«...y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará» (Mt.24:12).
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Un ojo en el éter parece la luna
Que mira en congoja la esfera en penumbra,
Su pálido rayo no cubre las nieblas
Que envuelven la esfera de grandes dilemas.
Aprecia la joya que pende del cielo
La esfera irrogante de impuros encuentros,
De muerte y desdicha y falta de acierto
Que lleva su gloria a oscuros momentos.
Por tiempos y tiempos observa la luna
La esfera que gira en nubes y bruma,
Que mira los hombres de necia locura,
Negantes de Cristo que salva sin duda.
Ojo de antaño, ajorca que va
En lo alto del orbe y de poco alumbrar,
Fiel en su viaje de nunca parar,
Mira en zozobra la esfera sin paz.
Javier Rivas Martínez.