Después de 1925, el juez Rutherford, el segundo presidente de la Watchtower, muy avergonzado y deprimido tuvo que reconocer que él se había hecho a sí mismo un ASNO al no cumplirse ni un ápice su predicción del Armagedón para 1925, el cual fue anunciado en la “campaña de los millones” por todo el mundo.