«Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican» (Ro. 1:28-32)
Caminan como muertos
Pecando por el mundo,
Llevando sus anhelos
En bolsas de lo absurdo.
Carecen de bondad,
Hay lodo en sus entrañas,
Y tienen por solaz
Los vicios que los matan.
Arrastran la inmundicia,
Se halagan en sus cuentos
De muerte y de codicia,
Apestan de soberbios.
Blasfeman con su lengua
De serpie venenosa,
Traicionan y condenan,
De mente borrascosa.
Habitan en retretes,
Enferman con pesares,
Corrompen a las gentes,
Las guían con amarres.
Horrendas son sus obras
De usura y de lo malo,
Más rápidos que cobras
Destruyen al incauto.
Transitan con locura
Pensando a quién vejar,
Sus días son penumbra,
Sus noches impiedad.
E infectos rogarán,
Se acerca ya la Ira,
Sin Dios perecerán:
Sepulcros homicidas.
Javier Rivas Martínez.
Caminan como muertos
Pecando por el mundo,
Llevando sus anhelos
En bolsas de lo absurdo.
Carecen de bondad,
Hay lodo en sus entrañas,
Y tienen por solaz
Los vicios que los matan.
Arrastran la inmundicia,
Se halagan en sus cuentos
De muerte y de codicia,
Apestan de soberbios.
Blasfeman con su lengua
De serpie venenosa,
Traicionan y condenan,
De mente borrascosa.
Habitan en retretes,
Enferman con pesares,
Corrompen a las gentes,
Las guían con amarres.
Horrendas son sus obras
De usura y de lo malo,
Más rápidos que cobras
Destruyen al incauto.
Transitan con locura
Pensando a quién vejar,
Sus días son penumbra,
Sus noches impiedad.
E infectos rogarán,
Se acerca ya la Ira,
Sin Dios perecerán:
Sepulcros homicidas.
Javier Rivas Martínez.