Datos personales

Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

martes, 31 de marzo de 2009

¿ESTÁ SEGURO QUÉ SU JESÚS NO ES OTRO JESÚS?



Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis” (2 Cor. 11:3,4)


“Otro Jesús”? ¿Puede ser esto aun posible? Por supuesto que sólo puede haber un solo “Jesús verdadero”, porque un hombre llamado Jesús realmente vivió y caminó en la Tierra 2,000 años atrás. No obstante, no todo el mundo cree en este “Verdadero Jesús”, el Jesús que ha sido revelado a nosotros por Dios en Su libro, la Biblia. En lugar de eso, muchas personas creen en “otro Jesús” aparte de este “Verdadero Jesús” que está en el Cielo ahora mismo. Este mismo Jesús Verdadero que está en el Cielo regresará a la Tierra muy pronto para Juzgar al mundo y establecer Su Reino en la Tierra.


Un ejemplo de “otro Jesús” es la idea mantenida por muchos de que Jesús es igual en poder y autoridad como el Padre Eterno y hasta el mismo Padre Eterno. Aquellos que proclaman esta idea tienen, por consiguiente, a “otro Jesús”. Algunos piensan que Jesús pecó. Tienen a “otro Jesús”. Algunas personas piensan acerca de una imagen de Jesús como las que han sido presentadas en las películas blasfemas de “La última Tentación de Cristo” y “La Pasión de Cristo” del antisemítico Mel Gibson. Estos son todos “otro Jesús”.


¿Quién es su Jesús? ¿Es su Jesús un Jesús diminuto o pequeño que vive dentro de su corazón mientras bombea su sangre? ¿Es su Jesús un espíritu que flota sobre usted? ¿O tal vez su Jesús es un ser que se convirtió en medio Dios y medio hombre como Hércules? ¿Es su Jesús un extraterrestre de otro planeta o de otra galaxia, o un espíritu superior de otra dimensión? ¿Es tal vez su Jesús un mero hombre como cualquiera de nosotros, que intentó vivir en santidad y que buscaba la verdad y la perfección a través de meditaciones y ejercicios espirituales? ¿Y qué acerca de usted? ¿Quién es su Jesús?


Si usted cree en “otro Jesús”, entonces este Jesús fraudulento es un serio problema para usted. Es un problema serio porque esto quiere decir que usted no ha encontrado al verdadero Jesús que salva. ¡Usted está perdido! Sólo el Jesús Verdadero puede salvarlo de sus pecados. Sólo el Jesús Verdadero derramó su sangre en la Cruz 2,000 años atrás. Sólo el Jesús Verdadero está con Dios ahora mismo.


Sólo el Jesús verdadero volverá para salvarlo y llevarlo a su reino eterno. Usted necesita confiar en el Jesús Verdadero que está por ahora en Cielo para que usted pueda recibir el perdón de sus pecados. Si usted no confía en el Jesús Verdadero, y en lugar de eso confía en “otro Jesús”, entonces usted se condenará. Arrepiéntase y confíe en el Jesús presentado en la Biblia. Es decir, confíe en el Jesús que predicó las Buenas noticias del reino de Dios…¡el evangelio salvador que usted debe creer de todo corazón! (Rom. 1:16).

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¿ES CRISTO EN VERDAD EL ANCIANO DE DÍAS?



Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)


«Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente» (Dn. 7:9).

«Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido» (Dn. 7:13-14).

La razón de este estudio es descartar la idea de que Cristo, el Hijo de Dios, y el «anciano de días», el Padre, son la misma persona. Lo haremos fácilmente entendible porque asombrosamente existe la creencia muy generalizada de que el «anciano de días» y Cristo sean la misma persona, cosa que no es verdad.

Esta visión del profeta Daniel, traspasa los límites y fronteras de la primera venida de Jesucristo al mundo para redimirlo del pecado en su sacrificio vicario y para la proclamación el Reino de Dios venidero. La visión del profeta Daniel muestra, en primer lugar, en Dn 7:9, un «anciano de días» vestido con «ropa blanca como la nieve», que tenía el «pelo de su cabeza como la lana limpia», y se deduce, que es «blanca», como su vestimenta. En esta visión simbólica, el «anciano de días, representa el Dios mismo, el Padre, y su naturaleza eterna. El «vestido blanco» representa la «pureza y santidad de Dios», la «cabeza con el pelo blanco, como lana limpia», la sabiduría también sempiterna de él, su pureza absoluta. El texto a estudiar muestra que el «anciano de días», el Dios del cielo, se sienta, y ha de suponerse, en su trono, que es excelso y glorioso, como «llama de fuego, de ruedas de fuego ardiente» y que representa el juicio ineludible de Dios y su reinado inacabable. En los textos siguientes, en el 13-14, aparece otro personaje diferente, «uno como un hijo de hombre», que fue llevado (acercado) al «anciano de días», nuevamente aquí, el Padre y Dios. A éste «como un hijo de hombre», habla el texto, «le fue dado dominio eterno, para que los pueblos y naciones le sirvieran, y que su reino nunca sería destruido».

Cristo enseñó en su primera venida, en una de sus parábolas, hablando de sí mismo, que él iría a un país lejano a recibir un reino:

« Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver» (Lc.19:12).

El cielo que Cristo ascendió es alegorizado en la parábola como el «país lejano» donde legalmente recibiría del Padre, por su realeza y linaje (un hombre noble, es decir, del linaje de David su padre, véase Mt. 1:1), el oficio real y la facultad para regir el mundo, restituido en tal caso, en su futura segunda venida: «…y volver». Daniel observa en su visión «uno como hijo de hombre que le fue dado dominio eterno, que no pasará, un reino indestructible». Este personaje «como un hijo de hombre» es sin la menor duda el Cristo glorificado en su resurrección, habitando en el tercer cielo y a quien le es entregado del Padre el gobierno terrenal porque dice que «las naciones y pueblos le servirán», concordando con las palabras del Señor en Lc.19:12.

La visión de Daniel encaja con la descripción novo testamentaria de la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo:

El Hijo del Hombre volverá en las nubes del cielo en gloria y poder (véase por favor: Mt. 24:30; Mr.13:26; Lc. 21:27; Ap. 1:7; 14:14).

Cristo, el Hijo del Hombre, se sentará en su trono de gloria para reinar con sus súbditos las naciones de la tierra (véase por favor: Mt. 25: 31, 34; Ap. 2:26-27; 3:21; 19:15; 20: 4, 6).

«Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas» (Ap.1:12-15).

Es cierto que Cristo aparece en el visión de Juan con «cabellos blancos como la blanca lana», pero esto es un simbolismo representativo de los atributos personales de Dios a través de Cristo, una semejanza del «anciano de días» que es el Dios Altísimo por medio de Cristo (compárese con la visión del Dn. 7:9).

Para no dejarlo a la deriva (la insistencia, es necesaria y sumamente importante), debemos tener siempre en mente, que un personaje, específicamente, es el «anciano de días» y el otro, es Cristo, que aparece como «uno como un hijo de hombre». No hay nada que indique para hacernos considerar que Cristo, el Hijo del Hombre, sea el «anciano de días». Sería ridículo y poco sensato creerlo de tal modo. La separación entre uno y otro, como individuos, es abismal.

Cristo, como la imagen perfecta del Dios viviente hecha hombre, refleja en la alegoría de Ap. 1:12-5: la pureza y la sabiduría eterna de Dios (cabeza con cabello blanco, como blanca lana, como nieve); a Dios como el juez justo (ojos como llama de fuego); a Dios como Rey inconmovible (sus pies semejantes al bronce bruñido); la infinita autoridad de Dios (voz como estruendo de muchas aguas).

Espero, de todo corazón, que este estudio sea de bendición para aquellas personas de mentes abiertas que anhelan conocer este aspecto importante de la célica verdad.

Amén.






lunes, 30 de marzo de 2009

NOTICIA PARA LOS QUE DESEEN SER BAUTIZADOS EN PERÚ



Marzo 30, 2009


Estimados amigos que visitan mi blog regularmente y que se sienten identificados con nuestro mensaje del único Dios verdadero y del reino venidero en la tierra en la persona de Su Hijo:


El hermano William M. Wachtel vendrá este sábado 3 de Abril al Perú acompañado del Hermano David Krogh y su esposa para dar unas charlas bíblicas en nuestro local de reuniones en Lima y para bautizar a cuatro hermanos que han aceptado el evangelio del reino y al único Dios verdadero, que es el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Así que yo deseo aprovechar la visita de estos evangelistas para invitarlos a todos ustedes a asistir a nuestras reuniones, y eventualmente para ser bautizados tal como nuestro Señor lo ordenó en Mateo 28 y Marcos 16. Recuerden que el evangelista Felipe bautizaba a todos aquellos que habían creído en el evangelio del reino y en el nombre de Jesús, sin una mayor exigencia como ocurre en las iglesias organizadas, las cuales exigen primero un previo entrenamiento intensivo o prolongado que puede durar meses o años (Hechos 8:12).


Los hermanos se hospedarán en el Hotel San Agustín (ex Hotel Riviera) de la Avenida Wilson, en el centro de Lima, por espacio de una semana, recibiendo las visitas de todos aquellos que deseen una entrevista personal con ellos para intercambiar ideas o hacer consultas bíblicas.


Esta es, pues, una magnífica oportunidad para todos aquellos que residen en Perú y en los países vecinos para que puedan ser bautizados y cuenten al mismo tiempo con evangelistas capacitados para que los instruyan en la prístina verdad del Señor Jesucristo.


Para mayor información escribir al Ingº Mario Olcese (Apologista):

¿QUIÉN REINARÁ EN EL REINO MILENARIO: EL HIJO DE DIOS O EL HIJO DEL HOMBRE?




Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Algunos expositores bíblicos Trinitarios sostienen que Cristo está reinando ahora desde los cielos a la diestra del Padre como Hijo de Dios, pero que como Hijo de Hombre él reinará en la tierra de manera personal y visible cuando regrese por segunda vez. Ellos quieren mantener la supuesta divinidad del Hijo en su condición de Hijo de Dios, pero su humanidad en la condición de Hijo de Hombre. Así, ellos afirman que lo que fue exaltado de Jesús hasta lo Sumo fue Su humanidad, pero no su deidad, pues él ya estaba exaltado hasta lo Sumo en su supuesta vida preexistente como la Segunda Persona de la Trinidad. ¿Pero es verdad lo que sostienen los trinitarios sobre la distinción que hacen ellos entre el Hijo de Dios y el Hijo del Hombre? Pues, no!

En una ocasión Jesús les pregunta a sus discípulos “¿Quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos” (Mateo 16:15-17). ¿Qué notan ustedes en la confesión acertada de Pedro? Pues que Pedro llama a Jesús: “el Cristo (o Mesías) EL HIJO DEL DIOS ALTÍSIMO!” Esto demuestra contundentemente que el Mesías, el Hijo del Hombre, es al mismo tiempo el Hijo del Dios Altísimo. Y por cierto, Jesús no corrige al apóstol diciéndole que él es ahora el ‘Hijo del Hombre’ pero no el ‘Hijo de Dios’. Pedro claramente iguala un cargo (Mesías) que corresponde a un humano insigne con el título ‘Hijo de Dios’. Es decir, ser Mesías es ser un Hijo de Dios, y ser Hijo de Dios es ser Mesías. No se puede ser Mesías (Hijo de Hombre) sin ser Hijo de Dios.

Por otro lado, Esteban, el Mártir, ve al Hijo del Hombre a la diestra de Dios en el cielo (Hechos 7:56), lo que demuestra que la tesis Trinitaria que diferencia al Hijo de Dios (en el cielo) con el Hijo del Hombre (en la tierra) está errada. El Hijo del hombre está en el cielo ahora al lado de su Padre, y lo estará también en la tierra uando comience su reinado personal y visible desde Jerusalén. Y también El Hijo de Dios está ahora en el cielo, y lo estará también en la tierra cuando él reine personalmente y visiblemente como el Mesías esperado.

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EMANUEL: ¿REALMENTE DIOS MISMO CON NOSOTROS?



Mateo 1:23: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es Dios con nosotros”

Los Trinitarios como el Señor Pablo Santomauro suelen citar este pasaje para “demostrar” que Cristo es el mismo Dios Eterno hecho carne simplemente porque su nombre, Emanuel, significa “Dios con nosotros”. ¿Pero no dice el mismísimo Dios en Éxodo 33:20 que nadie puede verlo y vivir?¿Cómo fue entonces que miles de personas pudieron ver al Dios Jesús y no morir instantáneamente?


El nombre Emanuel puede ser traducido como “Dios con nosotros” o “Dios está con nosotros”. Sabemos que Dios estaba con el pueblo en Jesucristo, y Jesucristo mismo dijo que si alguien lo había visto a él, él había visto al Padre. Esta declaración de Jesús no lo convierte por supuesto a él en el Padre como sostienen los herejes modalistas de hoy. Razonar así sería trastocar radicalmente los miles de otros textos bíblicos que señalan que el Padre y Su Hijo son dos personas distintas que coexisten juntas.


El significado del nombre es simbólico. Dios estaba con nosotros, no literalmente, sino en Su Hijo, como 2 Corintios 5:19 indica: “Que Dios estaba en Cristo, reconciliando el mundo consigo mismo”. Es importante leer exactamente lo que está escrito: Dios estaba en Cristo, no que Dios era Cristo. Los simbolismos en los nombres pueden ser vistos a través de la Biblia. No es único para Jesucristo. A muchos individuos les fue dado nombres que causarían gran problema si se tomaran al pie de la letra. ¿Deberíamos creer que Elías es el “Dios Yahweh” o que Bitia, una hija de Faraón, fue la hermana de Jesús porque su nombre significa “hija de Yahweh”? ¿Debemos creer que Dibri, no Jesús, era “la promesa de Yahweh” porque esto es lo que significa exactamente este nombre o que Eliab fue el verdadero Mesías puesto que su nombre significa “Mi Dios (es mi) Padre?”. Por supuesto que no!


Siempre recuerdo cuando mi madre le decía a mi hermano mayor: “Cuando te veo me parece estar viendo a mi padre, pues tienes su mismo carácter y su misma personalidad”… ¡Realmente me parece estar viéndolo de nuevo en tu persona! Pero obviamente mi hermano mayor no es mi abuelo ya fallecido muchos años antes de que naciéramos nosotros. Y esto es en cierta medida lo que Jesús reflejó en sus contemporáneos. Su presencia entre los hombres como el Hijo de Dios reflejó exactamente el carácter y personalidad de Su Padre celestial. El ciertamente no era el Padre, porque así lo declaró él mismo en Juan 6:46, aunque sí era como Él en la UNIDAD de voluntad y de carácter.


Debemos concluir entonces que Cristo, el Hijo de Dios, reflejó la imagen de Su Padre. Verlo a él era como ver al Padre mismo, porque él vino a mostrar la voluntad del Padre y a enseñar Sus verdades eternas. El dijo: “Sea hecha tu voluntad, y no la mía”. Además, Jesús dijo que sus palabras no eran suyas sino de su Padre, quien le decía lo que debía decir y enseñar (Juan 14:24).


Libro consultado: One God, One Lord de Graeser, Lynn, Schoenheit, pág. 452



sábado, 28 de marzo de 2009

JESÚS Y LA LLAVE DE DAVID



Estimados amigos:


Jesús dice que él tiene “la llave de David” (Rev. 3:7), y Jehová (Yahweh) dice de él por Isaías, “la llave de la casa de David descansará sobre Su hombro” (Isa 22:22). La palabra llave significa autoridad o gobierno; Esto es evidente de lo que leemos en Isa. 9:6,7: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre“. Compare este pasaje con Rev. 3:7 y le será muy evidente que Jesús es el que trae la llave de David, y quien ejercitará la autoridad que imparte. Y Jesús declaró antes de su ascensión que “todo poder le es dado a él en cielo y en la tierra”, y Pablo dice, “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Fil. 2:9-11). Otra vez él dice, “para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia” (Efe. 1:17-22).

El apóstol Pedro también enseña la gloria y la exaltación de Jesús: “A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados” (Hechos 5:31). “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo” (Hechos 2:36). Y esta exaltación para la mano derecha de su Padre es sólo para un tiempo determinado: “Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies“ (Hechos 2:35). Esta consumación gloriosa tendrá lugar en los tiempos de la restitución de todas las cosas, cuando Dios enviará a Jesucristo a bendecir a Israel y a las naciones.

Sin perseguir la investigación de este tema más allá de lo ya hecho, llegamos a una conclusión diciendo que el testimonio de los profetas y los apóstoles están de acuerdo en declarar a Jesús como el heredero para el trono de David, y que, habiendo recibido la realeza de su Padre, Dios, él “En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado” (Amos 9:11; Hechos 15:16); Que él restaurará el reino otra vez para Israel (Hechos 1:6); “y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre“ (Miqueas 4:7); establezca “Jerusalén Como el trono del Señor” (Jer. 3:17); Y como “el Gobernante en Israel” (Miq. 5:2) y “príncipe de los reyes de la tierra” (Apo. 1:5). “Y él estará, y apacentará con poder de Jehová, con grandeza del nombre de Jehová su Dios; y morarán seguros, porque ahora será engrandecido hasta los fines de la tierra. Estará parado y dominará en la fuerza del Señor, en la majestad del nombre del Señor su Dios, y él será genial en el cabo del mundo” (Miqueas 5:4).

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jueves, 26 de marzo de 2009

CURIOSAS ICONOGRAFÍAS CATÓLICAS DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD



¡En la iconografía superior hay una Trinidad de Ancianos!






¡Curiosamente en la iconografía superior aparece una Trinidad de edad mediana!



En las iconografías que aparecen a continuación sólo una de las 3 Personas de la Santa Trinidad aparece como un Anciano de días (el Padre)

































































¡Caracoles, a mí me habían enseñado que las Tres Personas de la Trinidad son eternas y por tanto, Ancianas de días! ¿Pero enseña Daniel 7:13 que hay más de un Anciano de días?

LA IGLESIA NO ES EL REINO DE DIOS, PERO SÍ SU HEREDERA


Por Ing° Mario Olcese (Apologista)

Muchos confunden el Reino de Dios con la Iglesia, y creen que el reino de Dios comenzó en el 33 DC en Pentecostés… ¡Pero esta creencia es falsa! ¿Cómo lo sabemos? Simplemente sustituyendo la palabra ‘reino’ por ‘iglesia’ en los textos bíblicos más importantes donde aparecen el vocablo reino.

Si reino e iglesia son equivalentes o sinónimos como sostienen muchos, no tendría porqué cambiar el sentido de los textos bíblicos que nos hablan del reino. Veamos algunos ejemplos:

Lucas 19:11:
Texto original: “Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano para recibir UN REINO y volver.

Texto cambiado:“Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano para recibir UNA IGLESIA y volver.

Comentario:
Notemos que al cambiar la palabra ‘reino’ por ‘iglesia’ en este pasaje, obtenemos un absurdo. ¿Recibió Cristo una iglesia en el cielo? o ¿Se instituyó la iglesia en el cielo? ¿Hemos bajado del cielo como “la iglesia de Cristo”?

Lucas 12:32:
Texto original: “No temáis manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros EL REINO”.

Texto cambiado: “No temáis manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros LA IGLESIA”.

Comentario:
Aquí hemos sustituido la palabra ‘reino’ por ‘iglesia’ y hemos obtenido algo absurdo. En primer lugar, Jesús se dirige a sus apóstoles—¡a los cuales se les DA EL REINO! Aquí Jesús NO les dice a sus seguidores que al Padre le ha placido “HACEROS EL REINO”, sino “DAROS EL REINO”. El sentido es diferente. Si la iglesia es el reino, y ella está compuesta por los apóstoles y demás discípulos, ¿cómo podrían SER ellos “el reino de Cristo” y RECIBIR al mismo tiempo el reino? ¿Cómo podían los apóstoles recibir un reino y ser parte de él al mismo tiempo? Si la iglesia es verdaderamente el reino, entonces Jesús debió decirles a sus apóstoles que al Padre “le ha placido HACEROS el reino o iglesia”. Pero no fue así, sino que dijo: “Le ha placido DAROS EL REINO”!

Mateo 6:10:
Texto Original: “Venga tu REINO, hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”

Texto cambiado: “Venga tu IGLESIA, hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”

Comentario:
Los que creen que la iglesia es el reino tendrán que mutilar esta parte del “Padre Nuestro”, pues si el reino ya vino en el 33.d.C, ¿para qué seguir pidiéndolo? Pero lo cierto es que esta parte de la oración está tan vigente como el resto de las peticiones en dicho “Padre Nuestro”. Así, pedir por la venida del reino es tan importante como pedir el perdón por nuestras ofensas, o por el pan diario.

Por otro lado, si reemplazamos ‘reino’ por ‘iglesia’ tendríamos: “Venga tu iglesia, hágase tu voluntad…” Sí, “Venga tu iglesia”—¿De dónde?¿Cómo? ¿Por qué tendría que pedir la iglesia por la venida de la iglesia? ¡No tiene mucho sentido que digamos!

Mateo 25:31,34:
Texto original: “Cuando el Hijo del Hombre venga…entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre HEREDAD EL REINO preparado para vosotros desde la fundación del mundo.”

Texto cambiado: “Cuando el Hijo del Hombre venga…entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre HEREDAD LA IGLESIA preparada para vosotros desde la fundación del mundo.”

Comentario:
Aquí hemos reemplazado ‘reino’ por ‘iglesia’ y encontramos algo muy extraño. Es un asunto muy importante que no podemos pasar por alto, y es que hay un reino (iglesia para los amilenialistas) que se preparó desde la fundación del mundo, y que será heredado por la iglesia en la ‘parusía’ o Segunda Venida de Cristo. ¿UNA IGLESIA que hereda UNA IGLESIA?¿Cómo es posible esto? Por eso creemos que la iglesia y el reino son dos cosas muy diferentes.

Juan 3:3:
Texto Original: “Respondiendo Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo no puede ver EL REINO de Dios.”

Texto cambiado: “Respondiendo Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo no puede ver LA IGLESIA de Dios.”


Comentario:
En este pasaje también hemos sustituido ‘reino’ por ‘iglesia’ y hemos obtenido un absurdo total. ¿Cuál es ése? Si el reino es la iglesia, y ésta sólo puede ser vista por hombres “renacidos”, ¿cómo es posible que cualquier hombre mundano o no convertido pueda ver e incluso entrar en la iglesia de Cristo? Muchos NO renacidos pueden ver con sus ojos y también entrar con sus pies en la iglesia de Cristo sin dificultad. Esto me lleva a la conclusión de que el reino e iglesia NO son sinónimos. Hay un reino futuro en el cual los impíos ni verán ni entrarán sino sólo los renacidos.

Hechos 14:22:
Texto original: “…es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en EL REINO de Dios.”

Texto cambiado: “…es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en LA IGLESIA de Dios.”

Comentario:
Aquí en este pasaje hemos sustituido la palabra ‘reino’ por ‘iglesia’ y hemos obtenido algo interesante. Notemos que Pablo se dirige a creyentes de Listra, Iconio y Antioquia. A estos hermanos de las iglesias de Cristo en esas ciudades les exhorta a que permanezcan fieles a pesar de las tribulaciones a fin de que puedan “ganar su entrada a la iglesia de Dios”. Esto es muy extraño, pues Pablo se dirige a iglesias cristianas ya constituidas. ¿Cómo entrarían las iglesias de Iconio, Listra y Antioquia a la iglesia misma?¡No lo entendemos! Aquí se vuelve a demostrar que el reino de Dios es diferente que la iglesia de Cristo.

1 Corintios 15:50:
Texto original: “Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar EL REINO de Dios, ni la corrupción hereda a incorrupción.”

Texto cambiado: “Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar LA IGLESIA de Dios, ni la corrupción hereda a incorrupción.”

Comentario:
Aquí, al reemplazar la palabra ‘reino’ por ‘iglesia’ nos hallamos con un serio problema. Y es que si a la iglesia no se puede pertenecer en la carne y en la sangre, ¿por qué aún están en la carne y la sangre los miembros de la iglesia de Cristo? Obviamente algo no anda bien con la interpretación ‘amilenialista’ del reino.

Hechos 1:6:
Texto original: “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor restaurarás EL REINO a Israel en este tiempo?”

Texto cambiado: “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor restaurarás LA IGLESIA a Israel en este tiempo?”

Comentario:
Aquí resulta una extrañeza al reemplazar ‘reino’ por ‘iglesia’. ¿Cómo puede la iglesia será restaurada a Israel? Es obvio que reino e iglesia son dos cosas diferentes. El reino fue antes que la iglesia.

Los ‘amilenialistas’ se encuentran en serios apuros cuando tienen que responder a toda esta argumentación bíblica consistente. El amilenialismo prácticamente ha anulado muchísimas profecías bíblicas del futuro. Para ellos casi todas las profecías bíblicas ya se han cumplido, y han dejado de comprender los acontecimientos mundiales del presente. Prácticamente está el medio del mar sin mapa ni brújula… ¡y están a la deriva!

Continuará…

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martes, 24 de marzo de 2009

¿SEÑALES O SEÑAL?



Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

«Y se sentó en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse? Jesús, respondiéndoles, comenzó a decir: Mirad que nadie os engañe; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos. Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos» (Mr.13:3-8).

Cristo nunca aludió que este tipo de eventos estaban relacionados con una pronta venida al mundo para gobernarlo con poderosa y visible gloria: «…porque es necesario que suceda así…», y enfatiza: «…pero aún no es el fin». En esa época lejana, se suscitó la rebelión de los judíos en Alejandría, en Seleucia, con el degollamiento de más de cincuenta mil, en Jamnia y en otras partes por igual. Calígula, Claudio y Nerón, emperadores de Roma, amenazaron en destruir Jerusalén, pero esto únicamente sucedió con Tito, hijo de Vespasiano, quien arrasó la ciudad y el templo en el año 70 d. C. matando casi un millón de judíos. Entre esta profecía establecida por Cristo en el año 29 o 30 de nuestra era y la destrucción de Jerusalén, Creta fue sacudida por un terremoto posiblemente en el año 46 o 47; Roma, en el año 51; Apamaia en Frigia, en el año 60; Campania, en el año 63. La historia reporta cuatro hambrunas importantes en el gobierno de Claudio, en los años 41 y 54 d. C. Una de estas hambres afectó Judea, en el año 44 d. C. En el libro de Hechos hay una referencia al respecto (Hech. 11:28). El historiador Cornelio Tácito relata los huracanes y tormentas que azotaron Campania en el año 65 d. C.

Durante el trascurso de la historia de la humanidad, los eventos cosmológicos y bélicos han estado presentes. Se pensó que muchos de estos terribles sucesos vaticinaban el inminente regreso de Cristo, pero nada sucedió y el Señor aún no desciende al mundo en visible presentación. La peste bubónica que flageló sin piedad la Europa medieval en el siglo XVI, reclamó para el reino de la muerte cerca de un tercio de la población del viejo mundo. La gripe española causada por el brote del virus de la influenza A, mató entre cincuenta y cien millones de personas en todo el mundo entre 1918 y 1919, siendo catalogada una de las más mortíferas pandemias que los hombres han experimentado. Qué decir de las guerras. Algunos reportan que en la primera guerra mundial, ocurrida entre 1914 y 1918 que dio como resultado la disolución del imperio alemán, austrohúngaro, ruso y otomano, se estimó el deceso de cuarenta millones de individuos, entre civiles y combatientes. La segunda guerra mundial, que se llevó a cabo entre 1939 a l945, tuvo un saldo aproximado de sesenta millones de personas muertas. Muchos identificaron a Hitler en esta cruenta súper guerra como el Anticristo del los postreros días, el bíblico, pero los ejércitos terrenales lo derrotaron y no Cristo en el Armagedón para que la profecía se cumpliese:

«Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos…» (2 Ts. 8-9).

Se calcula que en las guerras el siglo XX hubo el triple de personas fallecidas que en todas las guerras habidas desde el siglo I d. C. hasta 1899. Se estima que más de ciento cuarenta y siete millones de personas han muerto desde 1914 hasta el año 2000. A pesar de esto, estas sangrientas orgías nunca fueron una señal precisa que marcara el retorno de Cristo al mundo, ni tampoco los grandes terremotos ocurridos a lo largo de toda las épocas lo han sido para su regreso. El terremoto del año 526 que afectó la costa del mediterráneo mató tal vez unas doscientas mil personas. El terremoto de 1201 en Oriente Medio mató un millón doscientos mil seres humanos, conociéndosele como el movimiento telúrico más antiguo y sombrío suscitado. El temblor de Shaanxi, en China, mató un millón de personas y se le conoce como el más mortal de los sismos de la historia reciente. El terremoto del 2001 en la India, acabó con la vida de veintitrés mil personas aproximadamente. El tsunami del año 2004, frente al norte de la isla de Sumatra, originado por un sismo, causó doscientas ochenta y nueve mil muertes, quizás cuatrocientas mil, según otra estadística (afectó: Sri Lanka, islas Maldivas, India, Tailandia, Malasia, Bangladesh y Myammar antigua Birmania, resultando afectado además el lado oriental de África). El sismo del 2008, en China, asesinó más de setenta y ocho mil seiscientas setenta y seis personas, con un reporte de casi veinte mil personas desaparecidas. Podemos ver que estos movimientos terrestres violentos y letales “no han gritado al cielo” para que Cristo descienda porque simplemente no son señal para el cumplimiento de la Parusía. Aplicamos la misma la misma fórmula para los falsos “cristos” y profetas de mentira que se han levantado para engañar al mundo desde la fundación de la Iglesia hasta el día de hoy. De los conocidos en la antigüedad está Montano, fundador y falso profeta del movimiento seudo carismático montanista. En el año 906 d. C. el alemán Bernard anunció el fin del mundo y nada pasó. En 1179 d. C. el astrólogo Juan de Toledo previó catástrofes naturales para 1186 que llevarían posiblemente al fin del mundo y al juicio final. En 1593 d. C. un astrólogo vaticino el fin del mundo para el 21 de Febrero de 1524. El anabaptista alemán Melchior Hoffman profetizó el regreso de Cristo para el año 1533 d. C. Hoffman dijo que el mundo sería destruido por fuego y que la ciudad de Estrasburgo sería la Nueva Jerusalén. En 1693, Jacobo Zimmerman calculó la destrucción del mundo para el Octubre de 1694 y fundó en Pensilvania una colonia para aguardar el juicio final. En 1806, una mujer inglesa llamada Mary Bateman proclamó que una de sus gallinas ponía huevos donde se leía: “Cristo está llegando”. Después de dos años de estudio bíblico, William millar de Estados Unidos, profetizó el fin del mundo para el año1843 (este hombre fue el precursor de la oscura y mortal secta de los Testigos de Jehová). Entre otros profetas y cristos de muerte y de mentira de hoy en día nombraremos a David Koresh (Waco Texas), Jim Jones (Guyana), Taze Russell (Estados Unidos), Cam Vam Liem (Vietnam), Luc Jouret de Canadá, Shoko Asahara, líder de la secta «Enseñanza de la Verdad Suprema» que decía ser la reencarnación de Buda. Wu Yangming se autoproclamó insolente como la reencarnación de Jesucristo, Marshall Applewithe, líder de la secta estadounidense «Portal del Cielo», creía ser un nuevo “cristo”, etc. Aunque Jesús advierte ante todo, en el principio de su discurso, contra estos falsos cristos y profetas de engaño, no sugiere en lo más mínimo que sean una señal indiscutible para su aparición inmediata.

« ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse» (Mr. 13:4).
En esta parte del texto, «las mismas cosas que han de cumplirse» no son tomadas como la señal (sëmeion, gr.) importante para el regreso de Cristo. La incógnita a despejar en el pensamiento de los discípulos es la «señal decisiva» para el regreso de nuestro Señor al mundo («Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida….» Mt.24:3), no se centra en los diversos y trágicos sucesos de los que Cristo habla en su discurso apocalíptico (véase: Mt. cap. 24, Lc. cap. 21, Mr. cap.13). Las señales (y también prodigios) plasmadas en Mr. 13:22, están ubicadas con el fin de advertir de los falsos profetas y de cristos impostores que las harían para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos de toda época. No señalan la pauta que fija el término para el regreso de nuestro Señor, de lo contrario, no es intrincado inferir, que el Reino de Dios hace largo tiempo se habría instalado ya en la tierra. Esto, del mismo modo, también se aplica a las señales cosmológicas que aparecen en Lc. 21:25: «Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas…». (Tales señales han sido manifestadas como cometas, eclipses, lluvias de aerolitos, Ovnis, conjunción de planetas, maremotos, tifones, etc.).

«E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria » (Mt.24:29-30).

Es evidente aquí que la señal de Hijo del Hombre es su misma presencia gloriosa y visible en el cielo la cual se dará un poco después de la tribulación final de aquellos días. Si su regreso es postribulacional, es lógico pensar que el estar obsesivamente expectantes por su retorno resulta también una preocupación innecesaria, irracional e infructuosa: «…no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin» (Mr. 13:7).

Dios les bendiga hermanos y amigos míos.

miércoles, 18 de marzo de 2009

UNA EXTRAORDINARIA DEMOSTRACIÓN DE AMOR DEL DIOS VERDADERO


Por Ing° Mario A Olcese (Apologista)

Cuando Adán y Eva cayeron en pecado, Dios los condenó a la pena capital, pero no sin antes sufrir de dolores y fatigas físicas durante su existencia en la tierra. No obstante, tan grande era el amor de Dios, que en el mismo día de la caída humana Él estaba preparando la redención del hombre por medio de su Hijo Jesucristo. Leamos lo que dice Apocalipsis 13:8 “…del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.” Aunque Cristo sería inmolado muchos milenios después, su inmolación se produjo en el mismo momento de la creación del mundo, en los planes y propósitos insondables de Dios. La profecía de Génesis 3:15 señala una continua y prolongada lucha entre el bien y el mal. Y aunque aparentemente el mal saldría victorioso al comienzo, al final el verdadero vencedor sería el bien, representado por Cristo, su iglesia, y su “reino eterno”. Por fin Satanás y sus demonios serán derrotados por Cristo y arrojados a su lugar de tormento por la eternidad.

El permiso del mal claramente sirve a los propósitos de Dios, no sólo para probar a los hombres, sino también para enseñarles a ellos algo más importante aún: EL CARÁCTER AMOROSO Y MISERICORDIOSO DIOS PARA CON LOS PECADORES. Y es que a Adán y Eva les faltaba conocer a Dios. No sabían que Dios es infinitamente misericordioso. La creación del hombre, del planeta tierra, y del universo, DEMOSTRABA que Dios es Todopoderoso y Sabio, pero: ¿Mostraba su gran AMOR y MISERICORDIA para los infortunados pecadores? ¡No lo creo! En ningún momento los primeros padres apelan a la misericordia de Dios para obtener el perdón.

Según Pablo, a Dios se le “conoce” por las cosas que Él hizo (Romanos 1:19,20), pero él NO está diciendo que se pueden conocer los atributos morales y espirituales de Dios por las cosas que Él creó, sino más bien Su “ETERNO PODER” y “DEIDAD”. Definitivamente con la creación NO SE PUEDEN CONOCER LOS SENTIMIENTOS Y PROPÓSITOS MÁS RECÓNDITOS DE DIOS, ¡es imposible saberlo! Es como pretender conocer el carácter de un ingeniero por la casa que edificó, o el de un alfarero por la cerámica que hizo con sus manos. Lo máximo que podríamos saber es su inteligencia y buen gusto, pero: ¿sabremos si son buenos padres, fieles esposos, dóciles, sobrios, mansos, humildes, comprensivos, sabios, respetuosos, tolerantes, templados, etc? ¡ Es imposible saberlo! De igual modo, los hijos NO pueden conocer a sus padres si estos NO DEMUESTRAN A SUS HIJOS SU CARÁCTER O PERSONALIDAD CON ACTITUDES, como por ejemplo: El cariño que les brindan, la atención prestada, la manutención permanente, la instrucción que les inculcan, el buen ejemplo que les dan, etc. Un padre de familia no puede esperar que sus hijos le amen y obedezcan si antes éste no se SACRIFICA por ellos y los ama con buenas acciones. Los padres deben darse enteramente por su familia para que puedan cosechar buenos hijos, útiles a la sociedad.

El Sacrificio de Jesucristo

Lo mismo ocurre con Dios, el PADRE. Él se había propuesto DEMOSTRAR, de manera clara y contundente, Su carácter amoroso y misericordioso para con los hombres a través de un ACTO extraordinario y ÚNICO. Dios daría en SACRIFICIO a su propio Hijo Unigénito para la salvación de la humanidad. El texto clave es Romanos 5:10 que dice: “Mas Dios MUESTRA (o “DEMUESTRA”, según otras versiones) SU AMOR CON NOSOTROS, en que siendo pecadores, CRISTO MURIÓ POR NOSOTROS”. Por su lado, el mismo Señor Jesucristo dijo: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). ¿Entiende ahora que la única forma de poder saber que Dios tiene un “corazón de oro” es por medio de la entrega que Él efectuó de Su amado Hijo Unigénito, Jesucristo, para su inmolación en la cruz del Calvario a favor de los pecadores? Dios DEMOSTRÓ que realmente amaba al hombre y que quería redimirlo. Ahora nadie podría alegar que Dios era severo, duro e inflexible. Imaginémonos por un momento cómo se habrá sentido Dios al ver a Su Hijo muriendo en la Cruz. Pero Él nos dio a Su Hijo para salvarnos y así arrebatarnos de las garras del Diablo. ¡Qué extraordinario acto de amor y desprendimiento por todos nosotros de parte de Dios y de Su Hijo!¡Ambos nos amaron! (Ver Efesios 5:2). Si la primera pareja humana no hubiera caído en desgracia, entonces no hubiera sido necesario que Dios mandara a su Hijo al mundo, y en consecuencia NUNCA HUBIERAMOS CONOCIDO EL AMOR DE DIOS Y DE CRISTO POR TODOS LOS HOMBRES. ¿Se imagina usted si Cristo no hubiera muerto por nosotros?¿Amaría usted realmente a Dios y a Su Hijo? ¡Piénselo un rato! Tal vez usted sólo le tendría un respeto reverente al Creador, pero no necesariamente amor. Dios permitió la caída humana para demostrar su AMOR a los hombres. También Dios permitió la REBELIÓN satánica, porque sin este maligno espíritu, ¿quién habría tentado a la primera pareja humana? El diablo, sin saberlo, ¡sirvió a los propósitos de Dios!

La Vida Eterna: La Consumación del Amor de Dios

El apóstol Judas dice: “Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para VIDA ETERNA”. Nótese que dice que conservemos el amor que Dios nos tiene, pues haciéndolo así ganaremos la vida eterna. Es decir, la consumación del amor de Dios para con nosotros es la herencia de la vida eterna. Esta vida eterna está con Su Hijo, la cual traerá en su segunda venida en gloria.

El amor de Dios se traduce en salvación. Salvación es ganar la vida eterna, y la vida eterna es vivir en el reino de Dios (Leer Mateo 19:16-25) Ahora somos hijos de Dios, y tenemos una comunión estrecha con el Dios Creador, implicando con ello que somos sus herederos de Sus riquezas. Dice Pablo: “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados” (Romanos 8:17).

Conclusión

Sólo el Dios de la Biblia ha demostrado Su amor por los hombres haciendo un gran sacrificio nunca antes visto para redimirlos o salvarlos de su condición caída. Ningún otro Dios de las religiones del mundo ha podido hacer semejante acto supremo de dar lo más importante que puedan tener para DEMOSTRAR Su carácter de amor y misericordia infinitos por sus adoradores. He aquí una prueba mayúscula de la superioridad de la religión cristiana sobre las otras religiones del mundo. Los cristianos tienen toda la razón del mundo para amar a Su Dios, porque Su Dios los amó primero a ellos, y como respuesta, Dios se “ganó” el recíproco amor de Sus adoradores. ¿Pueden realmente amar a sus dioses los creyentes de otras religiones cuando en realidad esos dioses no hecho ni demostrado nada simple o extraordinario por ellos? Lo máximo que podrán sentir es un temor reverente a sus dioses, pero no necesariamente un amor verdadero hacia ellos.

www.yeshuahamashiaj.org
www.elevangeliodelreino.org

¿QUÉ ES METANOIA?



μετανοῖεν, metanoien


Muchas personas nos preguntan sobre la palabra Metanoia. Literalmente, esta es una palabra Griega que significa “cambio de mente”. No obstante el sentido pleno es algo más. En el Nuevo Testamento, la palabra metanoia a menudo es traducida como “arrepentimiento”. Pero esta clase del arrepentimiento no es sobre una pena o culpa o vergüenza; esta palabra implica tomar una decisión de girar, afrontar una nueva dirección. Dar vuelta hacia la luz.


Esta maravillosa explicación nos fue dada por un amigo:


Imagine que usted está de pie en un círculo de gente. En el centro del círculo hay una fuente de luz. Pero en vez de mirar el centro y la luz, usted está de pie con su espalda a la luz, mirando hacia fuera. Cuando usted para de esta forma, volviéndose lejos de la luz, todo lo que usted puede ver es su propia sombra. Usted no puede ver la luz. Usted sólo puede examinar su sombra. Usted no puede ver a los demás en el círculo con usted. Por lo que usted puede ver, usted está desconectado y solo en la oscuridad. Ahora imagine que usted gira para dar la cara a la luz que está en el centro del círculo. Cuando usted se da vuelta hacia la luz, usted ya no ve sólo la oscuridad. Cuando usted da vuelta hacia la luz, su sombra está detrás de usted. Cuando usted da vuelta hacia la luz, usted puede ver ahora a la otra gente que está de pie con usted. Usted puede ver que la luz brilla en cada uno y que usted está todo relacionado en su resplandor. Tomar la decisión de girar, para dar vuelta lejos de la sombra, para dar la cara a la luz: esto es metanoia.


La Conversión cristiana


El proceso de conversión del cristiano, es una metamorfosis del hombre viejo al nuevo hombre. Como dice Jesús: En la Biblia se habla muy claramente y puntualmente sobre aquello del “vino viejo y el vino nuevo”. Como nos dice Jesús, a nadie se le ocurriría echar, por ejemplo “vino nuevo en odre viejo”, por la sencilla razón de que los odres viejos se romperían. Por lo tanto, que para el vino nuevo se requieren odres nuevos. También nos dice el Señor Jesús que a nadie se le ocurriría remendar o poner remiendos en ropa vieja con pedazos, dijéramos, de ropa nueva. En otras palabras, romper un traje nuevo para remendar uno viejo, eso es ridículo, ¿no es verdad? Del mismo modo también esta nueva enseñanza es como el vino nuevo que necesita un odre nuevo. ¿Cuál es este odre? ¡Nuestra mente! Una mente sin Cristo anda manchada con el pecado. Si no despedimos las formas obsoletas de razonar o pensar, si persistimos pensando en las prácticas que antes teníamos, francamente estamos perdiendo el tiempo. Se precisa cambiar la manera de pensar o razonar. Se necesita odre nuevo para vino nuevo.


La metanoia ocurre cuando nos entregamos por completo a las instrucciones de Jesucristo, haciendo nuestro todo aquello que se dice en los Santos Evangelios. Esta también es una de las formas en las que podemos entender la enseñanza de “convertirnos” como niños nuevamente para recibir la palabra como avidez.

…………………

¿POR QUÉ PARECE ESTAR DIOS ESTAR TAN OBSESIONADO CON LOS JUDÍOS?


Por David Reagan


Esta es una pregunta frecuente durante los foros proféticos. La respuesta es que El los ama, así como ama a toda Su creación. Pero hay ciertamente un sentido en el que la profecía bíblica parece enfocarse sobre el pueblo judío. Eso es debido a que Dios llamó a los judíos a ser Su “pueblo escogido”, a través del cual El cumpliría Su plan maestro para la historia (Dt. 7:6). Fue a través del pueblo judío que Dios dio al mundo Su Palabra. Y fue a través de los judíos que El envió al Mesías.


Las Escrituras Hebreas dicen que los judíos también fueron escogidos para ser testigos de Dios – de lo que significa tener una relación con El (Is. 43:10-12). La historia de Israel atestigua el hecho de que cuando alguien es fiel a Dios, El bendice; cuando alguien es infiel, El disciplina; y cuando alguien se arrepiente, Dios perdona y olvida y empieza a bendecir una vez más. Actualmente, los judíos están bajo la disciplina de Dios, pero la profecía bíblica nos dice que se acerca un día cuando un gran remanente de ellos se arrepentirá y recibirá a Jesús como su Mesías (Zac. 12:10). Cuando eso suceda, Dios los hará la nación más exaltada del mundo (Is. 60 – 61:5). Jesús vivirá entre ellos como Rey de reyes (Ez. 43:7) y todas las bendiciones de Dios para las naciones, fluirán a través de ellos (Zac. 8:22-23).

Los judíos también son el reloj profético de Dios. Con esto, quiero decir que El a menudo relaciona futuros eventos importantes con cosas que les ocurrirán a los judíos como nación. La profecía de las 70 semanas de años de Daniel es un buen ejemplo. Daniel dice que había que esperar un decreto que permitiría la reconstrucción de Jerusalén. Luego él declara que 483 años después de que el decreto fuera emitido, el Mesías vendría y moriría (Dn. 9:24-26).

En el Nuevo Testamento, tenemos otro buen ejemplo. Jesús les dijo a Sus discípulos que vendría un día cuando los judíos serían dispersados entre todas las naciones del mundo y que Jerusalén sería pisoteada por los gentiles. Pero luego El añadió que cuando Jerusalén no esté más bajo control gentil, El regresaría (Lc. 21:24). Jesús simplemente estaba enfatizando un punto que se hace repetidamente en las Escrituras Hebreas – a saber, que cuando los judíos sean restaurados a su tierra y a la ciudad de Jerusalén, el Mesías vendrá (Zac. 12:3, 6, 8-10; 13;1).

Otra razón para el enfoque profético sobre los judíos es debido a que Dios ha prometido que El traerá un gran remanente a la salvación durante los años finales de las 70 semanas de años de Daniel. La Biblia aclara que durante la última mitad de la Tribulación, Dios centrará la ira del Anticristo sobre los judíos, trayéndolos al final de sí mismos y motivándolos a volverse a Dios en arrepentimiento (Zac. 12:10, Ro. 9:27; 11:25-26).

¿No ha invalidado la desobediencia de los judíos las promesas de Dios hacia ellos?

Absolutamente no. O, para ponerlo en las palabras del apóstol Pablo, “¡En ninguna manera!” (Ro. 11:1).

Desde el IV Siglo, cuando la Iglesia adoptó el Amilenialismo y empezó a divorciarse de su herencia judía, el enfoque cristiano prevaleciente con relación a los judíos ha sido de que “Dios se lavó Sus manos con ellos” en el I Siglo cuando derramó Su ira sobre Jerusalén y permitió que los judíos fueran dispersados mundialmente. Una doctrina acompañante que se ha desarrollado durante los años se llama “teología del reemplazo”. Es la idea de que Dios sustituyó a los judíos con la Iglesia, que la Iglesia ha venido a ser el “nuevo Israel” y que la Iglesia ha heredado todas las bendiciones que previamente fueron prometidas a los judíos. No es necesario decir que estas ideas han servido como una fuente de mucho del Antisemitismo que ha caracterizado a la Iglesia durante los pasados 1600 años.

La idea de que Dios se ha “lavado Sus manos de los judíos” es completamente antibíblica. En Jeremías 31:36 Dios dice que el pueblo judío continuará siendo “una nación delante de Mí eternamente”. El enfatiza el punto al decir que seguirán como una nación especial de gente hasta que el orden fijado del universo cese o hasta que todos los cielos y profundidades del océano hayan sido medidos (Jer. 31:36-37). En Isaías 49:14-16 Dios usa una metáfora diferente para enfatizar Su devoción hacia Israel. ¡El dice que tiene a la nación inscrita en las palmas de Sus manos!

Hay tres capítulos en el Nuevo Testamento que enfatizan fuertemente el continuado amor de Dios por los judíos. Estos tres capítulos han sido despreciados e ignorados (o espiritualizados hacia la insignificancia) a través de mucha de la historia cristiana. Los capítulos son Romanos 9-11. En Romanos 9:4 Pablo escribe que Dios aún tiene pactos con los judíos los cuales El promete cumplir. Luego él aclara que los judíos que recibirán las bendiciones son un gran remanente que será salvado en los tiempos del fin (Ro. 9:27).

Pablo incluso aborda específicamente la cuestión de si Dios ha rechazado o no al pueblo judío. Él pregunta, “¿Ha desechado Dios a Su pueblo?” (Ro. 11:1). Durante 1600 años la Iglesia ha respondido a esta pregunta con un incompetente, “¡Sí!” Pero Pablo la responde diciendo, “¡En ninguna manera! ...Dios no ha desechado a Su pueblo, al cual desde antes conoció” (Ro. 11:1-2).

Pero, ¿qué acerca de su desobediencia? ¿Qué acerca de su rechazo a Dios como rey de su nación y a Jesús como rey de sus corazones? ¿No ha anulado su desobediencia las promesas de Dios? Otra vez, Pablo trata específicamente con este asunto. El pregunta, “¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios?” (Ro. 3:3). Y otra vez, durante siglos la Iglesia ha respondido, “¡Sí!”. Pero no Pablo. El responde diciendo, “¡De ninguna manera! Antes bien sea Dios veraz y todo hombre mentiroso” (Ro. 3:4).

Pablo llega a estar tan abrumado por la gracia de Dios al nunca darse por vencido con los judíos, que finalmente prorrumpe en una exclamación extática: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios, e inescrutables Sus caminos!” (Ro. 11:33).

Cuando empecé a predicar acerca del amor de Dios hacia el pueblo judío y de Su determinación absoluta de traer a salvación a un gran remanente, a pesar de su terquedad y rebelión, mi esposa me dijo: “¡Me haces querer ser un judío!”. Yo le respondí diciendo: “No cariño, no querrías ser un judío, porque las posibilidades abrumadoras son de que tendrías un velo espiritual que impediría que reconocieras a Jesús como tu Mesías” (2 Cor. 3:14-16).

Luego le señalé que Dios no está haciendo algo por el pueblo judío que El no esté dispuesto a hacer por cualquiera. Los judíos, de nuevo, son simplemente un testigo del deseo de Dios de que todas las personas vengan al arrepentimiento y sean salvas (2 P. 3:9). Dios no se “lava Sus manos” de cualquiera. El persigue y persigue, intentando traernos al final de nosotros mismos para que nos volvamos a El en arrepentimiento y seamos salvos. Eso es exactamente lo que le va a pasar al remanente judío al final de la Tribulación. Aquí está como lo puso el profeta Malaquías en Malaquías 3:2-4: “¿Y quién podrá soportar el tiempo de Su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando El se manifieste? Porque El es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se asentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos”.

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martes, 17 de marzo de 2009

¿DEBE ENSEÑAR LA MUJER EN LA CONGREGACIÓN CRISTIANA?



Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

«La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio» (1 Co.2:11-12).

El feminismo no ha quedado conforme dentro de las sociedades del mundo seglar y por esta causa se ha trasportado a las congregaciones de bandera cristiana para levantar mujeres con “pantalones bien puestos y de potencial imperante masculino”, desplazando a los hombres de sus deberes principales y obligaciones que les corresponden en las citadas congregaciones. Bien dice el refrán: «No hagas cosas malas que parezcan buenas». El cristianismo moderno ha relativizado con remarcada notoriedad la enseñanza de apóstol Pablo que habla de la sujeción de la mujer dentro de las Iglesias cristianas, que incluye «el callar» y «el no enseñar» dentro de ellas, ignorándose que estos mandatos son absolutos e invariables, no moldeables, no locales ni relativos, sino generales. Muchas de las enseñanzas y prácticas de las modernas Iglesias cristianas no proceden de la Palabra de Dios, sino del espíritu del mundo, del ideal satánico y de la mente humana, contrariando la gloriosa y perfecta verdad. En estos tiempos tan difíciles, las mujeres han tomado la delantera en las congregaciones, y el varón por no conocer ni imponer su lugar como hombre de Dios en las mismas, ha sido arrastrado y colocado un lado de la brecha vertical, haciéndose cómplice junto a la religiosa e impelente mujer, porque «tanto peca el que mata la vaca como el que le toma la pata». Ahora, las mujeres predican y ordenan, «llevan la batuta» en las escuelas dominicales, etc. Bajo esta condición, el varón, abismalmente pusilánime, falto de dinamismo y de determinación, aprueba la trasgresión, de la manera en que el hombre incurrió a ésta en la antigüedad, incitado de una forma u otra por la mujer en el huerto del Edén antiguo:

Gn. 3:12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.

1 Tim. 2:14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.
Iniciemos nuestro estudio, corto pero vitalmente sustancioso:

1 Tim. 2:11 La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.
La mujer, refiere el texto, deberá aprender en las congregaciones «En silencio» (en hësuchiâi, gr). «Con toda sumisión» (en pasëi hupotagëi, gr.). Deberá callar, y se comprende que no habrá de opinar ni tomar decisiones de índole alguna, propias o sugeridas, en la Iglesia en que se congrega; por eso dice la Escritura, en 1 Co. 14:35: «Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación». El apóstol Pablo, de modo contundente, escribe que es indecoroso (aischron, gr.) que la mujer hable (lalein, gr.) en las congregaciones, que si algo necesita saber o aprenderlo, deberá preguntárselo a su marido fuera de la Iglesia en que la que asiste con él. Las preguntas se harán de parte de la mujer en la privacidad del hogar, «en casa» (en oiköi, gr.).

1 Co. 14:33-34… Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.

Es texto da por hecho que en las congregaciones la mujer carece, por decirlo de esta forma, de “voto para hablar”, y qué quede bien claro, qué esto no es el resultado impuesto por una actitud meramente machista, sino de un mandato impuesto por la voluntad de Dios, porque: «el marido es cabeza de la mujer, y Cristo de la Iglesia», no la mujer de su marido. Entiéndase por favor. No podemos quebrantar las leyes ni los decretos de Dios porque los tiempos han cambiado. La Palabra de Dios es la misma de ayer y de hoy, y por siempre será, porque es eterna, porque Dios no cambia, él «no tiene mudanza ni sombra de variación» (Stg. 1:17). Dios no ajusta su pensar a los sistemas del mundo tridimensional en que vivimos. ! Qué barbaridad si fuese así! Tendríamos entonces un Dios alcahuete, consecuente a las razones de los espíritus del mundo. Más nos vale ajustarnos a su pensar, por nuestro propio bien.

«Calle en las congregaciones» (en tais ekklësiais sigatösan, gr.). Existe la creencia que esta ordenanza era exclusiva para la Iglesia de Corinto, pero en el manuscrito antiguo «congregación» no existe como tal, como vemos al principio de este apartado, sino que está en plural. Esto propone más de una «congregación» o «localidad»; su universalidad está bien establecida, aunque el punto de partida fue la Iglesia de Corinto (1 Co. 1:1-2). El texto apunta, con plena seguridad, a todas las Iglesias: «Como en todas las iglesias de los santos…».

1 Tim. 2:12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.

«No permito» (ouk epitrepö, gr.), permitir, «Enseñar» (didaskein), y esto es, en público. Contrariamente, las mujeres enseñan hoy en las congregaciones lo que violenta la ordenanza paulina. «Ni ejercer dominio sobre el hombre» (oude authentein andros, gr.), significa, que no le es permitido mandar sobre el varón u ordenarle. Y otra vez, como en 1 Co. 14:34, deberá la mujer guardar «silencio» en la Iglesia.

Mencionaremos por último y por su gran importancia, que el apóstol Pablo no impidió nunca a las mujeres la manifestación de los dones espirituales (1 Co. caps. 12 y 13). Recordemos que las hijas de Felipe podían profetizar:

Hech. 21:8 Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él.

Hech. 21:9 Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban.
Es lógico pensar con esto que los dones espirituales no rivalizaron jamás nunca con el mal llamado “sexo débil”.

El propósito de Pablo en los textos estudiados fue que las mujeres no se convirtieran en cabezas doctrinales, en autoridades religiosas por encima de los hombres, situación que pasa en estos tiempos, donde las mujeres han tomado la iniciativa en diversas esferas, y la religiosa, no es la excepción: error craso, y aún, sin el más pequeño argumento bíblico justificable, los varones las han permitido presidir con mucha comodidad en las Iglesias por no querer asumir con carácter de verdadero cristiano las responsabilidades que Dios les ha delegado como agentes masculinos, y no a las mujeres, en las congregaciones cristianas.

En este caso:

«El orden de los factores, si altera el producto».

lunes, 16 de marzo de 2009

¿A CUÁNTOS “ANCIANOS DE DÍAS” VIO EL PROFETA DANIEL EN EL TRONO CELESTIAL?



Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)


Los Trinitarios sostienen, entre otras cosas, que el Padre, El Hijo, y el Espíritu Santo son 3 personas eternas, es decir, sin principio ni fin de días. ¿Pero es posible que existan 3 Ancianos de días en la Deidad?


Nos llama mucho la atención que el profeta Daniel mencione sólo a una persona que él la describe como el “Anciano de días”, y que recibe en su trono al Hijo del Hombre (que no se le describe como Anciano), y a quien se le da dominio, gloria, y reino. En Daniel 7:13,14, leemos: “Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido”. Sin duda alguna este Anciano de días no es otro que Dios el Padre, ya que Jesús dijo que Su Padre le había dado gloria y reino (Juan 17:22). Pero si Cristo es la Segunda Persona eterna de la Trinidad, ¿no debería ser él mismo un Anciano de Días en el cielo? ¿Por qué él nunca es descrito como un Anciano de días en las visiones celestiales sino sólo como Cordero, Hijo de Hombre, Varón, etc? ¡No en balde Jesús dijo que Su Padre es mayor que él y que todos! (Juan 10:29; 14:28)



sábado, 14 de marzo de 2009

12 RAZONES PARA NO ESPERAR UN RAPTO PRETRIBULACIONAL




De: ToughIssues.org


Por Darryl Eberhart
[…]

1. Como escritor Pre-Tribulacionista y líder, John Walvoord admite que no hay un solo versículo de la Escritura que por sí solo enseñe claramente el rapto Pretribulación.


2. Los pre-tribulacionistas fuerzan suposiciones en muchos versos cruciales de la Biblia – especialmente asumiendo que todas las referencias a los “santos” y a los “elegidos” (que están siendo perseguidos y martirizados durante “la tribulación” del tiempo del fin) deben referirse a “aquellos individuos que se salvan DESPUÉS de que el rapto pre-tribulación ha tenido lugar (Otra vez, ¿cómo se salvan todas estas personas durante “la tribulación” de los tiempos del fin si la “Iglesia” y el “refrenador” [i.e ., El Espíritu Santo según los pretribulacionistas] han sido removidos?)

3. No podemos encontrar una sola instancia en el Nuevo Testamento donde el Señor Jesucristo, el Apóstol Pablo, el Apóstol Pedro, o el Apóstol Juan hicieran alguna declaración en el sentido de que “la iglesia debe ser evacuada completamente del ”planeta Tierra“ siete años ANTES del comienzo del período de tribulación de los tiempos del fin. ¿No es esto un poco extraño si el punto de vista profético del Rapto pre tribulación es lo correcto?


4. A pesar de sacar varios textos fuera del CONTEXTO de los escritos de algunos padres primitivos de la iglesia, los Pre-tribulacionistas realmente NO PUEDEN ENCONTRAR ninguna enseñanza predominante y popular que apoye el punto de vista profético del rapto pre-tribulación en cualquier era de la historia de la Iglesia antes de los 1830s.

5. Muchos hombres eruditos de la fe cristiana, como John Bunyan, Charles Spurgeon, Charles Finney, John Knox, Juan Calvino, Martín Lutero, George Whitefield, etc., ¡fueron todos creyentes sólidos del post Tribulacionismo!


6. El Rapto pretribulación es un negocio rentable para los escritores pre-Tribulacionistas. No obstante, hay algunos pre Tribulacionistas que admitirán que el punto de vista profético del Rapto Tribulacional es todavía un punto de vista minoritario entre los estudiosos de la Biblia. ¿Cómo puede ser eso, podría usted preguntar, puesto que tantos libros de profecía favorecen el punto de vista “pre Tribulacional”? Eso es porque muchas de las principales casas publicadoras “cristianas” están, en la mayoría de los casos, CONTROLADAS por “cristianos liberales”. Los escritores Post-Tribulacionistas a menudo encuentran sumamente duro publicar sus libros por estas casas editoriales, porque el Rapto pre-Tribulacional “vende”. (Puede ser eso porque el rapto pre-Tribulacional atrae a una mentalidad “escapista? Es esa mentalidad de “¡Ciertamente no quiero estar aquí cuando el anticristo se presente!” El punto de vista del rapto pre-Tribulacional apela a nuestra “carne” – después de todo, ¿quién quiere afrontar la persecución?) También, Dr. Robert “Bob” Gundry dice que la mayor parte de los profesores en los colegios bíblicos que él conoce sostienen el punto de vista del rapto post Tribulacional. El agrega que algunos de los profesores en las universidades de la Biblia de la “Persuasión del rapto pre-Tribulacional” sostienen el punto de vista Post-Tribulacional, pero no pueden decirlo públicamente por miedo de perder sus posiciones! ¡Los estudiantes que abiertamente apoyan el rapto post-Tribulacional en estas “Universidades de la Biblia pre- Tribulacionistas” podrían no permitírseles graduarse!

7. ¡A pesar de que a muchos Pre-tribulacionistas les desagrada el autor Dave MacPherson, no han podido desmentir sus conclusiones bien documentadas que demuestran que los orígenes del rapto Pre Tribulacional se remotan a los 1830s – y no antes de ese tiempo! Tampoco los Pre- tribulacionistas han podido desmentir las conclusiones de MacPherson de que la inmensa mayoría de los padres antiguos de la iglesia enseñaron que la iglesia experimentaría “la tribulación de los tiempos del fin – y montones de tribulaciones a lo largo del camino hacia “la tribulación de los tiempos del fin”.


8. La enseñanza pública del Rapto pre-tribulacional se originó en las Islas Británicas durante los 1830s. (Los jesuitas hicieron alguna “creatividad futurista” en la arena profética muchos años antes de esa vez). La teoría Pre Tribulacional“ fue entonces “transportada” para América un poco más tarde, y fue popularizada por la “Biblia de Estudio de Scofield”.

9. ¡Para creer en el Rapto Pre-Tribulacional, uno debe ignorar varios versos cruciales de la Biblia que hablan directamente en contra del Rapto Pre-Tribulacional, como Juan 17:15, donde el Señor Jesucristo Mismo ora que el Padre NO saque a los creyentes FUERA del mundo – y 1 Tesalonicenses 4:16, 17 (que dice que los cristianos que vivan en el tiempo del regreso de Jesucristo no son tomados HASTA DESPUÉS de que” los muertos en Cristo son levantados primero)!


10. Creer en el rapto pre Tribulacional, me parece, va en contra del tema prevaleciente de esas porciones de la Biblia que se ocupan de la tribulación y la persecución. Ese tema prevaleciente es la “preservación EN MEDIO DE la tribulación” (¡Por favor recuerde la historia de Daniel en la guarida de los leones, y de Shadrach, Meshach, y Abed-Nego en el horno ardiente!)

11. Para creer en el Rapto Pre-Tribulacional, usted tiene que SUPONER QUE usted estará entre un “grupo muy selecto” de Cristianos que no tendrán que sufrir cosas horribles durante “la tribulación” de los tiempos del fin. Su “grupo selecto” excluye a aquellos millones de cristianos de siglos pasados que no fueron “evacuados en el aire” de su tribulación y sufrimiento, y los muchos individuos que se “salvaron” (i.e., “Renacidos”) durante “la tribulación” de los tiempos del fin, y que sufrirán martirio!

12. El punto de vista del Rapto pre Tribulacional, en la mayoría de los casos, parece producir FRUTO muy malo – es decir, parece tener “neutralizados” a muchos cristianos que viven hoy, causándoles a que se recuesten y no comban el mal. (Y eso es porque ellos no estarán aquí cuando las cosas se pongan realmente malas.) ¿Podría esta “doctrina” haber sido específicamente diseñada para “neutralizar” a los cristianos?