WOODROW NICHOLS y BROOKS ALEXANDER
Pero a través del inmenso espacio, mentes que son a las nuestras lo que las nuestras son a las de las bestias que perecen, grandes intelectos, fríos y nada benévolos, contemplaban esta Tierra con envidiosos ojos, y lenta, pero seguramente, preparaban sus planes cono nosotros. Y a principios del siglo veinte llegó el gran desencanto.
H. G. WELLS,
Por vez primera en la historia desde
Est
I. ASÍ DIJO EL CUERVO
En el siglo XIX el talante científico capturó la imaginación de todos los campos de la filosofía natural. La política y
Poe estuvo entro los primeros en transmitir especulaciones eruditas al público de manera accesible —la historia corta. De hecho, la teoría que Poe mantenía de esta forma y su perfección en su técnica fueron el resultado de su interés por la nueva filosofía «científica». Afirmó estar guiado por un teorema espiritual que él denominó el «principio poético». Creía que una persona guiada por este principio será guiada infaliblemente a la verdad. La obsesión de Poe en su búsqueda de respuestas de los misterios del universo le guió a reinos de misterio que exploró en sus historias de intriga e imaginación.
Los Mystery Writers (Escritores de Misterio) de América conceden un premio cada año a la mejor obra de misterio, y a este premio se le llama el Edgar. Poe escribió las primeras historias genuinas de detectives; el Sherlock Holmes de Conan Doyle está basado en el Monsieur C. Auguste Dupin de Poe. Todos los géneros de ficción actual tienen contraída una deuda con los grandes poderes analíticos y creativos de Poe. Con su pasión por crear el efecto apetecido, manipulando cada palabra y frase en sus esfuerzos por lograrlo, hizo de la narración corta una forma creíble de arte. Fue principalmente gracias al dominio que Poe logró de este género que la narración corta llegaría a ser el vehículo de la ciencia-ficción.
Pero su magna obra metafísica es una de sus últimas obras que escribiera antes de su trágica muerte (resultado de su adicción al alcohol y al opio). En un poema en prosa titulado Eureka («¡Lo encontré!»), Poe bosquejó su solución al misterio del universo, sintetizando sus especulaciones bíblicas (él era un Sudista racista «bíblico») y el conocimiento científico Newtoniano. En su bosquejo, se parece a las teorías del universo de Einstein. En sus implicaciones más amplias es virtualmente un manifiesto de
Lo que llamáis el Universo de las Estrellas es tan sólo su existencia actual expansiva (de Dios). Él siente ahora su vida a través de una infinidad de placeres imperfectos —los placeres parciales y mezclados con dolores de aquellas cosas inconcebiblemente numerosas que designáis como criaturas de él, pero que son en realidad individualizaciones infinitas de Sí mismo... Estas criaturas son, todas ellas, de manera más o menos clara, Inteligencias conscientes; conscientes, primeramente, de una identidad propia; conscientes, también, y ello por débiles e indeterminados vislumbres, de una identidad con el Divino Ser de quien hablamos —de una identidad con Dios... Pensad en que el sentido de la identidad individual quedará gradualmente disuelto en la conciencia general —que el Hombre, por ejemplo, cesando gradualmente de sentirse a sí mismo como Hombre, llegará a aquella época abrumadoramente triunfal en la que reconocerá su existencia como siendo la de Jehová. Entre tanto mantened en vuestros pensamientos que todo es Vida-Vida-Vida dentro de
En su nota final, él explica que a fin «de que Dios pueda ser todo en todos, cada uno debe llegar a ser Dios». Tan solo nos queda esperar que el señor Poe realmente fuera sincero cuando dijo sus últimas palabras: «Señor, ayuda a mi pobre alma».
II. PRECURSORES
Dos devotos discípulos de Poe han proyectado su influyente genio en la ciencia-ficción: Julio Verne (padre de la ciencia-ficción tradicional «orientada científicamente») y H. P. Lovecraft (padre de la ciencia-ficción «fantástica» ocultista). Ambos autores escribieron secuelas a la narración de Poe, Narrative of Arthur Gordon Pym of Nantucket (Aventuras de Arthur Gordon Pym). Verne declaró que Poe era su mentor y estaba verdaderamente obsesionado con la inventiva imaginación de Poe. Todas sus fantásticas historias de increíbles viajes deben su creación a esta chispa creadora de Poe.
ntes de que pasemos a Lovecraft, es esencial mencionar a por lo menos otros tres escritores de literatura científica: Karl Marx, H. G. Wells, y Olaf Stapledon. Aunque muchos encontrarán la idea bastante extraña, se puede considerar al Manifiesto Comunista como un clásico de todos los tiempos de ciencia-ficción —o por lo menos de ciencia hecha ficción. En esta obra, la historia, la política, la sociología y la cosmología son todas reducidas a materialismo científico —tan solo hay que eliminar el Espíritu Divino de la obra de Poe, reemplazarlo con un proceso impersonal histórico dialéctico (tomado del «Espíritu del Mundo» de Hegel), y queda evidente que Marx propone un esquema de valores últimos que, aunque es falso (o ficticio), se reviste de «científico». Marx fue el portavoz del Socialismo Continental. H. G. Wells fue el escritor de la escuela inglesa de los Fabianos. Tomó los ángeles caídos de
Olaf Stapledon fue otro inglés que influenció mucho los temas y esquemas de los futuros autores. Sus obras más influyentes fueron publicadas en los años treinta y cuarenta de este siglo (el período de gestación de la moderna ciencia-ficción de mercado de masas), y aun con esto es extrañamente contemporáneo en muchas de sus ideas y exploró el reino de las especulaciones metafísicas de manera que se podría colocar en cabeza de los humanistas místico-evolucionista-cósmicos. En particular, desarrolló el concepto del «dios en evolución», por el cual se veía la búsqueda espiritual de la humanidad como una etapa en el desarrollo de una superconciencia que llegaría (y quizá podría sobrepasar) a la omnisciencia de «Dios» en las religiones tradicionales.
Siendo tan influyente el pensamiento de Stapledon, no obstante nunca atrajo la imaginación de las masas. Su influencia se hace patente a través de otros autores más populares. Ello quizá sea debido a que sus obras tenían, generalmente, tanto dramatismo como el que tiene la cinta impresa de una computadora. Su Last and First Men está en deuda tanto con Wells como con Nietzsche, pero su idea de que los hombres del futuro serían capaces de poseer las mentes de los hombres del presente fue una manera muy singular de redefinir el antiguo concepto de Demonio.
III.
H. P. Lovecraft utiliza la misma idea (solo que son seres invasores procedentes del pasado) en su mejor historia,
El único cristiano que parece haber tenido la capacidad de comprender este fenómeno fue C. S. Lewis, que intentó redimir el género con su Space Trilogy (Trilogía Espacial), que es ahora considerada como un clásico en su género, incluso en los círculos seculares. No obstante, los elementos anticristianos de la ciencia-ficción triunfaron definitivamente. La mayor parle de las presuposiciones que se exhiben en ella son o racionalistas-materialistas u oculto-místicas. No sería hasta más adelante que estas dos corrientes se entremezclarían.
IV. CHILDHOOD'S END (EL FINAL DE
No era ningún error. Las alas parecidas a cuero, los pequeños cuernos, la espinosa cola —todo estaba allí. La más terrible de las leyendas había venido a la vida, procedente del desconocido pasado. Pera ahora sonreía de pie con su majestuosidad de ébano, con la luz del sol brillando sobre tremendo cuerpo.
ARTHUR CLARKE, Childhood's End (El final de
Arthur C. Clarke es uno de los pocos que merecen el apelativo de «gigante» de la moderna ciencia-ficción (entre los otros: Heinlein, Asimov, Van Vogt).
Cuando era un joven de catorce años en Inglaterra, Clarke fue atraído al exótico culto de la ciencia-ficción por medio de los libros. Empezó a escribir historias originales cuando tenía 15 años, y vendió su primera historia a una revista seis años más tarde en 1938. Publicó un ensayo técnico no ficticio en el ejemplar de octubre de 1945 de Wireless World, en el que propuso la utilización de satélites artificiales como estaciones repetidoras de radio y TV (en 1963 Clarke recibió
Clarke posee una combinación singular de cualidades: una imaginación rápida y vívida, claridad intelectual para comunicar conceptos difíciles, y las credenciales científicas para escribir ciencia-ficción como si fuera realidad. Su primera obra maestra larga, Childhood's End (El Final de
En el propio libro, los OVNIS llegan a
Pero no ... en realidad son guardianes superinteligentes, custodiando a la humanidad para la misteriosa «Supermente», mientras ésta nos prepara para guiarnos a través de unas transformaciones evolutivas enormes e inconcebibles. La nueva raza son los niños de los últimos humanos. Por lo menos, parecen niños, pero sus caras están vacías de personalidad, pues no son individuos. Son solamente células en el cuerpo de la divinidad, neuronas de una sola mente —
Creemos —es tan sólo una teoría— que
Clarke propina en su obra un diestro golpe ideológico con su astuta inversión de valores al darles a los «Overlords» con su apariencia demoníaca el benigno papel de protectores y de guías. El punto de vista metafísico que mantiene esta línea es expresado en varias maneras. Por ejemplo, una fuerte de oposición a los planes de los «Overlords» proviene de un grupo potencialmente peligroso de fanáticos religiosos, sinceros pero desviados. Con sublime superioridad, Karellen afirma del guía de ellos:
Encontraréis hombres como él en todas las religiones del mundo. Ellos saben que nosotros representamos la razón y la ciencia, y que, por muy confiados que estén en sus creencias, temen que vayamos a destronar a sus dioses. No necesariamente por medio de actos deliberados, sino de una manera más sutil... Creedme, no nos produce ningún placer el destruir la fe de las personas, pero tantas las religiones del mundo no pueden estar en lo cierto, y más tarde o más temprano, el hombre tiene que saber la verdad...
De ello se deduce que algunas de las religiones del mundo puedan estar en lo cierto, y los «Overlords» confirman después esta deducción:
«Vuestros místicos, aunque estaban perdidos en sus propias engaños, vieron parte de la verdad. Hay poderes de la mente, y poderes por encima de la mente que vuestra ciencia nunca hubiera podido asimilar en su marco sin haber quedado completamente trastornada. A lo largo de todas las épocas ha habido informes de extraños fenómenos —poltergismo, telepatía, precognición—, que vosotros habíais nombrado, pero nunca explicado ... Pero existen, y si tiene que ser completa, cualquier teoría del universo tiene que admitirlos y dar cuenta de ellos.
A muchos distintos niveles, Clarke y Childhood's End son fundamentales para comprender la mentalidad contemporánea y su visión de la interrelación de la ciencia, religiones místicas, parapsicología, el reino espiritual, los OVNIS, y el iluminismo. Clarke ató todos estos cabos de una manera muy fuerte en las primeras etapas de su obra, y el significado de esta función no se ha perdido en los posteriores activistas de un color u otro. Muchos de los grupos «OVNI-Underground» han tomado Childhood's End como modelo para tratar de adivinar el intento de los extraterrestres que supuestamente tratan de entrar en contacto con nosotros. Entre los investigadores serios de fenómenos psíquicos y OVNIS, J. J. Hurtak y Andrija Puharich mantienen este punto de vista.
Desde los primeros días de la ciencia-ficción ha habido la obsesión del contacto con inteligencias extrañas. Ahora, del tren de la ficción, la ciencia ha recogido el tópico. Incluso hay gobiernos que han diseñado escenarios para un primer contacto. Clarke desarrolla este tema de manera aún más poderosa en su ciencia ficción más reciente. C. S. Lewis habló de la moderna mitología científica de la evolución, comparándola con la mitología Nórdica en su trágica grandeza cósmica. Tuvo la esperanza de que algún día llegaría algún poeta (un Homero o Dante contemporáneo) que presentase en forma literaria el arrebatador drama de este mito. Clarke ha llegado cerca de esta visión en su guión para 2001: Odisea del Espacio. Desde el amanecer de la inteligencia en los primitivos hombres-simios hasta más allá del espacio y del tiempo en la persona del Hijo de
La supervivencia del más apto (llevada al punto del conflicto entre el hombre y su propia tecnología en un pavoroso duelo entre un astronauta y su ordenador) guía a un hombre a la perfección, para volver a
La novela más reciente de Clarke, Imperial Earth (Tierra Imperial), es su argumento más explícito del valor de los contactos con IETs (Inteligencias Extraterrestres). En ella hace un apasionado llamamiento al mundo para que gaste sus recursos en la construcción de un gigantesco receptor que pueda recibir señales que se hallan fuera del rango que es accesible a nuestros actuales receptores. ¿Qué es lo que está pasando aquí? Intentaremos afinar mejor el enfoque antes de contestar a esta pregunta.
V. EL MEDIO ES EL MENSAJE
Es casi irónico que los medios que han hecho que la ciencia-ficción sea más accesible a las masas (TV, radio, películas) fueron a su vez las especulaciones de la ciencia-ficción en el pasado. Hay una conexión asombrosa aquí, una interrelación sutil, y no obstante abierta en la que el medio que expone el mensaje es (y cada vez más y más) el mismo mensaje. Vivimos en una era científica, una era con un shock en el futuro —una era en la que cada vez es más difícil distinguir entre la realidad diaria y la ciencia-ficción. No es de asombrarse que el género se está apartando de su antigua orientación mecanicista y esté aventurándose en el reino de la conciencia en el que sólo los místicos y los ocultistas se atrevían a explorar antes.
La tecnología espacial ha creado en nosotros una actitud de sofisticación galáctica en la que incluso los aterrizajes en Marte son sucesos de ¡ah, vaya! que pueden ser contemplados cómodamente en las noticias de la tarde. Para 1965, cuando la tecnología que iba a permitir un alunizaje ya estaba dentro de nuestro alcance, una serie de TV empezó a capturar lentamente la imaginación de una generación que estaba experimentando cambios revolucionarios, como consecuencia de la crisis de los misiles en Cuba, el asesinato de Kennedy, Vietnam, la explosión de las drogas, y el desea de las masas por «una experiencia de primer orden». Esta serie aún se muestra por la pequeña pantalla, siendo la de mayor éxito de todas las series de todos los tiempos: «Rumbo a las Estrellas».
Recuerdo a mi madre diciendo que, después de aceptar la realidad de grandes viajes interplanetarios, los alunizajes parecían más bien los logros de una raza primitiva. Esta serie no tan solo introdujo, en limpias tajadas de 60 minutos cada una, a sus espectadores en todas las ideas principales de la ciencia-ficción, sino que también sentó el terreno para la afirmación esperanzada de que cualquier contacto con el «más allá» sería benevolente y bien intencionado. La llamada «primera instrucción» afirmaba que la nave espacial Enterprise no podía interferir en el desarrollo natural de ningún planeta, a no ser que fuera solicitado. Si invertimos el concepto, podemos ver sus implicaciones para los que quieren ver en los OVNIS a los «salvadores celestiales». En una asombrosa inversión de los invasores marcianos de H. G. Wells, Clarke y «Rumbo a las Estrellas» han condicionado nuestras mentes a aceptar que cualquier conciencia superior a la nuestra ha de ser benevolente y útil.
Es tan solo ahora que el gobierno está abriendo su investigación sobre los OVNIS al público. Tan solo ahora se nos tiene como «preparados» para recibir alguna de esta información. Cuando Orson Wells radiodifundió su programa de ficción (la «Guerra de los Mundos», en 1938), el público llegó a un estado de pánico. Llegó a ser la definición oficial de interés público el desacreditar cualquier cosa que pudiera causar temor —y no hay nada que cause más temor que lo extraño y lo desconocido. Pero la radio,
VI. PROMETEO DESATADO
El rayo es su esclavo; las grandes profundidades del cielo
Entregan sus estrellas, y como un rebaño de ovejas
Pasan ante sus ojos, él las cuenta, ¡y continúan marchando!
La tempestad es su montura, marcha por el aire;
Y el abismo grita desde su fondo desnudado,
Cielo, ¿Tienes tú secretos? El hombre me descubre:
No tengo ninguno
PERCY BYSSHE SHELLEY, Prometeo Desatado
El mito de Prometeo siempre ha ejercido una perversa fascinación sobre nuestras mentes. Prometeo se rebeló contra Zeus y robó fuego de los dioses y se lo dio al hombre. Como castigo por su arrogancia, fue atado y destinado a sufrir para siempre. Cada día un ave de presa comería su hígado y cada día le crecería. Este mito fue recuperado por los Románticos Ingleses, especialmente por los Shelleys (Percy y Mary), que eran parte de la escuela literaria que creía que el Satanás de Milton en el Paraíso Perdido era en realidad un héroe que había sido desfigurado en esta gran épica poética de
La pestilente máscara ha caído, el hombre permanece
Sin cetro, libre, sin fronteras, pero hombre
Igual, sin clases, sin tribu, sin nación,
Liberado de la maravilla, de la adoración, de los rangos,
el rey
Sobre sí mismo...
Brian Aldiss, en su historia de la ciencia-ficción (The Billion Year Spree «El Gran Gasto de Mil Millones de Años»), como buen anglófilo, desea arrebatar a Poe el honor de ser el padre de la ciencia-ficción y devolverlo a su nativa Inglaterra. Mantiene que la primera verdadera historia de ciencia-ficción fue Frankenstein, escrita precisamente por Mary Wollstonecraft Shelley, ayudada por su marido, Percy. Su subtítulo de esta famosa obra fue: El Moderno Prometeo.
Cualquiera que esté familiarizado con la obra sabe que la creación del monstruo fue más bien el resultado de la gnosis ocultista (la alquimia, precursora de la moderna química) que no de ninguna manipulación científica. No obstante, la metáfora de esta mezcla de ciencia y de ocultismo y su resultado, el monstruo, es apropiada para nuestro análisis. Estamos entrando en una época en la que la ciencia está empezando a mezclarse con el ocultismo, y esta unión dará origen al hombre de pecado —el monstruo— el Anticristo, el Inicuo —Prometeo Desatado— el Superhombre.
A su manera, las palabras que
«Nadie os engañe en ninguna manera; porque (aquel día) no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios... Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; solo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.»
(2 Tesalonicenses, 23-12)
El apóstol Juan, en su Apocalipsis, dice que el Dragón (Satanás) dará su poder y autoridad a