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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

martes, 21 de febrero de 2012

LA PRESENTE ERA Y LA ERA VENIDERA

El marco dentro del cual está establecido el Nuevo Testamento es ambos Judío y Mesiánico. Una perspectiva claramente definida del mundo es común a todos los cristianos apostólicos, y la misma perspectiva es compartida por Jesús mismo. De acuerdo a esta perspectiva, el presente sistema de cosas es profundamente malo. La humanidad está en las garras de maléficas fuerzas de las cuales puede finalmente ser rescatada sólo por la intervención de Dios mismo, quien enviará a su Hijo el Mesías para derrotar a Satanás y a sus demonios. Mientras es posible para los creyentes individuales ser liberados de la tiranía de Satanás aun ahora, “el mundo entero continúa yaciendo bajo el poder del maligno” (1 Juan 5:19), quien “engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12:9).

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Para Pablo la era de la historia en la cual estamos viviendo hasta el arribo del Mesías en gloria es “el presente mundo malo” (Gálatas. 1:4), dominado por Satanás (2 Corintios 4:4). La totalidad de la creación está gimiendo mientras espera que la revelación de la raza de inmortales nazca en la resurrección (Romanos 8:23). Es cierto que los cristianos pueden ya experimentar algo de la salvación que vendrá al mundo cuando Cristo establezca su Reino. Ellos pueden aun ahora ser “trasladados del Reino de las tinieblas al Reino de Dios” (Colosenses 1:13). Pero esto no debe llevarnos a conclusiones erróneas al pensar que el Reino Mesiánico de Dios ya ha llegado en realidad. Porque no puede llegar hasta que el Mesías avance a través de las nubes para tomar posesión de las riendas del gobierno mundial.43 Hasta ese glorioso día los cristianos deben orar “venga tu reino”, y, como Jesús nos dice, será cuando los eventos catastróficos asociados con el fin de la era empiecen a ocurrir que los fieles podrán saber que el “Reino de Dios está cerca” (Lucas 21:31, Biblia Buenas Nuevas).

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Ambos Jesús y los Apóstoles pensaron de la era presente como sujeta al dominio de Satanás, y ellos miraron hacia delante a la Era Venidera del Reino manifestado de Dios como consecuencia de la Segunda Venida. Es el simple marco temporal que da coherencia al Nuevo Testamento. Existe un bien definido programa divino en función en los asuntos del hombre y esto permite al cristiano hacer frente a las tormentas de la persecución y de la prueba mientras él anticipa con exhuberancia los gozos de la Era venidera del Reino, cuando los males de la tierra se curen y los fieles reciban el premio de la inmortalidad. No sólo entonces será la tierra rescatada de la maldición de Satanás, sino que el cristiano que permanezca hasta el final le será garantizada una parte activa en la restauración de la sociedad bajo el gobierno mesiánico que Jesús va a inaugurar. En el Nuevo Testamento hay una meta claramente definida que será alcanzada en la segunda venida, y el sufrimiento, aun al punto del martirio, puede ser alegremente soportado en vista de la suprema recompensa que se encuentra adelante.

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El objetivo cristiano de ganar la “vida eterna” está por todos lados en el Nuevo Testamento ---o así nos dicen nuestras traducciones. Sin embargo, es bien conocida por la erudición que la expresión Griega en cuestión realmente significa “vida en la Era Venidera”44---eso es, inmortalidad y un lugar en la Era del reino futuro. Por medio de traducir la palabra Griega ‘aión’ (Era) por ‘mundo,’ las traducciones antiguas ayudaron a velar el típico contraste Judío entre ‘esta era’ y la ‘futura Era’ del
Reino, que es fundamental para el cristianismo bíblico.45 Las dos eras (épocas) y el término familiar cristiano “vida eterna,” literalmente, “vida en la Era Venidera,” hablan del mesianismo que está en la raíz de todo el Nuevo Testamento.

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Sir Anthony Buzzard, Teologo Unitario.