Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)
Babilonia fue fundada por Nimrod, hijo de Cam, éste, hijo de Noe. Es considerado el primer anticristo que pisó la tierra. Nimrod es el arquetipo fidedigno de todo lo que es Anti- Dios. Con él surge la idolatría a los dioses paganos. Es conocida su auto exaltación como dios, y su gobierno fue violentamente tirano. La Biblia dice que Nimrod era un «un poderoso cazador delante de Jehová» (Gn. 10:9). Lo que la Biblia realmente quiere decir, es que Nimrod era un «fuerte cazador en contra de Jehová». Cazaba a los hombres para someterlos a sus ideales nefandos. Su reino inició con la construcción de Babel, pero luego se extendió fundando ciudades a lo largo del rió Éufrates. Cuando Dios confundió las lenguas de los hombres en Babilonia, se esparcieron sobre toda la tierra llevando la semilla de maldad religiosa que hoy repercute insana y universalmente en el mundo pagano (Cap. 11 de Génesis).
Babilonia representa el imperio que va en contra del los propósitos del cielo. Babilonia, la Grande, la Madre de las Rameras, es decir, de las naciones que han sido influenciadas por ella en cada época de la humanidad: con males espirituales y sociales. Su emblema desde un principio ha sido la iniquidad profana y la seductora demagogia terrenal para el logro de sus fines; la soberbia y la arrogancia fueron promulgadas desde antaño por su líder y «dios-sacerdote» Nimrod cuya madre y esposa fue la fornicaria Semiramis.
Un día, en un futuro, incierto aun, Babilonia surgirá cómo el Ave Fénix, y la ciudad perversa y malvada se sentará «sobre muchas aguas» para dominarlas con su virulencia (las aguas significan naciones y pueblos), con su inicuo sistema ancestral pagano. Mas el Dios del cielo, ya ha contado los días para su destrucción total:
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«Otro ángel le siguió, diciendo: ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación» (Ap.14:8).
