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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

jueves, 21 de agosto de 2008

ESCATOLOGÍA: LA SEPTUAGESIMA SEMANA Y LA PARUSIA

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)
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El suceso de la segunda venida de Cristo tiene relación con las profecías de Daniel (Mt.24:15; Dn.9:27; 11:31; 12:11). Dios reveló al profeta Daniel la profecía de la «Setenta Semanas» que están determinadas para el pueblo de Israel y sobre su santa ciudad Jerusalén. Estas «Semanas» o «Hebdómadas», están conectadas con los acontecimientos bíblicos más importantes de los postreros tiempos, y pare ser preciso, de forma directa en el futuro con la última semana o «Setenta Semana o «Septuagésima Hebdómada», ya que «Sesenta y Nueve» fueron consumadas en la antigüedad.

Las «Setenta Semanas» en su totalidad corresponden a un tiempo 490 años. De estos años, 483 años (Cada año de los 490 de la profecía de las «Setenta Semanas» corresponde a un año lunar judío, es decir, de 360 días, y no al año del calendario gregoriano de 365 días que vino a sustituir el calendario juliano en el año1582 d. C.), que son «Sesenta y Nueve Semanas exactas, concluyen con la entrada del Señor Jesucristo a la ciudad de Jerusalén para ser reconocido como Mesías de Dios anunciado desde el Antiguo Testamento por los profetas cuando entró en la ciudad cabalgando sobre un pollino, lo que ocurrió, posiblemente, el seis de abril del 32 d. C. (Mt.21:1-11).

La Septuagésima Semana del capítulo 9 de Daniel es una época escatológica denominada además como la gran tribulación final. La gran tribulación final o «Septuagésima Semana» tiene una razón muy importante para ser, la del cumplimiento de seis propósitos bien definidos de parte de Dios para la nación israelita: «para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, para expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, para sellar la visión y la profecía» (Dn.9:24). Por otra parte, las naciones gentiles rebeldes e incrédulas a Dios y a su Hijo Jesucristo sufrirán la ira divina que se manifestará en diversos y terribles juicios de extensión universal (ver por favor: Ap.3:10; 6:12-17; Zac. 14:3), pero Dios guardará a su pueblo compuesto por judíos y gentiles en ese momentos de superlativa malignidad y asombroso caos.

Durante la «Septuagésima Semana», que será una era de dolor, de oscuridad y muerte, el Anticristo será levantado de las tinieblas para gobernar el mundo bajo la autoridad y guianza diabólica (Ap.13:14). La nación se Israel será acosada y arremetida por el Anticristo cuando éste rompa el pacto hecho con Isreal en la mitad de la «Septuagésima Semana profética» (Dn.9:27; Ap. cap. 12). El Anticristo además se hará pasar por Dios (2 Ts 2:4), y el Falso Profeta, el futuro líder religioso en el mundo, exigirá a los moradores de la Tierra una adoración a la imagen hecha del Anticristo, y cualquier individuo que por algún motivo determinado no la ofrezca, pasará sin remedio a ser ejecutado (Ap.13:15).

El mundo sufrirá las consecuencias de una gran conmoción cosmológica de alcance devastador. Habrán de ser sucesos cómo nunca jamás se habían visto en la historia de la humanidad y que comprometerá a las naciones del mundo en general. El Señor Jesucristo, dijo al respeto:

Mr.13:19 porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá.
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Mt. 21:25 Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas...
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Mt. 21:26 desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.
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Lc. 21:11 y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo.
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Mr.13:24 Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, Mr.13:25 y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas.

Cuando todo parezca estar perdido, cuando las esperanzas parezcan haberse esfumado y consumido para los Hijos del Eterno que vivan en esa era de mayor pecado y muerte para los hombres, de obras siniestras y demoníacas por demás, aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre, y verán al Cristo Glorioso viniendo en poderosa majestad con sus miríadas de ángeles después de la tribulación de aquellos días, de la "Septuagésima Semana" (Mt. 24:29-30), para destruir al "hijo de perdición", es decir, al Anticristo, al Falso Profeta, y a todos sus enemigos que se levantaron contra él con su santo e hiperletal resplandor, con la espada aguda que saldrá de su boca (1 Ts. 1:6-10; 2 Ts. 2:8; Ap. 19:19-21), para juzgar las naciones (Mt.25:31-33), para regir, finalmente, en el trono de David su padre (Lc.1:32-33), y con su pueblo amado, el Reinado terrenal y de carácter celestial de mil años con el cetro de su justicia (Sal. 45:6-7; Heb.1:8; Ap.20:4, 6), con amor y verdad, con grande misericordia, en luz y duradera paz.

Hermanos: esperemos en santidad, en obediencia, en paciencia y en amor al Cristo bendito y victorioso que descenderá del cielo para consumar la salvación y que librará a su pueblo escogido de los enemigos que siempre lo persiguieron y lo oprimieron con vituperio y burla.

Los dejo con estas palabras de ánimo y esperanza de parte del apóstol Pedro:
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"Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo" (2P.1:10-11).

¡Aleluya por tan maravillosas verdades!

Dios les bendiga siempre.

RECHAZO DE LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN

Casi la mitad de los norteamericanos rechaza la teoría de la evolución
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19/08/2008
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News summary -->El Pew Research Center de Estados Unidos, grupo que investiga las actitudes sociales hacia determinados temas en el país, ha publicado recientemente los resultados de una encuesta acerca de las creencias religiosas y las actitudes públicas de la población norteamericana.

Según publica Pew Forum on Religion & Public Life, Estados Unidos es el país democrático más religioso entre todas las democracias industriales avanzadas del planeta. Al mismo tiempo, los científicos norteamericanos son líderes en muchas de las áreas de investigación científica actuales. Ambas realidades generan un conflicto entre creencias religiosas y planteamientos científicos, especialmente en tres temas principales.

El más importante de estos conflictos es el del choque ideológico entre la teoría evolutiva de Darwin y la creación divina del mundo, seguido de lejos por los conflictos acerca de la naturaleza -genética, según algunos científicos- de la homosexualidad, y el origen del cambio climático.

Dios y la evolución

Mientras los científicos están convencidos de que la Tierra ha evolucionado durante miles de millones de años, entre un 40% y un 50% de los americanos rechaza la idea de la evolución natural. Según la encuesta realizada en agosto de 2006 por el Pew Research Center y el Pew Forum on Religion and Public Life, el 42% de los encuestados rechaza directamente la idea de la evolución (los humanos y otras formas de vida han existido como son ahora desde la creación).

Alrededor de un 51% cree en cambio que la evolución sí existe, aunque un 21% piensa que esta evolución ha venido guiada por un ser supremo o una fuerza superior, una noción que describe aproximadamente la perspectiva del movimiento del "diseño inteligente" (el origen o evolución del Universo, la vida y el hombre, o la creación, serían, según esta corriente de pensamiento, el resultado de acciones racionales emprendidas de forma deliberada por uno o más agentes inteligentes). Finalmente, sólo el 26% de ese 51% cree que la evolución se ha desarrollado por selección natural.
La oposición más fuerte a la idea de la evolución procede de los cristianos evangélicos, que en su mayoría aceptan la Biblia como una verdad literal. El 65% de los evangélicos piensa que la vida no ha evolucionado y menos del 10% cree que lo ha hecho por selección natural. Los grupos seculares e incluso otros grupos religiosos creen mayoritariamente en la evolución (el 59% de los católicos, el 62% de los protestantes comunes blancos y el 83% de los laicos).

Homosexualidad sin consenso

En el caso de la homosexualidad, al contrario que en el de la evolución, no existe un consenso científico acerca de su causa. Los grupos religiosos y conservadores, por su parte, rechazan las investigaciones científicas que han demostrado que la homosexualidad está asociada a ciertas características genéticas o a determinadas exposiciones hormonales durante la gestación. Tampoco aceptan la idea de que los homosexuales no puedan cambiar su orientación sexual o ser "curados. El número de estadounidenses que ve la homosexualidad como una característica innata ha aumentado poco desde 2003, señala esta encuesta. Por un lado, se ha incrementado ligeramente el número de ciudadanos que considera verdadera esta explicación (del 30% de los encuestados en 2003 al 36% en la actualidad), así como la idea de que la homosexualidad no puede cambiarse (del 42% en 2003 al 49% actual). Pero la mayoría de los encuestados aún rechaza que la homosexualidad sea innata y piensa que está causada por las condiciones en las que el individuo se desarrolla (13%) o que es simplemente la elección de un modo de vida (38%)

Grupos de población concretos tienen una perspectiva muy diferente sobre la naturaleza innata o no de la homosexualidad: los licenciados universitarios creen en un 51% de los casos que se nace siendo homosexual, al igual que el 57% de los liberales, el 52% de los protestantes no radicales o el 52% de las personas que rara vez o nunca acuden a la iglesia.

Como contraste, la mayoría de los evangélicos (el 51%) considera que la homosexualidad es una elección. De hecho, las perspectivas acerca de si la homosexualidad puede cambiarse tiene tanto un componente político como religioso: los liberales señalan en un 71% que no puede modificarse, mientras que los evangélicos afirman en un 56% que sí se puede. Protestantes no radicales, católicos o laicos piensan en su mayoría que es una característica no modificable.

Calentamiento global

Las diferencias de criterio son mucho menos significativas en lo que respecta a otro controvertido tema: el calentamiento global. Una gran mayoría de los encuestados (el 79%) opina que existen sólidas evidencias de que la temperatura media de la Tierra ha aumentado en las últimas décadas. Los grupos religiosos están de acuerdo en este punto en los siguientes porcentajes: el 77% de los católicos, el 79% de los protestantes moderados blancos y el 70% de los evangélicos blancos.

El 50% de los que creen que el planeta se calienta también opina que las actividades humanas son las responsables de este calentamiento global, mientras que un 23% sigue creyendo que el calentamiento está causado por patrones naturales del medio ambiente terrestre.

Entre los grupos religiosos existen opiniones dispares a este respecto: un 62% de los laicos opina que la actividad humana contribuye al calentamiento global, un 52% de los católicos piensa lo mismo, al igual que un 48% de los protestantes moderados blancos y un 37% de los evangélicos. Para un 23% de los evangélicos, el calentamiento global es un grave problema, comparado con el 48% de católicos y laicos.

Otros conflictos

Por tanto, ¿puede decirse que existe un choque consistente entre ciencia y religión en Estados Unidos actualmente? La revisión de estos tres temas centrales sugiere que sí. Pero no sólo las creencias religiosas entran en conflicto con la ciencia, señala la encuesta. Por ejemplo, los sondeos suelen demostrar que un gran número de americanos cree en fenómenos sobrenaturales, como la astrología y la telequinesia, a pesar del hecho de que no estén demostrados científicamente.
En general, se pueden señalar numerosos ejemplos en los que la ideologías y creencias individuales -no religiosas- provocan que la gente rechace evidencias objetivas, que entran en conflicto con sus opiniones, como la probada inexistencia de armas de destrucción masiva en Irak.

También hay otros campos en los que científicos y algunos religiosos pueden enfrentarse en el futuro, como la cuestión de si la conciencia se encuentra sólo en el cerebro -por tanto, la inexistencia de un alma o espíritu-.
Finalmente, los investigadores de esta encuesta señalan que la relación entre la religión y la ciencia resulta de interés no sólo a los científicos y a los sociólogos preocupados por la investigación sobre la opinión pública, sino también a los encargados por el Gobierno para la programación y formación de su política. Y es que la opinión pública tiene un gran impacto en el diseño de las políticas públicas, mientras que los descubrimientos científicos pueden ayudar a determinar las características de leyes y otras políticas destinadas a regular cuestiones, como el matrimonio entre personas del mismo sexo o la gestión del cambio climático.

www.yeshuahamashiaj.org
www.elevangeliodelreino.org

FALSA ACUSACIÓN: LA NEGACION SENSATA DEL DOGMA TRINITARIO

“Creo que deberíamos advertir que el "apologista" Mario Olcese NO es un apologista sino un falso cristiano ARRIANO, desgraciadamente son muchos los cristianos que lo siguen, sobre todo los que se dedican a "cazar herejías". (http://www.foroekklesia.com/showthread.php?t=51911)
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Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
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Fe y Razón

¿Es justo que se le imponga a alguno una doctrina supuestamente cristiana como es la Trinidad cuando ésta no fue formulada y creída como tal sino recién en el siglo IV después de Cristo? ¿Es posible que alguno pueda creer en algo que no le encuentra sentido o que simplemente no logra entender por sus inconsistencias o contradicciones? Nadie puede ser obligado a creer en algo que no comprende, pues es imposible hacerlo. Ahora bien, ¿por qué es que a mí no se me hace fácil creer en un Dios invisible? Simplemente porque su existencia me parece perfectamente razonable, viable y necesaria. El apóstol Pablo hace una reflexión que me parece que es muy simple pero a la vez muy oportuna y muy lógica. El dice: “Porque toda casa es construida por alguno, pero el que hizo todas las cosas es Dios” (Heb. 3:4). Este razonamiento del escritor de Hebreos nos sirve para la reflexión y para aceptar confiadamente de que hay un Dios que hizo todo el universo. De modo que es a través de esta simple inferencia lógica que cualquier hombre sensato puede llegar a aceptar la existencia de un Dios Supremo y Todopoderoso que creó todo. De allí que los ateos y los agnósticos son culpables por su terquedad, porque no quieren aceptar este simple razonamiento lógico. Dios dice: “Goteará como la lluvia mi doctrina; destilará como el rocío mi razonamiento; como la llovizna sobre la grama, Y como las gotas sobre la hierba” (Deut. 32:2). Así que las doctrinas de Dios van de la mano con la razón, pero si hay algunas que carecen de ella, es decir, que no son razonables, no son doctrinas de Dios. Estoy convencido que toda doctrina de Dios es siempre razonable y comprensible para el hombre entendido. ¿Pero podemos decir lo mismo de la doctrina de la Trinidad? Si fuera tan clara, ¿por qué siempre está en el debate? Claro que las otras perspectivas sobre Dios están también en el debate erudito, pero para mí, la doctrina de la Trinidad es la que más presenta incoherencias y la que más provoca disputas y formulaciones enmarañadas. Y si por decir esto mis detractores me llaman “hereje” o “apóstata”, entonces lo siento por ellos. Tal vez ellos tengan la suficiente inteligencia y entendimiento divinos para asimilar la Trinidad, pero yo, francamente, no tengo esas habilidades.

Jesús no creyó en la Trinidad

Si la Trinidad es una doctrina fundamental del cristianismo, ¿por qué no la definieron claramente Jesús y sus apóstoles? ¿Por qué tuvo que esperarse hasta el concilio de Constantinopla en el siglo IV para que los obispos de la iglesia la definieran tal como la conocemos hoy? ¿Y nos hemos puesto a meditar en todo ese léxico erudito, en todas esas formulaciones y elucubraciones intrincadas que suelen emplear los teólogos trinitarios para explicar dicha doctrina y que nos resulta en un verdadero rompecabezas? ¿Pero puede alguno esperar que personas de poca educación puedan entender o creer de todo corazón en la doctrina de la Trinidad cuando escuchan toda esa fútil verborrea erudita? ¡Francamente no lo creo!

El Señor Jesucristo dio mucha importancia al entendimiento que procede de la razón, pues sin una comprensión cabal de una exposición no se puede aceptar cualquier doctrina o enseñanza. ¡Pero Jesús sí era un Maestro con pleno conocimiento de las cosas! El evangelista Lucas nos dice del entendimiento de Jesús, así: “Y todos los que le oían, se pasmaban de su entendimiento y de sus respuestas (Lucas 2:47). Ahora bien, ¿Tuvo Jesús pleno entendimiento de la doctrina de la Trinidad? ¿Qué pensó él de sí mismo y de su relación con Su Padre? ¿Creyó él que era igual que Su Padre, o que era el Segundo Dios Todopoderoso y eterno, digno también de adoración? Las evidencias bíblicas parecen descartar tal posibilidad. Jesús mismo fue muy simple y claro cuando dijo: “El Padre mayor es que yo” (Juan 14:28). Si esto no es claro para usted, entonces no sé qué otras palabras pudo haber pronunciado Jesús para aclarar la superioridad de Su Padre frente a él. Sin embargo, los Trinitarios nos dicen que Jesús en este pasaje simplemente hablaba como un hombre, y que fue por eso que él dijo que Su Padre es mayor que él. Pero este razonamiento es falaz a todas luces porque es evidente que todo hombre es inferior o menor que Dios, y nunca iguales. Así que tal argumentación es tonta e inútil. Es como si yo dijera: ¿Saben?, ¡Dios es mayor que yo!”…¿y qué nuevo estaría diciendo? ¡Nada!, pues siempre el hombre es menor que Dios. Recuerde que Jesús quiso que sus seguidores le entendieran bien, y para ello él hizo uso de parábolas, recurriendo a situaciones y experiencias comunes de la vida diaria de los hombres para explicarse mejor. El se cuidó de que sus discípulos no le malentendieran cuando les enseñaba (Mat. 15:16). También es oportuno recordar que él nunca empleó un lenguaje erudito e intrincado para que la gente entendiera sus doctrinas. Eso está bien para los teólogos teóricos que gustan de romperse el cerebro elucubrando e especulando sobre lo que no pueden entender, influenciados por la metodología de la filosofía Griega.

En una ocasión Jesús dijo algo que desafía a todos los que estudiamos la doctrina de su supuesta deidad, y que nos induce indefectiblemente a creer que la Trinidad no era parte de su creencia o fe. En Juan 17:3 Jesús tajantemente rechazó ser el único Dios verdadero, cuando dijo: “Y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú has enviado”. Aquí Jesús dice que el Padre es el único Dios verdadero, y luego él se presenta como el enviado de ese único Dios verdadero. Así que con esta enseñanza simple él se excluye automáticamente de la única Deidad bíblica que es Su Padre. ¿Pero por qué no le creen los Trinitarios a Jesucristo? ¿Por qué insisten en considerarlo Dios verdadero de Dios verdadero? ¿Es que acá también Jesús hablaba como hombre? ¿Acaso debemos intuir por nosotros mismos cuándo Jesús hablaba como hombre y cuándo como Dios para interpretar sus palabras? ¡No lo creo! Para mí, esa excusa de que Jesús “hablaba como hombre” en Juan 14:28, Juan 17:3 y en otros textos semejantes que lo humanizan y lo colocan por debajo del Padre, no tiene cabida en mi mente. A mí me parece que en todos estos textos bíblicos que incomodan a los Trinitarios, Binitarios, y a los Modalistas, nos brindan una enseñanza clara y simple de quién es Dios, y que hasta un niño de 5 años fácilmente la puede entender, y esa es que sólo hay UN Dios verdadero que es el Padre, y un Señor Jesucristo que es Su Hijo, Su enviado, pero no un Dios verdadero.
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Yo estoy convencido de que muchos textos esgrimidos por los Trinitarios pueden perfectamente ser refutados por los Unitarios con las mismas Escrituras. En mi folleto sobre la Trinidad yo he hecho un análisis de la mayoría de aquellos textos “difíciles” exhibidos por los Trinitarios y los he explicado “sencillamente” y sin muchas elucubraciones eruditas.

Afinando el Entendimiento

El apóstol Pablo le dice a Timoteo, lo siguiente: “Considera lo que digo; y el Señor te dé entendimiento en todo” (2 Timoteo 2:7). Sí, Pablo deseó que Timoteo adquiriera entendimiento en todo, ¿pero hubiera entendido el joven Timoteo la doctrina de la Trinidad si se la hubieran predicado tal como se la presenta hoy en las iglesias por los eruditos bíblicos? ¿Hubiera sido él realmente un Trinitario y no un Unitario como todo buen hijo de Judío? Recordemos que para Pablo, Dios no es un Dios de confusión, sino de orden. No obstante, para este humilde servidor, el “Dios Trino” es un Dios confuso que no se le puede definir apropiadamente y que genera inevitablemente un gran dilema para los mismos cristianos, y más aún, para los judíos y musulmanes monoteístas por igual. No creo que Pablo hubiese sido un Trinitario cuando claramente él mismo les dijo a los corintios, lo siguiente: “Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios. 5 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), 6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él (1 Cor. 8:4-6). Si para Pablo el único Dios es el Padre, y nadie más, ¿podría él acaso haber creído en la Santísima Trinidad? ¿Qué piensan ustedes? La convicción de Pablo sobre Jesucristo fue clara: El Señor Jesucristo es un hombre que es Mediador entre Dios y los hombres (1 Tim 2:5). Si Para Pablo, el Señor era el Mediador entre los hombres y Dios, entonces él no pudo haber creído que Jesucristo era un Todopoderoso Dios. Además, Pablo sabía que el mismo Señor Jesucristo tenía su cabeza, y que ésta era Su Padre Dios. Así les dice a los corintios: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. Entonces, en base a todas estas claras evidencias, mal haríamos en afirmar que Pablo era un binitario o un Trinitario confeso. Por si acaso, hay muchos otros pasajes paulinos en donde claramente se puede deducir que Pablo nunca hubiera sido un Trinitario si viviera hoy entre nosotros (ver también Efe 4:6; Rom. 15:6;1 Cor. 3:23;1 Cor. 15:28; 2 Cor. 1:3; 2 Cor. 3:4; 2 Cor. 11:31; Gál. 3:20; Efe. 1:3; Efe. 1:17; Efe. 4:6; Fil. 2:6; Col. 1:3; 1 Tim. 1:17; etc).

Por otro lado, ¿cómo puedo aceptar que nuestro Señor sea la Segunda Persona de la Trinidad en el cielo, cuando lo vemos en el cielo recibiendo revelaciones de Su Padre? ¿Cómo puede un “Dios Hijo omnisciente” recibir revelaciones de Dios Padre de cosas que él ignoraba estando ya en el cielo mismo? (Ver. Apo. 1:1) ¿Y cómo puede un Dios Hijo, la supuestamente Segunda Persona de la Trinidad, llamar al Dios Padre como “Mi Dios” 4 veces en Apocalipsis 3:12 si él es Dios como Su Padre? ¿Puede un Dios verdadero tener Su Dios verdadero? ¿Tiene esto sentido para alguno de ustedes? ¡Para mí, no! Así que no me tilden de hereje por rechazar la Trinidad sabiendo que tengo mis buenas razones para ello.

La Importancia de la creencia correcta

Cuando Jesús tuvo una entrevista con un escriba, éste le pregunta: “¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle”.

En este pasaje, un escriba (un copista de las Sagradas Escrituras y también el doctor e intérprete de la ley), que estaba muy consciente de la shema (Deut 6:4) le pregunta a Jesús cuál era el principal mandamiento de todos y Jesús le responde que el principal mandamiento es: “Oye, Israel; el Señor, nuestro Dios, el Señor uno (echad) es”…Con esto el escriba le replicó al Señor diciéndole que él ha hablado con verdad de que uno (echad) es Dios, y entonces Jesús viendo que el escriba le respondió sabiamente, le dijo que no estaba lejos del reino de Dios. ¿Qué podía significar uno (echad) para el escriba y para Jesús? ¿Acaso un Dios Trino? No, pues el shema dice: El Señor (singular) nuestro Dios, El Señor (singular) uno (echad) es”. Nótese que no dice: “Los Señores, nuestro Dios (compuesto), los Señores uno es”. Este asunto es importante, porque para entrar al reino de Dios, que equivale a obtener la salvación, es necesario tener un concepto preciso de cuál es el Dios a quien debemos amar, servir y adorar. Para Jesús, se está en el sendero del reino de Dios cuando creemos en que sólo hay una Persona en la Deidad.

Hay que seguir el consejo de Pablo que dice: “Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo (Fil. 1.9)”. Aquí Pablo desea que aprobemos lo mejor en ciencia y en conocimiento. Pero alguien puede aprobar una doctrina que finalmente es incomprensible y un misterio absoluto? Tenemos que tener un conocimiento de las cosas para no vivir engañados. La verdad hace libres a los hombres, no las especulaciones y las divagaciones teológicas. Jesús, dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las hayas revelado á los niños” (Mateo 11:25). Sí, amigos trinitarios, aunque parezca increíble, Dios reveló a los niños Su verdad, y las escondió de los llamados sabios y entendidos de este mundo, de aquellos que se precian de ser eruditos y doctos en las letras y en la ciencia. Así que difícilmente Dios se hubiera revelado a los niños de mente y corazón con intrincadas elucubraciones filosóficas para darse a conocer ante ellos. ¿Qué es más fácil para un niño creer, que Dios es uno solo llamado el Padre, o que Dios es Tres “Personas-Dioses” distintos que comparten una misma esencia? Sin duda alguna, la primera propuesta. Si para un adulto la propuesta Trinitaria es intrincada, ¿cómo no lo será para un niño?

Lo que verdaderamente significa la vida eterna

Jesús fue bien claro al decir que la vida eterna se obtiene conociendo a dos personas diferentes: a Dios el Padre como el único Dios verdadero, y a Jesucristo, el Hijo, como Su enviado (Véase Juan 17:3). En realidad Jesús estaba recordando y reafirmando la Shema de los Judíos, de que Dios es UNO solo, el Padre. Y si uno acepta esta verdad suprema, entonces uno está andando en el sendero que lleva a la vida eterna. Por eso Santiago dijo: “Tú crees que Dios es uno; bien haces: también los demonios creen, y tiemblan” (Santiago 1:9). Para Santiago, el creer que Dios es uno solo es proceder bien, ¿pero qué sucede cuando alguien dice que Dios es Tres Personas en una? Pues, ¡mal hace!— ¡Así de simple es la cosa!

Termino diciendo que no hay ningún pasaje bíblico que nos diga que rechazar la doctrina de la Trinidad nos traerá la condenación eterna. Eso se la inventaron los trinitarios fanáticos que nos quieren hacer creer lo que no se puede entender. Personalmente nunca podré aceptar lo que no entiendo cabalmente. Es necesario que lo que uno recibe como doctrina sea razonable, entendible, y lógica, de lo contrario será una fe débil y vulnerable a los ataques de los adversarios.

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