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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

domingo, 13 de marzo de 2011

UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD?

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

Los Testigos de Jehová creen que la Biblia ha sido inspirada por Dios, pero por desgracia han distorsionado monstruosamente la realidad de su buen sentido. Russell comentó que sus escritos (“Estudios de las Escrituras”) eran la “Biblia misma”. Russell exhortó del “peligro de leer las Escrituras sin la dirección de sus escritos”. Engreídamente Russell declaró que leyendo sus escritos era suficiente para ser “alumbrados por la luz”. Parece ser que a este cínico y falso profeta se le olvido que la Biblia «no es de interpretación privada» (2 P.1:20), que es el espíritu santo, el Consolador, el Paracleto, el que nos ilumina para entender con claridad lo que Dios nos quiere decir exactamente. Cristo instigó a «escudriñar las Escrituras» (Jn.5:39). Nunca sugirió otra cosa fuera de ella para lograr comprenderla, como una “clave”, “forma”, o “método” determinado, como por ejemplo, los escritos espurios de Russell para vislumbrar los designios correctos de Dios para con los hombres pecadores. Es el espíritu santo es el que nos «enseña todas las cosas» (Jn.14:26) , y no hombres como Russell, como Rutherford, como Nathan Knorr, como Frederick W. Franz, que siempre discreparon entre ellos (vaya “hombres de Dios”). Esto muestra que el Dios de los Testigos es uno desvergonzadamente falible, pero el que yo conozco, ¡NO!

Para los Testigos de Jehová (otra locura más de Russell), el rescate hecho por Cristo al pecador no es una garantía para vida eterna. Para los Testigos, únicamente existe una “segunda oportunidad” para que todo hombre pueda salvarse. Para ser precisos, sostienen que los malos “tendrán otra oportunidad para recibir a Cristo en el milenio”. Los Testigos creen que el sacrificio de Cristo le otorga a la humanidad, al despertar de la muerte, el poder llegar a ser perfecta. Aunque después, tan contradictoriamente, afirman en el libro «De Paraíso Perdido a Paraíso Recobrado», que “no todos los malos serán resucitados”, sino que los “muy malos serán destruidos” (¿?), como son los hombres incrédulos y rebeldes del tiempo de Noé, los de Sodoma, y los del tiempo Adán y Eva. Los Testigos piensan que los que resuciten tendrán “mil años para tomar una decisión para llegar a salvarse”. De no sujetarse a los designios de Dios, entonces serán “aniquilados”.

Para empezar, la Biblia ni refiere ni infiere tamaña mentira. Esta es una quimera de tercera clase, una mal chiste religioso de graves consecuencias espirituales, y potencialmente, eternas. Por eso “están como están”. Sino vean amables lectores los escritos de su “agente”, no tan “secreto” ya, que lleva el nombre de Armando Lopéz Golart (El Blog de Armando López Golart). Con esto, los Testigos de Jehová han denigrado terriblemente el efectivo sacrificio expiatorio de Cristo, tornándolo ineficaz para la salvación, en esta dispensación de grandes oportunidades para obtenerla por medio de él. La Biblia jamás nos dice de una “segunda oportunidad para vida eterna”; lo que sí nos dice que «hoy es el día de la salvación» (2 Co. 6:2; Heb. 9:27). Este verso, es muy contundente para el caso. Hoy es el «tiempo favorable» para el perdido, para el que no conoce a Cristo. Este es el «tiempo favorable» para la humanidad caída y que dio principio con el misericordioso ministerio de Cristo en la tierra. Su muerte reconciliadora se halla en vigencia hasta el día de hoy. Después de la muerte, no hay alternativas de salvación para el impío, «... porque el alma que pecare, esa morirá»; ¿no está claro este asunto en Ez.18:4? Cuando Cristo venga en gloria al mundo y visible, las oportunidades de salvación serán nulas. ¿No dice Juan en Ap.1:7 qué «todo ojo le verá... y que todos los linajes de la tierra harán lamentación por él...? La razón por la que «harán lamentación» por el glorioso Cristo, es porque el tiempo de la misericordias divinas habrá terminado. Así de sencillo es el asunto. Cuando Cristo regrese al mundo, se «sentará en su trono de gloria para juzgar las naciones». En ese futuro tiempo, Cristo apartará a las ovejas, a sus fieles creyentes, a la derecha; y a la izquierda, a las cabras, que representan a los hombres malvados. Los primeros «herederán la tierra» para reinar junto con él; y los segundos «irán al castigo eterno», y para esto, ante todo, los enemigos de Dios serán decapitados delante del Rey Jesucristo (Lc.19:27). Al terminar el Milenio, todos los malignos, sin excepción, serán resucitados para el Juicio del Gran Trono Blanco. Al no encontrarse «inscritos en el Libro de la Vida», serán lanzados, en cuerpo completo, en el Lago de Fuego que arde con azufre (véase Mt. 5:5; 25:31-46; Ap.20:4, 6, 11-15).

Pregunto: ¿en qué lugar quedó la “segunda oportunidad” para los malvados, señores de la retorcida Watchtower?

En su sacrificio redentor, Cristo no dejó huecos “ineficaces”, debido a que pudo exclamar antes de morir colgado en el madero: «Consumado es» (Jn.19:30). Con su sacrificio vicario, Cristo venció a la muerte, una vez por todas. Únicamente se necesitaba un [sacrifico] de esta índole: «...Cristo fue ofrecido una sola vez para quitar los pecados de muchos» (Heb.9:28).

La consumación de la salvación, de los que han recibido al Hijo de Dios, está relacionada con su venida al mundo por segunda vez (Heb.9:29; 1P.1:5). Esta salvación abarca tan sólo para los que [estén en Cristo], para los que [son de él]; no implica a aquellos que lo han rechazado (1 Ts. 4:1-18; 1 Co.15:23). No es posible que los malvados que hayan muerto puedan “estar en Cristo”. Es ilógico. Juan el Bautista, en Jn.3:36 dijo, en verbo presente: «El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no vera la vida, sino que la ira de Dios está sobre él». La creencia tratada de los Testigos, no encaja con la resurrección de malos al final de la Teocracia del Señor. El propósito de que los malos sean despertados del letargo de la muerte, es únicamente para su juicio y condena de «muerte eterna», y no para otorgarles una segunda oportunidad de “vida eterna” (enfatizado con corchetes):

Jn. 5:29 «... y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; [mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación]».

¿Es tan complicado entender esto?

Texto para reflexión:

Jn. 3:16 «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna».

Gracias amigos que nos visitan con el agrado de aprender.

Reina Valera 1960.

Biblia de Estudio, Reina Valera Siglo XXI (RVA).

«¿Cuál Camino?» Luisa Jeter de Walker.