«Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes» (Ef. 6:12).
Atrás de lo visible,
En densa oscuridad,
Se ocultan lo demonios,
El trono de Satán:
Infames potestades
Que moran las tinieblas,
No son de carne y sangre,
Su esencia espiritual.
Antiguas entidades
Que enturbian las cabezas,
Con flámeos proyectiles
Incendian el pensar.
Son hordas abismales
Vetustas y perversas,
Obstruyen en la mente
La luz de la verdad.
Javier Rivas Martínez.