazado forzosamente al sustantivo de más proximidad, para el caso, el que vemos como [Jesucristo]. Para demostrarlo, tomaremos como ejemplo 1 de Jn.2:22. El pronombre demostrativo [Este] no insinúa al que es [Jesús el Cristo]. Si la regla no es modificable, ortodoxamente elástica, cosa que es improbable, cabría asegurar, por ende, que [Jesús el Cristo] es [Anticristo]:
1 Jn. 2:22 «¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el [Cristo?] Este es [anticristo], el que niega al Padre y al Hijo». (Enfatizado con corechetes. Espero además que se haya entendido con facilidad).
Creer que el Mesías Jesucristo en 1 Jn.5:20 es el «verdadero Dios», es hacerlo mentiroso, es contradecir la razón de haber dicho que Dios, su Padre, es el «único Dios verdadero» (Otra vez Jn.17:5). Esto no es factible, porque Cristo mismo hace un gran diferencia, que no pasa desapercibida en lo menor, entre su Padre, que es el [único Dios verdadero] y [él], quien ha sido [enviado] por el [exclusivo y verdadero Dios].
El pronombre demostrativo [Este] en 1 Jn. 5:20 está más bien relacionado con la locución precitada [al que es verdadero], y que sin lugar a dudas es aplicada al Padre y no a Jesucristo. Miramos que Cristo se ha referido a su Padre como el «único Dios» en Jn.17:5. Calificar a Cristo como “Dios verdadero”, es negar lo que Cristo aseguró de su Padre: Que es el «único Dios verdadero». Así de simple.
Podrá ver el amable lector otros ejemplos en las Santas Escrituras donde el pronombre demostrativo no se encuentra afiliado con el sustantivo que le antecede inmediatamente. Los textos al respecto son los siguientes (Búsquelos y léalos en su Biblia, por favor querido visitante):
Jn.1:40-41.
Jn.4:46-47.
Mt.27:57-58.
Hech.7:18-19.
Hech.7:35-36.
Cristo es «verdadero», como el creyente que es genuino, en el aspecto de haber sido «enviado» por el Padre para emprender y culminar los santos propósitos ya determinados en las Sagradas Escrituras. Los fariseos no creyeron que Cristo era el «verdadero» Hijo de Dios. Esto provocó a que lo tacharan sin pensarlo con cordura, por su falta de sobria capacidad para expecular sobre su digna persona, como un falso mesías. Cristo dio testimonio de ser el «verdadero» enviado de Dios, el Redentor del mundo, profetizado en la antigüedad, con sus palabras de amor y salvación. Su predicación irrefutable y su auto proclamación como el Mesías del Padre fue respaldada siempre por las Escrituras, dando veracidad en sus portentos y milagros de sanidad, en las misericordiosas liberaciones demoníacas que realizó en los hombres poseídos, de ser Hijo de Dios, de esta manera, el «verdadero». Su nacimiento virginal es constatado en el Nuevo Testamento, por lo que es consolidado efectivamente más como el [verdadero Hijo del Divino], el impecable Hombre que entregó su vida para muerte con el fin de dar vida a los que «estaban muertos en delitos y pecados» (Ef.2:1-10)
Texto para reflexión:
Ap. 3:7 «Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el [Verdadero], el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre . . . »
Amén.
Que Dios les bendiga siempre.