Reencarnación: "Proceso a través del cual el ser humano va obteniendo un cuerpo tras otro hasta adquirir su liberación absoluta a través de la Ascensión”.
Pequeño Gran Diccionario de Metafísica
Aunque mucho se puede decir acerca de la reencarnación, en esta ocasión estaremos tratando sólo con la pregunta: ¿Enseña la Biblia la reencarnación? Muchos creen que sí; alegando que existen pasajes en las Escrituras que abiertamente la enseñan. Sin embargo, estos pasajes son incorrectamente explicados. Examinemos dos pasajes que con frecuencia son citados como la mejor evidencia.
Mateo 11:7-14
“Y si queréis recibirlo, él [Juan el Bautista] es aquel Elías que había de venir”. Los reencarnacionistas afirman que Juan el Bautista es la reencarnación de Elías. Sin embargo, hay varios hechos que desmienten esta noción.
Primero preguntémonos: ¿Pensaba Juan que él era la reencarnación de Elías? La respuesta se encuentra en Juan 1:21 “Y le preguntaron: [Juan el Bautista] ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Y respondió: No”. Como podemos ver, la misma persona que los reencarnacionistas dicen que reencarnó, niega el hecho, él mismo.
Segundo, la Biblia señala que Elías nunca experimentó la muerte fisíca (2 Re. 2:11) y durante el ministerio terrenal de Jesús todavía existía como Elías. Esto fue evidente al aparecerse con Moisés en el monte de la transfiguración (Mat. 17:3).
Entonces, ¿qué expresó Jesús cuando dijo que Juan el Bautista era Elías? Jesús se estaba refiriendo a la función de Juan como profeta, en el “espíritu y poder de Elías” (Lc. 1:17). Este fue el cumplimiento de la profecía del Antiguo Testamento del regreso de Elías antes que “venga el día de Jehová, grande y terrible” (Mal. 4:5). Jesús no dijo que Juan el Bautista era Elías.
Juan 9:1-2
“Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?” Los reencarnacionistas proclaman que el hombre nació ciego por los pecados que cometió en su vida pasada. Pero si leemos todo el pasaje, encontramos la razón por que el hombre nació ciego. En el versículo tres del mismo capítulo, Jesús responde: “No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él”. En otras palabras, el hombre nació ciego porque Dios quería a través de su sanidad, que su nombre fuera glorificado.
Una última razón por la cual la teoría de la reencarnación no puede ser enseñada por la Biblia, es que esta niega la Expiación de Jesucristo (la muerte de Jesucristo por nuestros pecados) y el juicio de Dios (En otra edición estaremos tratando detalladamente el por qué la reencarnación no es compatible con el cristianismo).
Es común que las sectas saquen textos fuera de su contexto para tratar de apoyar y explicar sus doctrinas pervertidas. Cuando alguien aisla un versículo o pasaje de su contexto, puede hacer que el versículo diga lo que él quiere que diga, de esta manera, viola así el contexto del mensaje bíblico en su totalidad. Los que creen en la reencarnación no son ninguna excepción como acabamos de ver. Ellos tuercen las Escrituras para su propia perdición (2 Ped. 3:16), y han creído la misma mentira que Satanás le dijo a Eva en el huerto de Edén: “No moriréis” (Gén. 3:4). Sin embargo, la Biblia claramente enseña que “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Heb. 9:27).
Pequeño Gran Diccionario de Metafísica
Aunque mucho se puede decir acerca de la reencarnación, en esta ocasión estaremos tratando sólo con la pregunta: ¿Enseña la Biblia la reencarnación? Muchos creen que sí; alegando que existen pasajes en las Escrituras que abiertamente la enseñan. Sin embargo, estos pasajes son incorrectamente explicados. Examinemos dos pasajes que con frecuencia son citados como la mejor evidencia.
Mateo 11:7-14
“Y si queréis recibirlo, él [Juan el Bautista] es aquel Elías que había de venir”. Los reencarnacionistas afirman que Juan el Bautista es la reencarnación de Elías. Sin embargo, hay varios hechos que desmienten esta noción.
Primero preguntémonos: ¿Pensaba Juan que él era la reencarnación de Elías? La respuesta se encuentra en Juan 1:21 “Y le preguntaron: [Juan el Bautista] ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Y respondió: No”. Como podemos ver, la misma persona que los reencarnacionistas dicen que reencarnó, niega el hecho, él mismo.
Segundo, la Biblia señala que Elías nunca experimentó la muerte fisíca (2 Re. 2:11) y durante el ministerio terrenal de Jesús todavía existía como Elías. Esto fue evidente al aparecerse con Moisés en el monte de la transfiguración (Mat. 17:3).
Entonces, ¿qué expresó Jesús cuando dijo que Juan el Bautista era Elías? Jesús se estaba refiriendo a la función de Juan como profeta, en el “espíritu y poder de Elías” (Lc. 1:17). Este fue el cumplimiento de la profecía del Antiguo Testamento del regreso de Elías antes que “venga el día de Jehová, grande y terrible” (Mal. 4:5). Jesús no dijo que Juan el Bautista era Elías.
Juan 9:1-2
“Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?” Los reencarnacionistas proclaman que el hombre nació ciego por los pecados que cometió en su vida pasada. Pero si leemos todo el pasaje, encontramos la razón por que el hombre nació ciego. En el versículo tres del mismo capítulo, Jesús responde: “No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él”. En otras palabras, el hombre nació ciego porque Dios quería a través de su sanidad, que su nombre fuera glorificado.
Una última razón por la cual la teoría de la reencarnación no puede ser enseñada por la Biblia, es que esta niega la Expiación de Jesucristo (la muerte de Jesucristo por nuestros pecados) y el juicio de Dios (En otra edición estaremos tratando detalladamente el por qué la reencarnación no es compatible con el cristianismo).
Es común que las sectas saquen textos fuera de su contexto para tratar de apoyar y explicar sus doctrinas pervertidas. Cuando alguien aisla un versículo o pasaje de su contexto, puede hacer que el versículo diga lo que él quiere que diga, de esta manera, viola así el contexto del mensaje bíblico en su totalidad. Los que creen en la reencarnación no son ninguna excepción como acabamos de ver. Ellos tuercen las Escrituras para su propia perdición (2 Ped. 3:16), y han creído la misma mentira que Satanás le dijo a Eva en el huerto de Edén: “No moriréis” (Gén. 3:4). Sin embargo, la Biblia claramente enseña que “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Heb. 9:27).