Octubre 8, 2009 – 4:18 pm
El presente relato tiene que ver con la inmoralidad camuflada que existe dentro de las congregaciones de testigos de Jehová en Guayaquil- Ecuador.
Como todos sabemos, los jóvenes son presa más vulnerable de todo tipo de situaciones difíciles y de decisiones a tomar en la vida. La Watchtower tiende a desanimar a los jóvenes testigos a estudiar una carrera universitaria o a dedicar muchas horas en un trabajo digno como puede ser un trabajo de oficina bien remunerado.
De quienes buscan sacar más provecho la Watchtower es de los jóvenes, especialmente de aquellos que muestran un interés genuino en sus reuniones. Estos suelen ser estudiantes de la Biblia aún no bautizados, y solamente en el caso de que el joven tenga una fuerte unidad familiar o provenga de una familia de profesionales con una fuerte “personalidad”, la Watchtower no se mete mucho en la vida de este joven, pues saben que a la larga lo van a perder como Testigo de Jehová, y la opinión Watchtoweriana no tiene mayor trascendencia en su mente y objetivos. A este joven lo ven ellos como espía infiltrado, una opinión muy egoísta que tienen los TJ, puesto que por muy intelectual que sea un individuo igual posee necesidades espirituales como todos los demás, sólo que la Watchtower sabe que no puede cubrirlas, puesto que su doctrina no es bíblica y el muchacho se va a dar cuenta de esto tarde o temprano.
Pues esto mismo sucedió en mi caso y en el caso de muchos jóvenes. Yo asistía con mi madre, una mujer de carácter fuerte, la cual siempre iba conmigo al salón del reino. Ella no es testigo de Jehová bautizada, aunque fue una estudiante y publicadora por un tiempo. Mi madre, mi gran amiga con quien siempre yo andaba junto, cuestionábamos mucho lo que la WT enseñaba, especialmente cuando nos daban estudio bíblico o cuando nos reuníamos en el estudio del libro en las casas. Lo que paso a contarles les va a parecer algo inaudito, pero así fue de real.
Les cuento que un grupito de Testigos de Jehová adultos y jóvenes comenzaron a mofarse de mi actitud de andar junto con mi madre y de no asociarme con otros testigos de Jehová. Ellos llegaron al punto de llamarme NERD e hijo de mamita como si yo fuera un pusilánime. Esto ni en el “mundo” me había pasado. Sinceramente ellos, “Testigos de Jehová”, parecían vulgares pandilleros resentidos criticando la unidad que reflejábamos mi madre y yo y el resto de mi familia no testigo. En el fondo los ancianos sabían que no les estaba resultando el lavado de cerebro completamente en nosotros. Cuando comentábamos en el estudio de La Atalaya, citábamos aspectos científicos en nuestras propias palabras, o mencionábamos referencias de biblias como la King James o Reina Valera y los ancianos enrojecían del coraje al escuchar nuestros comentarios. Ellos querían que yo lea lo que decía el párrafo y punto. Juntos, mi madre y yo, nos enteramos de otras inmoralidades, como por ejemplo, de hermanitas adolescentes que se prostituían dando servicios privados. Hermanitas mayores divorciadas que en su casa recibían a jóvenes Testigos de Jehová luego de la jornada de predicación para encuentros “amorosos”, hijos de ancianos metidos en el alcohol y las drogas, lesbianismo entre jovencitas, negocios entre testigos que no eran del todo lícitos, y toda una gama de repugnancias atroces dentro de la Watchtower, la supuesta religión verdadera.
Así es mis estimados amigos. Dentro de esta organización diabólica existe todo esto bajo la alfombra, y Dios está muy lejos de esta fábrica de libros, folletos, y revistas Americana. Esta organización es un simple club social donde van hipócritas y resentidos a saciar sus instintos de la carne.
El presente relato tiene que ver con la inmoralidad camuflada que existe dentro de las congregaciones de testigos de Jehová en Guayaquil- Ecuador.
Como todos sabemos, los jóvenes son presa más vulnerable de todo tipo de situaciones difíciles y de decisiones a tomar en la vida. La Watchtower tiende a desanimar a los jóvenes testigos a estudiar una carrera universitaria o a dedicar muchas horas en un trabajo digno como puede ser un trabajo de oficina bien remunerado.
De quienes buscan sacar más provecho la Watchtower es de los jóvenes, especialmente de aquellos que muestran un interés genuino en sus reuniones. Estos suelen ser estudiantes de la Biblia aún no bautizados, y solamente en el caso de que el joven tenga una fuerte unidad familiar o provenga de una familia de profesionales con una fuerte “personalidad”, la Watchtower no se mete mucho en la vida de este joven, pues saben que a la larga lo van a perder como Testigo de Jehová, y la opinión Watchtoweriana no tiene mayor trascendencia en su mente y objetivos. A este joven lo ven ellos como espía infiltrado, una opinión muy egoísta que tienen los TJ, puesto que por muy intelectual que sea un individuo igual posee necesidades espirituales como todos los demás, sólo que la Watchtower sabe que no puede cubrirlas, puesto que su doctrina no es bíblica y el muchacho se va a dar cuenta de esto tarde o temprano.
Pues esto mismo sucedió en mi caso y en el caso de muchos jóvenes. Yo asistía con mi madre, una mujer de carácter fuerte, la cual siempre iba conmigo al salón del reino. Ella no es testigo de Jehová bautizada, aunque fue una estudiante y publicadora por un tiempo. Mi madre, mi gran amiga con quien siempre yo andaba junto, cuestionábamos mucho lo que la WT enseñaba, especialmente cuando nos daban estudio bíblico o cuando nos reuníamos en el estudio del libro en las casas. Lo que paso a contarles les va a parecer algo inaudito, pero así fue de real.
Les cuento que un grupito de Testigos de Jehová adultos y jóvenes comenzaron a mofarse de mi actitud de andar junto con mi madre y de no asociarme con otros testigos de Jehová. Ellos llegaron al punto de llamarme NERD e hijo de mamita como si yo fuera un pusilánime. Esto ni en el “mundo” me había pasado. Sinceramente ellos, “Testigos de Jehová”, parecían vulgares pandilleros resentidos criticando la unidad que reflejábamos mi madre y yo y el resto de mi familia no testigo. En el fondo los ancianos sabían que no les estaba resultando el lavado de cerebro completamente en nosotros. Cuando comentábamos en el estudio de La Atalaya, citábamos aspectos científicos en nuestras propias palabras, o mencionábamos referencias de biblias como la King James o Reina Valera y los ancianos enrojecían del coraje al escuchar nuestros comentarios. Ellos querían que yo lea lo que decía el párrafo y punto. Juntos, mi madre y yo, nos enteramos de otras inmoralidades, como por ejemplo, de hermanitas adolescentes que se prostituían dando servicios privados. Hermanitas mayores divorciadas que en su casa recibían a jóvenes Testigos de Jehová luego de la jornada de predicación para encuentros “amorosos”, hijos de ancianos metidos en el alcohol y las drogas, lesbianismo entre jovencitas, negocios entre testigos que no eran del todo lícitos, y toda una gama de repugnancias atroces dentro de la Watchtower, la supuesta religión verdadera.
Así es mis estimados amigos. Dentro de esta organización diabólica existe todo esto bajo la alfombra, y Dios está muy lejos de esta fábrica de libros, folletos, y revistas Americana. Esta organización es un simple club social donde van hipócritas y resentidos a saciar sus instintos de la carne.
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Un saludo muy cordial desde Guayaquil-Ecuador
Lcdo. Juan Carlos Medina
Un saludo muy cordial desde Guayaquil-Ecuador
Lcdo. Juan Carlos Medina
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(exTestigo de Jehová feliz)
(exTestigo de Jehová feliz)