A la vista de las cosas tan inquietantes que el Calvinismo dice de Dios y de otros temas muy importantes y relacionados, el hecho de que esto sea una “discusión de familia”, sólo hace que ésta sea más urgente.
A veces sería más fácil no ser Calvinista. Se paga un precio intelectual alto con cualquier esquema conceptual, pero el que cobra el Calvinismo parece más halla de la inteligencia humana. Mantienen posturas que parecen, como menos, contra-intuitivas. Especialmente con respecto a las descripciones Calvinistas sobre el control soberano de Dios en relación con el libre albedrío del hombre y su responsabilidad moral sobre el mal.
Si los Reformados/Calvinistas llevan razón sobre su interpretación de la soberanía de Dios, parece que hay poco lugar para el libre albedrío. Si la libertad no existe, tampoco existe la responsabilidad moral del pecado. Y lo peor de todo, si los Reformados llevan razón, parece que Dios decide que va a haber pecado y maldad en el mundo. Puede incluso decretarlo, y sin embargo, de acuerdo a los Calvinistas, él no es responsable de ello. Nosotros somos los responsables.
Si este es el Dios del Calvinismo, esta doctrina está intelectualmente y doctrinalmente en quiebra. ¿Quién adoraría a un Dios así? Además, si los ateos vislumbran este retrato de Dios como Cristianismo tradicional, no es extraño que sientan aversión hacia él.
Decir por una parte que todo lo que pasa es porque Dios lo ha decretado, y por otra decir que el hombre es responsable de lo que hace….es un DISPARATE. Tiene que ser lo uno o lo otro….así que el Calvinista o Reformado tiene que decidirse.
¿Quién tiene la autoridad? ¿Su propio razonamiento o la Palabra de Dios?
¿Son estos conflictos del Calvinismo solo una paradoja o imposibles contradicciones sin ninguna posibilidad de reconciliación ni esta vida ni en la próxima?
A pesar que los calvinistas intentan rescatar el Calvinismo de sus contradicciones e inconsistencias, fracasan, como debe ser.
Muchos que se consideran calvinistas no saben estas cosas. Si las supieran, seguro que abandonarían esas iglesias. Eso, si son honestos y les importa más la verdad bíblica y el honor de Dios que perder sus amistades. No todos están dispuestos a tomar una decisión que les cueste.
En general, la mayoría de los creyentes en las iglesias Calvinistas creen serlo porque asocian al Calvinismo con la predestinación, pero poco más.
Si no entienden algo o tienen dudas, no preguntan, por lo que en realidad no conocen bien lo que su iglesia representa. Si leyeran estos artículos, seguramente se ofenderían pensando que esto no es cierto. Son victimas del Calvinismo.
Ref. George Bryson
Logos77
