“No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, e hicimos muchos milagros? “Y entonces les declararé: Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad! ‘” Mateo 7:21 -23
“Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.” Mateo 20:16
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se dejen engañar. Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni sodomitas, ni ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos de vosotros. Pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios. ” 1 Corintios 6:9-11
“… Ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Que nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos. ” Efesios 5:5-7
“… Las obras de la carne son evidentes, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes, de los que os digo de antemano, así como yo os dije antes de ahora, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.” Gálatas 5:19-21
“Yo digo que si vuestra justicia no fuere mayor que de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.” Mateo 5:19-20
Jesús dijo: “Qué difícil es para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios, porque es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de Dios. Y los que le oyeron, decían: “¿Quién podrá salvarse?” Pero Él dijo: “Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios. ‘” Lucas 18:24-26
“Oíd ahora esto, pueblo necio y sin corazón, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye: ¿A mí no me temeréis? dice Jehová. ¿No os amedrentaréis ante mí, que puse arena por término al mar, por ordenación eterna la cual no quebrantará? Jeremías 5:21-22