Palabra históricamente atemorizante. En un sentido práctico, significa: “Exterminio o la eliminación sistemática, de un grupo humano por motivos diferentes”. Durante la historia de la humanidad, encontramos páginas escritas con la sangre de millones de personas que fueron masacradas por diferentes razones. Los turcos masacraron a más de un millón de personas, los Himas-Tutsis de Ruanda y Uganda,…y la lista continúa. Pero, en conformidad con documentos históricos, aceptados y reconocidos por el Vaticano, indudablemente, esos datos señalan que los mayores Genocidios fueron realizados por el Papado de la Iglesia Católica y por Hitler. Fueron los Franciscanos los que dirigieron las masacres en Croacia, y luego unidos a los Dominicos contra los Cátaros y Judíos desde comienzos del segundo milenio. Esas dos conocidas órdenes religiosas fueron levantadas por el papado para cumplir la tarea conjunta de exterminar a los herejes, “es decir”, a todos los que rechazaran la fe católica. De igual manera, está registrado históricamente, cómo masacraron sistemáticamente, en la Cruzada del Papa Inocencio III, por más de 20 años a los Albigenses, en los Siglos XI y XII. En relación a las ya tristes y famosas cruzadas católicas ustashi, el historiador católico Marconi lo admitió: “Es casi imposible, el imaginar una expedición punitiva ustashi sin un sacerdote a la cabeza alentándola, siendo usualmente, un Franciscano”…Las atrocidades realizadas por los Franciscanos: Bnica, Mile Friganovic, Ante Zrinusic y Spika, en la espantosa “Noche de Jasenovac”, no las vamos a describir, por la simple razón de no perder el objetivo principal al compartir estas líneas. Las barbaries católicas contra los ortodoxos en Serbia (1913-1941) fue lo que provocó la triste frase declarada por el mismo Hitler: “El catolicismo es el golpe más duro que alguna vez golpeó la humanidad”…El papa Juan Pablo II se disculpó ante el mundo, por “Las cosas que ocurrieron en el pasado”. No podemos dejar estos genocidios históricos en ese punto, sin hacernos algunas preguntas que la dignidad y la vergüenza obliga a todo aquel que se diga ser Cristiano. ¿Por qué se dieron los Genocidios? ¿Por qué no se frenó el Genocidio? ¿Por qué la inmensa mayoría de la humanidad se hicieron cómplices a través del silencio? ¿Qué los ligó, o fusionó?...Podríamos dar opciones, como preguntas o respuestas: ¿Por irresponsabilidad, o por comodidad, o temor a no perder lo que se tiene,…incluyendo, el prestigio y hasta la vida misma?…¿Cuál es su opinión?..
Las religiones y sus líderes de esos tiempos, apostaron (y perdieron delante del Dios creador) por ser cómplices en medio de un cobarde silencio, que ensordeció a las víctimas y sus familiares. Y la misma pregunta de antes, es la piedra donde tropiezan, para rechazar la evangelización de todo aquello que se diga cristianismo, (para ellos todos son iguales, llámese Católicos, o protestantes...)
¿Por qué el papado apoyó a Hitler? ¿Por qué el silencio de los protestantes y de los cristianos en general?... ¿Y ese es el amor del Dios que ustedes predican y quieren que nosotros aceptemos?...*
Ignorar o desechar o minimizar la historia de la humanidad, es un craso error, ya que convierte a la generación de turno en candidatos a repetir lo vivido por la generación anterior.
En nuestro Siglo XXI estamos viviendo un “nuevo género de Genocidio” el cual amenaza muy seriamente a las futuras generaciones. En este atroz genocidio, los ataques no van dirigidos a una raza humana o grupo específico, ni los culpables son los líderes políticos, como tampoco los de la Iglesia Católica. La embestida se da contra la “Identidad del verdadero Cristiano”…y en este caso, los enemigos no son tan visibles, para que el “crédulo-religioso” de buen corazoncito y de poca intimidad con el Espíritu de Dios, y además, con poco conocimiento de Las Escrituras, sea capaz de entender y apercibir el peligro que les acecha, en medio de los “lobos vestidos de ovejas”, que una vez más en la historia, entre el Dios creador y sus criaturas, apostatan de la verdadera fe y de la doctrina de Jesucristo, conforme nos enseña el Señor Jesús, que los tales falsos lideres, y falsos maestros, y falsos apóstoles y profetas, no tienen a Dios. 2Juan 9.
Durante siglos el verdadero cristianismo ha sido atacado en tres líneas muy claras y reconocidas: a) Por la típica confrontación directa: Genocidios y leyes humanas, anti-cristianas. B) La ridiculización o el escarnio del Cristianismo: El menosprecio y la burla sobre la Persona de nuestro Señor Jesús. C) La confusión en medio del ecumenismo. ¡En cada una de ellas han y siguen fracasando!
¡No le pida a Dios que le abra el entendimiento para que vea claramente estas tres áreas de real peligro, si no está dispuesto(a) a dejar su comodidad y su religiosidad, y comenzar a dar el vivo testimonio de ser verdaderamente un cristiano! Recuerde, “Dios no espera nada de aquellos que no digan que son cristianos; pero Dios espera todo de aquellos que digan que si lo son”…
*Yo acepté a mi Señor Jesucristo un 28 de Julio de 1991 a las 11:42 a.m. en la Iglesia del Centro Evangelístico de Zapote, siendo el sembrador que Dios usó para “darme su Semilla” el Pastor Hugo Solís. En esos años, existía en Costa Rica, un remanente hermoso que fue sistemáticamente perseguido y desplazado por una generación de “imitadores de los dones y la unción del Espíritu” promovidos por la nueva camada naciente de apostatas que literalmente lanzaron a esa hoguera “de la nueva santa inquisición evangélica” a todos aquellos “herejes”, que se atrevían a cuestionar el nuevo mover de Dios, y las revelaciones “frescas del Espíritu”. Con profunda tristeza pregunto: “¿Dónde está la generación de cristianos de los principios de los ´90? Aquellos que prefirieron ir al desierto con el Dios que los creó y compró a precio de sangre, que vender su identidad por un plato de lentejas. ¿Habrá alguno que haya sobrevivido?...¡POR FAVOR LLÁMEME!¡¡¡Que yo también soy“…uno de los siete mil de los que no hemos doblado rodilla ante nada ni ante nadie”…!!!*
Con la confrontación directa, jamás van a erradicar el verdadero cristianismo, mucho menos, con el escarnio de la Persona de Jesús. Pero, el peligro latente, se encuentra en el ecumenismo no del Catolicismo hacia el cristianismo, sino al revés, de la Iglesia Evangélica hacia el poderío católico. Cuando usted escuche decir a un pastor evangélico: “Es tiempo de no dejar que las doctrinas nos separen…” “Busquemos la unidad en medio de la diversidad…”etc... “Oremos por la unidad de las iglesias, para que el mundo crea…” Yo, Tibor Mészáros, pastor de la Iglesia Cristiana Efesios 4:23 en Pavas, Costa Rica, le aseguro con fundamento bíblico que usted está escuchando a uno que se apartó de la sana doctrina de Jesucristo. Esta sana doctrina es inmutable, no negociable, e indispensable para nuestra fidelidad al Dios de la Biblia. La Doctrina de Jesucristo nos une, nos protege, y nos da disciplina e identidad a todos los que permanecemos en ella y nos separa de todos aquellos que se desvíen en pos de otros evangelios, y de otras doctrinas. La triste manipulación de Juan 17:21 al 23, es clara y transparente como el agua cristalina, que la unidad deseada por Dios, sea de esta única y perfecta manera: “para que todos sean uno; como Tú, oh Padre, en Mí, y Yo en Ti, que también ellos sean uno En Nosotros; para que el mundo crea que Tú me enviaste”¡Punto!.Para un corazón sincero y agradecido, contrito y humillado, que conozca y ame al Señor; estaría claro el anhelo de la verdadera unidad entre los hijos del mismo Espíritu y fieles a Su Palabra. ¿Sin fundamento,…sin doctrina? ¿Qué nos queda…a dónde iremos? ¿Cuál sería nuestra fe?...Sistemáticamente, están destruyendo la imagen del verdadero cristiano. Las falsas doctrinas y el paganismo han sido introducidos y “legalizados” por el mismo liderazgo corrupto que ha dejado el amor de Dios, amando más la carne y los placeres temporales de este mundo. A este paso y al ritmo del sensual-reguetón y rock “diske” cristiano, que de cristiano nada tienen. ¿Hacia dónde vamos?...¿Qué clase de ejemplo de cristiano legaremos a nuestros nietos y futuras generaciones? En el próximo siglo, volverá algún verdadero cristiano a preguntarse: ¿Por qué se dio el Genocidio de La identidad del Cristiano? ¿Por qué no se frenó? ¿No había atalayas de Dios? o ¿El pueblo los rechazó? o ¿Eran cobardes todos los creyentes? ¿Fueron victimarios, víctimas, o cómplices de tal Genocidio?..Amado lector, ¿con cuál grupo se identifica usted?. En lo que a mí respecta, por ser un verdadero cristiano y verdadero siervo de Jesucristo, y coparticipe de la naturaleza de Dios, amo lo que Dios ama y aborrezco lo que Dios aborrece; y el conocimiento me da responsabilidad sobre lo que tengo convicción. Tengo un compromiso de fidelidad con mí Dios y mi Señor Jesucristo, y es el deseo de todo mi ser honrar al Dios que conozco, amo y sirvo. No seré cómplice de un Genocidio en contra de la Identidad del verdadero Cristiano. Y el silencio nos haría cómplices. ¡Yo, decidí no volver a deshonrar a Dios, y desde el 28 de Julio de 1991 pienso, siento, y vivo como lo que soy; porque soy…Un cristiano con identidad. ¡No se rinda!...es mejor vivir y morir como un cristiano con identidad; que vivir y morir sin identidad.
Un abrazo,
Tibor Mészáros,
siervo de Jesucristo.