Amigos, lamentablemente una gran parte de la cobertura de los medios de comunicación se centró en estos días en algunos comentarios del comentarista de televisión Pat Robertson. El Sr. Robertson especuló sobre el porqué Haití ha sufrido tanto a lo largo de los años. Él cree que el país vendió su alma al diablo para conseguir la libertad de los franceses y que su nación está maldita a causa de ese pacto satánico.
No voy a recurrir a esa clase de comentarios que estoy leyendo en otros lugares acerca de Pat Robertson. Yo creo fue terrible lo que dijo en su canal de TV. Ahora bien, nuestro único objetivo como seguidores de Cristo debe ser de ayuda y oración por nuestros hermanos y hermanas en ese país. Para ser justos, Robertson dijo que oró para que fuera de este desastre se lleve a cabo una renovación espiritual en Haití. Sin embargo, me pregunto cómo alguien puede decir definitivamente por qué ocurre el sufrimiento.
El Antiguo Testamento ofrece una historia interesante sobre un lugar que fue más degenerado que cualquier otro lugar en la historia antigua. Pero Dios estaba dispuesto a mostrar compasión incluso a una ciudad tan abrumadoramente mala como Sodoma.
«Por el bien de sólo diez, no destruiré la ciudad”. (Génesis 18, El Mensaje)
No sé si el país (Haití) se puede decir lo mismo de Sodoma y Gomorra. ¿Y el profeta Jonás? El quería el juicio de Nínive y se escapó en lugar de tomar el mensaje de arrepentimiento y redención a una ciudad que deseaba que fuese juzgada. Jonás estaba disgustado de que su venganza personal podría verse frustrada.
Esta es mi preocupación cuando comentarios como de Pat Robertson sólo buscan atraer la atención mediática. Pat Robertson aparentemente convierte al cristianismo a muchas personas…¿pero cree usted que las cosas que él dice son ciertas?¿Cuál es el Dios que él está representando? ¿Cree que Dios está castigando a Haití? Mi respuesta es que simplemente no lo sé y no creo que Pat Robertson lo sepa tampoco.
Yo no tengo una gran agenda. Quiero presentar a la gente a Jesús. Al tratar de asignar la culpa de un desastre natural a Dios no me ayuda para presentar la gracia salvadora del Señor Jesús a las personas que están desesperadas por esperanza.
Desafortunadamente en nuestra cadena de noticias, «voceros destacados” del cristianismo nominal se convierten peligrosamente en el rostro de la cristiandad. Quiero que la cara del cristianismo sea Jesús. Y anhelo que sus seguidores sean las humildes manos y pies del Señor para amar, sanar y restaurar a las personas que sufren en Haití.
Extracto de:
http://www.crosswalk.com/blogs/DBurchett/11624930/