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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

viernes, 9 de mayo de 2008

RICK WARREN Y SU HERETISMO DOCTRINAL

RICK WARREN HERÉTICO
DE ALTURA

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

La teología de la liberación se ha caracterizado siempre por rechazar muchas de las normativas de la fe bíblica ortodoxa. También rechaza los hechos milagrosos de las Escrituras que ha catalogado como una rotunda mentira. Para la teología de la liberación, Dios ya no es un ser Divino Personal y Todopoderoso sino una fuerza del bien que ama a todos y que llena el universo, rayando con esto en el panteísmo, tal como lo proponen algunas de las corrientes de la filosofía secular. La teología de la liberación concilia perfectamente con el pensamiento de Kant que dice que la revelación viene de adentro de uno mismo más que de una voz que viene de afuera. La teología de la liberación no cree en hechos sobrenaturales o milagros registrados en Biblia. Según ella, sería una violación a las leyes naturales impuestas por Dios. Por lo tanto, el nacimiento virginal de Cristo, sus milagros de poder, su resurrección, su ascensión al cielo, y su regreso a la tierra en poder y gloria, son para ella únicamente mitos. Cree en la teoría de la evolución, sosteniendo que Dios por medio de la naturaleza mejora las especies animales, incluyendo al hombre. La Iglesia Episcopal de los Estados Unidos fue fundada en 1789 cuando se proclamó la independencia de las Trece Colonias Americanas. Aunque se sabe que antes de la guerra de la independencia americana la Iglesia Episcopal era parte de la Iglesia de Inglaterra que se encontraba bajo el poder de la monarquía. No es nada extraño saber que la Iglesia Episcopal aprueba mucho del sistema doctrinal de la teología de la liberación: Un sacerdote católico Salvadoreño que renunció a la Iglesia Católica de Washington hace siete años, conocido por sus ideas liberales y principios revolucionarios cuyo nombre es Vidal Antonio Rivas y que ha sido aceptado por la Iglesia Episcopal, dice de ésta:
«La Iglesia Episcopal es muy abierta en la línea de seguir la teología de la liberación y eso le favorece, dice Rivas, porque le da más apertura para trabajar y “no estar atado mucho a una dependencia teológica solamente de visión europea, sino un poco más de visión latinoamericana”».

Rick Warren, autor de libro tan conocido y de éxito como es Una Vida con Propósito, que con álgida intención ha influenciado errónea y magistralmente con él a las Iglesias Cristiana (pienso con mucha seriedad si lo serán acaso) en una buena parte, ha logrado descaradamente decir que los episcopales y los cristianos deben estar juntos porque el Salvador que conocemos unos y otros es el mismo. También expone que dentro de las Iglesias se requiere de un cristianismo social, aparte del cristianismo evangélico protestante que promueve la salvación individual. No se necesita ser muy listo para apreciar que en la semejante y distorsionada declaración los propósitos de Warren son crasamente ecumenistas. Para los que no lo saben, el sistema ecumenista busca la conciliación de todos sistemas cristianos sin importar sus credos que son fuertemente antagónicos entre uno y otro, pero aun así hay aceptación y tolerancia porque surge un respeto entre los diferentes dogmas y creencias adheridos a este sistema universal de concilios religiosos que es Anti-Dios con vasta seguridad (Ecumenismo). Miembros de la Iglesia Protestante y Católica Antigua, de la Iglesias Ortodoxas Orientales, de la Iglesia Copta, incluso, de grupos religiosos paganos, pueden unirse para la gran obra social e industrial que propone el Ecumenismo: Un obra social sin salvación. «Id y predicar el evangelio a toda criatura. . .» parece que para ellos no tienen ninguna importancia para el alcance del perdido, pero si la obra terrenal y social que ofrece apoyo temporalmente material pero que no salva para nada del fuego del Infierno. Increíblemente los cristianos de las iglesias que han aceptado los libros de Warren como una bendición, desconocen o pasan como deliberados inadvertidos (desinteresados) lo que Warren-hereje promueve verdaderamente: una total maldición, y no sólo por sus mentiras escritas sino también por su instigación ecumenista.

En su libro «Una Vida con Propósito» Warren asegura falsamente un cambio en el creyente en un término de 40 días (una sarta de enseñanzas motivacionales-psicologías hay en él). Vean lo absurdo de su comentario:

“Es evidente en la Biblia, que Dios considera los 40 días como un período espiritual significativo. Siempre que Dios quiso preparar a alguien para llevar a cabo sus propósitos, usó 40 días”. (Pag. 7).

Uno de los ejemplos que usa (hay otros más en su libro) para justificar su teoría lo toma con el de Moisés. Warren dice que Moisés tuvo un cambio total personal y fue cuando recibió las tablas de la ley después de los cuarenta días que estuvo en el Monte Sinaí. Para ser sinceros, el libro del Éxodo no dice nada al respecto (semejante cosa, podríamos incluir además). La Biblia no asegura jamás que la gente tenga un cambio radical después de los 40 días a la conversión inmediata. Es más, la Biblia narra que Moisés desobedeció a Dios y por tal causa no puedo entrar a la tierra prometida, por golpear la roca de la que brotó agua. Y tenga por seguridad hermano o amigo, que ya habían pasado más de 40 días entre el suceso del Sinaí y del que se narra con anterioridad. Pablo reprende a Pedro por obligar a los gentiles a judaizar (Gal. cap. 2), y dice el apóstol de Tarso que lo que hacía Pedro era digno de condenar. El Gran Pilar de la fe cristiana, el apóstol Pedro, que a pesar de los muchos años de haber conocido al Señor, sigue cometiendo, aunque no como al principio, errores humanos. ¿Compagina lo anterior con la teoría expuesta por Señor Warren de un cambio total en 40 días? ¡Por favor!

Rick Warren es un hereje de altura asombrosa que continua engañado a muchos en las Iglesias que se hacen llamar de Cristo, engendrando condenación segura para sus vidas con sus libros sincréticamente espiritualizados con verdad bíblica y con psicología terrenal. Además, ensalza un ecumenismo que no tiene que ver nada con los principios divinos para la salvación de los hombres perdidos. La gente tiene la culpa por no averiguar las verdaderas intenciones de este hombre que son nefastas para la salud espiritual del pueblo de Dios.

Dios les bendiga siempre hermanos y amigos que nos visitan.

MULETEROS DE LA GRACIA

Una reflexión sobre la Ley Mosáica

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

La Biblia muestra que los judaizantes (Hch. 15:1: «algunos que venían de Judea») proponían que era obligadamente necesario que los creyentes en Cristo se circuncidaran y que guardaran los ritos de la Ley Mosaica para ser verdaderamente personas salvas. Este suceso trajo una tremenda polémica entre los apóstoles del Señor y los legalistas judíos creyentes: «Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos (con los judaizantes), se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y los ancianos, para tratar esta cuestión» (Hch.15:2). La razón de de la reunión, era para tratar este asunto que no era afín con La Gracia (en el conocido e histórico Concilio de Jerusalén). Es por eso, que la enseñanza ritualista de los judaizantes trajo una actitud que provocó no «pequeña discusión», es decir, discordias, turbación, pleito, y contra. «El Concilio de Jerusalén» dio el veredicto, y los ritos del Antiguo Pacto, quedaron dónde deberían haber estado ya: En la Sombra Oscura del Pasado. Podemos ver en Hch. 15:28, que ningún punto del ritual del Pacto Antiguo se agregó dentro de lo que fue impuesto por Jacobo (Dado por Dios por medio de Su Espíritu Santo). Jacobo fue específico, y ninguna carga más fue adjudicada en la vida de los creyentes en Cristo:

«Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de los sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardaréis, bien haréis. Pasadlo bien» (Hch.15:28).

No se requiere de ser muy inteligente para notar que ninguna sugerencia hay para la observancia del día sábado, es decir, brilla completamente por su ausencia. El guardar el sábado, era parte de la Ley Mosaica, y correspondía al Cuarto Mandamiento de los Diez escritos por el Dedo de Dios en las Tablas de Piedra (Ex. cap. 20), pero que habrían de desaparecer para dar paso a un Nuevo Mandamiento que es parte de la Gracia del Nuevo Pacto (Por favor, hermanos y amigos, es importante que lean 2 Co. cap. 3, para corroborar la veracidad del escrito):

«Un mandamiento Nuevo Doy: que os améis unos a otros; como yo he amado, que también os améis unos a otros» (Jn.13:34).

Este «Mandamiento Nuevo», no tiene nada que ver con rituales del Antiguo Testamento como es la observancia del sábado y la practica de diezmar, ya que la relación entre uno y otros, son totalmente ajenos entre sí por sus propósitos diferentes y bien definidos. Jn.13:34, es un texto que se refiere al cumplimento de la voluntad de Dios entre creyentes de la Dispensación Actual, y que se lleva a cabo a través del Amor ágape, producto de la conversión verdadera. Cristo dijo algo importante con relación a esto: «En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros» (Jn.13:35). Si el creyente de la Nueva Dispensación tendría que guardar obligadamente el sábado, Cristo hubiese marcado algo así de semejante: «Amaos los unos a los otros, pero además guardaréis el sábado para ser salvos» (Del evangelio según los Adventistas). Creo, que somos demasiado explícitos en el asunto. Unas preguntas para los que leen el presente escrito en el blog, muy obvias, por cierto: ¿No se han puesto ustedes a pensar, porqué el Señor ha dado un Nuevo Mandamiento? ¿Qué no eran suficientes los Diez dados a Moisés en la cumbre del Sinaí? ¿Sería qué Dios lo olvidó sin darse cuenta? Es aquí, dónde muchos no han entendido que entre una Dispensación y otra (Ley-Gracia), hay una diferencia enormemente abismal en conceptos y aplicaciones. Pablo escribió que la gloria del Antiguo habría dejado de ser (incluye, además, la de las de las Tablas de Piedra), para dar paso a una gloria más abundante, eminente y perdurable: La de la Gracia (2 Co.3: 9, 10, 11):

«Y si el ministerio de muerte grabado con letras de piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer. . .» (2 Co.3:7).

Pasando al diezmo, éste se estableció para el sostén de quienes servían con primacía en el Altar: aquellos que estaban involucrados en el culto levítico y que eran, como ya sabemos, los levitas. Punto (Lev. Cap. 27). Cuando los israelitas conquistaron la tierra de Canaán, Dios les ordenó diezmar la décima parte del producto de la tierra, acto exclusivo para su nación: Mal. 3:9 dice:
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«Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado».

Es seguro, según el texto anterior, que el diezmo no involucra a otra nación más que a la de Israel. El diezmo, tuvo su razón de ser, y termina con la venida del Nuevo Pacto, pero que ha sido artera y erradamente impuesto dentro de muchas Iglesias por líderes nefandos y aprovechados, porque ni tan siquiera es una obligación Novo Testamentaria; su propósito actual, es solamente para lucrar ilícitamente. Bien Pedro el apóstol profetizó de estos delincuentes robadores y abusivos hace casi dos mil años, que están logrando (muchos de ellos) hacerse ricos a expensas de los pobres y dejados creyentes ignorantes (2 P.2:1-3). Si el diezmo fuese permitido dentro del Nuevo Pacto, obligadamente deberíamos guardar toda la Ley, cosa que resulta absurda para el tiempo de la Gracia, que viene a desplazarla, porque somos ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica, porque si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo, poniendo en tela de juicio el carácter de Dios y su voluntad, que son infalibles, absolutos y perfectos. Entonces, si es así, el culto levítico tendía que ser inherente y conciliante al Nuevo Pacto, así como guardar el sábado y circuncidarse además. ¿Podría usted imaginarse eso mi querido hermano y amigo visitante?
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Los judaizante antiguos, que en tiempo atrás les fueron rechazadas por los apóstoles del Señor sus erradas proposiciones de guardar el rito Mosaico, al considerarlo aquellos un componente esencial para la salvación de los gentiles; ahora, de una manera muy similar, los neo legalistas de las Iglesias cristianas proclaman un diezmo ya pasado y muerto que es exigido con amenazas y advertencias de maldición condenatoria bíblicamente torcidas para aquellos que no lo cumplan, tomando como escudo los muy citados versos conocidos que se encuentran en el capítulo tres del libro del profeta Malaquías. Así justifican de tal forma sus más negros propósitos y deseos de riqueza insana, germinados por una terrible y hambrienta codicia que les corroe malignamente su negro y mal intencionado corazón terrenal.

Dios les bendiga siempre mis hermanos y amigos que nos visitan.

LA NO OMNISCIENCIA Y LA HUMANIDAD DE CRISTO


Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD).
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La Biblia dice que Dios es Todopoderoso, y también Omnisciente. La Biblia nada dice al respecto de Jesucristo. En libro de Apocalipsis se explica que Dios reveló su contenido Escritural a Cristo, y lógicamente, hace suponer, con racionalidad espiritual sencilla, que Cristo no es Omnisciente:

«La revelación de Jesucristo que Dios le dio. . . » (Ap.1:1).

Jesucristo es la persona que revela el mensaje previamente dado por Dios, ya que Dios, lo sabe todo. Si Jesucristo fuese Omnisciente como el Padre, ¿cuál sería el caso de que le fuese revelado algo que previamente ya conoce?; «que Dios le dio» se refiere sin incertidumbre alguna, al Padre. El mensaje dado al Hijo de Dios, tiene la finalidad de ser manifestado a los siervos de «las cosas que deben suceder pronto».
Cristo fue claro en decir que el día de su manifestación en gloria y poder era en absoluto desconocido para él:

«Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre» (Mr. 13:32).

Del mismo modo, fue en el caso de la mujer con flujo: « ¿Quién ha tocado mis vestidos?» (Mr.5:30).

Los que apoyan la Doctrina Teantrópica afirman que Cristo fue humano y divino a la vez, y justifican la falta de algún conocimiento del Señor por la intervención primordial de su naturaleza humana, y cuando no, por la intervención principal de su naturaleza divina (síndrome del camaleón, personalidad múltiple -¿?-). Yo pregunto, a los que sostiene esta razón nada bíblica: ¿Porqué hubo la necesidad de ser revelado al Hijo Bendito el contenido del libro de Apocalipsis por Dios, a pesar de encontrarse glorificado y sentado a la Diestra de su Poder? ¿Qué, acaso, Cristo no posee ya la misma condición divina que su Padre en las regiones celestiales, sabiéndolo todo? Y esta pregunta es para los que apoyan la Doctrina Teantrópica, que son Trinitarios.

Del mismo modo que los profetas de AT. conocieron de antemano los eventos futuros revelados por Dios (proféticos: ven los profetas mayores y menores mis hermanos), así también los acontecimientos escatológicos le fueron revelados al Hijo Ungido por el Dios que nunca cambia y que es el mismo de siempre. La Biblia dice con exactitud, que Cristo fue profeta. En El AT. Dios manifestó a Moisés que levantaría un profeta semejante a él de entre el pueblo judío, refriéndose al Señor Jesucristo:

«Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo» (Hch.3:22, 23).

El mismo Señor Jesucristo insinuó ser un profeta:

«Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra» (Lc.4:24).

La definición de profeta en el Diccionario de la RAE es: «hombre que habla en nombre e inspiración de Dios». Si el profeta es inspirado, entonces deberá recibir obligadamente la revelación. No es algo propio, sino externo, que es dado por Dios. Entonces, Jesucristo, por deducción, no es Omnisciente.

La Biblia dice que Cristo fue hombre:

Nació de mujer, por lo tanto, Cristo fue humano (y sigue siendo) (Ga.4:4; Mt.1:18; 2:1, 2; Lc. 1:30-38; 2:1-20; 1 Tim.2:5).
Creció y se fortaleció como un hombre (Lc.2:40).
Creció en sabiduría (Lc.2:52).
Tuvo cuerpo humano (Heb.10:5, 10; Mt. 26:12, 25).
Tuvo fragilidades como hombre, mas no pecó:
Se cansó (Jn.4:6).
Tuvo hambre (Mt.4:12; 21:18).
Tuvo sed (Jn.19:28).
Durmió (Mt.8:24).
Fue tentado (Heb.2:18; 4:15).
Murió (Jn.19:33).

¿Dudas?
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Dios les bendiga siempre hermanos y amigos que nos visitan.
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Profetas levantó,
Pastores y maestros,
Obispos escogió,
Guardaron a su pueblo.
Mostraron la verdad,
Limpiaron las cabezas
De tanta variedad
De heréticas ofensas.
Ahora por desgracia
El pueblo ya no es uno,
Llegaron las falacias
De hombres tremebundos.
Desviaron el camino
De luz y santidad,
Cambiaron al Divino
Por entes de maldad.
Metieron en la Iglesia
Doctrinas de demonios,
Quitaron la pureza,
Pudrieron el entorno.

HERÉTICAMENTE MOTIVACIONAL


Por Dr. Javier Rivas Martínez (MD)
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T.A. McMahon, del ministerio El llamado de Berea, famosa página apologética, hace el comentario, refiriéndose a Rick Warren, «que tiene una pobre opinión de la profecía, de acuerdo a lo escrito en Una Vida Con Propósito»:

«Cuando los discípulos quisieron hablar de profecía, Jesús cambio rápidamente la conversación a evangelismo. El quería que se concentraran en su misión en el mundo. En síntesis él les dijo: No se preocupen por los detalles de mi regreso. Ocúpense en la misión que le he dado. Enfóquense en ella» (Pág. 309): McMahon dice que lo declarado por Warren en su libro, rompe definitivamente con el mensaje de los últimos tiempos que el Señor les dio en los Olivos.Jesús habla en las señales antes de su venida, para que no sean engañados en el error doctrinal de los falsos maestros y Cristos de muerte:

«Mirad que nadie os engañe» (Mt.24:4).

El Señor jamás cambio la conversación rápidamente como Warren afirma. Él se enfoca, primeramente, ante toda cosa, no en las señales cosmológicas, sino en algo más importante que eso: En el engaño religioso, que ha hecho caer a muchos hoy en día y no menos mañana, de acuerdo a la profecía bíblica (Mt.24:11).

En Una Vida Con Propósito, libro que posee una venta tremenda en el mundo, más que en todas las épocas. En este oscuro libro, no se presenta una enseñanza bíblica de estar alerta del engaño religioso de los postreros tiempos, que llevará a apostatar a muchos en el mundo, como lo profetizó Pablo y el mismo Señor Jesucristo.

Vemos que los fines son diferentes, ya que muestra una cara motivacional práctica, psicológica, aparentemente saludable, pero que no deja de ser del mundo, atractiva para el creyente por su carácter agradablemente humanista, y lo peor de todo, condenable.

Cada día, la Iglesia profesante se ha hecho más secular por estos agregados naturales terrenales, y a muchos, el sujetarse a la Palabra Verdadera les ha provocado una convicción que lo lleva al no sacrificio de sufrir la sana doctrina, para evitar el dejar las cosas buenas que el sistema terrenal ofrece.

Es por eso, que los cristianos no definen su trayectoria, a causa de haber puesto un pie entre lo santo y lo profano, ya que la mezcla doctrinal los ha moldeado espiritualmente mal, fuera del carácter del Dios Eterno, envolviéndolos en un ideal evaporado de cristianismo indulgente, creyendo ellos, por la mentira indetectable y bien conformada, que Dios se agrada de grotesca forma y que su santo juicio la pesa como atroz y reprobable.

No se sujetan a la voluntad divina, y por su capacidad ínfima de discernimiento, ponen por obra en sus vidas un cristianismo inaceptable y, es, así, que las congregaciones se llenan con súbditos de la psicología motivacional y adversos a Palabra Divina, que si la hay, está retorcida a la conveniencia de las cabezas espirituales que arrean como burros a los creyentes de muchas congregaciones cristianas.

¡Cuánto engaño hay en las Iglesias, hermanos amados! Y la culpa es del mismo cristiano perezoso y falto de interés, que no ha logrado comprender que su vida entera ha sido puesta en una cuerda delgada que está punto de romperse y cuya caída libre sea detenida por los suelos de la condenación irreversible, cuando todo haya concluido: No los conozco, dirá increpo el Señor en aquel día.

Herejes como Warren, seguirán haciendo de la suyas, cautivando a creyentes carnales que no se preocupan por su crecimiento espiritual y salvación, que en vez de entregar completamente su vida a Dios, la han dado puerilmente a aquellos que los han tornado en hijos del infierno (Mt.23:15), que poco les importa la vida de los incautos, a quienes han burlado magistralmente.

Es hora que las Iglesias de Cristo se limpie de la peste de la psicología motivacional y mundana, y siga al Dios vivo. El creyente no necesita de personas como Warren para que guíen sus vidas espirituales correctamente. Si cada persona se pusiera a investigar el trasfondo de cada libro sincrético motivacional-espiritual propagado, y entendiera el significado realmente de cada uno de ellos, tengan por seguridad que muchos anaqueles de creyentes timados quedarían vacíos al saber la verdad (porque están llenos de ellos), pero desafortunadamente, en las Iglesias, en su mayor parte, sólo se promocionan libros con esa textura, fachados seductivamente de gloria, de bienestar y de paz.

El cristiano requiere en estos tiempos malos que presagian prontamente el fin, el estudiar más y más, en todo momento, las Sagradas Escrituras; requiere también de teología sistemática sana, de artículos con base bíblica fundamental, y no de escritos caricaturescos, de irrisión, plasmados que parecen estar hechos en la gloria de Dios, pero que son falsos, espurios, destructivos por su naturaleza doctrinal errada. Dios les bendiga.

PRETERISMO: UNA RESENA


Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

La palabra «Preterista» significa: «perteneciente al pasado». De acuerdo a dicha escuela, el libro de Apocalipsis tuvo cumplimiento en el pasado, en los primeros siglos de la historia de la Iglesia cristiana. La escuela preterista afirma que las visiones de Juan tienen relación con el Imperio Romano, con Israel, con Jerusalén, y la Iglesia del Señor. Quienes defienden esta postura alegan que Nerón era la primera Bestia de Ap. 13:1, el Anticristo Final, debido a que su nombre escrito en hebreo concuerda con el misterioso número 666 de Ap. 13:18. Corrió la voz hace mucho tiempo atrás que Nerón no llegó a morir, que logró esconderse en algún lugar indefinido durante su gobierno. Dicen los preteristas que el apóstol Juan sabía tal historia y que se basó en ésta para describir una enseñanza mejor, según lo escrito en libro de Apocalipsis. Los preteristas creen que los capítulos del 5 al 11 de Apocalipsis muestran la victoria de la Iglesia sobre el judaísmo; los capítulos del 12 al 19 la victoria del cristianismo sobre toda forma de paganismo, y los capítulos del 20 al 22 tratan del triunfo de la Iglesia sobre el paganismo y el judaísmo.

El precursor de esta doctrina errada fue el jesuita Alcázar que en 1614 aprobó la historicidad del libro de Apocalipsis, pero creyó que todo su contenido, exceptuando los capítulos del 21 al 22 y posiblemente el 20, se cumplió en el tiempo en que Juan se encontraba vivo aun. Promotores de la doctrina preterista, son: Hugo Grotius (1583-1645), reconocido jurista, estadista y teólogo holandés. Otro fue Federico William Farrar (1831-1903), Decano de Cantebury, que afirmó que el libro de Apocalipsis era un bosquejo inspirado de «historia contemporánea». Él dijo que el libro de Apocalipsis trata principalmente de los sucesos contemporáneos con Juan el apóstol, y de los acontecimientos mediatos posteriores. Su justificación ocurre en base al uso de la palabra «pronto» (gr. táchei) en Ap.1:1; 2:5, 16; 3:2; 11:14; 22:20. De acuerdo a Farrar, la palabra o vocablo «pronto» no se refería a un tiempo prolongado. Era de la opinión que la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C. era una «segunda venida de Cristo».

Algunos autores de la línea preterista sugieren que el libro de Apocalipsis es más bien un libro descriptivo que profético. Describe hechos históricos ya pasados sin tener en cuenta una trascendencia profética, menos escatológica. Entre los preteristas modernos se encuentran: Ray Summers, profesor del Seminario Bautista de Southwestern, y William Hendriksen, ex profesor del Seminario Calvino de Gran Rapids, reconocido como escritor, y además pastor de la Iglesia Reformada. Este último autor rechaza la interpretación histórica como la futurista y considera el libro de Apocalipsis para el uso de los primeros cristianos del siglo I sin tomar en cuenta la importancia de la profecía, en ningún sentido. Henderiksen sostiene que el libro de Apocalipsis posee un mensaje simbólico de aliento para aquellos creyentes que eran perseguidos y que determina con seguridad el triunfo de Cristo sobre las fuerzas del mal.

La escuela preterista olvida de que el libro de Apocalipsis es un libro que habla de la consumación de los últimos tiempos. Aquí se ven cumplidas todas las promesas futuras de Dios hechas en el Antiguo Testamento, es decir, en la manifestación del reino venidero, conforme a su plan perfecto e inquebrantable y descrito por medio de las profecías en un principio. El libro de Apocalipsis muestra la manera en que Dios pondrá fin a los gobiernos humanos gentiles y malvados para que el reino teocrático sea dirigido universalmente por su Hijo Jesucristo, coheredero indiscutible al trono de David, su padre (2. S. 7:11-16; Is.9:7; 11:1-5, 10; 16:5; Lc.1:32, 33).
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Es sabido que la postura preterista no encontró cabida en la Iglesia de Cristo de los primeros siglos. Se hizo notablemente popular hasta el año 1614.
Concuerdo con Carballosa cuando dice:

«Si el Apocalipsis se escribió para que se cumpliera en tiempos de Juan o poco después, entonces hay que decir que los destinatarios no lo comprendieron así y, por lo tanto, fracasó en su propósito, puesto que tal cumplimiento se desconoce por completo en la historia de la Iglesia Primitiva».

Dios les bendiga hermanos y amigos que nos visitan.

¿ES VERDADERA LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD?


La pluralidad de la palabra “Elohim”En el camino de mi búsqueda de la verdad en cuanto a la doctrina de la Trinidad llegué a detenerme en la palabra hebrea “Elohim”, traducida como “Dios”. Los maestros cristianos me habían enseñando que la terminación “im” en una palabra hebrea denota pluralidad. Así que la palabra “Elohim”, es una palabra que implica un plural, la cual puede traducirse literalmente como “los Dioses”. Las persona que aboga por la doctrina de la Trinidad encuentra en esta palabra una evidencia de que el Eterno es más que uno. Sin embargo, no se sabe si se habla de dos, tres, cuatro o cincuenta mil ochocientos veintitrés. El primer versículo de la Torá ha sido traducido al castellano de la siguiente manera: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” Si transliteramos las palabras de la versión original hebrea usando letras latinas podemos leer lo siguiente: “bereshit bará elohim et ha-shamayim ve-et ha-arets”. (En la escritura hebrea no hay mayúsculas y minúsculas.) Vemos que la palabra que fue traducida como “Dios” es “Elohim”. ¿Será que la Torá está introduciendo el concepto del politeísmo en el primer párrafo de las Escrituras? ¿Fueron varios Dioses los que crearon los cielos y la tierra o fue uno solo? En el texto del Shema, que estudiamos en el capítulo anterior, encontramos la palabra “Elohim”, y allí dice que “Elohim” es “ejad”, esto es, uno. ¿Cómo vamos a entender esto? Por un lado está hablando del Eterno de forma plural –“Elohim”– pero por el otro lado está afirmando que ese “Elohim” es una unidad o, como hemos visto, más probablemente una singularidad. ¿Será que las Escrituras estén diciendo que este “Elohim”, estas “Divinidades”, constituyen una unidad? ¿Será que encontramos en estos textos una base para entender el concepto del Eterno según lo que más de 4300 años más tarde llegó a desarrollarse en la doctrina cristiana de la Trinidad? ¿Será que se trata de una unidad de varias personas en una sola Deidad? El rav principal de la comunidad judía de Madrid, Moshé ben Dahán, fue invitado a hablar en una conferencia de la organización cristiana REMAR. Tuve el privilegio de estar presente y escuchar su discurso. Él habló de la creación de los cielos y la tierra y la del hombre. Una de las cosas que dijo fue que la palabra “Elohim” no podrá ser entendida como una pluralidad de personas porque el verbo de la oración no está puesto en plural. No está escrito “En el principio crearon…” sino “En el principio creó…” En el predicado se ve si el sujeto es plural o singular. Por lo tanto, no se puede entender que fueron varios dioses los que crearon los cielos y la tierra sino uno sólo. Tampoco se puede entender que hayan sido varias personas de la deidad las que estuvieran hablando de la creación del hombre, diciendo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen…” porque luego dice que “Y Elohim creó al hombre”, en singular, no en plural “Elohim crearon…”. Las palabras del rav me hicieron pensar mucho y empecé a cuestionar el concepto que yo tenía de la pluralidad de personas dentro del término “Elohim”.Si hacemos un estudio más profundo de la palabra “Elohim” nos damos cuenta de que es la forma plural de “Eloha”, que significa “Poderoso” y que a su vez viene de la palabra hebrea “El”, que significa “poder”, “fuerza”, “poderoso”. Estas tres palabras, “El”, “Eloha” y “Elohim”, son utilizadas en las Escrituras como sinónimas para referirse al Todopoderoso. Las tres han sido traducidas como “Dios” en las versiones castellanas. __._,_.___ La palabra hebrea “El” aparece alrededor de 200 veces en las Escrituras, prácticamente siempre en referencia al Todopoderoso. Algunas veces tiene el significado de “poder”, cf. Génesis 31:29; Proverbios 3:27; Miqueas 2:1. La forma plural de “El”, “Elim”, no se usa en referencia al Todopoderoso, sino a otros poderes, humanos o angelicales, cf. Éxodo 15:11; Job 41:25 (17 heb.); Salmo 89:6 (7 heb.). También es usado para referirse a los dioses falsos de las naciones, cf. Isaías 57:5; Daniel 11:36. La palabra “Eloha” aparece 56 veces en las Escrituras, mayormente en el libro de Job. Sólo aparece dos veces en el Jumash (Pentateuco), en Deuteronomio 32:15 y 17. Como hemos dicho antes, la forma plural de “Eloha” es “Elohim”. “Elohim” aparece alrededor de 2600 veces en las Escrituras. Esta palabra no es un nombre personal, sino un título y atributo que expresa poder, autoridad y juicio. El nombre personal del Todopoderoso está escrito con las cuatro letras hebreas Yud Hey Vav y Hey, que corresponden a las letras latinas YHVH. El significado de la palabra “Elohim” en relación con la palabra “El” y la creación En Isaías 43:10-11; 44:6; 45:5-6, 21b-22; 46:9 está escrito (LBLA revisada): “Vosotros (los hijos de Israel) sois mis testigos - declara YHVH - y mi siervo a quien he escogido, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo soy. Antes de mí no fue formado otro dios (“El”), ni después de mí lo habrá. Yo, yo soy YHVH; y fuera de mí no hay salvador.” “Así dice YHVH, el Rey de Israel, y su Redentor, YHVH de los ejércitos: Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios (“Elohim”).” “Yo soy YHVH, y no hay ningún otro; fuera de mí no hay Dios (“Elohim”). Yo te ceñiré, aunque no me has conocido, para que se sepa que desde el nacimiento del sol hasta donde se pone no hay ninguno fuera de mí. Yo soy Y Dios. “No hay más Dios (“Elohim”) que yo, un Dios (“El”) justo y salvador; no hay ninguno fuera de mí. Volveos a mí y sed salvos todos los términos de la tierra; porque yo soy Dios (“El”), y no hay ningún otro.” “Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios (“El”), y no hay otro; Dios (“Elohim”), y no hay ninguno como yo.”

Vemos que tanto la palabra “Elohim” como “El” son empleadas para referirse al Todopoderoso, y son usadas como sinónimos. Por lo tanto, en el libro de Yeshayahu no vemos prácticamente ninguna diferencia entre el uso de la palabra “Elohim” y la palabra “El”. Como “Elohim” está puesto en plural y “El” en singular, encontramos una indicación de que la palabra “Elohim” no debe ser entendida como una referencia a varios dioses, o una unidad de personajes en el mismo Dios, sino como una expresión de la multiforme grandeza del Omnipotente. La palabra “El” es usada en las Escrituras para hablar tanto de “deidad” como de “poder”. En Génesis 31:29a está escrito, según una traducción literal: “Hay poder (“El”) en mi mano para haceros daño.” En proverbios 3:27 (RV) está escrito: “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder (“El”) para hacerlo.” En Miqueas 2:1b (LBLA) está escrito: “Al clarear la mañana lo ejecutan, porque está en el poder (“El”) de sus manos.” En estos textos vemos como la palabra “El” ha sido usada en el sentido de “poder”. Como la palabra “El” es la raíz de la palabra “Elohim”, podemos afirmar que el término “Elohim” tiene que ver con poder y autoridad. Elohim fue el que creó los cielos y la tierra. Esto también nos revela algo sobre el significado de la palabra “Elohim”. La palabra “Elohim” tiene que ver con todo ese poder que fue empleado para crear los cielos y la tierra, el poder creador. Por lo tanto, por medio de contemplar la creación podemos saber cómo es Elohim.

En la carta del shaliaj Shaúl (el apóstol Pablo) a los Romanos 1:20 podemos leer: “Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa.” Observe las palabras “eterno poder y divinidad”. Cuando la palabra “Elohim” es usada como referencia al Creador, está expresando la totalidad de la infinidad de su poder y divinidad. Así que no podemos basarnos en el hecho de que la palabra “Elohim” está puesta en plural, para afirmar con seguridad que el Creador es más que uno. Hay otras tantas palabras hebreas que son usadas en forma plural, como “agua” – ”maim” y “vida” – “jayim”. Esto no significa que está hablando de varias aguas o varias vidas. Sólo es una forma de hablar. Tenemos ejemplos parecidos en el idioma castellano: “pantalones”, “tijeras”, “gafas” (lentes, espejuelos). Estas palabras se usan en forma plural, pero hablan de cosas singulares, “unos pantalones”, “unas tijeras” y “unas gafas”. El hecho de poner esas palabras en plural no significa que son varios, sino que hay una manifestación de algo que parece ser más que uno. Hay dos piernas en los pantalones, dos cuchillos en las tijeras y dos cristales en las gafas. Pero cada cosa es una sola, que en sí puede ser más o menos compleja. Quizás esto puede ayudarnos a obtener un entendimiento más claro del por qué se ha escrito la palabra “Elohim” en plural cuando se habla de un solo Creador. El Todopoderoso es tan inmenso que una palabra singular no podría expresar su grandeza, poder y autoridad. Por lo tanto, el hecho de que el Altísimo se presenta en las Escrituras con el título “Elohim”, en plural, no significa necesariamente que sea más que uno, sino que con ese nombre genérico está manifestando su total e infinito poder y divinidad. Además, el verbo usado en la práctica totalidad de los casos, está puesto en forma singular. Esto nos da pie para pensar que no hay más que uno implicado en la palabra “Elohim” cuando es usado para el Altísimo. Textos con la palabra “Elohim” donde el verbo aparece en plural Cuando la palabra “Elohim” es usada como sujeto en las Escrituras Sagradas, el predicado casi siempre aparece en singular, a diferencia de las palabras plurales que hemos mencionado antes. Así es tanto en el hebreo como en el castellano. Decimos por ejemplo: “Los pantalones están en tal sitio”, no: “Los pantalones está en tal sitio”. Tampoco decimos: “Las tijeras cayó de mis manos”, o “Mis gafas se rompió”. De la misma manera no se usa la forma singular del predicado cuando palabras como “mayim” –agua– y “jayim” –vida– , (que siempre aparecen en plural), son utilizadas como sujetos. Sin embargo cuando aparece “Elohim” tanto el verbo como posibles adjetivos, están en forma singular, en prácticamente todos los casos. Por ejemplo, no se escribe que “Elohim son buenos”, sino “Elohim es bueno”, en singular. No obstante, podemos encontrar algunos pocos textos donde “Elohim” aparece como sujeto y el predicado está en forma plural. Tenemos un ejemplo en Génesis 20:13a donde está escrito según una traducción literal: “Y sucedió que cuando Elohim causaron que yo saliera …” En 2 Samuel 7:23 está escrito, si se traduce literalmente: “¿Y quién es como tu (singular) pueblo, como Israel, que es un solo pueblo en la tierra, al cual Elohim caminaron (plural) para redimir para él (singular) para ser un pueblo, a fin de darle (singular) un nombre, y hacer para vosotros grandeza y cosas portentosas para tu (singular) tierra, ante tu (singular) pueblo que rescataste (singular) para ti (singular) de Mitsrayim (Egipto), naciones y sus dioses (“Elohim”)?” Vemos en este texto que cuando se está refiriendo al Altísimo se está usando las formas singulares de los pronombres, tu, él, le, y ti, y la forma singular del verbo rescataste. ¿Por qué está puesto el verbo “caminaron” –“haljú”– en plural, cuando todas las demás referencias al Altísimo están en singular? La respuesta que se puede encontrar entre los rabinos en cuanto a textos como estos, es que la palabra “Elohim”, en estos casos, no se está refiriendo al Todopoderoso, sino a sus ángeles, enviados para cumplir sus propósitos. Hay un ejemplo de esto en Génesis 35:7 donde está escrito: “Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-betel, porque allí Dios (”Elohim”) se le habían manifestado cuando huía de su hermano.”(LBLA revisado) Como el verbo está escrito en plural se debe entender la palabra “Elohim” como una referencia a los ángeles. Fueron ángeles los que se le revelaron en la escalera cuando huía de su hermano. La palabra “Elohim” puede referirse a los ángeles Si comparamos dos textos de los Salmos con las traducciones griegas Septuaginta y la carta a los Hebreos, vemos que la palabra “Elohim” fue traducida como “angeloi” – ángeles–. En el Salmo 8:5 (v. 6 en heb.) está escrito: “¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles (“Elohim”), y lo coronas de gloria y majestad!”(LBLA) En Hebreos 2:7a, hay una cita del mismo texto de los Salmos, dice así: “Le has hecho un poco inferior a los ángeles (”angelous”).” Vemos que la palabra hebrea “Elohim” que aparece en el Salmo 8:5 (v. 6 en heb), ha sido traducida al griego como “ángeles”. Tenemos otro ejemplo en el Salmo 97:7b donde está escrito: “Todos los poderes (“Elohim”) ¡reverenciadle!”(Traducción mía) Comparemos con la cita en Hebreos 1:6b, que fue traducida de la traducción griega de esta manera, según la Biblia de las Américas: “Y adórenle todos los ángeles de Dios.” Vemos, por tanto, que la palabra “Elohim” puede referirse a los mensajeros celestiales, que en hebreo son llamados “malajim”. En el castellano los llamamos con una palabra prestada del griego, ángeles. La palabra “Elohim” puede referirse a dioses falsos Cuando las Escrituras hablan de otros dioses, también se emplea la palabra “Elohim”. Podemos encontrar un ejemplo en Éxodo 12:12, donde está escrito:“Porque esa misma noche pasaré por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombre como de bestia; y ejecutaré juicios contra todos los dioses (“Elohim”) de Egipto. Yo, el SEÑOR.”(LBLA) Hay un texto parecido en Números 33:4 donde también se usa la palabra “Elohim” para referirse a los dioses de Mitsrayim, cf. Gén. 31:30. Éxodo 20:3 dice: “No tengas otros dioses delante de mí.”(Trad. mía) La palabra traducida como “dioses” es la palabra hebrea “Elohim”.

Vemos, por tanto, que el término “Elohim” puede referirse a varios falsos dioses. Sin embargo, el término plural “Elohim” no se usa solamente en referencia a varios dioses falsos sino también a uno de ellos, como está escrito en Jueces 11:24: “”¿No posees tú lo que Quemos, tu dios (“Elohim”), te ha dado para poseer? De modo que todo el territorio que el SEÑOR nuestro Dios (“Elohim”) ha desposeído delante de nosotros, lo poseeremos.”(LBLA) En 1 Samuel 5:7 está escrito: “Cuando los hombres de Asdod vieron lo que les sucedía, dijeron: El arca del Dios (“Elohim”) de Israel no debe quedar con nosotros, pues su mano es dura sobre nosotros y sobre Dagón nuestro dios (“Elohim”).”(LBLA) En 1 Reyes 18:24-27 está escrito: “Entonces invocad el nombre de vuestro dios (“Elohim”), y yo invocaré el nombre del SEÑOR; y el Dios (“Elohim”) que responda por fuego, ése es Dios (“Elohim”). Y todo el pueblo respondió y dijo: La idea es buena. Y Elías dijo a los profetas de Baal: Escoged un novillo para vosotros y preparadlo primero, pues sois los más, e invocad el nombre de vuestro dios (“Elohim”), pero no le pongáis fuego. Entonces tomaron el novillo que les dieron y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: Oh Baal, respóndenos. Pero no hubo voz ni nadie respondió. Y danzaban alrededor del altar que habían hecho. Y sucedió que ya al mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: Clamad en voz alta, pues es un dios (“Elohim”); tal vez estará meditando o se habrá desviado, o estará de viaje, quizá esté dormido y habrá que despertarlo.”(LBLA) En 1 Reyes 11:5 se emplea el término “Elohim” también para referirse a una diosa pagana, como está escrito: “Porque Salomón siguió a Astoret, diosa (“Elohim”) de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.”La palabra “Elohim” puede referirse a un hombre Hay dos textos muy interesantes en la Torá en cuanto al uso de la palabra “Elohim”. El primero está en Éxodo 4:16. Podríamos traducirlo literalmente de esta manera: “Y él hablará por ti al pueblo, y será. Él será boca para ti y tú serás Elohim para él.” El segundo texto encontramos en Éxodo 7:1. Podríamos traducirlo literalmente de la siguiente manera: “Y HaShem dijo a Moshé: Mira yo te he constituido Elohim para Paró y Aharón, tu hermano, será tu profeta.” Vemos en estos textos que el Todopoderoso delega su autoridad a un hombre, a Moshé, y le llama “Elohim”. En las Biblias castellanas ha sido traducido como “Dios”. Es interesante ver en este contexto, que la forma plural “Elohim” es empleada sobre un solo hombre que representa al Todopoderoso en la tierra. Si el término “Elohim” hubiera sido usado únicamente para mostrar pluralidad, como en los casos de los ángeles y los falsos dioses, no se podría utilizar sobre un solo hombre, como en estos textos. Moshé no es más que una persona. Y cuando él recibe la autoridad de representar al Todopoderoso en la tierra no es llamado con los términos hebreos “El” o “Eloha”, que son dos formas singulares, sino con la palabra plural “Elohim”. Esto constituye una fuerte evidencia de que la palabra “Elohim”, en referencia al Todopoderoso, no necesariamente incluye varias personas, sino que tiene que ver con extrema autoridad. Por lo tanto, vemos que el término “Elohim” es usado sobre una sola persona humana, que ha recibido la autoridad plena de actuar en lugar del Todopoderoso. La palabra “Elohim” puede referirse a los jueces y los reyes En la Biblia podemos encontrar todavía otro significado de la palabra “Elohim”. En Éxodo 22:8-9 (7-8 en heb.) está escrito, según la traducción de la Biblia de las Américas: “Si no es hallado el ladrón, entonces el dueño de la casa se presentará ante los jueces, para determinar si él metió la mano en la propiedad de su vecino. En toda clase de fraude, ya se trate de buey, de asno, de oveja, de ropa, o de cualquier cosa perdida, de la cual se pueda decir: “Esto es”, la causa de ambos se llevará ante los jueces; y aquel a quien los jueces declaren culpable pagará el doble a su vecino.” Las palabras que se encuentran en el texto hebreo, que han sido traducidas al castellano como “jueces”, son precisamente “Elohim”. Vemos, por lo tanto, que aquí hay otro significado de la palabra “Elohim” – “jueces”, cf. Éx. 21:6. En el Salmo 82:1-2 está escrito: “Salmo de Asaf. Dios (“Elohim”) está en la reunión de los dioses (“El”); En medio de los dioses (“Elohim”) juzga. ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah”(RV 1960) En este texto vemos que se usa la palabra “Elohim” dos veces con dos significados diferentes. La primera vez se está refiriendo al Todopoderoso, y la segunda vez a los jueces o posiblemente a los reyes, que son los máximos responsables de hacer justicia en la tierra. En los versículos 6-7 está escrito: “Yo dije: Vosotros sois dioses (“Elohim”), y todos sois hijos del Altísimo. Sin embargo como hombres moriréis, y caeréis como uno de los príncipes.”(LBLA) Yeshúa está citando este texto en Juan 10:34-36 que se ha traducido de esta manera: “¿No está escrito en vuestra ley: “Yo dije: sois dioses”? Si aquellos, a quienes vino la palabra de Dios, los llamó dioses (y la Escritura no se puede violar), ¿a quién el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: “Blasfemas”, porque dije: “Yo soy el Hijo de Dios”?”(LBLA) De estos textos podemos sacar dos verdades que nos interesan en cuanto a este tema. Primero, vemos que el término “Elohim”, que ha sido traducido como “dioses”, puede significar personas que han recibido la Palabra del Todopoderoso. ¿Quiénes fueron los que recibieron la Palabra del Eterno? El pueblo judío, cf. Rom. 3:1-2. Según el contexto en el Salmo 82, vemos que en primer lugar se trata de personas que han sido puestas en posiciones de autoridad sobre otras, jueces, reyes y otros príncipes. Algunos textos de la Torá muestran que las Palabras del Eterno fueron dadas, en primer lugar, a los jueces de Israel, cf. Éx. 22:8 (7 heb.); Deu. 17:18-20. Segundo, los que son llamados “Elohim” son también llamados “hijos del Altísimo”. Por lo tanto el término “Hijo de Dios” también se está refiriendo a un rey o un juez que ha recibido la delegación del Altísimo para gobernar y dictar y ejecutar sus juicios en la tierra, como también vemos en 1 Crónicas 28:6, donde está escrito: “Y El me dijo: “Tu hijo Salomón es quien edificará mi casa y mis atrios; porque lo he escogido por hijo mío, y yo le seré por padre.”(LBLA).

Conclusión El término “Elohim” tiene que ver con poder y autoridad y no solamente se refiere al Todopoderoso, sino también puede referirse a los mensajeros celestiales, a los dioses falsos, a un hombre que ha recibido la autoridad del Todopoderoso y a los jueces que están puestos en lugar del Altísimo para juzgar en la tierra. Cuando el término plural “Elohim” es usado en referencia al Todopoderoso, no significa necesariamente que tiene que ver con más de una persona, sino más bien con la infinita posesión y presencia del poder y la autoridad. El hecho de que la palabra “Elohim”, por un lado, es usada como sinónimo de “El” y, por el otro lado, es empleada sobre un solo hombre, da evidencia de que no se debe entender siempre como una pluralidad de personas. Además, cuando el verbo lo está acompañando como predicado está puesto en forma singular, no hay evidencia alguna de que se está refiriendo a más de una persona. Cuando el término “Elohim” es usado para referirse a los ángeles, los falsos dioses o los jueces, el verbo aparece en forma plural. Esto no es el caso cuando es usado para el Todopoderoso o uno de los dioses falsos. En aquellos pocos textos donde el predicado aparece en plural, el sujeto “Elohim” no debe ser entendido como una referencia a algo plural, sino se trata más bien de la actividad de los ángeles.
yeshuahamashiaj.org (Inglés y Español)