Datos personales

Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

viernes, 26 de noviembre de 2010

PAUL WASHER DICE QUE LA DEIDAD DE CRISTO ES INEXPLICABLE Y QUE EL REINO NO ES EL EVANGELIO


Comentario por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Este es un video donde Paul Washer se dirige a los Testigos de Jehová, y aunque yo no soy un partidario de esta secta tiránica de la cual me salí hace muchos años, lo que más me llama la atención es que Washer diga que él cree en todo lo que la Biblia dice, incluso la Deidad de Cristo, así no lo pueda explicar (por no decir “entender”). ¿Pero puede realmente alguien creer en una doctrina o enseñanza que no la puede entender cabalmente, o que le presenta una serie de problemas para explicarlo convenientemente? Pero Jesús se sí se preocupó de abrirles el entendimiento a sus discípulos para que comprendiesen las Escrituras (Lc. 24:45).

Es cierto que como cristianos creemos en algunos conceptos que resultan imposibles de entender y que los aceptamos dogmáticamente, como es el caso de la misma existencia de Dios, su eternidad, o ciertas decisiones que Él toma que son de su Soberana voluntad, y que nos parecen incomprensibles y hasta aberrantes, como es la orden de matar a los impíos y a sus hijos en ciertos eventos del Antiguo Testamento, y la futura tortura eterna en el infierno de los desobedientes. Sin embargo, en general, todos los creyentes deben estar preparados para dar razón de la esperanza que hay en ellos. Es decir, el creyente debe estar capacitado para sustentar una doctrina o enseñanza para que el interlocutor la pueda entender y aceptar. El apóstol Pedro dice: “Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande RAZÓN de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15). También se nos manda a convencer a los que dudan, con estas palabras: “A algunos que dudan, convencedlos” (Judas 1:22). Ahora bien, ¿puede alguien convencer al que duda sobre la doctrina de la Trinidad con sólo decirle que es un misterio insondable que nadie lo puede entender? ¿Deberíamos aceptar esta doctrina con ese argumento facilista? Por otro lado, Pablo le dice a Timoteo que el pastor debe ser “Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y CONVENCER a los que contradicen” (Tito 1:9). ¿Pero puede un pastor Trinitario convencer a los que contradicen la doctrina de la Trinidad con el argumento de que es un misterio insondable, imposible de entender?

El Sr. Paul Washer reconoce que la Deidad del Hijo de Dios es una de esas doctrinas que son difíciles de explicar pero que él la acepta de buena gana, por fe. Pero como repito, no es suficiente para convencer al unitario o al modalista, o al arriano, o al binitariano de su validez. De igual manera podría decir cualquiera de éstos que su cristología es la correcta aunque no la puedan explicar con facilidad y claridad absolutas. Todo depende de quien quiera creerla y quién no.

Habría que recordarle al Sr, Washer que el tema de la eternidad del Hijo ha sido, es, y seguirá siendo un tema de discusión en los círculos cristianos de las generaciones venideras. Y los debates no pararán hasta que venga el Señor y nos aclare todo.

Finalmente, en lo personal, para mi es muchísimo más fácil creer que Dios existe y que es eterno, que creer que Dios es Trino. Y de hecho, todos los cristianos, seamos Trinitarios, unitarios, binitarios, arrianos o modalistas, creemos en un Dios que es eterno, todopoderoso, omnisciente, y omnipresente. Pero es cuando tratamos de entender a Dios mismo en su naturaleza, ahondando en la investigación de si Él es realmente único, o si hay más de uno, que entramos en conflicto y divisiones.

Recordemos que la vida eterna está en CONOCER a Dios y Su Hijo, y este conocimiento no es el conocimiento que algunos nos quieren hacer creer, es decir, saber lo más que se pueda de Dios, incluso de Su propia naturaleza. Conocer a Dios es, más bien, mantener una relación muy íntima con el Padre y Su Hijo, una compenetración tal que uno llega ser amigo de Dios. Esto es lo más importante, y no tanto debatir si conocemos teóricamente al Dios Trino y lo más recóndito e insondable de Él. Es por eso que no creo que sea fundamental creer en la Trinidad para salvarse, o que Dios es así o asá. Jesús le dijo al Escriba que había respondido sabiamente que Dios es UNO que estaba cerca del reino de Dios (Ver Marcos 12:32-34). ¿Qué entendemos por UNO en este caso? Bueno, aquí comienza el problema. ¿Es un UNO simple o compuesto? Este punto seguirá en el debate en las generaciones sucesivas de cristianos, mientras dure el presente siglo malo. Lo importante es que creer que Dios es UNO te acerca más al reino…¡pero no te mete en él! Lo que te mete en el reino es un “nuevo nacimiento” por la conversión. Esto es lo cierto. No es posible que los cristianos sigamos discutiendo sobre este tema y continuemos dividiéndonos más sobre quién es Dios en verdad.

Para mí Dios es UNO, y lo tomó tan simple como se dice: “UNO”, pero si algunos creen que UNO no es UNO sino UNA UNIDAD compuesta de dos o tres…allá ellos. Para mí sólo hay un Dios, el Padre…y punto (1 Cor. 8:4-6). Y Dios desea que esta verdad sea comprendida hasta por un niño de 2 o 3 años, sin las intrincadas formulaciones de los concilios.

En cuanto a la explicación que hace Paul Washer sobre el Reino en este video, es increíble, asombroso, e inaudito que él diga que el evangelio del reino no es el verdadero evangelio, sino lo que Pablo dice en 1 Corintios 15:1-7. Pero lo que Washer no les dice a sus oyentes es que Pablo dijo en 1 Cor 15:3 que la muerte, sepultura, y resurrección es LO PRIMERO (“primeramente”) de su evangelio, ¡no el todo! Además, por qué él no lee hasta los versos 45-50 donde Pablo menciona la entrada al reino, que es el evangelio original de Cristo? (Lc. 4:43). Además ¿Pero por qué Washer omite mencionar Marcos 1:1,14,15 donde Jesús habla sobre el evangelio, y lo llama “el reino de Dios”? ¿Por qué no dice que Pablo predicaba el evangelio del reino en Hechos 28:23,30,31, o en Hechos 20:24,25? Realmente este predicador es indocto, un irresponsable que mutila el evangelio de Cristo por un llamado “evangelio de Pablo”, cuando en realidad Pablo predicaba el evangelio de Cristo (Rom. 15:19; 1 Cor. 9:18), que era el reino de Dios. Y con esto no le damos la razón a los Testigos de Jehová, pues su evangelio del reino es uno de hechura Russelista, no bíblica, y que omite la cruz de Cristo como parte del evangelio . Así como los TJ omiten hablar mencionar la muerte, sepultura y resurrección de Cristo como parte importante del evangelio salvador, del mismo modo Washer habla de una parte del evangelio salvador (la cruz, sepultura, y resurrección de Cristo) pero omite hablar del Reino de Dios como la otra parte del mensaje original del evangelio de Cristo. ¿Me explico?



miércoles, 24 de noviembre de 2010

Testigos de Jehová(Lo que la WT ocultó adrede a todos en su nuevo DVD 20...

LAS ESCANDALOSAS DECLARACIONES DE LA SRA.MARÍA RUSSELL EN EL JUICIO DE DIVORCIO EN LA CORTE EN CONTRA DE SU ESPOSO, EL PASTOR CHARLES RUSSELL

lunes, 22 de noviembre de 2010

EL PADRE: SOLAMENTE EL DIOS VERDADERO


Por el Dr Javier Rivas Martínez (MD).

«No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad». Aristóteles ( AC 384-322 AC) Filósofo griego.

Decir que Cristo es “Dios verdadero”, es violentar terminantemente el significado de los textos que aclaran esta consideración que le pertence solamente al Padre, pudiéndose ver en Jn.17:3, y en su equivalente o paralelo 1 Jn. 5:20:

Jn. 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

1 Jn. 5:20 «Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna».

Para asimilar el contenido de 1 de Jn. 5:20, en el modo que el autor de la epístola se refiere al Padre como el [verdadero Dios], habremos de leer primeramente el texto Jn. 17:5 con sentido común pertinente, y no en alocada ni pusilánime “ojeada”. Ya es hora de escrutar bien la Biblia, que no es historieta cómica vulgar. Cristo hace aquí una ineludible y notable separación, una enérgica distinción, entre él, que es el [enviado de Dios], y el Padre, que es el [único Dios verdadero].

Cuando este concepto repose en buen arraigo en nuestra bien intencionada razón, libre de prejuicios y de tradicionalismos doctrinales injustificables, no tendremos ninguna dificultad para comprender que 1 Jn.5:20 hace alusión al Padre como el [único Dios verdadero], pero nunca al Mesías Hombre, Jesucristo, que es el [Hijo de Dios], pero [nunca Dios].

Es de suma importancia dejar claro que en 1 Jn. 5:20 el pronombre demostrativo [Este] no se halla enlazado forzosamente al sustantivo de más proximidad, para el caso, el que vemos como [Jesucristo]. Para demostrarlo, tomaremos como ejemplo 1 de Jn.2:22. El pronombre demostrativo [Este] no insinúa al que es [Jesús el Cristo]. Si la regla no es modificable, ortodoxamente elástica, cosa que es improbable, cabría asegurar, por ende, que [Jesús el Cristo] es [Anticristo]:

1 Jn. 2:22 «¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el [Cristo?] Este es [anticristo], el que niega al Padre y al Hijo». (Enfatizado con corechetes. Espero además que se haya entendido con facilidad).

Creer que el Mesías Jesucristo en 1 Jn.5:20 es el «verdadero Dios», es hacerlo mentiroso, es contradecir la razón de haber dicho que Dios, su Padre, es el «único Dios verdadero» (Otra vez Jn.17:5). Esto no es factible, porque Cristo mismo hace un gran diferencia, que no pasa desapercibida en lo menor, entre su Padre, que es el [único Dios verdadero] y [él], quien ha sido [enviado] por el [exclusivo y verdadero Dios].

El pronombre demostrativo [Este] en 1 Jn. 5:20 está más bien relacionado con la locución precitada [al que es verdadero], y que sin lugar a dudas es aplicada al Padre y no a Jesucristo. Miramos que Cristo se ha referido a su Padre como el «único Dios» en Jn.17:5. Calificar a Cristo como “Dios verdadero”, es negar lo que Cristo aseguró de su Padre: Que es el «único Dios verdadero». Así de simple.

Podrá ver el amable lector otros ejemplos en las Santas Escrituras donde el pronombre demostrativo no se encuentra afiliado con el sustantivo que le antecede inmediatamente. Los textos al respecto son los siguientes (Búsquelos y léalos en su Biblia, por favor querido visitante):

Jn.1:40-41.
Jn.4:46-47.
Mt.27:57-58.
Hech.7:18-19.
Hech.7:35-36.

Cristo es «verdadero», como el creyente que es genuino, en el aspecto de haber sido «enviado» por el Padre para emprender y culminar los santos propósitos ya determinados en las Sagradas Escrituras. Los fariseos no creyeron que Cristo era el «verdadero» Hijo de Dios. Esto provocó a que lo tacharan sin pensarlo con cordura, por su falta de sobria capacidad para expecular sobre su digna persona, como un falso mesías. Cristo dio testimonio de ser el «verdadero» enviado de Dios, el Redentor del mundo, profetizado en la antigüedad, con sus palabras de amor y salvación. Su predicación irrefutable y su auto proclamación como el Mesías del Padre fue respaldada siempre por las Escrituras, dando veracidad en sus portentos y milagros de sanidad, en las misericordiosas liberaciones demoníacas que realizó en los hombres poseídos, de ser Hijo de Dios, de esta manera, el «verdadero». Su nacimiento virginal es constatado en el Nuevo Testamento, por lo que es consolidado efectivamente más como el [verdadero Hijo del Divino], el impecable Hombre que entregó su vida para muerte con el fin de dar vida a los que «estaban muertos en delitos y pecados» (Ef.2:1-10)

Texto para reflexión:

Ap. 3:7 «Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el [Verdadero], el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre . . . »

Amén.

Que Dios les bendiga siempre.

lunes, 15 de noviembre de 2010

CHARLES TAZE RUSSELL CREÍA QUE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO TENÍA DOS ETAPAS: UNA VISIBLE Y OTRA INVISIBLE


En 1877 el Pastor Russell escribió un libro titulado: “Objeto y manera del retorno de nuestro señor Jesucristo”. En él, Russell enseñaba que la segunda venida de Jesús sería en dos etapas, una invisible y otra visible. La primera etapa había ocurrido en 1874, tal como se lo había enseñado Nelson Barbour, y la segunda etapa para el Armagedón en forma visible.



La segunda venida del Mesías: ¿Antes o Después de la Gran Tribulación?

INCREIBLE LITIGIO INJUSTO DE UNA TESTIGO DE JEHOVÁ EN CONTRA DE SU SUEGRA

PERSONAS MUY IMPORTANTES PARA EL PASTOR CHARLES TAZE RUSSELL Y QUE FUERON SUS MENTORES

CONFESIÓN DE UNA TESTIGO DE JEHOVÁ SINCERA

OTRA PASMOSA INCONGRUENCIA DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ

Los Testigos de Jehová dicen que ellos se mantienen neutrales en los asuntos de la política, especialmente en cuestiones de la guerra, pero en 1918 ellos rompieron esta regla de manera flagrante y aún así ellos seguían considerándose la organización escogida, pura y sin faltas. Por lo tanto nos preguntamos...

viernes, 12 de noviembre de 2010

¿QUE ES EL EVANGELIO? O ¿CUAL ES EL EVANGELIO? PT. II

¿QUE ES EL EVANGELIO? O ¿CUAL ES EL EVANGELIO? PT. I

Es hora de que ustedes conozcan el verdadero evangelio salvador que la mayoría desconoce, así que no se Color del textopiColor del textoerdan este estudio dividido en dos videos:

miércoles, 10 de noviembre de 2010

LA PROFECÍA DE DANIEL 2 Y EL REINO

NABUCODONOSOR Y LA FUTURA VENIDA DEL REINO (DANIEL 2)

LA VERDADERA RAZÓN DEL ENCARCELAMIENTO DE J.F. RUTHERFORD Y 6 DIRECTORES DE LA WATCHTOWER EN 1918

La falsa historia de los TJ en el último DVD del 2010 de la Watchtower tratando de achacar como únicos responsables de su persecución, a los clérigos Católicos y protestantes, quienes supuestamente instigaron a los políticos de Canadá y de los Estados unidos para proscribir la obra de los Estudiantes internacionales de la Biblia en esos paises, cuando en realidad la Historia verdadera de la WT nos dice otras cosa muy distinta.

OCUPA CRISTO EL TRONO DE DAVID AHORA?


Traducido con ayuda del traductor automático de Google


FREDERIC R. HOWE


Profesor Emérito de Teología Sistemática, Seminario Teológico de Dallas, Dallas, TX


I. INTRODUCCIÓN


El Señor Jesús dijo a la iglesia de Laodicea, “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono (Ap 3:21, cursiva agregada). Es evidente que Jesús está sentado en un trono. Existe una controversia entre los dispensacionalistas hoy sobre el trono en el que Jesús está sentado. Los dispensacionalistas clásicos dicen que este es el trono del Padre, y que el asiento de Jesús en su propio trono (“mi trono”, Ap 3:21) está todavía en el futuro. El gobierno davídico del Hijo de Dios no está todavía en función. Los dispensacionalistas Progresistas (DP), sin embargo, sugieren que Jesús ya está sentado en el trono de David. De hecho, los DP dicen que Jesús está gobernando como el rey davídico. En este trabajo vamos a considerar las reclamaciones de ambas posiciones.


II. Sólo una realización futura


La realidad de la promesa bíblica de 2 Samuel 7:14-16 se confirma en el anuncio del ángel Gabriel a María, en Lucas 1:31-33. En esa afirmación, el ángel aseguró a María que Jesús habría de recibir el trono de David, y que él gobernaría. A medida que el ministerio de Jesucristo se desplegaba, la cercanía del reino fue demostrada, y sin embargo, lamentablemente también lo fue su rechazo por parte de Israel. Mateo 19:28 es un pasaje de coordinación, ya que dice: “Y Jesús les dijo:” De cierto os digo, que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido También se sentará en los doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel “La implicación de este texto parece obvio, será en la regeneración (palingenesia, nuevo mundo) que Cristo se sentará en su trono de gloria, y esto no se refiere en ningún sentido con una ocupación actual por el Señor Jesucristo del trono davídico.


Posiblemente uno de las defensas más concisa de este cumplimiento sólo futuro se encuentra en el libro de Conferencias de HC Thiessen en Teología Sistemática: Bajo la figura del hombre noble, Cristo es representado como yendo “a un país lejano para recibir un reino para sí mismo” (Lucas 19:12). Así como Arquelao, a la muerte de su padre Herodes, tuvo que ir a Roma para que el reino le fuera confirmado antes de que realmente pudiese gobernar como rey, por lo que Cristo tuvo que regresar al cielo para recibir el reino del Padre (Dan.7 : 13f).. El reino prometido a él por el ángel Gabriel (Lucas 1:32 ss), pero no hay que olvidar que la Palabra dice: “El Señor Dios le dará el trono de David su padre”. Para ello, volvió al cielo. Pero como con Arquelao, Cristo no estableció su trono en el país ahora, pero volverá a la escena de la que partió, y allí establecerá su reino. Jesús está sentado, no en el trono de David, sino en el trono de su Padre (Apocalipsis 3:21). El tiempo vendrá cuando él se sentará en su propio trono (Matt.19: 28; 25:31). Después de que él haya venido así en la gloria, le dirá a los de su derecha: “Venid benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mateo 25:34).


Esta analogía parece viable y realista para este escritor. Los partidarios de “sólo” el cumplimiento futuro de la promesa davídica no niegan el señorío de Cristo, y el hecho de que Él es “el mismo ayer, hoy y siempre.”: Aunque nunca deja de ser rey y, por supuesto, es el Rey, hoy como siempre, Cristo nunca se designa como rey de la iglesia (Hechos 17:7 y 1 Timoteo 1:17 no son excepciones, y Apocalipsis 15:3, “Rey de los santos”, KJV, es “Rey de las naciones” en los textos críticos). Aunque Cristo es un Rey hoy, él no gobierna como Rey. Esto espera su segunda venida. Entonces el reino davídico se cumplirá (Mateo 25:31; Apocalipsis 19:15


1 Nota del editor: Otra implicación es que cuando gobierne Jesús, de igual modo lo harán los apóstoles. Si Jesús está gobernando hoy desde el trono de David, entonces los apóstoles están sentados sobre doce tronos gobernando a las doce tribus de Israel.


III. CUMPLIMIENTO PRESENTE Y FUTURO: dispensacionalistas progresivos


En los últimos años, algunos DPs han expresado exactamente la conclusión opuesta. Los DPs sugieren que la promesa del pacto del gobierno davídico ya se ha cumplido, y que el presente período de sesión de Cristo en el cielo implica su ocupación del trono davídico. También habrá un futuro reinado en la tierra en el reino del milenio, cuando los aspectos políticos de la alianza davídica se cumplirán. Darrell Bock presentó razones específicas por las que se defiende esta posición. Un breve resumen de esta posición se encuentra de la siguiente manera: Debemos tener en cuenta que el Nuevo Testamento indica que los aspectos políticos de la realeza davídica de Jesús se cumplirán en el futuro. Pero los dispensacionalistas anteriores tendían a perder el hecho de que en la teología bíblica, la naturaleza davídica de la actividad actual de Cristo garantiza el cumplimiento de la totalidad de la promesa hecha a David en el futuro, incluyendo las dimensiones nacionales y políticas de esa promesa.


Una clave para esta posición es la idea de que el presente período de sesiones de Cristo en el cielo se ve a la luz específica de la promesa a David. Estas razones básicas se ofrecen como la naturaleza de la actividad davídica actual de Cristo. En primer lugar, es citado Hechos 1:3. Bock razona que los discípulos estaban esperando la restauración del reino de Israel (Hechos 1:6), y que el reino era el reino davídico. Jesús no negó la validez de su investigación, pero afirmó que su gobierno está dentro del control del Padre.


En segundo lugar, varios pasajes se citan en apoyo de la idea de que la actividad actual de Cristo en el cielo está dentro de la esfera de la alianza davídica. Se trata de Mateo 24, Hechos 3:21; Rom 11:26; Hebreos 2:5 y 2 Timoteo 4:1.


En tercer lugar, se afirma que el actual período de sesiones de Cristo en el cielo es una bendición davídica. Y esto es lo que el Nuevo Testamento declara que se ha concedido a Jesús, Hijo de David.


Una línea de evidencia se da también para esta posición de Mateo 28:18. Bock explica que aquellos que se oponen al gobierno davídico en el cielo ahora como el cumplimiento del pacto davídico fallan … para entender la unidad humana-divina (posición Trinitaria que no compartimos) de la persona de Cristo, así como la forma en que la unidad cumple las profecías mesiánicas de convergencia del gobierno divino en el reino escatológico de Dios … A esto se suma el hecho de que su humanidad no es genérica, es un descendiente de David, que ha sido ungido, entronizado, y teniendo en cuenta “toda la autoridad en el cielo y en la tierra “(Mateo 28:18). Cuando actúa, actúa como el divino rey David. (En este punto estos expositores consideran que el Rey-Dios ya ejerce su dominio en el cielo, aunque no lo pueden demostrar con las Escrituras)


IV. EVALUACIÓN DE LOS DOS PUNTOS DE VISTA


En opinión de este escritor, la evidencia bíblica señala claramente en la dirección de la primera opinión, a saber, que las promesas del trono davídico se cumplirán en el futuro, y que el presente período de sesiones de Cristo en el cielo no representa la gobernación en el trono de David. Un pasaje central que puede ser de ayuda en esta evaluación se encuentra en Romanos 1:3-4. El texto dice: “acerca de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, que nació de la simiente de David según la carne, y declarado ser el Hijo de Dios con poder según el Espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos.” Note con atención que en el contraste entre los dos reinos, la naturaleza humana del Señor Jesucristo es de la línea o la simiente de David. Sin embargo, su naturaleza humana es una verdadera naturaleza humana, y de hecho es genérico, así como davídico (a diferencia de la declaración de Bock que la humanidad de Cristo no es genérico). El término “genérico” simplemente significa o describe una entidad que se relaciona con todo un grupo o clase. La genealogía de Lucas muestra la descendencia del Señor hasta el final del nuevo Adán, la cabeza genérica de la raza humana. La Cristología ortodoxa histórica ha articulado el milagro y el misterio del “hombre Dios”, y los teólogos ortodoxos han defendido la verdad de que la naturaleza humana de Cristo es verdadera, una naturaleza humana esencial, heredada de Adán, pero sin pecado a la vista de la milagrosa concepción y nacimiento virginal. El punto de llevar este asunto en este momento es inmediatamente visto en el contraste entre “la simiente de acuerdo a la carne de David,” y “declarado ser Hijo de Dios con poder según el Espíritu de santidad.” Si alguna vez hubo un lugar para insertar o asumir el concepto de que Cristo se le concedió el trono de David en la ascensión, seguramente podría haber estado aquí. Sin embargo, el propio texto muestra que Él no ha sido declarado Hijo de David, sino el Hijo de Dios con poder. Sin duda, este es un argumento del silencio. Sin embargo, en opinión de este escritor, es muy significativo que, como sentado a la diestra de la Majestad en las alturas, el término “Hijo de Dios” es el término central y clave. John Murray captó la importancia de este texto de la siguiente manera: Por lo tanto, cuando volvamos a la expresión “según el Espíritu de santidad,” nuestra conclusión es que se refiere a esa etapa de la dotación neumática en la que Jesús entró a través de su resurrección. El texto, además, relaciona expresamente “Hijo de Dios con poder según el Espíritu de santidad” con “la resurrección de los muertos” y el nombramiento no puede ser otro que el que llegó a ser por la resurrección. El pensamiento del versículo 4 sería entonces que el señorío en el que fue instaurado por la resurrección es un todo-penetrante condicionado por los poderes neumáticos. La relativa debilidad de su estado pre resurrección, que se refleja en el versículo 3, se contrasta con la fuerza victoriosa expuesta en su señorío después de la resurrección.


Lo que se contrasta no es una fase en la que Jesús no es el Hijo de Dios y otra en el que es. Él es el Hijo de Dios en ambos estados, la humillación y exaltación, y considerarlo como el Hijo de Dios en ambos estados pertenece a la esencia del evangelio de Pablo en el evangelio de Dios. Pero la pre resurrección y post-resurrección son comparados y contrastados, y el contraste depende de la investidura con poder por el cual este último se caracterizado.


El actual período de sesiones del Señor Jesús es visto en la dignidad de su presencia a la diestra del Padre, a la espera de la culminación de los acontecimientos en la historia del espacio-tiempo que lleva su entronización a su cumplimiento John Murray, La Epístola a los Romanos ( Grand Rapids: Eerdmans PublishingCo, 1959-65), 1:12..


V. CONCLUSIONES


El Señor Jesús está sentado a la diestra del Padre en su trono. En opinión de este escritor, está sentado como el Hijo de Dios ascendido y glorificado. Ahora espera el triunfo de su ser sentado en el trono de David en el reino milenario. El Señor no está en ningún sentido sentado en el trono de David hoy en día. Él no está gobernando como el Rey prometido de David. Es rentable para reflexionar sobre el significado de 2 Pedro 3:13-14, a la luz de los acontecimientos futuros. Después de declarar la verdad sobre el día que viene de Dios, acompañado por los acontecimientos que se cree que incluso ocurrirán después del Milenio (la destrucción del presente orden de cosas), Pedro exhorta a los creyentes con estas palabras: “Por lo tanto, queridos, en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él en paz, sin mancha y culpa.” Este firme llamamiento a los creyentes en este momento en la era de la iglesia se hace presente, incluso en la luz de los acontecimientos que, proféticamente hablando, están en un futuro distante, incluso más allá del Milenio. Todo el barrido escatológico constituye una base adecuada para una vida santa, incluso en la actualidad. Este punto de vista pone las discusiones sobre el reino en un marco equilibrado y adecuado. Se hace un llamamiento urgente a los participantes en los debates sobre estas cuestiones para mantener el equilibrio, y participar en las discusiones con cortesía cristiana y el respeto mutuo, incluso entre los conceptos de los puntos de vista diferentes”, cumpliendo así Rom 12:10:” Amaos los unos a otros con amor fraternal, en honor de dar preferencia a uno del otro. “

jueves, 4 de noviembre de 2010

REACCIONES FRENTE AL QUE ENSENA ERRORES DOCTRINALES

Estimados:

A veces es necesario llamar la atención de la hermandad sobre cierta práctica o doctrina de error que se está propagando. Entonces se observan ciertas reacciones en algunos de mis hermanos que creo importante señalar.

Cuando hablo de los que enseñan doctrina de error, no me refiero al hermano neófito que está luchando con algún problema doctrinal que le cuesta entender. Si no me estoy refiriendo al falsos maestro, al hombre que deliberadamente enseña doctrina de error o al hermano que no quiere arrepentirse de su conducta pecaminosa y tuerce la Escritura para justificar su error. La orden que tenemos de Dios es que a éstos “…es necesario tapar la boca…” (Tito 1:11).

Así como el evangelista, el fiel obrero “…que usa bien la Palabra de verdad” (2 Tim. 2:15), edifica la iglesia salvando a los que le oyen (1 Tim. 4:16). El falso maestro lleva a la iglesia rumbo a la apostasía, la congregación completa se puede perder si no resiste la falsa doctrina (2 Juan. 9; Ap. 2:18-20) Toda apostasía ha comenzado con pequeñas desviaciones.

Entre las reacciones que quiero que pongan atención tenemos en primer lugar a “Los indiferentes ante el error”. Esta es una postura muy popular, y les acomoda mucho a algunos hermanos. Los que manifiestan este carácter son aquellos hermanos que no ven nada malo en las doctrinas de error y esquivan el tema diciendo: ”No afecta la salvación lo que se crea sobre ese tema”, “Es cuestión de opinión”. Es necesario señalar que este pensamiento es el proceder despre ocupado de algunos hermanos perezosos, que no quieren tomar el trabajo de escudriñar las Sagradas Escrituras, para examinar a la luz de ellas las prácticas y doctrinas que se señalan como error. También para saber diferenciar entre la FE REVELADA y las OPINIONES NO INSPIRADAS (Judas 3; Rom. 14). Estos son hermanos sin postura ante el error, son personas de actitud despreocupada, que con el pretexto de no “entrometerse” permiten que el error se propague en impunidad. Los indiferentes son hermanos que hacen “… indolente mente la obra de Jehová” (Jer. 48:10). Cristo los llamó TIBIOS (Ap. 3:15-16), tibio representa lo que causa náuseas y debe ser vomitado de la boca. Los indiferentes, aunque ellos no lo crean, son los mejores aliados de los falsos maestros.

En segundo lugar tenemos a “Los sentimentales”. El sentimentalismo y el compromiso con el hombre son el mayor estorbo para actuar con objetividad ante el peligro de las doctrinas humanas y la conducta de hermanos errados.

Cuando se señala a un hermano que se ha desviado de la doctrina de Cristo, especialmente, cuando son hermanos influyentes en una región o país. Muchas veces, algunos hermanos faltos de compromiso con la verdad, aquellos que ponen sus sentimientos por sobre la palabra de Dios, se les oye decir lo siguiente: “Pero es un hermano bueno”, “Nos ha hecho muchos favores”, “Toda esta región está en deuda con él por el trabajo realizado”. Esto lo dice como si las obras realizadas por tal hombre fuera suficiente garantía para justificar su conducta o enseñanza de error. La enseñanza debe ser examinada a la luz de las Sagradas Escrituras, (I Jn. 4:1). Los hermanos sentimentales son los preferidos por los falsos maestros y hermanos que no andan en rectitud, ellos saben que los pueden manejar y a través de ellos sembrar su doctrina de error o ser tolerados en su condición errada.

En tercer lugar tenemos a “Los que hacen lo imposible por justificar el error”. Estos son aquellos hermanos que dicen: ”No todos vemos la Biblia de la misma manera” “Debemos respetar la visión que el hermano tiene de la Escrituras” Como si las Sagradas Escrituras tuvieran muchas interpretaciones diferentes, ignorando que la misma Biblia enseña que el hombre puede entender las Escrituras (Ef 3:3-4; 5:17), y si podemos entenderlas, debemos entenderla de la misma manera. De lo contrario no tendrían sentido las palabras de Cristo en Juan 5:39. O ¿Cuál sería la nobleza de los hermanos de Berea si la Biblia tiene muchas interpretaciones? (Hechos 17:11).

Es triste ver a hermanos que reaccionan así y llaman a la hermandad a la comunión sin preocuparse de la destructiva conducta que ha tomado el hermano señalado en el error.

También están “los que creen que el tiempo borra el pecado” Aquellos hermanos que dicen: “Es momento de perdonar al hermano, Ha pasado ya suficiente tiempo”. Estos hermanos argumentan diciendo: “Él ya no esta enseñando esa doctrina, se debe restaurarle la comunión”. Pero voluntariamente pasan por alto la única salida que da Dios al pecado que es arrepentimiento. Quizás no haya otro mandamiento tan difícil para el hombre endurecido por el pecado que el obedecer y humildemente arrepentirse. El arrepentimiento está designado por Dios para efectuar un cambio de voluntad y una correspondiente modificación de conducta. Dios manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan porque ha señalado un día para el juicio (Hechos 17:39-31). Rehusar arrepentirse es perecer (Lucas 13:3).

La orden que tenemos es: “Probad los espíritus…” (1 Jn.4:1). Debemos hacer notar a todo hermano desviado su condición. Debe mos actuar hacia el hermano errado como la Biblia lo instruye (Stg. 5:19-20). Solo así seremos el mejor amigo y el más noble compañero que el hermano errado pueda tener. Si alguien se deja dominar por las reacciones antes señaladas y apoya al hermano en su error, trabaja para los propósitos del diablo, pues está ayudando al hermano errado a continuar en el camino que le conducirá a su destrucción eterna.

Muchos problemas se solucionarían si se tiene una actitud madura y objetiva ante los exponentes del error. Muchas divisiones son provocadas por los falsos maestros, éstos deben ser resistidos.

No olvidemos este principio básico: Así como la fe no crece sin sembrar la semilla que es la Palabra de Dios, la apostasía no puede surgir sin la siembra de la semilla del error. ¡Hermanos! Tomemos una actitud bíblica con los que enseñan el error.
Fuente: Fe cristiana

www.cristianosenfe.blogspot.com

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Testigos de Jehová(Lavasori examina el DVD de la WT -Fe en Acción- Parte 4)

Testigos de Jehová(Lavasori examina el DVD de la WT -Fe en Acción- Parte 3)

Testigos de Jehová(Lavasori examina el DVD de la WT -Fe en Acción- Parte 2)

Testigos de Jehová(Lavasori examina el DVD de la WT -Fe en Acción- Parte 1)

LOS SANTOS DEL ALTISIMO RECIBIRAN EL REINO (Dn.7:18)

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Introducción

El mensaje central que Jesús vino a anunciar por encargo de Su Padre fue ‘el reino de Dios’, un gobierno divino universal justo y perfecto que traerá la paz y la justicia eterna a la humanidad (ver Lucas 4:43). En Daniel 7 tenemos la visión que recibió el profeta Daniel de un Mesías triunfante que es traído ante la presencia de Dios (el Anciano de días) y honrado con la entrega de dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran…un reino que nunca será destruido (v.14). Pedro dice que Cristo fue coronado, después de haber padecido, muerto, sepultado y resucitado de entre los muertos en victoria. Dice el escritor de Hebreos, así: “…a Jesús, coronado de …” gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte” (Hebreos 2:9). Tome nota que Cristo no fue glorificado sin méritos, sino más bien A CAUSA (¡así dice el texto!) de haber padecido hasta su muerte. Y en Filipenses 2:8,9, leemos: “…y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual (¡o por esta razón!) Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre”. Así que nuestro Señor hizo méritos propios para ser exaltado hasta lo Sumo, un hecho que pone en aprietos a los trinitarios que creen que Cristo era Dios mismo antes de ser un hombre, excelso hasta lo Sumo como la Segunda persona de la Trinidad.

La glorificación y reinado de los santos

Luego, a su debido momento, todos aquellos que recibieron con alegría el mensaje del reino (el evangelio) y se apartaron del mundo para vivir de acuerdo a los mandamientos de Dios, serán igualmente honrados con la entrega y participación de este glorioso reino del cielo una vez que hayan demostrado ser dignos de él por sus propios padecimientos. El verso 18 dice muy claramente: “Después recibieron el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre”. El verso 22 dice: “…y se dio el juicio a los santos del Altísimo, y llegó el tiempo, y los santos del Altísimo recibieron el reino”. Así que los santos, es decir, los fieles, recibirán el reino una vez que se les juzgue dignos.

Padecimientos antes de recibir el Reino

Sin duda alguna, los creyentes reciben el reino después de que el rey Soberano, el Señor Jesucristo, lo haya recibido, y no sin antes haber padecido como él padeció (“la participación de sus padecimientos” –Fil. 3:10). Así que si padecemos con Cristo y vencemos, seremos dignos de su reino como reyes y sacerdotes, o como los otros “cristos” o ungidos que lo asistirán en su gobernación mundial. Dice Pedro, así: “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna (su reino) en Jesucristo, después de que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca” (1 Pedro 5:10).

Los primeros cristianos jamás creyeron que la vida cristiana sería un lecho de rosas, o que sería una existencia libre de penurias, pruebas y luchas constantes. Al contrario, ellos sabían que sus principales enemigos serían el mundo, la carne y el diablo, los cuales serían sus obstáculos constantes en su derrotero hacia la meta gloriosa. Así lo confirmó Pablo en Hechos 14:22, cuando escribió: “… Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”. Así que para entrar en el reino es necesario padecer, soportar y vencer una serie de tribulaciones que el diablo y sus agentes angélicos y humanos nos pongan en el camino.

Cristianos confortables

Sin embargo, muchos cristianos no desean padecer, y buscan confundirse con el mundo, viviendo como los infieles, haciéndose amigos de los pecadores impenitentes para evitar la mofa, los agravios y todas las contrariedades que se suscitan por causa de la santidad (separación del mundo). Incluso teólogos cristianos han inventado la tesis de un rapto pre-tribulacional para justificar un pueril escape de las horrendas tribulaciones venideras que deben sobrevenir sobre este mundo y sobre los fieles. Estos cristianos indolentes se olvidan que millones de sus colegas cristianos durante los últimos veinte siglos han padecido horrendas persecuciones y tribulaciones por su fe hasta el final de sus vidas. Pero ellos no quieren afrontar sus propias pruebas que se les advierte que padecerán por causa de la justicia. Y lo más grave de todo es que ellos están empujando a millones de cristianos a bajar la guardia, a sentirse confiados y seguros de que “volarán” de este mundo antes de que aparezca el hombre de pecado, el anticristo, el hijo de Satán. Estos creyentes no se están preparando mentalmente y espiritualmente para soportar las pruebas, alimentando su fe y su conocimiento del Señor.

Pero si los primeros cristianos sufrieron espantosamente a manos de sus viles detractores, ¿por qué tendría que ser diferente con la iglesia de los últimos días?¿No parecería ser Yahweh un Dios injusto al permitir el escape de los cristianos contemporáneos y no de los primitivos?¿Y qué diremos de todos aquellos cristianos que murieron bajo la autoridad de Roma a través de su “Santa Inquisición”? Si ellos no escaparán a su fatal y cruel destino, ¿por qué tendría que lograrlo la iglesia contemporánea a través de un rapto secreto?

Debemos tomar conciencia de que el premio de la vida eterna en el reino de Cristo es un regalo de Dios, pero se requiere que hagamos mucho de nuestra parte, es decir, trabajar perseverantemente para nuestra salvación. Y recuerde que salvación es entrar al reino de Dios con vida eterna (Véase Mateo 19:16-25). Usted y yo debemos, entretanto, estar buscando y pidiendo por la venida del reino de Dios a la tierra (Mat. 6:10,33), pues ésta es la verdadera esperanza que Dios tiene reservada para todos los que le aman de todo corazón. ¿Lo está haciendo usted así?

MIMETISMO RELIGIOSO

«No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema» (Ga.1:7-9).

Hoy se enseña un “evangelio”
Con “dramitas”, con “slogans”,
Con la “gracia del video” . . .

Con películas del mundo
Retocadas de verdad
A los pobres indigentes
Se les lleva a la impiedad.

Para ellos hoy lo “nuevo”
Es mejor que el Evangelio,
Mas lo “nuevo” es perfecto
Para enviarlos al Infierno.

Ellos creen qué con “circos”
Al Señor agradarán,
Mas lo único que agradan
Es la mente tan carnal.

Ya el Señor está enojado
Con la Iglesia del "chispazo",
Del desorden y pasión,
Del creyente que es mundano.

Evangelio indecoroso
Ellos hablan con la "unción"
Del astuto diablo viejo
Que ha embotado su razón.

Javier Rivas Martínez.

ES LA BUENA NUEVA EL REINO DE DIOS

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Una enseñanza central

Amigos míos, si hay una enseñanza en la Biblia que me es rotundamente clara y muy fácil de creer, esa es el Reino de Dios. Se puede decir que el reino de Dios es el tema central de las Santas Escrituras, y la razón de la venida de Jesús al mundo. Sí, muchos creen que la razón de la venida de Jesucristo al mundo fue para “morir por nuestros pecados y llevarnos al cielo si somos buenos”—¡Pero esto no fue lo que Jesús dijo! El dijo otra cosa muy distinta, y usted lo puede descubrir en Lucas 4:43: “Es necesario que a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios PORQUE PARA ESTO HE SIDO ENVIADO”. Tome nota usted de que fue Jesús mismo quien dijo que el propósito por el cual fue enviado por su Padre a este mundo fue para anunciar el evangelio del reino de Dios. Por tanto, en ninguna parte encontrará usted que Jesús dijo que fue enviado para morir por nuestros pecados, aunque ciertamente su misión evangelizadora le traería su muerte vicaria a favor de los hombres (Juan 3:16). Así que Dios dio (mandó) a Su Hijo al mundo para que todo aquel que en él crea (en el mensaje divino del evangelio del reino) no se pierda, mas tenga vida eterna. Usted puede leer además en Marcos 1:1,14,15 y 16:16 que Jesús dice que el que creyere en su mensaje o evangelio del reino será salvo. Así que creer en Cristo es creer en su mensaje del evangelio del reino.

La Semilla del Reino

En muchas de sus parábolas, el Señor Jesús habla de su reino, y por eso se las llama, “las parábolas del Reino”. En la parábola del sembrador, tenemos al sembrador en el campo, y la semilla (la palabra) que es sembrada en distintas tierras. La semilla que se siembra es la palabra del reino, y esa palabra del reino es esparcida en diferentes suelos (que representan los diferentes “corazones” de los hombres). Una de las semillas que cayó junto al camino representa, según Jesús, a los que oyen (la palabra del reino) y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra sembrada, para que no crean y se salven” (Lc. 8:12). De modo que la salvación viene por creer en la semilla que se siembra, que es la palabra del Reino (el evangelio). El sembrador, en primera instancia, es Jesucristo, y su semilla es la Palabra del reino, el mensaje del reino que vino a traer de parte de Su Padre (Hechos 10:36). Así que el diablo no está preocupado en sacar del corazón del hombre al sembrador mismo, sino la semilla que el sembrador plantó en el potencial salvo. Es la semilla del sembrador que le preocupa al diablo, porque si ésta echa raíces en el corazón del hombre, dará mucho fruto para salvación.
.
Muchos, como los mismos demonios, creen que el sembrador principal de esta semilla es Jesucristo, el Hijo de Dios, pero esa convicción no los salvará en absoluto. Lo que los salvará es lo que Jesucristo vino a enseñarles, su evangelio, pero sólo a aquellos que lo creen de todo corazón. Por supuesto que para entrar a ese reino maravilloso hay que aceptar la “fórmula” del Señor, y esa fórmula es creer en su sacrificio vicario a favor nuestro para limpiarnos de nuestros pecados pasados (Efe. 1:17; 2:13, 1 Jn 1:7; Apo. 1:5). Así pues, todo aquel que cree en el evangelio de Jesucristo, y se bautiza (símbolo de su propia muerte y resurrección) para perdón de sus pecados, está en camino de la vida eterna en el reino. Este hombre renacido deberá andar en novedad de vida, haciendo buenas obras.

El evangelio completo revelado

Muchos han pasado por alto el crucial pasaje de Hechos 8:12 o simplemente no le han tomado la suficiente atención. ¿Qué nos dice este interesante pasaje? Veamos: “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres”. Este pasaje es crucial para entender lo que los primeros cristianos predicaban y por lo cual bautizaban. Nótese que Felipe, un evangelista, predicaba dos cosas: el reino de Dios y el nombre de Jesucristo. El pasaje no dice que Felipe predicaba primero el nombre de Jesucristo y luego el reino de Dios. El puso primero el reino de Dios y luego todo lo relacionado con el nombre de Jesucristo. Es exactamente lo que hizo Pablo cuando estuvo en Roma cuando predicaba el evangelio: “Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, 31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento” (Hechos 28:30,31). Y esto es así porque sencillamente el reino de Dios es el mensaje de Dios para los hombres, su evangelio prístino que fie complementado con todo lo relacionado con el nombre de Jesucristo. Desafortunadamente las iglesias de hoy, irónicamente llamadas “evangélicas”, sólo son “Cristo céntricas” pero acerca del mensaje del reino nada o muy poco anuncian…¡y luego se atreven a bautizar a gentes que nada o muy poco saben de este precioso mensaje del reino! Hay otras iglesias que se llaman del “evangelio completo” pero que en realidad deberían llamarse del “evangelio incompleto” porque nada predican del maravilloso reino que Jesús restaurará en la tierra en su parusía. El mensaje central del reino es simplemente considerado muy judío, como una promesa que no le compete a la iglesia, y por tanto, no hay porqué predicarlo al mundo gentil. Grave error. Jesús mandó a predicar su evangelio a todas las naciones, y no tan sólo a los israelitas (Mateo 24:14). Satanás si duda ha sembrado esta confusión en la mente de los eruditos bíblicos, restándole importancia al mensaje del reino.

El veneno de la Teología del Reemplazo

Como dice José G. Baritto L: “El espantoso engaño conocido como teología del reemplazo se ha convertido en un cáncer en los círculos teológicos durante los dos últimos milenios y da la impresión que se niega a desaparecer. Si bien la teología del reemplazo tiene diferentes aplicaciones y modos, es una teología que tuvo su origen en los primeros padres, no judíos, de la llamada “Iglesia Cristiana” que afirmaron fríamente que una nueva organización llamada “la iglesia” en Roma y basada en dicha ciudad, era la “nueva Israel.” Esta odiosa doctrina no es, ni mucho menos, un significante tema teológico, sobre el que argumentar, sino que ha estado al frente del antisemitismo, la judeofobia, y ha alimentado el fuego de los trágicos acontecimientos históricos como puedan ser la Inquisición española, las Cruzadas católicas, el que se echase a los judíos de todos los países europeos, así como del holocausto nazi”.

Con el catolicismo romano, y “gracias” al insigne teólogo Agustín de Hipona, el reino de Dios, que es el reino de David, fue trastocado radicalmente, convirtiéndose de la noche a la mañana en una nueva institución humana vertical, clerical, y autoritaria llamada la iglesia de Roma.

Pero el Apóstol Pablo es claro sobre los grandes privilegios que Dios le ha concedido a Israel. Él escribió en Romanos 9:4: ”Que son Israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, los pactos, la dación de la ley, el culto, y las promesas”. Pablo en ninguna parte insinúa que estos grandes privilegios se han anulado, o que han perdido el derecho, o se han cancelado. ¡De hecho los tres capítulos de los cuales este verso es una parte (Romanos 9-11) tienen como uno de sus propósitos hacer énfasis en que Dios no ha cancelado Sus promesas a Israel o las ha transferido a algún otro pueblo! ¿Qué dice Pablo en Romanos 11:1? “Digo, pues, ha rechazado a su pueblo al cual desde antes conoció? ¡De ninguna manera! Porque yo también soy israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjamín. Dios no ha rechazado a su pueblo al cual desde antes conoció”.

Los Apóstoles esperaban la Restauración del reino

Los apóstoles y los primeros cristianos fueron judíos, y ellos no perdieron su expectativa mesiánica de un reino davídico restaurado. Contrario de lo que muchos pudieran esperar, los apóstoles no abandonaron su esperanza por un reino davídico restaurado en la tierra prometida. Esto se vislumbra claramente en vísperas del regreso de Jesús al cielo. En Hechos 1:3 vemos que el Jesús resucitado se la pasó con sus discípulos en una especie de seminario intensivo de 40 días para hablarles del reino de Dios. Sí, Jesús pasó 40 días enteros enseñándoles a sus discípulos sobre su reino. En el versículo 6 leemos que los discípulos ansiosos le preguntan al Maestro si él restauraría el reino a Israel en breve, a lo cual Jesús les responde que sólo el Padre sabe el momento preciso para tal añorada restauración (v.7). Estos tres versículos nos demuestran sin lugar a dudas que Jesús no canceló las promesas antiguas de un reino por restaurarse, sino que las confirmas diciendo que sólo Dios sabe el tiempo exacto para tal esperado evento extraordinario. Por eso Pablo pudo decir que Jesús vino a CONFIRMAR LAS PROMESAS HECHAS A LOS PADRES…NO A CANCELARLAS. Dice él así en Romanos 15:8,9: “Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres, 9 y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito”. Nótese que los gentiles glorificarán a Dios por su misericordia, pues ellos también participarán de ese reino davídico y se beneficiarán de sus bondades. Así que decir que para los Judíos es el reino, y el cielo para la iglesia gentil, no es lo correcto.

Usted puede “acelerar” el regreso de Jesucristo a la tierra

El Señor Jesús dijo muy claramente que el fin (…y la parusía) se efectuará sólo cuando sus discípulos cumplieran con su encargo de proclamar su reino a todas las naciones como testimonio. Estas son sus palabras textuales: “Y este evangelio del reino será predicado en todo el mundo como testimonio, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).

La iglesia en los últimos 17 siglos se ha olvidado del evangelio del reino porque ha supuesto que el evangelio es Cristo mismo y no su reino. Ha sido también aleccionada de que ella es el reino ya establecido en la tierra, y que Cristo es su rey que reina entre sus fieles. De este modo la proclama del reino futuro se ha vuelto innecesaria ya que esta esperanza ya es historia con la inauguración de la iglesia en Pentecostés del 33 EC.

Nosotros creemos que el reino es una institución que heredará la congregación de Jesús, los verdaderos israelitas, los hijos de Abraham, los escogidos, los cristos (reyes y sacerdotes), los que esperan la parusía del Señor en gloria para heredar el reino. Ellos recuerdan la promesa del Señor Jesús en Mateo 25:31,34: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”.

Amigo mío, ¿está usted dispuesto para heredar el reino de Cristo? Su salvación está en juego! Le invito a leer mi estudio: La Salvación, ¿qué significa realmente? Sólo me lo debe solicitar y yo se lo enviaré en un email (molceses@hotmail.com).
Más información sobre el evangelio del reino en:

www.elevangeliodelreino.org

martes, 2 de noviembre de 2010

Testigos de Jehová(Lavasori examina el DVD de la WT -Fe en Acción- Parte 1)

UNA SALVACION PENDIENTE MANIFESTADA EN EL TIEMPO POSTRERO


Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

¡Esta es una información valiosa que no encontrará usted en ningún otro blog cristiano, pues carecen de esta maravillosa revelación bíblica!

¡La Salvación futura que pocos aún entienden!…

Estimados amigos, el apóstol Pedro escribió lo siguiente a los creyentes del Señor: “que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la SALVACIÓN que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero! (1 Pedro 1:5). Sí, mis correligionarios, aquí hay una salvación que alcanzaremos cuando sea manifestada en el día postrero. Con esto queremos decirle que nadie puede gritar a voz en cuello que ya es salvo y que sólo espera irse al cielo al momento de morir. Aquí Pedro nos habla de una salvación escatológica, futura, aún no consumada en nosotros, y que podremos recibir si mantenemos la fe incólume.
Pues bien, ¿qué cosas se manifestarán en el día postrero, según las Escrituras? Sin duda el Señor Jesucristo es quien se manifestará para salvar a los que le esperan. Esto está revelado en Hebreos 9:28, donde leemos: “Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para SALVAR a los que le esperan”. ¿Notó usted lo que dice aquí? Aquí dice que Cristo volverá para salvar a los que le esperan. Pero cómo, ¿acaso no fuimos salvos al momento de “recibirlo” a él por fe o cuando creímos en su evangelio? ¿Cómo es que Jesús volverá nuevamente para salvar a los que le esperan?

Algunos han interpretado estas palabras como que Jesús vendrá a salvarnos del anticristo y de la gran tribulación que éste provocará, raptándonos “secretamente” de la tierra y llevándonos al cielo mientras el anticristo hace de las suyas durante su gobierno satánico de siete años. ¿Pero es esta idea demostrable con las Escrituras? ¿Realmente Jesús nos salvará de la gran tribulación y del anticristo a través de un traslado secreto al cielo? Veamos los hechos! En Mateo 24:29,30 Jesús fue diáfanamente claro cuando reveló que él vendría personalmente al mundo (su parusía) DESPUÉS de la gran tribulación de aquellos días finales. He aquí lo que dice el pasaje en cuestión: “E inmediatamente DESPUÉS de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”. Así que ateniéndonos a lo que Jesús dice, él viene DESPUÉS de la tribulación de aquellos días, y no antes, como muchos aún creen.

Crecer para ganar la salvación es Crecer para ganar el Reino

Pedro dice: “desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para SALVACIÓN” (1 Pedro 2:2). Aquí Pedro habla de CRECER para salvación. Esta es una salvación para gente que ha llegado a ser “grande” y “madura”, espiritualmente hablando, es decir, para creyentes que han CRECIDO, y que han logrado la perfección y la estatura de Cristo. El mismo apóstol Pedro hablará un poco después de este mismo crecimiento o desarrollo que será necesario alcanzar— ¿para qué? ¡Para entrar en el REINO! ¿Cómo lo sabemos? Pues he aquí la sorprendente evidencia que los dejará asombrados. Dice Pedro a estos mismos hermanos: “vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 1:5-11). Observe que Pedro dice que el creyente debe crecer para obtener LA SALVACIÓN, o lo que es lo mismo decir, para que se le otorgue amplia y generosa entrada en EL REINO eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Así que la SALVACIÓN escatológica NO tiene que ver con escapar de este mundo hacia el cielo para evitar la gran tribulación del anticristo, sino con la ENTRADA AMPLIA Y GENEROSA EN EL REINO DE JESUCRISTO que se manifestará en su venida en gloria, después de la gran tribulación.

Salvación es vida eterna en el Reino
Esa SALVACIÓN escatológica es la salvación del reino, es decir, la que trae el reino prometido. En primer lugar, en Mateo 25:31,34, Jesús dice: “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, ENTONCES SE SENTARÁ EN SU TRONO DE GLORIA…Entonces dirá a los de su derecha: Venida, benditos de mi Padre, HEREDAD EL REINO preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. ¡Esta es la salvación que Cristo trae—¡el poder entrar en su reino prometido con vida eterna! Esto concuerda con Hebreos 9:28, perfectamente. También concuerda con la petición del joven rico, cuando éste le pregunta a Jesús qué debía hacer para ganar LA VIDA ETERNA, y en donde también Jesús dice que difícilmente entrará un rico en el REINO DE DIOS, y en respuesta los discípulos exclaman: ¿Quién, entonces podrá ser SALVO”? (Mateo 19:16-25). Aquí, en estos versos 16-25 de Mateo 19, se conjugan LA VIDA ETERNA, EL REINO DE DIOS, y LA SALVACIÓN.


Entonces LA SALVACIÓN ESCATOLÓGICA se resume muy claramente con esta locución muy simple: Es ‘entrar en el reino de Dios con vida, poder y gloria eternas’. También es interesante leer cómo Juan vislumbra la venida de la SALVACIÓN con la misma venida del REINO de Cristo a la tierra. Estas son sus palabras: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: AHORA ha venido la SALVACIÓN, el PODER, y el REINO de nuestro Dios, y la AUTORIDAD de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche” (Apocalipsis 12:10). Los creyentes deben comprender que aún no son íntegramente salvos. Y aunque es cierto que Cristo nos salvó de nuestros pecados pasados al morir en la cruz por nuestros pecados, hay aún una SALVACIÓN FUTURA POR LA CUAL DEBEMOS TODOS ESTAR TRABAJANDO. Dice Pablo: “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12).

La Salvación, la gloria eterna, y el Reino

El apóstol Pablo igualmente asocia la SALVACIÓN con la GLORIA eterna. Así, pues, para Pablo, hablar de la obtención de la GLORIA es hablar acerca de la obtención la SALVACIÓN y viceversa. Dice Pablo, así: “Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la SALVACIÓN que es en Cristo Jesús CON GLORIA ETERNA” (2 Timoteo 2:10). Y también hablar de la GLORIA es hablar del REINO (Véase 1 Tes. 2:12, y comparar Mateo 20:21,22 y Marcos 10:35-27). Por tanto, podemos decir que hablar de ganar la SALVACIÓN es hablar de ganar el REINO DE DIOS. Y entrar o heredar el reino es entrar y heredar la salvación.

La Salvación, el Reino, y la vida eterna son llamados “HERENCIAS”

Ahora bien, tomen nota del siguiente punto que quiero declararles: La Biblia habla de HEREDAR LA VIDA ETERNA, LA SALVACIÓN Y EL REINO…y esto es correcto porque ESTOS VOCABLOS SIGNIFICAN LO MISMO. A continuación verán la siguiente evidencia de la herencia prometida:
A).- Herencia de la salvación:

Hebreos 1:14: “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán HEREDEROS DE LA SALVACIÓN?”

B).- Herencia del Reino:

Santiago 2:5: “Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y HEREDEROS DEL REINO que ha prometido a los que le aman?”

Mateo 25:34: “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, HEREDAD EL REINO preparado para vosotros desde la fundación del mundo”.

C).- Herencia de la vida eterna:

Marcos 10:17: Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para HEREDAR la vida eterna?
Resumen:

En buena cuenta, cuando Pablo dice a los Hebreos (9:28) que “Jesús volverá por segunda vez para SALVAR a los que le esperan”, o cuando Pedro dice en 1 Pedro 1:5 que hay una “SALVACIÓN que está preparada para ser manifestada en el día postrero”, lo que están diciendo es que a los creyentes les espera UNA AMPLIA Y GENEROSA ENTRADA EN EL REINO DE DIOS CON VIDA ETERNA, PODER Y GLORIA, cuando Su Señoría, Jesucristo, el Rey de los reyes, regrese por Segunda vez en toda su Majestad y poder desde los cielos a la tierra para restaurar el reino davídico prometido.

El apóstol Pablo dice, además: “Que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús POR MEDIO DEL EVANGELIO“ (Efesios 3:6). Es decir, la fe en el evangelio (buenas noticias) del Reino y en la obra vicaria de Cristo, hacen posible que los creyentes puedan coparticipar con Cristo de su trono, de su gloria, de su poder, y de la inmortalidad. Por eso Pablo a los Romanos les dice que el evangelio de Cristo (Su reino y su obra vicaria) es poder de Dios para SALVACIÓN a todo aquel que lo cree, al Judío primeramente, y también al Griego.” (Romanos 1:16).
Comentario final:

Desgraciadamente, una infinidad de “creyentes” no logran aún entender lo que es la SALVACIÓN escatológica, y suponen que ya están completamente salvos y que nunca podrán perder su redención. Estas personas no tienen ni la menor idea de que aún hay que ocuparse de una SALVACIÓN en ciernes, y trabajar duro para obtenerla de manera definitiva y completa (Apo.2:3; Fil. 2:16; Juan 6:27).

Además, debo confesarles que es sorprendente que muchos que se enorgullecen de ser Cristianos no tienen una idea cabal de lo que es el reino de Dios, y no le dan la importancia que merece este tema central de la Biblia. No logran convencerse de que deben buscar, no “el reino EN los cielos”, sino “el reino DE los cielos”.

Sin el mensaje del reino se haría imposible entender el programa de Dios para la salvación de la raza humana. Sin este mensaje la tierra no tendría ningún futuro, y menos aún, sus habitantes. Definitivamente el reino de Dios es la esperanza de la congregación Yahweh, o de Sus hijos adoptivos. Estos hijos son también llamados herederos y coherederos con Cristo de las promesas que fueron decretadas a los padres de la fe del Antiguo Testamento. Pero para sorpresa nuestra, las iglesias de hoy parecen darle más importancia a lo que dice el NT y relegan el AT a un segundo plano como si fuera una colección de libros cuasi obsoletos, o simplemente una colección de libros históricos de un pueblo rebelde y repudiado por sus continuas infidelidades. Nada más equivocado, pues no podríamos entender el reino de Dios sin la ayuda de lo que se ha venido a llamar el “Antiguo Testamento”. Ambos, el Antiguo y el Nuevo Testamentos, se complementan perfectamente. Es por eso mi insistencia y perseverancia por anunciar el reino de Dios, porque sé que este mensaje es el evangelio o Buenas Nuevas de salvación que el Padre diseñó de antemano y que encargó a Jesús para que lo anunciara a su pueblo, y luego a los gentiles a través de Pablo (Lucas 4:43). Sin la fe en este anuncio salvador, nadie púede afirmar que ha creído a Cristo, es decir, en el plan divino de salvación para la humanidad (Mr. 1:1,14,15).

Termino diciendo que cuando hablamos de salvación, no sólo hablamos de que Dios nos salvó de la condenación eterna, sino que también hablamos de que hemos “sido trasladados (por la fe) al reino de Dios” (Col. 1:13), el cual se hará realidad en la parusía (Mt. 25:34), cuando el Mesías Jesús nos otorgue la vida eterna, la gloria, y el poder (por la resurrección o transformación), e instaure la justicia y paz perdurables en el mundo al destituir al diablo y su gobierno impío, y restaure el anhelado reino de Dios con Su autoridad y la de sus ungidos o elegidos.

Testigos de Jehová (EX-TDJ analiza el nuevo DVD de la Watchtower-Parte 3)

Testigos de Jehová (EX-TDJ analiza el nuevo DVD de la Watchtower-Parte 2)

Testigos de Jehová (EX-TDJ analiza el nuevo DVD de la Watchtower-Parte 1)

lunes, 1 de noviembre de 2010

DECISIONES CORRECTAS


“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos”

El ser humano vive una vida llena de decisiones, desde el momento que nos levantamos hasta el momento que nos dormimos, todo el tiempo estamos tomando decisiones de distinto carácter que influyen positivamente en nuestra vida o en otros casos de manera negativa.

Y es que yo siempre he creído que cada uno de nosotros somos arquitectos de nuestra vida, las decisiones que tomemos hoy determinaran nuestro futuro y en medio de esta acción que lindo es que tomemos en cuenta a Dios en todo lo que decidamos. Pero la pregunta seria: ¿Estaremos tomando en cuenta a Dios en nuestras decisiones?

La verdad es que en la mayoría de decisiones ni siquiera nos molestamos en preguntarle a Dios que es lo que El quiere o que decisión debemos tomar. En otros casos si le consultamos, pero nunca esperamos su respuesta, sino que creemos que con solo consultar la respuesta ya la tenemos y la verdad es que además de consultar a Dios sobre esa decisión que vas a tomar, también necesitas esperar su respuesta, pues el simple hecho de consultar no significa que la respuesta es instantánea, habrá uno que otro caso aislado pero no todo será así de fácil.

Para tomar una sabia decisión se necesita desechar los siguientes aspectos:

1. Las presiones de la gente: La presión que la gente quiera imponerte a la hora de tomar una decisión es una de las cosas que necesitas desechar, es decir NUNCA TIENES QUE CEDER ante las presiones de la gente. Recuerda que las decisiones de tu vida te pertenecen a ti y tienen que ser conforme a la voluntad de Dios y no la de la gente que te rodea. No permitas que las presiones te lleven a tomar decisiones de las cuales luego te arrepentirás toda una vida.

2. Las Emociones: Sin duda muchos de nosotros somos emocionalistas, nos dejamos llevar por el momento y en muchos casos tomamos la mala decisión de decir SI por emoción, cuando realmente tuvimos que haber dicho NO o por lo menos haberlo pensado antes de dar un SI. Tienes que desechar la emoción para poder tomar una decisión que vaya conforme a la voluntad de Dios y no conforme a lo que en el momento sentiste por una simple emoción.

3. El Corto tiempo para tomar una decisión: Por sencillo que parezca, tú debes tomarte tu tiempo para tomar una decisión, las mejores decisiones son aquellas que se meditaron bien y se pensaron detenidamente antes de llevarse a cabo. Tomate el tiempo que necesites para tomar decisiones que determinaran en gran manera tu futuro y sobre todo que esas decisiones vayan coladas a la luz de las Sagradas Escrituras.

Es importante que cada uno de nosotros comprendamos que una buena decisión en nuestra vida tiene que ser meditada y sobre todo guiada por la voluntad de Dios, para que dicha decisión será respaldada por El y a través de ella obtengamos una de las múltiples bendiciones que Dios quiere darnos.
.

Ahora bien, hay algunos aspectos importantes que te ayudaran a tomar una sabia decisión y estos son:
.

1. EVALÚA: tienes que evaluar la decisión que vas a tomar. Tienes que ponerte a pensar que resultados podría traer esa decisión, ¿Será bueno?, ¿Serán malos?, antes de tomar esa decisión tiene que tomarte un tiempo para evaluar los posibles resultados.


2. COMPARA: es importante también que las decisiones que vayas a tomar sean comparadas con la Palabra del Señor, es decir que debes ir a la Palabra de Dios y utilizarla como una Lámpara a tus pies y una lumbrera a tu camino. (Salmos 119:105)
.

3. BUSCA SABIDURIA EN LA PALABRA DE DIOS Y EN CONSEJEROS SABIOS: La Palabra de Dios dice en Proverbios 15:22 “Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de consejeros se afirman”. También encontramos en Proverbios 24:6b “Y en la multitud de consejeros está la victoria”. Eso si, evalúa bien en que clase de consejeros te vas a apoyar, por lo general lo hacemos con nuestro mejor amigo, pero yo te recomiendo que busques a alguien que no este muy relacionado contigo, para que pueda darte una justa opinión sin desviarse a uno y a otro lado.


4. ESPERA: Creo que esta es la parte mas difícil, ya que hay momentos en donde queremos tomar las decisiones a la ligera, pero realmente es impórtate que luego de consultarle al Señor y realizar los tres pasos anteriores esperemos una respuesta divina y no tomar la decisión hasta que Dios ponga en tu corazón la seguridad TOTAL de que la decisión que vas a tomar es la que El quiere para tu vida. Santiago 1: 19 dice: “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar…”. Es necesario que antes de tomar una decisión, estemos pronto para oír lo que Dios quiere decirnos, por esa razón ESPERA y no te desesperes, porque las indicaciones de Dios llegaran.


La verdad es que la voluntad de Dios es que tomemos decisiones sabias, que estén respaldadas con la Palabra de Dios y sobre todo con su presencia. Aun cuando la desesperación venga, tenemos que entender que las cosas a la ligera por lo general siempre salen mal.


Evaluemos, Comparemos, Busquemos de la Palabra de Dios y apoyémonos en consejeros sabios y sobre todo, ESPEREMOS la respuesta de Dios antes de precipitarnos a tomar decisiones que marcaran nuestra vida o la de nuestra familia.
.

Lo lindo de todo esto, es que Dios nos ha prometido que nos hará entender, nos enseñara el camino por el que debemos andar y sobre todo tienes que tener la confianza de que Sobre ti y sobre mi, fijara sus ojos.


“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos”


Salmos 32: 8

Autor: Enrique Monterroza

Fuente: http://reflexionesydevocionales.blogspot.com/2009/11/como-tomar-decisiones-correctas.html