David Macías Isaza
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Hace poco más de siete años estaba en un viaje de mochilero en el camino Inca que conduce a Machu Picchu con una guitarra, en compañía de otros dos amigos colombianos. Una noche, me puse a tocar la guitarra y a mirar las estrellas que créanme, tal vez no existe otro observatorio natural mejor que éste además de los desiertos tal vez; y estando allí, mirando las estrellas, de repente me inspire para hablarle al creador de todas esas hermosas cosas que estaba viendo, mis palabras fueron más o menos:
- ¿quién hizo las estrellas, estos miles de soles, y todo lo que hay? yo quiero hablar contigo, quienquiera que seas, necesito que me digas la verdad, yo necesito nacer de nuevo…
La verdad yo no sé porque me nacieron esas palabras, pero eso fue lo que dije… siempre había creído que existía un Dios creador de todo, no sé porque estaba esa verdad tan cincelada en mí, como grabada con tinta indeleble, muchas veces me habían invitado a iglesias cristianas en Medellín la ciudad donde nací, y había accedido a orar con amigos cristianos y había visitado algunas congregaciones, pero crecí teniendo problemas con la iglesia católica, me repugnaba… y todavía me repugna; también tenía problemas con las iglesias cristianas… en realidad todavía los tengo… y con cualquier manifestación sectaria; nunca he podido de verdad estar satisfecho con el cristianismo que se ve actualmente, tal vez solo cuando nos hemos reunido en casa algunos creyentes a comer y a cantar con sencillez y sin pretensiones, que créanme, tristemente han sido muy pocas veces.
Como les estaba contando, nunca había tenido problemas con orar con amigos y es más, yo mismo oraba y conversaba con Dios desde que estaba muy pequeño: de repente un paz inmensa me inundaba y yo me desahogaba con Dios y le contaba todas mis penas y salía totalmente renovado… Aquí se estarán preguntando quien me enseñó esto… Yo crecí en un hogar de intelectuales, mi padre es un escritor de literatura y tiene varios títulos de post-grado, es estudiante de filosofía y letras y es profesor de la universidad, el es una autoridad en la enseñanza de la literatura a niños y a jóvenes a nivel internacional pero afirma que no ha encontrado la fe, tal vez por buscar en el lugar equivocado… tal vez porque aún Dios no le ha concedido el privilegio… mi madre es graduada de psicología pero se ha dedicado a las ventas casi desde que yo nací, le gusta el cine europeo y las cosas intelectualoides y humanistas así que no, ellos no me enseñaron nada de esto, para mí es algo innato, algo que siempre ha estado conmigo e inclusive tengo recuerdos de estar sentado mirando la ciudad y conversar con Dios desde que era un niño. Últimamente he descubierto que mis apellidos tienen raíces judías, sospecha que apenas a mis veintiocho años de edad estoy confirmando, claro que yo no fui circuncidado ni tenemos la tradición que seguramente se perdió en las migraciones por las persecuciones.
Como les venía contando, estaba en el camino Inca e hice una oración que me salió de repente. Dos días después de la oración que me nació en el camino Inca, llegamos a un pequeño pueblo que se llama “Aguas Calientes”, este pueblo es el soporte turístico de Machu Picchu, donde se encuentran todos los hoteles y restaurantes de todos los precios y todos los gustos. Me ocurrió que la tarde después de nuestra llegada me quedé dormido luego de almorzar y al despertarme un poco antes del anochecer, Dios me habló con toda claridad como nunca lo había escuchado, el me dijo: David, vamos a la quebrada que te voy a bautizar… Al principio yo pensé, como es lo más natural en estos casos, que era una invención o imaginación mía, pero poco después me percaté que era verdad y de que era muy enserio, le pregunté: ¿Tu eres Dios? y él me respondió: sí yo soy, así que con temblor por su presencia que me manifestó, subí donde estaba la quebrada, por un camino que no había nunca caminado, pero la verdad sentía como si lo conociera desde siempre. Al llegar a la entrada donde los turistas deben pagar, un nativo del lugar bajó y me abrió la puerta y me dijo que siguiera (como si el supiera todo lo me que estaba ocurriendo) hacia arriba y me dijo por donde llegar a la cascada. Poco después estaba bajo las estrellas y solo se oían los grillos y el correr del agua a mi lado, no había ninguna otra luz y mis ojos se acostumbraron a la oscuridad de la noche que ya había caído sobre la selva espesa de Cuzco, de repente vi una piedra blanca muy grande y me senté sobre ella y Dios continuó hablándome, me habló sobre Juan el bautista y sobre el bautismo de Jesús, y esa noche lo entendí, siempre había escuchado esa historia pero nunca lo había entendido hasta esa noche… Así que me quité la ropa y me dejé caer sobre la cuenca que formaba esta caída de agua y me quedé todo el tiempo que aguantara, escuchando pasar el agua sobre mi mientras por mi mente me pasaban todos los recuerdos de mi vida y las cosas que había visto hasta ese día, como una película que se rebobina, como lo que cuentan personas que tienen experiencias cercanas a la muerte. Salí con un grito de libertad levantando mis manos al cielo y noté que algo estaba diferente en mi, de alguna forma mi mente se había “abierto”, y veía todo mucho más grande de lo que lo veía antes, veía más colores y escuchaba mas sonidos que antes.
Luego de secarme y bajar de nuevo donde estaba el nativo, quien tenía una caseta donde vendía refrescos y algunos pasa bocas, me dieron ganas de un refresco pero yo no tenía dinero; sin decirme nada, el nativo me regaló una gaseosa como si supiera lo que estaba ocurriendo… me senté a tomarme el refresco y a escuchar una canción que tenía en la caseta sonando, era una canción de Bob Marley que yo ya había escuchado antes, se llama Jammin, la verdad siempre había escuchado la letra pero solo ese día la entendí, la canción más o menos dice lo siguiente:
“Estamos tocando en el nombre del Señor desde el santo monte de Sion, Jah se sienta en el monte de Sion y dirige toda la creación”
Sólo un tiempo después sabría que se trata de un salmo que está en la Biblia. Para no entrar en debates y no dar lugar a que los prejuicios de algunos lectores les impidan seguir leyendo, tendré que decir que no soy rastafari y que no estoy de acuerdo con todo lo que viven y predican los rasta.
Tres noches después del incidente de la quebrada, estando en un hotel en Cuzco, me desperté a las tres de la mañana en medio de unas visiones aterradoras sobre Medellín, la ciudad donde nací. Resulta que en mis visiones nocturnas veía el valle donde está ubicado Medellín lleno de lodo y todas las personas se revolcaban en el lodo sin poder salir de él. En medio de la visión escuchaba una voz de un varón que me hablaba en una lengua antigua que no recordaba haber escuchado, pero que me resultaba familiar, cuando me desperté, para mi sorpresa quien estaba hablando en esa lengua era yo mismo. Me levanté apresurado y con los brazos levantados continué por un rato largo alabando a Dios en diferentes lenguas y el ambiente paso de denso a muy ligero y liviano, quedando como la noche del bautismo en el río, y las visiones de mi mente se cambiaron por la visión de un anciano entre las nubes y a la derecha del anciano, uno parecido al anciano pero más joven que él. Luego de eso me dormí otra vez y a los pocos días regresamos a Colombia. Estando ya en Medellín de nuevo, le conté a algunas personas la experiencia que había tenido, obviamente no siempre se da el ambiente propicio para hablar de estas cosas, pero cada que tengo la oportunidad, lo comparto. Muchas personas creyeron que estaba loco, que me había fumado algo o que había bebido alguna cosa alucinógena, pero no fue así, esto que me ocurrió no fue por algo que hubiera comido o bebido. Un día se lo conté a un compañero de la universidad, quien me dijo que esto que me había ocurrido estaba registrado en la Biblia, ese día nació mi inquietud por las escrituras y llevo ya poco más de siete años estudiándolas y leyéndolas con ayuda de maestros que han estudiado por más tiempo y también por mis propio medios, investigando y estudiando diferentes puntos de vista. Tengo que decir que honestamente hoy en día se predican cosas que no tienen sustento bíblico, y hasta el mensaje central de toda la Biblia es ignorado por la mayoría. Esto que me ocurrió a mí la Biblia lo registra como el nuevo nacimiento, y Jesús aseguró que es el único medio para ver y entrar al reino de Dios. Ahora que yo lo he vivido puedo dar fe de que es cierto, ocurre un cambio muy profundo en el interior de cualquiera que nazca de nuevo. Casi siempre que comparto con alguien esta experiencia, me preguntan de inmediato que de cual grupo religioso soy. Esta pregunta siempre me ha molestado, no tengo respuesta pues no me considero de ninguno de los grupos ni me identifico con ninguno en particular, para mi todos son sectas pues en el sentido estricto la palabra secta significa alguien o algo que se sectorizó o se separó de otro. Honestamente me cuesta mucho identificarme con alguno, no me considero ni católico, ni evangélico, ni testigo de Jehová, ni pentecostal, ni mormón, ni Judío mesiánico, ni rasta, ni carismático, ni ateo, ni existencialista, ni adventista, ni nada de nada, parece que no tengo un lugar a donde pertenecer, solo me identifico con otras personas cuando conversamos de sus experiencias y me confiesan que también son creyentes. Hace poco un hombre católico con quien estaba compartiendo todas estas cosas, me dijo que era necesario tener muy claro cuál es mi religión, lo único que pude responderle fue que si yo tuviera clara mi religión no podría ser hijo de Dios ni seguir a Cristo. En la Biblia hay un ejemplo muy claro de esto que les estoy contando, que a los ojos del apóstol Pablo se llama inmadurez y es precisamente lo que está ocurriendo ahora. En la carta a los Corintios:
“Yo sigo a Pablo”; otros afirman: “Yo, a Apolos”; otros: “Yo, a Cefas”; y otros: “Yo, a Cristo”. ¡Cómo! ¿Está dividido Cristo? ¿Acaso Pablo fue crucificado por ustedes? ¿O es que fueron bautizados en el nombre de Pablo?" (1º Corintios 1:10-13).
¿Porque siguen habiendo grupos que se jactan de pertenecer a dichos grupos, a dichas sectas?
Hace poco fui expulsado de una congregación evangélica porque hice una pregunta en la que más o menos dije algo así:
“El mismo Dios de Jesús es el que ahora…”
El que es el maestro y pastor de dicha congregación ni siquiera me dejó terminar la pregunta y me dijo que yo estaba diciendo una herejía y me expulsó delante de muchos hermanos, porque según él, Jesús no tiene Dios ya que Jesús es Dios para él. Claro que lo que la Biblia dice es muy diferente, en la Biblia Jesús habla de su Dios varias veces, ora y clama a su Dios. Y la verdad nunca he pensado que Jesús es Dios, pues eso no es lo que veo cuando leo la Biblia. Jesús es el hijo de Dios, engendrado milagrosamente en una virgen de Galilea, pero no hay ningún reporte en la escritura para pensar que Jesús es Dios o miembro de una trinidad. Tampoco hay ninguna mención en la Biblia de dicha trinidad y en contraste si hay muchísimos textos que hablan de un Dios único, y en varias oportunidades Jesús declaró que él mismo creía en un Dios único (Juan 17:3) (Juan 5:44) (Juan 20:17) (Apoc 3:12) (Marcos 12:28-34).
Jesús es un judío y vino primero a los Judíos, los judíos siempre han sido monoteístas y Jesús no cambió eso, el es monoteísta también, y por esto es que yo soy monoteísta. Algunas personas llaman a esto ser unitario, pero yo no lo llamo así porque en Colombia existe una secta unitaria que son llamados los “Jesús solos”, ellos afirman que Jesús es Dios, que él es el padre y el hijo y el espíritu y que él es todo. Esto obviamente no tiene un sustento bíblico consistente.
Yo soy monoteísta como Noé, Abraham, Isaac, Jacób, Moisés, los profetas, David, Salomón, Jesús y los apóstoles. Y yo nací del agua y del espíritu, soy un hijo del único Dios.
www.unitario.bloghostal.com
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Hace poco más de siete años estaba en un viaje de mochilero en el camino Inca que conduce a Machu Picchu con una guitarra, en compañía de otros dos amigos colombianos. Una noche, me puse a tocar la guitarra y a mirar las estrellas que créanme, tal vez no existe otro observatorio natural mejor que éste además de los desiertos tal vez; y estando allí, mirando las estrellas, de repente me inspire para hablarle al creador de todas esas hermosas cosas que estaba viendo, mis palabras fueron más o menos:
- ¿quién hizo las estrellas, estos miles de soles, y todo lo que hay? yo quiero hablar contigo, quienquiera que seas, necesito que me digas la verdad, yo necesito nacer de nuevo…
La verdad yo no sé porque me nacieron esas palabras, pero eso fue lo que dije… siempre había creído que existía un Dios creador de todo, no sé porque estaba esa verdad tan cincelada en mí, como grabada con tinta indeleble, muchas veces me habían invitado a iglesias cristianas en Medellín la ciudad donde nací, y había accedido a orar con amigos cristianos y había visitado algunas congregaciones, pero crecí teniendo problemas con la iglesia católica, me repugnaba… y todavía me repugna; también tenía problemas con las iglesias cristianas… en realidad todavía los tengo… y con cualquier manifestación sectaria; nunca he podido de verdad estar satisfecho con el cristianismo que se ve actualmente, tal vez solo cuando nos hemos reunido en casa algunos creyentes a comer y a cantar con sencillez y sin pretensiones, que créanme, tristemente han sido muy pocas veces.
Como les estaba contando, nunca había tenido problemas con orar con amigos y es más, yo mismo oraba y conversaba con Dios desde que estaba muy pequeño: de repente un paz inmensa me inundaba y yo me desahogaba con Dios y le contaba todas mis penas y salía totalmente renovado… Aquí se estarán preguntando quien me enseñó esto… Yo crecí en un hogar de intelectuales, mi padre es un escritor de literatura y tiene varios títulos de post-grado, es estudiante de filosofía y letras y es profesor de la universidad, el es una autoridad en la enseñanza de la literatura a niños y a jóvenes a nivel internacional pero afirma que no ha encontrado la fe, tal vez por buscar en el lugar equivocado… tal vez porque aún Dios no le ha concedido el privilegio… mi madre es graduada de psicología pero se ha dedicado a las ventas casi desde que yo nací, le gusta el cine europeo y las cosas intelectualoides y humanistas así que no, ellos no me enseñaron nada de esto, para mí es algo innato, algo que siempre ha estado conmigo e inclusive tengo recuerdos de estar sentado mirando la ciudad y conversar con Dios desde que era un niño. Últimamente he descubierto que mis apellidos tienen raíces judías, sospecha que apenas a mis veintiocho años de edad estoy confirmando, claro que yo no fui circuncidado ni tenemos la tradición que seguramente se perdió en las migraciones por las persecuciones.
Como les venía contando, estaba en el camino Inca e hice una oración que me salió de repente. Dos días después de la oración que me nació en el camino Inca, llegamos a un pequeño pueblo que se llama “Aguas Calientes”, este pueblo es el soporte turístico de Machu Picchu, donde se encuentran todos los hoteles y restaurantes de todos los precios y todos los gustos. Me ocurrió que la tarde después de nuestra llegada me quedé dormido luego de almorzar y al despertarme un poco antes del anochecer, Dios me habló con toda claridad como nunca lo había escuchado, el me dijo: David, vamos a la quebrada que te voy a bautizar… Al principio yo pensé, como es lo más natural en estos casos, que era una invención o imaginación mía, pero poco después me percaté que era verdad y de que era muy enserio, le pregunté: ¿Tu eres Dios? y él me respondió: sí yo soy, así que con temblor por su presencia que me manifestó, subí donde estaba la quebrada, por un camino que no había nunca caminado, pero la verdad sentía como si lo conociera desde siempre. Al llegar a la entrada donde los turistas deben pagar, un nativo del lugar bajó y me abrió la puerta y me dijo que siguiera (como si el supiera todo lo me que estaba ocurriendo) hacia arriba y me dijo por donde llegar a la cascada. Poco después estaba bajo las estrellas y solo se oían los grillos y el correr del agua a mi lado, no había ninguna otra luz y mis ojos se acostumbraron a la oscuridad de la noche que ya había caído sobre la selva espesa de Cuzco, de repente vi una piedra blanca muy grande y me senté sobre ella y Dios continuó hablándome, me habló sobre Juan el bautista y sobre el bautismo de Jesús, y esa noche lo entendí, siempre había escuchado esa historia pero nunca lo había entendido hasta esa noche… Así que me quité la ropa y me dejé caer sobre la cuenca que formaba esta caída de agua y me quedé todo el tiempo que aguantara, escuchando pasar el agua sobre mi mientras por mi mente me pasaban todos los recuerdos de mi vida y las cosas que había visto hasta ese día, como una película que se rebobina, como lo que cuentan personas que tienen experiencias cercanas a la muerte. Salí con un grito de libertad levantando mis manos al cielo y noté que algo estaba diferente en mi, de alguna forma mi mente se había “abierto”, y veía todo mucho más grande de lo que lo veía antes, veía más colores y escuchaba mas sonidos que antes.
Luego de secarme y bajar de nuevo donde estaba el nativo, quien tenía una caseta donde vendía refrescos y algunos pasa bocas, me dieron ganas de un refresco pero yo no tenía dinero; sin decirme nada, el nativo me regaló una gaseosa como si supiera lo que estaba ocurriendo… me senté a tomarme el refresco y a escuchar una canción que tenía en la caseta sonando, era una canción de Bob Marley que yo ya había escuchado antes, se llama Jammin, la verdad siempre había escuchado la letra pero solo ese día la entendí, la canción más o menos dice lo siguiente:
“Estamos tocando en el nombre del Señor desde el santo monte de Sion, Jah se sienta en el monte de Sion y dirige toda la creación”
Sólo un tiempo después sabría que se trata de un salmo que está en la Biblia. Para no entrar en debates y no dar lugar a que los prejuicios de algunos lectores les impidan seguir leyendo, tendré que decir que no soy rastafari y que no estoy de acuerdo con todo lo que viven y predican los rasta.
Tres noches después del incidente de la quebrada, estando en un hotel en Cuzco, me desperté a las tres de la mañana en medio de unas visiones aterradoras sobre Medellín, la ciudad donde nací. Resulta que en mis visiones nocturnas veía el valle donde está ubicado Medellín lleno de lodo y todas las personas se revolcaban en el lodo sin poder salir de él. En medio de la visión escuchaba una voz de un varón que me hablaba en una lengua antigua que no recordaba haber escuchado, pero que me resultaba familiar, cuando me desperté, para mi sorpresa quien estaba hablando en esa lengua era yo mismo. Me levanté apresurado y con los brazos levantados continué por un rato largo alabando a Dios en diferentes lenguas y el ambiente paso de denso a muy ligero y liviano, quedando como la noche del bautismo en el río, y las visiones de mi mente se cambiaron por la visión de un anciano entre las nubes y a la derecha del anciano, uno parecido al anciano pero más joven que él. Luego de eso me dormí otra vez y a los pocos días regresamos a Colombia. Estando ya en Medellín de nuevo, le conté a algunas personas la experiencia que había tenido, obviamente no siempre se da el ambiente propicio para hablar de estas cosas, pero cada que tengo la oportunidad, lo comparto. Muchas personas creyeron que estaba loco, que me había fumado algo o que había bebido alguna cosa alucinógena, pero no fue así, esto que me ocurrió no fue por algo que hubiera comido o bebido. Un día se lo conté a un compañero de la universidad, quien me dijo que esto que me había ocurrido estaba registrado en la Biblia, ese día nació mi inquietud por las escrituras y llevo ya poco más de siete años estudiándolas y leyéndolas con ayuda de maestros que han estudiado por más tiempo y también por mis propio medios, investigando y estudiando diferentes puntos de vista. Tengo que decir que honestamente hoy en día se predican cosas que no tienen sustento bíblico, y hasta el mensaje central de toda la Biblia es ignorado por la mayoría. Esto que me ocurrió a mí la Biblia lo registra como el nuevo nacimiento, y Jesús aseguró que es el único medio para ver y entrar al reino de Dios. Ahora que yo lo he vivido puedo dar fe de que es cierto, ocurre un cambio muy profundo en el interior de cualquiera que nazca de nuevo. Casi siempre que comparto con alguien esta experiencia, me preguntan de inmediato que de cual grupo religioso soy. Esta pregunta siempre me ha molestado, no tengo respuesta pues no me considero de ninguno de los grupos ni me identifico con ninguno en particular, para mi todos son sectas pues en el sentido estricto la palabra secta significa alguien o algo que se sectorizó o se separó de otro. Honestamente me cuesta mucho identificarme con alguno, no me considero ni católico, ni evangélico, ni testigo de Jehová, ni pentecostal, ni mormón, ni Judío mesiánico, ni rasta, ni carismático, ni ateo, ni existencialista, ni adventista, ni nada de nada, parece que no tengo un lugar a donde pertenecer, solo me identifico con otras personas cuando conversamos de sus experiencias y me confiesan que también son creyentes. Hace poco un hombre católico con quien estaba compartiendo todas estas cosas, me dijo que era necesario tener muy claro cuál es mi religión, lo único que pude responderle fue que si yo tuviera clara mi religión no podría ser hijo de Dios ni seguir a Cristo. En la Biblia hay un ejemplo muy claro de esto que les estoy contando, que a los ojos del apóstol Pablo se llama inmadurez y es precisamente lo que está ocurriendo ahora. En la carta a los Corintios:
“Yo sigo a Pablo”; otros afirman: “Yo, a Apolos”; otros: “Yo, a Cefas”; y otros: “Yo, a Cristo”. ¡Cómo! ¿Está dividido Cristo? ¿Acaso Pablo fue crucificado por ustedes? ¿O es que fueron bautizados en el nombre de Pablo?" (1º Corintios 1:10-13).
¿Porque siguen habiendo grupos que se jactan de pertenecer a dichos grupos, a dichas sectas?
Hace poco fui expulsado de una congregación evangélica porque hice una pregunta en la que más o menos dije algo así:
“El mismo Dios de Jesús es el que ahora…”
El que es el maestro y pastor de dicha congregación ni siquiera me dejó terminar la pregunta y me dijo que yo estaba diciendo una herejía y me expulsó delante de muchos hermanos, porque según él, Jesús no tiene Dios ya que Jesús es Dios para él. Claro que lo que la Biblia dice es muy diferente, en la Biblia Jesús habla de su Dios varias veces, ora y clama a su Dios. Y la verdad nunca he pensado que Jesús es Dios, pues eso no es lo que veo cuando leo la Biblia. Jesús es el hijo de Dios, engendrado milagrosamente en una virgen de Galilea, pero no hay ningún reporte en la escritura para pensar que Jesús es Dios o miembro de una trinidad. Tampoco hay ninguna mención en la Biblia de dicha trinidad y en contraste si hay muchísimos textos que hablan de un Dios único, y en varias oportunidades Jesús declaró que él mismo creía en un Dios único (Juan 17:3) (Juan 5:44) (Juan 20:17) (Apoc 3:12) (Marcos 12:28-34).
Jesús es un judío y vino primero a los Judíos, los judíos siempre han sido monoteístas y Jesús no cambió eso, el es monoteísta también, y por esto es que yo soy monoteísta. Algunas personas llaman a esto ser unitario, pero yo no lo llamo así porque en Colombia existe una secta unitaria que son llamados los “Jesús solos”, ellos afirman que Jesús es Dios, que él es el padre y el hijo y el espíritu y que él es todo. Esto obviamente no tiene un sustento bíblico consistente.
Yo soy monoteísta como Noé, Abraham, Isaac, Jacób, Moisés, los profetas, David, Salomón, Jesús y los apóstoles. Y yo nací del agua y del espíritu, soy un hijo del único Dios.
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