Datos personales

Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

domingo, 31 de enero de 2010

EL QUE NO ES OMNIPOTENTE NO PUEDE SER DIOS

Según Mateo, Dios es omnipotente: “… mas para Dios todo es posible. “(Mateo 19:26 RV). Dios no tiene limitaciones, pero Jesús, según el Evangelio de Marcos, tenía jurisdicción limitada:” dijo: (Jesús), el sentarse en mi mano derecha y en mi mano izquierda no es mío para dar. “(Marcos 10:40 RV). Jesús no podía hacerse poco visible:” El (Jesús) entró en una casa y no quería que nadie supiera que estaba allí. Sin embargo, no podía pasar desapercibido” (Marcos 7:24 NVI). Las expresiones “no quería”…“no podía” revelan que Jesús tenía poder limitado: quería hacerse poco visible, pero no podía. Él no era omnipotente. Marcos no habría escrito este versículo, si creía que Jesús era omnipotente. Lo mismo para el siguiente verso: “El (Jesús) no podía hacer allí ningún milagro, salvo poner sus manos sobre unos pocos enfermos y sanarlos” (Marcos 6:5 NVI). Jesús no siempre pudo hacer milagros porque dependió del poder y voluntad de Dios para realizarlas. Él realizó milagros, siempre que el poder de Dios estuviese “presente en él”: “Y el poder del Señor estaba presente con él (Jesús) para sanar a los enfermos.” (Lucas 5:17 NVI). La frase “el poder de Dios estaba presente con él” significa que Jesús sanó a la gente, aunque no su propio poder, sino por medio del poder de Dios, el Padre. En algunos casos como en el caso de Marcos 6:5, el poder de Dios estaba no disponible para que Jesús lo usara. En algunos casos, Jesús fue capaz de leer la mente de la gente: “Él (Jesús) sabía lo que estaban pensando y les dijo…” (Mateo 12:25 NVI). Mateo cree que “el poder del Señor” permitió a Jesús leer la mente.

Pablo creyó que Dios le dio poder a Jesús. Él escribió que Dios hizo a Jesús: “… el poder de su fuerza, el cual operó en Cristo, cuando Él (Dios) le levantó de los muertos y lo sentó a su diestra en los lugares celestiales … Y él (Dios) puso todas las cosas en sujeción debajo de sus (Jesús) pies, y lo hizo cabeza sobre todas las cosas … ” (Efesios 1:19-22 NVI). Dios sometió todas las cosas a Jesús y lo hizo la cabeza sobre todas las cosas. Dios es “el poder que” hará posible a Jesús: “transformar el cuerpo de nuestra humillación (nuestro cuerpo humilde) para que sea semejante al cuerpo de su gloria, por el poder que también le permite a él sujetar todas las cosas a sí mismo” (Filipenses 3:20-21 NVI). Jesús tiene capacidades limitadas. Pero el poder de Dios le permite hacer cosas imposibles.

Dios, siendo omnipotente, tiene plena voluntad. Sin embargo, según Mateo, Jesús estuvo limitado. En algún momento antes de su crucifixión, la voluntad de Jesús se volvió débil, y llegó a su punto de ruptura: “Y (Jesús) fue un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que esta Copa (de la crucifixión) pase de mí pero no sea como yo quiero, sino lo que Tú quieras” (Mateo 26:39 RV). La expresión “si” indica ambigüedad. “Si es posible,” indica que Jesús no sabía lo que era posible”… pero para Dios todo es posible” (Mateo 19:26 RV). Jesús no era Dios. Mateo 26:39 indica que la voluntad de Jesús estaba subordinada a la voluntad de Dios. La frase “no como yo quiero, sino como quieres tú” indica que hay dos voluntades: la voluntad de Dios y la voluntad de Jesús. La voluntad de Jesús difería de la voluntad de Dios. Este versículo, “… pero no sea como yo quiero, sino como quieras Tú” (Mateo 26:39 RV), anula el siguiente verso “(Jesús dijo:) Yo y el Padre somos uno (Gr. en)” en el sentido Trinitario (Juan 10:30 RV). (También se anula la creencia trinitaria de que Jesús y el Padre son parte de la Trinidad: una entidad eternamente inmutable, con una sola voluntad). Donde hay dos voluntades y una está subordinada a la otra, una es inferior. “… La voluntad de Dios… es agradable y perfecta” (Romanos 12:2). Dado que la voluntad de Dios es perfecta, y la voluntad de Jesús es inferior a la voluntad de Dios, entonces Jesús no es Dios. Dos testamentos indican dos mentes. Y Dios no puede ser de doble ánimo, porque la Biblia condena la doble mentalidad: “Yo (Dios) odio a los de doble ánimo…” (Salmo 119:113 NVI) “Un hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” (Santiago 1:8 RV) Según Mateo, justo antes de su crucifixión, Jesús se convirtió en una persona de doble ánimo (inestable) como cualquier humano en algún momento de su vida: “… Padre mío, si es posible, que esta copa (crucifixión) pase de mí pero no sea como yo quiero, sino como Tú quieres” (Mateo 26:39 RV). Él pedía algo, y luego cambió de opinión: retiró su solicitud. Este versículo revela la naturaleza humana de Jesús. Dios no puede ser de doble ánimo.

La creencia cristiana común es: Dios es infinito, nunca disminuye, es eternamente perfecto, es decir, nunca cambia. Por lo tanto, Dios no se “convierte” en cualquier cosa, porque “convertirse” significa cambio. La idea de que Dios se hizo hombre (es decir, Si Dios tomó la naturaleza de un Dios/hombre, Él entonces añadió otra naturaleza a su naturaleza original) lo que significa que Dios cambió su naturaleza. Justino Mártir, el padre y teólogo destacado de la iglesia cristiana del siglo 2 º (150 DC), escribió: “Pero ¿a qué llamas Dios?” Dijo él. “Aquel que siempre mantiene la misma naturaleza, y la misma forma, y es la causa de todas las otras cosas – Eso, en efecto, es Dios.” así le contesté. “Justino Mártir, Diálogo con Trifón, cap. 56. Dios no cambia su naturaleza o combina su naturaleza con la naturaleza humana. La naturaleza de Dios es perfecta e infinita. La naturaleza del hombre es imperfecta y limitada. Cuando se mezcla la perfección con la imperfección se hace menos, se convierte en imperfecta. La naturaleza de Dios no se mezcla con la naturaleza humana. Dios no se encarna en un hombre. Millones y millones de musulmanes, Judíos, Testigos de Jehová (arrianos), socinianos, etc, entienden este concepto, por esta razón (y por más razones) no creen que Jesús es Dios.


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EL QUE NO SABE TODAS LAS COSAS NO PUEDE SER DIOS

Según el autor de 1 Juan, “… Dios conoce todas las cosas…” (1 Juan 3:20 RV). El que conoce todas las cosas, no hace preguntas para obtener información. Jesús pregunta para obtener información: “Él dijo, ‘¿Dónde lo pusisteis (a Lázaro)? Ellos le dijeron: « Señor, ven y ve” (Juan 11:34 NVI). Jesús no sabía donde pusieron el cuerpo sin vida de Lázaro. También hizo las siguientes preguntas: “¿Crees que soy capaz de hacer esto?” (Mateo 9:28 NVI). “¿Habéis entendido todo esto?” (Mateo 13:51 NVI). ¿Qué es lo que quieres?” (Mateo 20:21 NVI). El hizo preguntas porque sencillamente no sabía:” Y (Jesús) les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete” (Mateo 15:34 RV). En un caso, cuando dos discípulos le siguieron, Jesús quiso saber lo que querían: “… Cuando Jesús se volvió y vio que le seguían, les dijo, ‘ ¿Qué están buscando?” (Juan 1:38 NVI). En el siguiente versículo Jesús admitió que él no sabía “El día y la hora”. Él dijo, “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, (Jesús), sino el Padre.” (Marcos 13:32 RV). Sólo el Padre sabe “el día y la hora “, porque sólo el Padre es Dios. En el siguiente ejemplo, Jesús no sabía si el ciego “vio algo”: “… cuando (Jesús) había escupido en los ojos, y puso su mano sobre él, le preguntó si veía algo” (Marcos 8:23 RV). En otro ejemplo, Jesús no sabía sobre lo que los maestros de la Ley discutían: “…los maestros de la ley estaban discutiendo. Tan pronto como toda la gente vio a Jesús, ellos… corrieron a saludarlo. Jesús les preguntó: “¿Qué están discutiendo con ellos?” (Marcos 9:14-16 NVI). He aquí otro ejemplo donde Jesús hizo una pregunta para obtener información:” Jesús le preguntó al padre del muchacho, “¿Cuánto tiempo a que (el niño) ha estado así? ”Desde la infancia, respondió ( el padre)” (Marcos 9:21 NVI). Según la Biblia, sólo Dios sabe todas las cosas.

¿Pretendió Jesús no saber todo? ¿Vivió treinta y tantos años con su familia, sus parientes, sus discípulos, y compañeros Judíos, haciendo preguntas cuyas respuestas fingió no saber? Si Jesús hubiese conocido las respuestas a sus preguntas y fingió no saber, habría dado una falsa impresión de sinceridad. En otras palabras, habría sido un impostor. Jesús, ciertamente no pudo haber sido Dios, pues Dios “sabe todas las cosas,” y él no supo la respuesta a la pregunta siguiente: “(dijo Jesús en la cruz) ¡Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? “(Marcos 15:34 RV). Él hizo preguntas, simplemente porque no sabía todas las cosas. “

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PERO ES QUE ACASO LA BIBLIA NO DICE QUE CRISTO ES DIOS?


Estimado “Trinoterco”, si usted checa su diccionario, encontrará que el término “Dios” (con letra “D”) es un nombre que hace referencia al “Ser Supremo, el Todopoderoso, Omnisciente, Creador del universo”, y que el término “dios” (con letra pequeña “d”) es un sustantivo que se refiere a “uno de los muchos seres sobrenaturales masculinos”. Hoy en día somos capaces de hacer esta distinción, porque nuestra forma de escribir lo permite. Pero los escritores del Nuevo Testamento no fueron capaces de hacer tal distinción porque su forma de escribir no lo permite. Todas las letras de la lengua en que se escribió (el griego koiné) fueron las mismas: La mayúscula. Ahora tenían una forma bastante cruda a su disposición para que denotar “Dios” de “un dios”, y que fue mediante el artículo definido “ὁ”. Por ejemplo, ὁ θεός en la mayoría de los casos significa “Dios”, y θεός en la mayoría de los casos significa “un dios”. Pero esto no siempre es cierto. Por ejemplo, en el caso siguiente ὁ θεὸς en lugar de “Dios”, significa “Satanás”: “…el dios (Gr. Ὁ θεὸς) de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos” (2 Corintios 4:4 NVI ). El calificativo “de” (en la expresión “el dios de”) califica el artículo definido “el” antes del sustantivo “dios”.

Tenga en cuenta que el Nuevo Testamento no fue escrito en griego ático, que fue el griego correcto, con la gramática correcta. Éste fue escrito en griego koiné, una lengua que era de uso común por los extranjeros (no griegos). Los extranjeros no conocen las reglas gramaticales, y por lo tanto, no eran consistentes con el uso del artículo definido “ὁ”, y por lo tanto, a veces es difícil determinar sus creencias por la presencia del artículo “ὁ”. Además, a diferencia de los escritores del Antiguo Testamento que utilizaron el nombre de “Yahweh” (Jehová) para identificar al Ser Supremo, los escritores del Nuevo Testamento no utilizan un nombre. Ellos utilizaron los términos genéricos “Señor”, “Padre”, “Todopoderoso”, y “Dios”, para referirse a Dios. Como regla general, los escritores del Nuevo Testamento utilizaron el término “Señor” como el nombre de su Dios, porque su Biblia, la Septuaginta, dice que el nombre de Dios es “Señor” (“Κυριος”). Aquí está el versículo: “κύριος συντρίβων πολέμους, Κύριος ὄνομα αὐτῷ (el Señor destruye las guerras. Jehová es su nombre) “(Éxodo 15:3 Septuaginta)

En algunos casos, algunos escritores del Nuevo Testamento utilizaron el término “Dios” para referirse a Jesús. Dado que los escritores no eran gramaticalmente adeptos y puesto que no tenían posibilidad de elegir entre mayúsculas y minúsculas, surge la pregunta: ¿creyeron ellos que Jesús es “Dios”, o “un dios”? Con el fin de responder a esta pregunta hay que entender lo que el término “Dios” significaba en la antigüedad, y especialmente durante los tiempos de Pablo. Este es un gran tema, pero, en pocas palabras, aquí están algunos ejemplos, que aclaran el significado de este término.

En los tiempos antiguos, el término “Dios” significaba “espíritu” o “ángel”. Clemente de Alejandría escribió, “el discípulo de Aristóteles, el célebre Teofrasto de Ereso (nacido 371 – 286 a. C.), sospecha … que Dios es espíritu. “(Clemente de Alejandría, Exhortación a los griegos, cap. V, párr. 58.) Clemente también escribió,” “Porque los estoicos dicen que Dios es espíritu, por naturaleza” (Clemente de Alejandría, Stromata, 5,14.) El autor del Evangelio de Juan escribió: “Dios es espíritu (Gr. πνεῦμα ὁ θεός)” (Juan 4:24 NVI). Los ángeles fueron llamados “dioses” o “espíritus”, porque tienen la misma naturaleza de Dios:” ¿No son todos los ángeles espíritus…?” (Hebreos 1:14) El mismo Satanás fue llamado “un dios”, porque Satanás era un ángel caído. Pablo utilizó el término “Dios” para referirse a Satanás: “… el dios (Gr. Ὁ θεὸς) de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos” (2 Corintios 4:4 NVI).

Éstos son algunos ejemplos del Antiguo Testamento donde los ángeles son llamados “dioses”. Salmo 82 dice: “Dios preside en la gran asamblea; el da juicio entre los dioses (Heb. elohim)” (Salmos 82:1 NIV). Los “dioses” que se mencionan en este versículo son los ángeles de Dios. En el siguiente versículo Dios dice, “le dije: Vosotros sois dioses y todos vosotros sois hijos del Altísimo” (Salmos 82:6 NVI). En otras palabras, Dios dice: “Yo dije, ustedes son los ángeles…”

Para entender mejor el significado de la palabra “Dios” comparar las dos versiones de los Salmos 8:5 por dos importantes traducciones de la Biblia (la New American Standard Version y la versión King James):

Dioses

“Sin embargo, tú lo has hecho (hombre) un poco inferior a Dios (Heb. Elohim = dioses) … “(Salmo 8:5 NASB)

Ángeles

”Porque lo has hecho (al hombre) un poco menor que los ángeles…” (Salmo 8:5 KJV)

(La traducción correcta de la traducción de NASB debería haber sido “dioses”, no “Dios.” Precaución: no está en juego su fe en la redacción de una traducción.)

Aquí hay dos versiones de otro verso de dos traducciones diferentes de reconocido prestigio (ambas versiones son válidas):

Dioses

“… el Altísimo … fija los límites de los pueblos según el número de los dioses. “(Deuteronomio 32:8 NRSB)

Ángeles

“… El Altísimo … fija los límites de los pueblos según el número de los ángeles. “(Deuteronomio 32:8 Septuaginta)

“Porque tú, oh Señor, eres excelso sobre toda la tierra, tú eres muy exaltado sobre todos los dioses.” (Salmos 97:9 NRSB). En otras palabras, “está por encima de todos los espíritus” o “está por encima de todos los ángeles. “

Según 1 Pedro, después de que Jesús murió, se convirtió en un espíritu visible y palpable, fue un persona real que podía comer: DE él Pedro dice, “Él fue condenado a muerte en la carne, pero vivificado en espíritu …” (1 Pedro 3:18 NVI), Pablo escribió: “… el último Adán) (Jesús se convirtió en un espíritu que da vida. “(1 Corintios 15:45 NVI) De acuerdo con estos y otros versículos del Nuevo Testamento, Jesús se levantó como un cuerpo espiritual visible (divino, glorioso, inmortal), y los espíritus eran llamados “dioses”.


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sábado, 30 de enero de 2010

JESUS Y EL FUTURO


Por Richard Hiers

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Este es un comentario sumamente interesante sobre el problema fundamental de los sistemas modernos de interpretación de la Biblia que afirman seguir a Jesús.

El profesor Hiers se formó en la Universidad de Yale y enseñó allí después de recibir su doctorado. Ha sido desde 1960 profesor de religión en la Universidad de la Florida. Su punto de vista es que los aspectos judíos del evangelio de Jesús han sido constantemente reprimidos por los teólogos y las iglesias y por lo tanto a menudo ocultos del público. Jesús era de hecho un predicador judío de la venida del Reino de Dios.

El Reino de Dios no es positivamente en las Escrituras el “gobierno de Dios en nuestros corazones ahora.” La Biblia tiene otro lenguaje para describir esa característica de la fe. El Reino de Dios es una especie de palabra clave para describir la espera por la liberación nacional de la tierra de Israel y el comienzo de una nueva era de la historia, incluyendo la paz mundial. Esto debe ocurrir, según las Buenas Noticias (Evangelio) acerca del Reino de Jesús, cuando él regrese en gloria con todos sus ángeles.

Cuando él regrese, no será el “fin del mundo”, sino, como dice el Nuevo Testamento, el final de esta edad o Era. Una nueva edad o era va a seguir, y este será el Reino de Dios, restablecido en la tierra. Jesús será el primer presidente del mundo con éxito y los santos serán coherederos con él del trono de David (Daniel 2:44, 7:27, Lucas 22:28-30, I Cor. 6:2, II Tim . 2:12, Apocalipsis 3:21, 2:26). Este será el cumplimiento del pacto que Dios prometió desde el principio, que su pueblo estaría eventualmente en el poder en la tierra de Israel con los beneficios que se extienden a todo el mundo. Es por este gran cambio de los asuntos humanos que oramos cuando decimos “Que venga tu reino,” y “Ven, Señor Jesús”.

Las siguientes observaciones del profesor Hiers de su ‘Jesús y el Futuro’ (John Knox Press, 1981) destacan la forma en que esta verdad fundamental sobre el Evangelio del Reino ha sido distorsionada, eclipsado o suprimido por la religión establecida:

“Los intérpretes de la persuasión cristiana normalmente no han estado especialmente interesados en lo que Jesús deseó y realizó en su propio tiempo” (1).

Los Intérpretes cristianos tienden a suponer que Jesús se dispuso a establecer el tipo de cristianismo que ellos experimentan como familiar y significativa” (1).

“Ha sido menos de un siglo desde que algunos eruditos bíblicos comenzaron a darse cuenta de que el Jesús histórico proclamó algo de primera importancia que es bastante desconocido tanto para el cristianismo moderno o para el pensamiento moderno: el Reino de Dios”. “El Reino que Jesús proclamó fue enteramente futuro. Al responder a su mensaje, sus oyentes no estaban construyendo el Reino en la tierra, sino preparándose para su admisión cuando llegara”.” Cuando llegue todo será transformado en una nueva y espléndida tierra prometida, de hecho un cielo nuevo y tierra nueva en lugar del antiguo”(2).

“El pequeño libro de Weiss completamente minó la concepción liberal predominante de Jesús como fundador y maestro del Reino como el gobierno de Dios en los corazones de hombres o en las estructuras de sociedad” (2).

“Estos autores [dijo Schweitzer en su búsqueda del Jesús histórico] persistentemente ignoraron o interpretaron mal las principales características de la orientación escatológica de Jesús manifestadas en los evangelios. La mayoría de los escritores desean reclamar el apoyo de Jesús a sus concepciones particulares del cristianismo “(vii). ” Las representaciones modernas de Jesús han sido influenciadas en gran medida por el interés o el punto de vista del escritor” (vii).

“El Jesús escatológico representado en la tradición histórica no es el Jesús de cualquier iglesia o escuela moderna de teología” (ix).

“Los intérpretes ignoraran o reinterpretarn las tradiciones escatológicas y dejan el camino libre para “descubrir” en Jesús, cualquiera sea la figura más afín a su doctrina en particular, ideologías o programas” (x). “El resultado es un Jesús que no es inteligible en su propio tiempo, ni a la comprensión moderna” (x). “Los intérpretes ya han decidido lo que Jesús habría creído” (XI). “Nuestros estudios confirman el lugar central de la orientación futurista y apocalíptica de Jesús en la representación sinóptica de sus creencias y mensaje” (xii). “Los aspectos escatológicos de la predicación y enseñanza de Jesús no son accesorios o periféricos, sino que forman la sustancia o esencia de su mensaje” (xii). “Estamos particularmente poco dispuestos a dar crédito a la sabiduría común que insiste en que la perspectiva de Jesús era necesariamente distinta de la de la comunidad Cristiana, o del judaísmo apocalíptico”.

“En todos los casos, estos autores [sostiene Schweitzer en Quest] finalmente revelan un deseo de hacer hincapié en las creencias futuristas de Jesús. Los escritores entonces aprovechan cualquier texto que podría ser posiblemente leído para mostrar que de alguna manera Jesús entendió el Reino como una realidad presente, y asegurar a sus lectores que este Reino presente era lo que le importó a él más y que debería importarnos a nosotros más hoy.(9)

“Casi todas las escuelas de acuerdo en que las expectativas del futuro de Jesús, si le permiten estar de pie, sería una vergüenza, si no un desastre, para la fe contemporánea. En consecuencia, los críticos, evidentemente, están dispuestos a leer en la mente de Jesús, todo tipo de modernización de reinterpretaciones “(10).

“Otro procedimiento frecuentemente utilizado por los intérpretes que desean separar a Jesús de las complicaciones de su perspectiva escatológica es la redefinición de “apocalíptica” (10).

“”Los intérpretes en ‘la corriente principal’ de cristianismo y el mundo académico están dispuestos a eliminar, por tanto, a creer a priori que Jesús no podría haber compartido esta visión del mundo bizarro, y descontar todas las pruebas en contrario” (11).

“Es un hecho que el Jesús descrito en las fuentes es y sigue siendo un Jesús judío, escatológico, apocalíptico. Como Schweitzer observó hace unos ochenta años, el Jesús histórico es un extraño y un enigma para el pensamiento moderno. A pesar de los esfuerzos de ‘el nuevo Quest’, ‘la nueva historiografía’ y ‘la nueva hermenéutica’, el histórico, escatológico Jesús no fue el fundador de ninguna escuela de teología moderna” (113).

“Writers candidly acknowledge and review synoptic traditions indicating Jesus’s futuristic eschatological beliefs, but then turn to the few passages that can be construed to mean that he thought the Kingdom somehow present and finally conclude by suggesting that only this latter belief is important for modern faith” (15).

«Los escritores reconocen con franqueza y revisan las tradiciones sinópticas indicando las creencias futuristas escatológicas de Jesús, pero luego se vuelve a los pocos pasajes que pueden interpretarse en el sentido de que pensaba que el Reino de algún modo estaba presente y, finalmente, se sugiere que sólo esta última creencia es importante para la fe moderna” (15).

“Ellos ’sueltan’ el sentido de Jesús y su mensaje de los conceptos desafortunados que — parecería por otra parte — él compartió con el Judaísmo apocalíptico” (17).

“Muchos intérpretes, evidentemente, asumen que el fin de rescatar la ética de Jesús se debe negar su escatología” (59). “El ministerio o de toda la actividad pública de Jesús está dirigida a la preparación de su pueblo a la venida del Reino” (77).

“A medida que el cristianismo se puso más cómodo en el mundo del pensamiento griego, la esperanza para la reunión con Cristo en la mesa en el Reino de Dios se hizo menos inteligible, ya que la vida eterna (salvación) fue concebida fundamentalmente como una vida en un reino inmaterial o simplemente como un modo de existencia en el cielo. Es comprensible que los pasajes del Nuevo Testamento que brindaron la promesa o la esperanza de comer y beber en la mesa del Reino de Dios pasaron en silencio al olvido, o bien, fueron sujetados a re- intepretaciones alegóricas o espirituales” (88).

“Puesto que Jesús – en el punto de vista de la teología tradicional – era un cristiano, no un Judio, parece lógico suponer que se habría descartado las ideas tan judías como un reino o mundo físico en favor de los significados espirituales o de otro mundo” (16).

“Ambas escuelas han actuado como si fuera necesario prescindir del Jesús escatológico al fin de preservar el cristianismo que cada uno conoce. Sin embargo, ambas escuelas desean disfrutar de la sensación de seguridad inherente en el supuesto de que sus respectivas posiciones teológicas correspondían más o menos con precisión a lo que Jesús tenía en mente. Comprensiblemente, ninguna de las dos escuelas se han apresurado a reconocer que el Jesús retratado sólo en los evangelios sinópticos es el extraño, Jesús escatológico “(99).

“Jesús esperó que en la venida del Reino de Dios, él y sus seguidores, junto con otras personas justas, se sentarían a la mesa del reino para comer y beber. Esta expectativa no es compartida por muchos cristianos en el siglo 20. No ha sido una parte importante de la cosmovisión cristiana durante varios siglos. En general, los estudiosos del NT amablemente se han limitado de insistir en este aspecto del mensaje y perspectiva de Jesús. En general, los pasajes sinópticos donde esta expectativa está en evidencia son simplemente ignorados. De vez en cuando un intérprete reconoce la existencia de ciertos pasajes, pero sugiere que estas ideas deben ser tratadas como los vestigios de la creencia judía, o como glosas posteriores por los editores o los transmisores de la tradición. Que tales ideas en realidad podrían haber sido parte de la comprensión y la proclamación de Jesús a sus contemporáneos, son raramente consideradas. Los intérpretes a veces reconocen que Jesús pudo haber hecho esas declaraciones, pero luego explican que lo hizo con la intención de simbolizar algo más que las ideas aparentemente literales y materialistas representadas “(72).


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CREYERON LOS ESCRITORES DEL NUEVO TESTAMENTO QUE CRISTO ES DIOS?


Hoy en día la cuestión fundamental que divide a los cristianos y los Judios es la afirmación cristiana de que Dios es tres personas (Trinidad). Esta división no existía en el siglo primero. Judíos y los cristianos helenistas creen en el mismo Dios. Ambos creían que el Espíritu Santo no era más que el poder de Dios, no una persona. Los Judíos del Antiguo Testamento creían que el Espíritu Santo era el poder de Dios. El Espíritu Santo entró en Sansón y le dio fuerza: «El Espíritu del Señor vino sobre él poderosamente) (Sansón…” (Jueces 14:6 RVA) Además, el Espíritu Santo entró al rey David y le llevó a profetizar.

Éstos son algunos de los hechos que hay que saber sobre la doctrina de la Trinidad:

1. Moisés no creyó que Dios es tres personas, porque no se enseña esto en el AT.

2. Los profetas judíos no creían que Dios es tres personas, porque no se enseña esto en el AT.

3. Jesús enseñó lo que Moisés y los profetas enseñaron. Él no fue acusado de predicar que Dios es tres personas o de predicar que él era un dios.

4. Pablo fue perseguido por los Judíos en muchas ocasiones. Él no fue acusado ni apedreado por los Judíos por predicar que Dios es tres personas.

5. Ninguno de los escritores del Nuevo Testamento escribió que Dios es tres personas y los versos que mencionan el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (1 Juan 5:7-8), en la versión King James (Rey Jaime) fue insertado en el texto del Nuevo Testamento por editores manuscritos latinos. El New Revised Standard Version (La Nueva Versión Estándar Revisada) dice: “Hay tres que dan testimonio: el Espíritu y el agua y la sangre, y estos tres están de acuerdo.” (1 Juan 5:7-8 NVI)

6. No hay registro histórico o bíblico donde un Judío del siglo I acusara a un cristiano de predicar que Dios es tres personas.

¿Cómo surgió la división sobre la identidad de Dios entre los Judíos y los cristianos? Hay muchos hechos históricos y bíblicos a considerar, pero aquí hay sólo unos pocos para empezar (esta es una discusión abreviada; un análisis completo se presenta en el libro):

El Dios invisible frente a la de Jesús visible

Jesús vivió varias décadas en Israel, y miles de israelitas lo vieron. El autor de los Hechos escribió: “Dios… concedió que (Jesús) se hiciese visible …” (Hechos 10:40 RVA) Este es un hecho bíblico, Jesús se hizo visible. Compare este hecho bíblico de las siguientes afirmaciones del Nuevo Testamento: “Nadie ha visto a Dios en ningún momento” (Juan 1:18, NVI). “Nadie ha visto jamás a Dios.” (1 Juan 4:12 NVI) “… (Dios)… que habita en luz inaccesible, a quien nadie ha visto ni puede ver” (1 Timoteo 6:16 NVI). Los escritores del Nuevo Testamento creían que Jesús se hizo visible, mientras que Dios (el Padre) es eternamente invisible.

El Padre de la Iglesia cristiana, Tertuliano, escribió, “Nosotros (los cristianos) de la misma manera decimos que el Padre de Cristo es invisible, porque sabemos que fue el Hijo que fue visto (se hizo visible) en la antigüedad—en el Antiguo Testamento– (En cualquier momento en que alguna aparición era concedida a los hombres en el nombre de Dios) como la imagen del Padre mismo. “Tertuliano, los cinco libros Contra Marción, libro 5, cha. 19. Tertuliano creía que las apariciones de Dios en el Antiguo Testamento, fueron las apariciones de Jesús, que representaba a Dios.

Dado que los escritores del Nuevo Testamento creyeron que Dios es eternamente invisible y que Jesús se hizo visible, esto es un indicio de que no creían que Jesús es Dios.

¿Pero qué sobre el Espíritu Santo? Es el Dios Espíritu Santo? Los cristianos creen que Dios es una trinidad, que consiste en tres personas iguales (el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo). ¿Creyeron los escritores del Nuevo Testamento que el Espíritu Santo es Dios? Esto es lo que Mateo escribió acerca del Espíritu Santo: “Después de ser bautizado, Jesús salió del agua inmediatamente, y he aquí los cielos le fueron abiertos, y (Jesús) vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él” (Mateo 3:16). Jesús tenía ojos humanos y con los ojos vio al Espíritu Santo. El Espíritu Santo era visible a los ojos humanos y parecía como una paloma: “En cuanto salió del agua, vio los cielos abiertos, y el Espíritu como una paloma que descendía sobre Él” (Marcos 1:10 NVI). Juan Bautista también vio al Espíritu Santo: “Entonces Juan dio este testimonio: «He visto al Espíritu que descendía del cielo como una paloma y permanecer en él. “(Juan 1:32 NVI) De acuerdo con Marcos y Juan, el Espíritu Santo se hizo visible, mientras que Dios es invisible.

Vamos a aclarar las cosas de salida:

Dios es invisible: “Ningún hombre ha visto a Dios en ningún momento.” (Juan 1:18 RV)

El Padre es invisible: “No es que nadie haya visto al Padre, sino aquel que es de Dios” (Juan 6:46 NVI)

El Hijo se presentó visiblemente también en su resurrección: ”(Hechos 10:40 RVA)

El Espíritu Santo se hizo visible: “… He visto al Espíritu que descendía del cielo como una paloma… ” (Juan 1:32 NVI)

He aquí la fórmula: Puesto que sólo Dios es invisible y sólo el Padre es invisible, entonces sólo el Padre es Dios. Esto es lo que los escritores del Nuevo Testamento creyeron.

La gente aprende en la escuela que 1 +1 +1 = 3. Sin embargo, en la iglesia se les dice que 1 +1 +1 = 1. ¿Cómo pueden tres seres (personas) distintos ser una? Algunos cristianos admiten que la Trinidad no tiene sentido. MR DeHaan, un apologista cristiano de renombre, escribió: “La Trinidad, es decir, tres personas en una, es un misterio que se revela en la Biblia, pero no puede ser entendido por la mente humana. Puesto que el hombre es finito, y Dios infinito, esta es una de las cosas que deben ser aceptadas por la fe, a pesar de que no se puede razonar cabalmente. La Trinidad no se puede explicar, pero debe ser creído…” (DeHaan, MR, quinientas ocho respuestas a las preguntas de la Biblia, p. 168.)

San Agustín dice que hay que creer antes de que se pueda entender: “… creer y entender, porque el Profeta dice:” a menos que creáis, vosotros no entenderéis” ¿no comprenden? Sed anchados. Escuchen al Apóstol: “Sed, anchados, no os unáis en yugo con los infieles.” Aquellos que no van a creer esto antes de que lo comprendan son infieles. Y debido a que han determinado ser incrédulos, ellos permanecerán en su ignorancia. Permitid que crean, para que puedan entender. “(San Aurelio Agustín, Sermones sobre lecciones Selectas del Nuevo Testamento, Sermón XC. [CXL Ben.].) A los creyentes se les dicen que se sometan a la resolución de sus líderes espirituales, sin cuestionar ninguna doctrina, que sus dirigentes mismos no entienden y no pueden explicar. Y esta doctrina fue establecida por el derramamiento de la sangre de aquellos que la cuestionaron y se negaron a aceptarla. Los cristianos justifican el concepto de la Trinidad, diciendo que los seres humanos son finitos y sujetos, tanto a pecar y a errar. Y por esta razón, la mente finita del hombre no puede comprender el concepto de la Trinidad. La realidad es que cuando uno cree en cosas que no entiende, él cree en la superstición.

Pablo escribió a los Colosenses “El (Jesús) es la imagen del Dios invisible…” (Colosenses 1:15 NVI). La expresión “en la imagen de Dios” expresa semejanza no igualdad. El hombre, también, es “en la imagen de Dios”: “Dios creó al hombre a Su propia imagen, a imagen de Dios lo creó” (Génesis 1:27 NVI). El hombre se parece a Dios. El hombre no es Dios. La semejanza no confiere igualdad.

Consideremos también esto: los Judíos de la diáspora se refieren a Dios como “el Padre”. Los Judíos creían que Dios es una persona. Creían que sólo el Padre es Dios. Si Pablo predicó que Jesús es Dios, él habría sido prohibido de predicar en las sinagogas de la diáspora.”… Él (Pablo) comenzó a anunciar a Jesús en las sinagogas, diciendo: ‘Él es el Hijo de Dios… Pero Saulo (Pablo) crecía en fuerza y confundiendo a los Judíos que vivían en Damasco, demostrando que Jesús es el Cristo” (Hechos 9:20, 22 RVA). Pablo demostró que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, no Dios. Los términos “Hijo de Dios”, “El Mesías” y “Cristo” son sinónimos, que fueron de uso común en Israel en aquellos días. Los Judíos utilizan los términos “Hijo de Dios” y “Cristo” para referirse a su Mesías esperado, a quien ellos esperaban que fuese un simple hombre. Los Judíos celebraron esta creencia (el Mesías sería un simple hombre) antes de los tiempos de Jesús, y todavía lo hacen. Apolos, el compañero de Pablo, demostró firmeza, en el debate público con los Judios, diciendo que Jesús era el Cristo, el que habían estado esperando: “Porque él enérgicamente refutó a los Judíos en el debate público, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo” (Hechos 18:24 RVA). Pablo y Apolos trataron de convencer a los Judíos de la diáspora que Jesús era el Mesías, el hombre, que habían estado esperando. Si hubieran tratado de demostrarles a ellos que Jesús es Dios, los Judíos no habrían debatido con ellos. Ellos los habrían apedreado.

Los Judios de la diáspora no estaban debatiendo con los primeros cristianos helenísticos si Jesús es Dios o no. Este no fue un problema. Debatieron sólo si Jesús era el Cristo, el hombre que habían estado esperando. El Padre del Segundo siglo de la Iglesia, Justino Mártir, escribió: “Y esto, los Judios que poseían los libros de los profetas no entendían, por lo que no reconocieron a Cristo, incluso cuando vino, pero aún nos odian quienes decimos que Él ha venido, y que demuestren que, como se predijo, fue crucificado por ellos. “Justin Mártir, Primera Apología, Cap. XXXVI. La expresión de Justino: “pero aún nos odian quienes decimos que Él ha venido”, sugiere que los cristianos y Judíos del siglo II (por lo menos, los que Justino Mártir conocía) discute si el Mesías había llegado. Justino Mártir no hace mención de que ellos discutieron si el Mesías era hombre o Dios.

La creencia cristiana de que el Mesías debía sufrir y morir, contradecía totalmente las expectativas judías. La Judíos de la diáspora rechazaron a Jesús como su Mesías esperado, porque había sido colgado (crucificado). Pablo y Apolos defendieron a Jesús como el Mesías judío en contra de la objeción de que “… aquel que es colgado es maldito de Dios” (Deuteronomio 21:23 NVI). Los Judíos no podían aceptar un Mesías que había sido “maldito de Dios.” Pablo reconoció que Jesús era maldito: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición …” (Gálatas 3:13 NVI). Puesto que Pablo creía que Jesús “se convirtió en una maldición” él no creyó que Jesús era Dios, porque es imposible para Dios convertirse en una maldición (Dios es eternamente perfecto, no disminuido, sin nunca cambiar, eso significa que nunca se convierte en otra cosa, como un hombre – la perfección no permite la variación-y el hombre varía de Dios).


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COSAS POR LAS CUALES DEBEMOS SER CONSATNTES O PRESERVERANTES


Textos bíblicos presentados por Constancio Fidelio Persevero

Llamados a ser firmes y constantes:

1 Cor. 15:58: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano”.

Mateo 24:13: Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo

Efesios 6:14: Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia.

Cosas en las que debemos estar firmes:

1.- En el templo y la comunión entre hermanos:

Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón Hechos 2:46

2.- En el bien hacer:

A los que perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, la vida eterna. Romanos 2:7

3.- En la oración:

Perseverad en oración, velando en ella con hacimiento de gracias Colosenses 4:2

4.- En la ley de la libertad:

Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho. Santiago 1:25

5.- En la persona de Cristo y su evangelio

Y ahora, hijitos, perseverad en él; para que cuando apareciere, tengamos confianza, y no seamos confundidos de él en su venida. 1 Juan 2:28

Filipenses 4:1: ASI que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.

6.- En la Gracia:

Por el cual también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Romanos 5:2

7.- En la fe:

Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. 1 Corintios 16:13

Si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído; el cual es predicado a toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro. Colosenses 1:23 .

Al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones han de ser cumplidas en la compañía de vuestros hermanos que están en el mundo. 1 Pedro 5:9

8.- En la libertad de Cristo:

ESTAD, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez a ser presos en el yugo de servidumbre. Gálatas 5:1

9.- En nuestra defensa contra el ataque del diablo

Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo Efesios 6:11

Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, habiendo acabado todo. Efesios 6:13.

10.- En la fe del evangelio

Solamente que converséis como es digno del evangelio de Cristo; para que, o sea que vaya á veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, unánimes combatiendo juntamente por la fe del evangelio. Filipenses 1:27.

11.- En todo lo que Dios quiere

Os saluda Epafras, el cual es de vosotros, siervo de Cristo, siempre solícito por vosotros en oraciones, para que estéis firmes, perfectos y cumplidos en todo lo que Dios quiere. Colosenses 4:12.


12.- En la doctrina recibida


Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, ó por carta nuestra. 2 Tesalonicenses 2:15.


Pregunta crucial:


¿Cómo se puede estar firme?


Respuesta puntual:


No que nos enseñoreemos de vuestra fe, mas somos ayudadores de vuestro gozo: porque por la fe estáis firmes. 2 Corintios 1:24.

Comentario final:

¿Pero cómo se puede lograr una verdadera firmeza en un mensaje o evangelio recibido si no se tiene un convencimiento seguro y sólido de éste? Lo cierto es que El evangelio que Cristo predicó es el reino de Dios. Algunos tienen “fe” en un evangelio trucado, engañoso, y antibíblico, y como es lógico, esa fe no puede ser lo suficientemente sólida y sostenible como para mantenernos firmes y constantes en Cristo. Necesariamente debemos tener una fe correcta en un evangelio (o buenas nuevas) correcto para así sentirnos seguros y firmes de lo que hemos recibido como el mensaje de Dios para nuestra salvación.

Invitamos a los cristianos que reconsideren este asunto y retomen el prístino evangelio del reino que ha sido casi olvidado de la predicación eclesiástica contemporánea.


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viernes, 29 de enero de 2010

LA RECOMPENSA DE ABRAHAM Y LA DE SUS HIJOS (LOS DE LA FE)


Por Anthony Buzzard

(Traducido por Mario Olcese. Sí, yo, el mismo ‘Apologista Sociniano’ que viste y calza)

La recompensa de Abraham y nuestra

Un estudio cuidadoso del libro de Hebreos pone de manifiesto que “el cielo” – lo que significa un lugar más allá de las nubes – no es la recompensa prometida a Abraham y los creyentes cristianos. Si esta proposición parece sorprendente para algunos puede ser porque nos hemos acostumbrado, sin una reflexión detenida, a la idea de que los muertos se les promete un hogar celestial después de la muerte. La tradición nos ha llevado a creer que los muertos van a ser transportados a su nueva residencia en el cielo cuando su vida en la tierra llegue a su fin.

Si los estudiantes de la Biblia encuentran alguna de esas ideas en las Escrituras es muy posible que ellos estén leyendo en el texto lo que no dice. Pero, ¿qué dice en realidad la Escritura?

Hebreos 11:8 ofrece la siguiente información: Abraham obedeció a la invitación de Dios al salir a “un lugar que iba a recibir como herencia.” Después vivió en esa tierra prometida como un extranjero (Hebreos 11:9). Fue “en busca de la ciudad que tiene fundamento, cuyo arquitecto y constructor es Dios” (Hebreos 11:10).

Siguiendo el texto de cerca nos enteramos de que la herencia prometida a Abraham no era otra que el de la tierra en la que vivió su vida como un extranjero. De que la tierra era, evidentemente, no “el cielo”, sino la actual tierra de Palestina. Isaac y Jacob fueron coherederos de la misma promesa. Así dice Hebreos 11:9.

Estos famosos patriarcas Abraham, Isaac y Jacob esperaban además, heredar una ciudad (Hebreos 11:14) situada en la tierra de promisión donde habían residido como extranjeros (Hebreos 11:9). Su deseo era por un país mejor y para la ciudad que Dios estaba preparando para ellos (Heb. 11:15).

Fue por la fe en esas promesas, aún sin explotar, que Isaac bendijo a sus hijos en vista de “las cosas por venir” (Hebreos 11:20) – note cuidadosamente, no las cosas a las que Isaac esperó ir que cuando muriera, sino las cosas que algún día – vendrán a la tierra.

Los fieles de los tiempos del Antiguo Testamento, murieron sin recibir la herencia de la tierra prometida (Heb. 11:13, 39). Durante su vida persistentemente hacia la recompensa (Hebreos 11:26). Su recompensa se dice expresamente es el lugar en que Abraham viajó durante su vida, y en el que efectivamente se instaló (como extranjero) (Hebreos 11:8, 9).

Ahora nos damos cuenta de otro paso en el argumento: Hebreos 12:28 lo equipara con la herencia del Reino de Dios, integrado por la ciudad y la tierra prometida: “Por lo tanto, ya que estamos para recibir un reino …” El objeto de la esperanza es, finalmente, descrito como “la ciudad que está por venir” (Hebreos 13:14).

Una vez más observamos que no es una ciudad a la que nos vamos, sino la ciudad que va a venir a la tierra. Será construido y establecido por Jesús cuando regrese. ¿No había prometido que los mansos “heredarán la tierra”? (Mateo 5:5) (Puede ser la primera vez que han comprendido el significado de esas palabras simples pero sin par!)

Las “cosas” celestiales por Venir

Si Abraham esperaba una recompensa en un lugar retirado de la tierra, Hebreos 11:8 debe ser pronunciada como engañosa en extremo! El lugar en que Abraham vivió se especifica como la herencia, que estaba destinado a poseer.

Mantenimiento este hecho crucial firmemente en la mente no hay que malinterpretar las referencias a la ” patria celestial ” y “la Jerusalén celestial” en Hebreos 11:16 y 12:22. Deben estas frases ser tomadas como una contradicción de la promesa anterior de que Abraham estaba esperando poseer la tierra de Palestina? ¿Puede una ” patria celestial” estar en la tierra?

Hebreos 11:16 habla de la “mejor”, patria “celestial” y el mismo verso define a la patria como una que se está preparando. Pero note cuidadosamente que el versículo 20 habla en el mismo contexto de “las cosas por venir”.

En este punto debemos tomarnos la molestia de entender el lenguaje bíblico correctamente. Simplemente las cosas “celestiales” que están en preparación son aquellas cosas de la ciudad futura (y tierra) que están destinadas a aparecer en la tierra. Ellas son “celestiales” no porque se encuentran en el cielo, sino porque están siendo preparados por Dios ahora y se manifestarán en la tierra. Serán divinas, porque Dios mismo las proporcionará. Son las cosas por venir, cosas de la edad futura del Reino de Dios en la tierra.

La Jerusalén de arriba

Pablo había hablado de la “Jerusalén de arriba” como “la madre de todos nosotros” (Gálatas 4:26). Sin embargo, no concluye, como lo hacen muchos, bajo la influencia de la querida tradición, que vamos a ir al cielo para encontrar la ciudad. Por el contrario, como el escritor a los Hebreos, que sabía del Salmo 87:5: “Pero de Sión se dirá:” Este y aquél han nacido en ella. “Un hombre dirá: ‘Sión es mi madre’” (véase la Versión de la Septuaginta Griega del Antiguo Testamento citada a menudo por los escritores del Nuevo Testamento).

Es ese futuro Sion en la tierra descrito en el Salmo 87:5 que debe ser la madre de todos nosotros. Las cosas celestiales del libro de Hebreos son simplemente las cosas del siglo venidero. Son cosas que se están preparándose en el cielo, listas para ser reveladas en la era venidera del Reino de Dios en la tierra. No es de extrañar que el escritor nos diga claramente: “…el mundo venidero, del cual hablamos” (Hebreos 2:5).

Para que no olvidemos esta importante lección debemos trazar una línea con un lápiz para conectar la “patria celestial” de Hebreos 11:16 y “las cosas por venir” de Hebreos 11:20. Luego, debemos subrayar en colores brillantes la “ciudad que está por venir” de Hebreos 13:14. Así, podemos aprender que “celestial” no significó para el escritor a los Hebreos, lo que instintivamente puede significar para nosotros.

Versículos adicionales nos confirmarán en nuestra creencia de que Abraham y los fieles de todas las edades se les prometió una recompensa en la hermosa tierra renovada del el futuro. “Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5). “Van a reinar como reyes en la tierra” (Apocalipsis 5:10). ¿Cómo podría alguna vez Abraham heredar “este país en el que la Judíos viven” (Hechos 7:4)? Ahora hay un texto que ha sido silenciado durante demasiado tiempo! “Dios le prometió que le daría a Abraham [la tierra de Palestina]“, aunque durante su vida “Dios no le dio herencia en ella” (Hechos 7:5). Esta es la visión cristiana original claramente expresada por Esteban.

En verdad el lugar que Abraham iba a recibir como herencia no era otro que el lugar en que vivía como un extranjero. Hasta el día de hoy no ha recibido un metro cuadrado de la misma para llamarla como propia (Hechos 7:5). Él y sus hijos murieron sin recibir las promesas (Hebreos 11:39). Los cristianos deben gozar de la misma esperanza de vida en la tierra, la vida en la Era Venidera, la vida en el Reino de Dios en la tierra. Porque si somos cristianos somos “hijos de Abraham y herederos según la promesa” (Gálatas 3:29).

Deberíamos buscar ser creyentes debidamente instruidos, bautizados para la remisión de los pecados, y vivir en preparación para la resurrección de todos los fieles para gobernar con Jesús en el Reino de Dios venidero en este planeta.


Si hay errores en la traducción, cosa que no me quepa la menor duda, les pido mil disculpas… pero recuerden que lo hago con mucho amor para el provecho de cada uno de ustedes…Gracias

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jueves, 28 de enero de 2010

SE ENCUENTRA EL REINO DE DIOS DENTRO DE TI?


Está el reino de Dios dentro (“en el corazón”) de cada cristiano? Jesús dijo que sí, ¿no?… Pues, ¡NO!

Leslie A Turvey

Jesús dijo a los fariseos, ”el reino de Dios no viene con la observación. , Ni dirán: Helo aquí, o, ello allí! porque he aquí, el reino de Dios está entre vosotros (Lucas 17:20-21).

La primera traducción de James Strong de la palabra Griega para ‘ENTRE’ [G1787] es dentro. Pero se deriva de la [G1722], que el Dr. Strong identifica primero como “una preposición primaria que denota posición (fijada) (en el lugar, tiempo o estado)…” Es esta traducción que muchas versiones modernas utilizan para describir las palabras de Jesús.

La versión Inglés Contemporáneo, declara: “el reino de Dios está aquí con ustedes”. La versión Estándar Internacional y la Biblia en Inglés Básico ambas dicen: “… el reino de Dios está entre vosotros.” Varios otras afirman, “… el reino de Dios es en medio de vosotros (Darby, Litv, MKJV, RSV). “Y la popular NVI, aunque usa la preposición ENTRE, incluye una nota, diciendo: “o en medio“.

El cumplimiento de la profecía bíblica es a menudo doble, con un cumplimiento histórico y otro futuro. Vemos que la profecía histórica del reino de Dios, cuando Juan el Bautista gritaba: “¡Arrepentíos, porque el reino de los cielos está cerca» (Mateo 3:2). “Esta fue una gran noticia para el pueblo judío que había estado atribulado por la ley Romana. Pero Juan no dijo que el reino está aquí, simplemente que estaba “a la mano”.

Juan lo llamó ‘el reino de los cielos’, al darse cuenta que no era un reino creado por hombres, como Jesús dijo después: “Mi reino no es de este mundo” (Juan 18:36). También se dio cuenta de que el rey no sería un rey mortal, sino que sería enviado desde el cielo. Mientras que Juan predicó el reino de los cielos, el rey se encontraba aún clandestino, esperando ser revelado al público.

Cuando llegó el momento de su entrada en el escenario, Jesús fue capaz de afirmar: “… el reino de Dios está entre vosotros.”

¿Estaba Jesús en el interior de los fariseos que estaban hablando con él? Ellos sabían que él no lo estaba: él estaba parado allí con ellos. Estaba, como se muestra arriba, en medio de ellos. Era su manera de decir: “Yo soy el rey que han estado esperando.”

Pero Jesús se fue al cielo. El rey se había ido. ¿Y ahora qué?

Durante sus tres años y medio de su ministerio en la tierra, la comisión de Jesús fue predicar el reino de Dios (Lucas 4:43). ¿Por qué se necesita predicar acerca del reino si ya estaba entre la gente? Recordemos que la profecía de la Biblia a menudo tiene un cumplimiento histórico y un cumplimiento futuro. El mensaje de los evangelios es que el rey volverá, no como un bebé en un pesebre, sino con gran poder y gloria (Mateo 25:31-34). Él será el rey de todos los reyes de la tierra, y el señor de todos los señores de la tierra (Apocalipsis 19:11-16).

En ese momento el cumplimiento futuro del reino de Dios se llevará a cabo, y no sólo serán los Judios los que serán liberados de siglos de tiranía ejercidos por déspotas de Satanás sobre ellos. El mundo entero será libertado del control de Satanás.

Hasta ese momento, ¿qué debemos hacer? Jesús mandó a sus discípulos como a los cristianos de hoy, diciendo: “Vayan a todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15).” El evangelio? ¿Qué evangelio? El evangelio – la buena noticia – de la venida del reino de Dios (Lucas 4:43, 22:18).

Comentario:

Podemos decir de un modo romántico que el reino de Dios “está en nuestros corazones”, porque lo hemos recibido con mucho amor y con mucha esperanza. Pero decir que el reino es simplemente Cristo “reinando en nuestros corazones” eso sí es otra cosa muy diferente. El Reino de Dios es una monarquía verdadera, literal, con un rey, territorio, leyes, y muchos súbditos. Es un Reino mundial pero de origen celestial, por eso se le llama también “El Reino de los cielos”.


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GOG Y MAGOG EN Ez. 38:2 Y EN Ap. 20:8


¿Hay diferencias?

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

En este estudio demostraremos bíblica, histórica y geográficamente que “el” «Gog y Magog» que se encuentra en Ez. 38:2 (para ser preciso, «Gog en tierra de Magog») no es el mismo que aparece en Ap. 20:8. La Biblia nos ofrece bastantes pruebas convincentes de que existen grandes diferencias entre “uno” y “otro”. Es por eso que debemos tener mucha cautela al revisar el entorno escritural de los textos estudiados para no caer en elucubraciones propias y que no son Dios.

Empezamos:

En un estudio previo de un servidor («Israel y los conflictos bélicos finales») dijimos que una gran confederación del Norte se alistará en la «Gran Tribulación Escatológica» con la maligna intención de devastar la nación de Israel y que no tiene ninguna relación con la fuerza multinacional del Anticristo Final. Esta confederación está reseñada en los siguientes textos; por favor léalos para que comprenda claramente el presente escrito (Ez. 38:1-39:25; Dn.11:40; Jl. 2:1-27; Is. 10:12; 30:31-38; 31:8-9).

Identificaremos primeramente a Gog y Magog de Ez. 38:2-3.

La Biblia Versión Revisada en Inglés, traducida al castellano dice:

«Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog, la tierra de Magog, el príncipe de Ros, Mesec y Tubal… » (Ez.38:2).

«El príncipe de Ros » es mencionado como Gog en Ez.38:3. Gog es el apelativo del jefe o cabeza de la confederación del Norte y su tierra es nombrada como Magog que está conformada en tres partes: Ros, Mesec y Tubal.

Hermanos, amigos y detractores, pongamos mucha atención aquí:

En Gn. 10:2 miramos que Magog es el segundo hijo de Jafet y este último uno de los hijos de Noé y que fueron “tres”. Gomer, Tuabl y Mesec fueron además hijos de Jafet. Por otro lado, Tograma fue nieto de Jafet y el tercer hijo de Gomer. Para los que “no saben”, la Tierra de Magog estaba localizada geográficamente en lo que hoy se conoce como Cáucaso y sus regiones contiguas. Tanto Ros, como Mesec y Tubal en la antigüedad fueron llamados como «escitas». Fueron nómadas de las regiones del Norte y del Mar Caspio. Ante esto, se ha considerado bajo una seria y profunda indagación que Ros es la nación de Rusia, y el príncipe Ros, por inferencia, el gobernante de esta nación. Dijimos que Magog fue el segundo hijo de Jafet. Hay indicios que la prole de Magog hábito los territorios del Cáucaso y Armenia del Norte. Es más, es interesante comentar que «Cáucaso» significa «Fuerte de Gog».

El historiador Josefeo escribió que Magog erigió los pueblos que fueron llamados como «magogitas» y «escitas» por los griegos. Estos «escitas» surgieron de sus antepasados que estaban instalados en un principio en Araxes, Armenia. Esto concuerda con el Antiguo Testamento que dispone a los descendientes más cercanos de Noé en Armenia. Se cree que los «escitas» o «magogitas» se desplazaron hacia las regiones del Norte en tiempos muy antiguos. Quienes se dedican a estudiar historia, han dividido a los «magogitas» en dos “razas” o pueblos distintos, a saber:

1. La jafética o europea.
2. La turania o asiática.

b). La raza jafética: comprendía en la antigüedad los «sármatas,» pero el día de hoy son conocidos como «eslavos» o «rusos». Los sámatras era una “argamasa” de escitas y medos que se desplazaron en grupos poco cuantiosos hacia las aéreas del Mar Negro y se propagaron partiendo del Báltico hacia los Montes Urales.

B). La raza turania: comprendía a los «magogitas asiáticos» o «escitas». Se fincaron en la enorme meseta de Asia Central. Sus descendientes fueron los tártaros, los cosacos, los finlandeses, los calmulcos y los mongoles.

Gesenius, que elaboró «El Léxico Hebreo (tenido como “inmejorable”), refiere que Gog es sin lugar a dudas «los rusos». Dijo que Ros fue un nombre dado para las tribus que habitaron al Norte de los Montes Tauros, próximos al Volga. Esta es una poderosa señal que identifica históricamente a Ros con la nación Rusa. También reconoce a Tubal como «Tobolsk», primera provincia colonizada en la antigüedad y el nombre de la ciudad en que Pedro el Grande edificó la vieja fortificación conforme al modelo del “Kremlin” que se encuentra en Moscú. Moscú indica la Rusia europea, mientras que «Tobolks» a la Rusia asiática.

Por lo tanto, «Ros» corresponde a la Rusia de hogaño:

«Magog significa el país o pueblo, y Gog el rey de ese país; el nombre general de las naciones del Norte de Europa y Asia, o de los distritos del Norte del Cáucaso y de los Montes Tauros» (Diccionario Bíblico y Teológico).

En Ez. 38: 15 se narra que junto a Magog habrá «muchos pueblos contigo». Ez. 38:7 habla que Magog será la cabeza de estos «muchos pueblos» ya que se lee: «Sé tú su guarda» (su líder, dirigente principal, cabeza, comandante, jefe).

La primera nación confederada con el Rusia será «Persia» (Ez. 38:5). Ezequiel habla del antiguo imperio de «Persia» que en el día de hoy ocupa el país moderno de Irán.

La segunda nación confederada del Norte es mencionada como «Etiopía» y en la Biblia aparece nueves veces escrita y apunta a un cierto lugar de África. En once ocasiones se refiere a «la tierra de Cus» y que es una parte de «Arabia». «La Nueva Enciclopedia de Conocimientos Religiosos de Schaff-Herzog» indica que el nombre de «Cus» aparece seguidamente en el Vetero Testamento y que es traducido como «Etiopía», un área ubicada al Sur de Egipto. De acuerdo a los descubrimientos y a las inscripciones cuneiformes descifradas, «Etiopía» también representa dos lugares y pueblos: el primero compuesto por los habitantes hallados al Este de Babilonia Central, conocidos como «Kasshitas» o «Kosshitas». Éstos dominaron Babilonia en los siglos XVII y XII a de C., y una región y un pueblo de Arabia situada en el Norte. Ez. 38:15 dice que Cus es uno de los pueblos que vienen junto a Gog de las regiones del Norte. Con esto queda entendido que el Cus citado por Ezequiel, no es la «Etiopía de África», sino un lugar o país colindante con «Persia».

La tercera nación confederada es «Libia» o «Fut» y que por lo común se reconoce como «Libia de África», empero los eruditos piensan que probablemente «Fut» está situada al Sur o al Sureste de Cus, adyacente con «Persia», sin olvidar que estas naciones han sido incorporadas en los territorios del Norte (Diccionario de la Biblia, de J. D. Davis).

La cuarta nación coligada a las hordas del Norte es «Gomer», y se relaciona con la nación de «Alemania» en la actualidad. Los historiadores creen con mucha seguridad que los descendientes de «Gomer» viajaron hacia el Norte para fincarse en ciertas partes de lo que hoy se conoce como el país de «Alemania».

La quinta nación adherida con «Rusia» es «Togarma», y representa a «Turquía» o «Armenia». En ««Las Crónicas de Asiria», «Togarma» es nombrada como «Armenia». En los escritos armenios se le denomina «La Casa de Togarma». «Togarma» quizás este relacionada con los grupos humanos asentados en «Asia Central» y «Siberia». Lo cierto es que «Togarma y todas sus tropas» son los grupos tribales «siberianos» instaladas en las regiones del «Norte de Asia» y que se expandieron para limitar con el « Océano Pacífico».

Ezequiel profetiza la salida de una confederación del Norte cuya cabeza o jefe saldará de la tierra de «Magog», de «Rusia», como antes vimos ya. Entre los aunados con «Rusia» se encuentran «Irán» (Persia), varios países de «Arabia» (Fut o Etiopía), «Alemania Moderna» (Gomer), y algunos pueblos de «Asia» conocidos como «Togarma». Esta confederación enfrentará la nación de Israel en la «Gran Tribulación Final», un poco antes del desplome de los retorcidos sistemas del mundo.

«Rusia» hará un concordato, una coalición de naciones con «Persia», «Etiopía», «Libia», «Turquía» y «Alemania» (véase por favor Ez. 38: 2, 5, 6). Es claro ver en Ez. 38:13 que algunos gobiernos no estarán de acuerdo con esta invasión perpetrada contra Israel. Veamos:

«Sabá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?» (Ez. 38:13).

La destrucción de la confederación del Norte no será por estrategia humana. Dios se encargará de esta belicosa coalición sobre los montes del pueblo judío (Ez. 39:2-4), a través de una naturaleza conmocionada por su terrible y gran poder:

«… que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra. Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano. Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre» (Ez. 38:20-22).

«Durante siete meses los cuerpos serán soterrados por el Pueblo de Israel con el fin de limpiar la tierra» (Ez. 39:12), y «por siete años los habitantes de las ciudades consumirán con fuego lo que haya quedado de las armas de los enemigos» (Ez. 39:9-10).

Existen marcadas diferencias entre la invasión de «Gog y Magog» y «la contienda de Armagedón»:

1). En la invasión de Gog se mencionan aliados precisos, pero en la batalla de Armagedón están comprometidas «todas las naciones» (véase Jl. 3:2; Sof. 3:8; Zac. 12:3; 14:4; Ap. 16:14, 16).

2). Gog procede del «Norte» (Ez. 38:6, 15; 39:2), pero los milicias en el Armagedón provienen de «toda la tierra» (Ap. 16:14, 16).

3). «Gog» es la cabeza o líder de los pueblos asaltantes (Ez. 38:7), por otro lado el «Anticristo Final», «la Bestia», es el comandante supremo de los ejércitos terrenales en el conflicto de Armagedón (Ap. 19:19).

4). Por medio de una «naturaleza soliviantada», Dios destruye los ejércitos de la confederación del Norte, pero los grupos militares en el Armagedón son «devastados por el Señor Jesucristo en su venida personal» (Ap. 19:15).

Este evento es futuro y escatológico, mas no pasado. No hay nada registrado de manera semejante en lo que ha sido la historia de la nación israelita. Ningún detalle presentado hasta este momento podrá “acomodarse” jamás con cualquier acontecimiento suscitado con anterioridad y hasta la fecha en dicha nación.

Es muy importante conocer el contexto del libro de Ezequiel para no extraviarse del significado verdadero de un determinado texto que se estudia y que ofrece alguna dificultad para entenderse. El capítulo 37 de este libro comprende la restauración (progresiva) de la nación de Israel en el lugar o tierra que siempre le perteneció por voluntad divina. El capítulo 40 de Ezequiel es uno habla de la era milenaria. Es obvio que entre la restauración del Pueblo de Israel y la era milenaria ocurrirá la invasión de Gog y Magog, exactamente en la época de la «Gran Tribulación Escatológica» (orden cronológico). «Al cabo de años» (Ez. 38:8), «al cabo de los días» (Ez. 38:16), son locuciones que están relacionadas con los «postreros tiempos», con «los postreros años y días», cuando Dios tenga un trato directo con Israel, claro está, antes de que el Reino Teocrático de Cristo sea levantado en un mundo regenerado.

Muchos creen que la invasión de la confederación del Norte tendrá lugar al final de la «Gran Tribulación Escatológica», pero realmente no es así. Ezequiel en su libro nunca menciona ninguna batalla militar sino una destrucción de las hordas norteñas por una naturaleza convulsionada de parte de Dios. Aunque se habla de una «espada» en Ez. 38:21, no indica que sea «la espada que sale de la boca del Señor Jesucristo en su arribo visible y glorioso al mundo» (Ap. cap. 19), «después de la tribulación de aquellos días» (Mt. 24:29). Cristo «matará» a sus enemigos con «el espíritu de su boca», «con resplandor de su venida» (2 Ts.2:8), en su Parusía (Lc. 21:27); no se valdrá de la naturaleza para vencer a sus adversarios, ni de otra cosa. Él personalmente lo hará, y de manera rápida y efectiva. Por lo visto en Ezequiel, la invasión es efectuada por «el rey del Norte y sus aliados», mientras que en Zac. 14 y Ap. 19 «las naciones del mundo entero» son reunidas para el enfrentamiento del Armagedón. La destrucción de los ejércitos del Norte acontece «sobre los montes de Israel» (Ez. 39:24), mientras que la caída de los ejércitos de «todo el mundo» en el Armagedón sucede en «Jerusalén» (véase Zac. 12:2; 14:2), en el «Valle de Josafat» (Jl. 3:12), y en «Edom» (Is. 63:1).

Es menester mencionar que en la profecía del libro de Ezequiel, Israel se encontrará «morando en su tierra en paz y seguridad» (Ez. 38:11), pero en Ap. 12:14-17 Israel no habitará su tierra “en paz y seguridad”. Ap. 12:14-17 son textos bíblicos que están relacionados con la “segunda mitad” de la «Septuagésima Semana» del profeta Daniel (La Tribulación Postrera). Dicha “mitad” corresponde a un tiempo de «tres años y medio» (Ap. 12:6 dice: «mil doscientos sesenta días», y son «tres años y medio». Ap.12:14 dice: «por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo», que también equivale a «tres años y medio». Véase Dn. 7:25 quien menciona en su profecía estos «tres años y medio» escatológicos). No puede ser la época mesiánico-milenaria ya que Israel firmará un pacto con el Anticristo, un pacto con la «muerte,» un «convenio con el sepulcro» (Is. 28:18). El Anticristo «romperá el pacto» hecho con la nación de Israel al terminar la “primera mitad” de la «Septuagésima Semana» con el oscuro propósito de perseguirla (La Mujer: Israel) y aniquilarla de una vez por siempre (Véase Ap. cap. 12 por favor):

«Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador» (Dn. 9:27).

Pruebas mostradas de porqué «Gog y Magog» de Ez. 38 y de Ap. 20: 8 no son lo mismo:

Mucha atención en esto:

a). En Ezequiel «únicamente» la confederación del Norte está implicada en la invasión de Israel.

b). En Apocalipsis las naciones del «mundo entero» están reunidas para la invasión.

c). El contexto de los capítulos 37 y 40 del libro de Ezequiel indican que la invasión de los ejércitos del Norte será antes del la instalación del Reino de Cristo en la tierra (entre la restauración nacional de Israel y el Milenio Teocrático).

d). En Ezequiel los muertos serán enterrados durante un período de «siete meses»…

e). Pero en Ap. 20:9 los rebeldes son consumidos por el «Fuego de Dios», siendo innecesario sepultarlos.

f). En Ezequiel se observa que después de la invasión y asolamiento del rey del Norte y de sus huestes aliadas viene el gobierno terrenal de Cristo (Ez. caps. 40-48).

g). En el capítulo 21 de Apocalipsis, después de la destrucción de Gog y Magog («cuando los mil años se cumplan», véase Ap. 20:7), se narra que aparecerán «los Cielos Nuevos y la Tierra Nueva» (Ap. 21:1).

Un autor comenta con respecto a «Gog y Magog» (ton Gög kai Magög, gr.) en Ap. 20: 8:

“La expresión «los cuatro ángulos de la tierra» es una figura de dicción que destaca universalidad. El engaño satánico se extenderá por toda la tierra (véanse Ap. 7:1; Is. 11:2). El apóstol Juan llama a las naciones «Gog y Magog» (véase que Gog y Magog está en aposición con «las naciones». De modo que no se refiere a un punto geográfico, concreto (como en el caso de Gog y Magog de Ez. 38 que sí especifica su origen: Del Norte. Énfasis mío), sino a la totalidad de las naciones que son engañadas por Satanás y se juntan para la captura de Jerusalén».

Armando y Manolo (labiblianodiceesto.blogspot.com):

Que este estudio les aclare el entendimiento para que desistan de conciliar el infundado concepto de qué «Gog y Magog» de Ez. 38:2 es exactamente el mismo de Ap. 20:8. A propósito, los siguientes textos son lo bastante «oportunos» para esta ocasión:

«… entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo» (2 P. 1:20-21).

«Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición» (2 P. 3:15-16).

¡Mucho cuidado!

Dios les bendiga siempre.

«Biblia Reina Valera 1960».

«Biblia Versión Revisada en Inglés» (Traducida al Castellano).

«Things to Come», de J. Dwight Pentecost («Estudios de Escatología Bíblica»).

Bauman, Louis: «Russian Events in the Light of the Scripture» («Eventos Rusos a la Luz de las Escrituras»).

Gaebelein, Arno C., «The Prophet Ezekiel».

Gesenius («Hebrew and Chaldee Lexicon»).

«Biblical and Theological Dictinoray» («Diccionario Bíblico y Teológico»).

«New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge» («Nueva Enciclopedia de Conocimientos Religiosos de Schaff-Herzog»).

«Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento» (A.T. Robertson).

«Apocalipsis: La Consumación del Plan Eterno de Dios» (Evis. L. Carballosa).

«Diccionario de la Biblia» (J. D. Davis).

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CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA: SU SIGNIFICADO REAL


1).- la creencia popular sobre el Futuro de la Tierra

Una creencia popular cristiana es la destrucción de la tierra y de los fieles que son tomados y que se les entrega una nueva morada eterna, cuando el Mesías retorna a la tierra. Este concepto de la destrucción de la tierra presenta contradicciones en la Biblia. Sería de esperar que no deba haber contradicciones en la palabra inspirada de Dios. Esta contradicción tiene su origen en la segunda epístola de Pedro, que establece lo siguiente.

“Los elementos (que) se fundirán, la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.” (2 Pedro 3:10)

Detalles del Antiguo Testamento sobre el destino de la Tierra

En contraste, muchas referencias aparecen en el Antiguo Testamento sobre los últimos días, cuando el Señor juzgará a las naciones desde Jerusalén (Isaías 2:2-4) y tras una gran guerra, el Señor morará en Sión y Judá ‘será habitada para siempre’” (Joel 3:17-20). Los que se quedan de las naciones que lucharon contra Israel “subirán de año en año para adorar a Yahvé» (Zacarías 14:16). Hay muchos otros pasajes que transmiten el mismo mensaje y se nos dice que la tierra permanece para siempre” (Eclesiastés 1:4). Isaías 66 y el libro de Apocalipsis mencionan un ‘cielo nuevo y una tierra nueva’. Al examinar esta cuestión, es esencial que examinemos las apariciones de la utilización de la frase un «cielo nuevo y una tierra nueva” en los registros bíblicos.

2) Nuevo Cielos y una Nueva Tierra como se utiliza en la Biblia

Lo primero que debe examinarse es el uso de la palabra «nuevo» en el Antiguo y Nuevo Testamento.

Isaías 66 se ocupa ampliamente de Jerusalén. Al seguir las palabras del profeta a través de este capítulo, se revela el destino de Israel. Fuera de la tribulación, la opresión y el conflicto, Jerusalén se levantará de nuevo. El profeta habla de la ira de Yahvé siendo derramada.

“Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, y con sus carros como un torbellino, para descargar su ira con furor, y la reprensión con llama de fuego.” (Isa.66: 15)

Entonces, el Señor usará “fuego” y la “espada” para pelear con toda carne y habrá muchos muertos. Tenemos aquí un conflicto de gran envergadura contra las naciones, que son sometidas. No hay una completa aniquilación de la población, como el capítulo prosigue para demostrar que habrá culto establecido en Jerusalén.

“Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová” (Isaías 66:20)

Es aquí que el profeta se refiere a los nuevos cielos y la nueva tierra, en Isaías 66:22.

“Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo hago, permanecen delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. De una luna nueva a otra, y de sábado en sábado, vendrá toda carne a adorar delante de mí, dice Jehová. “

“Nuevo”: como una nueva renovación y cambio

Nótese que aquí hay una referencia a toda “carne”, lo que sugiere un estado mortal de la humanidad. Lunas Nuevas y Sábados indican una relación con el mundo como la conocemos. También tenemos referencias aquí a Jerusalén, la montaña, la casa y toda ‘carne’. Hay un juicio de fuego, pero no hay ninguna mención de la tierra siendo destruida.

La palabra «nuevo» en el Antiguo Testamento se utiliza en el sentido de reconstrucción o renovación. Su significado se obtiene de la concordancia. (Strong: las palabras provienen de 2319 y 2318)

La aparición de la palabra en el Apocalipsis en ‘nuevos cielos’ y una ‘ tierra nueva’ se relaciona con “frescura” (Strong 2537). Su uso en el Nuevo Testamento es más estrechamente relacionado con los ‘cambios’ y no una creación de algo diferente. Tenemos que examinar el uso de esta palabra en su contexto. Algunos ejemplos son los siguientes:

En Mateo 26:28 leemos que “esto es mi sangre del Nuevo Pacto.” Ha habido un cambio de la Ley de Moisés a la Ley del Mesías. Esto significó un cambio en el modo de culto, como el Ungido había cumplido con todos los aspectos del sacrificio de la ley.

En 2 Corintios 5:17, leemos: “Por lo tanto, si alguno está en Cristo (el Ungido) es una nueva criatura.” Esto de ninguna manera apoya la destrucción de la persona, sino un cambio en la actitud de la persona, la fidelidad y su forma de vida.

Efesios 4:24 transmite el mismo mensaje cuando se dice “vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en justicia y verdadera santidad.” Una vez más, el hombre físicamente aparece el mismo, pero la transformación es de nuevo en su modo de vida.

Hebreos 9:15 se refiere a los cambios que fueron puestos en marcha por la crucifixión del Mesías. El antiguo pacto fue sustituido por un nuevo pacto, que se basa en los principios de la Antigua Alianza, que fue la Ley de Moisés, y que a su vez se basaba en el pacto de Abraham. La obra del Mesías no se puede entender que no sea a la luz de la Ley de Moisés. Es aquí donde vemos un cambio, que se basa en los principios divinos establecidos anteriormente. “Y por esta causa el es el mediador del Nuevo Testamento.

La frase ‘Cielos y Tierra’ usada en sentido figurado

El uso de ‘los cielos y la tierra’ en la Biblia a menudo es figurativo y se utiliza metafóricamente.

En Isaías 1:2 leemos: “Oíd, cielos, y escucha tú, tierra”. Isaías se dirige a los gobernantes (el cielo) y los gobernados (la tierra). Esto se ve en Isa.1: 10. Esta forma de dirección se utiliza a menudo cuando Yawheh está hablando y amonestando al pueblo de Israel. En este caso, como en otros lugares, las palabras están dirigidas a los gobernantes y el pueblo de Israel. El siguiente es otro ejemplo en donde la nación de Israel está siendo dirigida y se utiliza un lenguaje metafórico, con los gobernantes representados como el cielo y el pueblo como la tierra.

“Escucha, oh cielos, y hablaré; y escucha tierra, las palabras de mi boca”. (Deuteronomio 32:1)

Simbólicamente, las estrellas y la luna se utilizan a menudo para representar a los gobernantes en la Biblia. Un interesante y, a menudo mal entendido caso se encuentra en Isaías 14:4. Isaías introduce el tema siendo abordado en los siguientes versículos.

“Toma este proverbio contra el rey de Babilonia, y di, ¿Cómo ha cesado el opresor!”

El rey de Babilonia es la persona que está siendo amonestada. Su poder se ha roto y ha caído de su posición de fuerza y dominación. En el lenguaje figurativo se representa como una estrella caída.

“Descendió al Seol tu soberbia… ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitas a las naciones. “(Isaías 14: 11-12)

El rey de Babilonia, había oprimido a muchas naciones y había sido un gobernante fuerte y poderoso de su época. El término Lucifer es una palabra que significa ‘estrella de día’. Era un símbolo que denota su poder y autoridad. La palabra 1966 de la concordancia de Strong se relaciona con la palabra 1984 de Strong. Se traduce indistintamente como brillo o gloria, hacer un show, jactarse y de ahí ser tonto. Un ejemplo se da en Jeremías 9:23 con la palabra traducida como ‘gloria’.

“No se gloríe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se gloríe el valiente, ni el rico se gloríe en sus riquezas.”

El rey de Babilonia se había gloriado de su poder y como resultado fue cortado y cayó del poder. Este es un ejemplo de la utilización de los símbolos de las estrellas para representar a los hombres en el poder en el Antiguo Testamento. Esta simbología se utiliza ampliamente en la Biblia.

3) La Tierra Diseñada para durar

Las referencias de las Escrituras indican que la tierra ha sido diseñada para durar y no fue diseñada para destrucción. Considere cuidadosamente las siguientes referencias y el acuerdo entre los escritores.

Eclesiastés afirma que “La tierra permanece para siempre.” (Eclesiastés 1:4)

En Isaías 14:18 la intención del creador, es declarado como: «Él no la creó en vano, sino que la formó para ser habitada.”

Y Números 14:21 declara que, “Toda la tierra será llenada de su gloria.”

Yahweh tiene un propósito con esta tierra y con la humanidad y no parece haber ninguna evidencia en los registros escritos que sugiera que la tierra será destruida.

Cuando el salmista observó el mundo que le rodea, declaró, “El cielo y la tierra manifiestan la obra de sus manos”. No nos sorprenden las maravillas de la creación? Para nuestros propios ojos las maravillas de la creación deben reflejar su perfección en las cosas naturales que nos rodean y las complejidades de la planta más pequeña o criatura. ¿Por qué tanta magnificencia será destruida? Se nos dice que el león y el cordero se echarán juntos y las tierras secas volverán a florecer y ser productivas. «El yermo se gozará y florecerá como la rosa, es un pasaje bien conocido que representa la regeneración de las tierras secas en esta esfera. (Isaías 35:1)

Considere también la inundación de los tiempos de Noé y la promesa en Génesis 8:21.

“No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho”.

¿Vamos a creer esta promesa? El arco iris se presenta como una señal de este compromiso antiguo, incluso para nosotros hoy. Mateo 24:37-39, nos advierte que nuestra civilización actual se enfrenta a una crisis similar a la de los días de Noé, y se nos ha dado la seguridad de que el Señor nunca más volvería a destruir a la humanidad por completo. Si la tierra iba a ser destruida, ¿cómo se sostendría esta promesa y la promesa de que la tierra se llenará de la gloria de Yahweh?

La tierra permanece para siempre. (Eclesiastés 1:4)

Predicción de Pedro Examinado

Pedro se refiere al diluvio en 2 Pedro. 3:6 y lo compara con el mundo como que perece o es destruido.

“Por el cual el mundo que era entonces, siendo anegado en agua pereció.

Sabemos que la tierra no pereció, se mantuvo. Fue la civilización que fue destruida, no la tierra física. La tierra sigue siendo literal. Pedro también declara lo siguiente.

“los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos se fundirán, la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.” (2 Ped.3:10).

La palabra ‘quemadas’ viene del griego ‘quemar hasta el suelo. El N.V.I Traduce este versículo de la siguiente manera: “Los cielos pasarán con grande estruendo, los elementos serán destruidos por el fuego y la tierra y todo lo que en ella hay serán quemados.”

Esta traducción no sugiere que la tierra misma será quemada. En 2 Ped.2: 5, Pedro establece que ‘no perdonó al mundo antiguo’. Pedro está aquí refiriéndose a la época del diluvio. Fue la civilización que fue destruida, no la tierra. Los ‘elementos’ que Pedro habla se refieren a “los rudimentos y preceptos”, como en Colosenses 2:20.

‘Pues si sois muertos con Cristo cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué como si vivieseis al mundo, os sometéis á ordenanzas “

Esto se refiere a la eliminación de las ordenanzas actuales y de la civilización y no prueba que Pedro cree que la tierra será destruida. La misma idea y la misma palabra se producen en Gálatas 4:3.

“Así también nosotros, cuando éramos niños, éramos siervos bajo los elementos del mundo.”

La palabra se utiliza de nuevo en el versículo 9, ‘¿cómo os volvéis de nuevo á los flacos y pobres rudimentos, en los cuales queréis volver á servir?

Estos ‘elementos’ particulares no son cosas físicas o cosas tangibles, sino que son los aspectos sociales e ideológicos, y las leyes del mundo civilizado.

2 Pedro 3:7 indica que ‘los cielos y la tierra están ahora … reservados para fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.”

Esta es una situación muy similar a la descrita en Isaías 66 de la que se hizo referencia anteriormente. La explicación más lógica para este verso es que los cielos y la tierra representan los gobernantes y el pueblo. Ellos son los que serán juzgados, no el cielo y la tierra física.

Los cielos y la tierra representan a los gobernantes y a la gente que serán hechas nuevas

Pedro estaba familiarizado con las Escrituras del Antiguo Testamento y la simbología utilizada. Este versículo sigue directamente de donde se dice que ‘el mundo … pereció’ en el tiempo del diluvio. Sería una transición lógica para el siguiente verso y el juicio del último día que vendrá sobre la humanidad. Una vez más es el “Kosmos” o la sociedad como lo conocemos que se hace referencia, y, son las instituciones sociales del mundo que serán destruidas y cambiadas, pero la tierra permanecerá, como ocurrió en el tiempo de Noé.

Isaías está totalmente de acuerdo con Habacuc 2:14 y Números 14:21, cuando dice:

‘Ellos no dañarán ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra será llena del conocimiento de Yahvé, como las aguas cubren el mar. (Isaías 11:9)”.


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miércoles, 27 de enero de 2010

MIGUEL SERVETO: LA TRINIDAD O LA HOGUERA


En el incontenible río del tiempo, ha de haber, así lo imagino esta apacible tarde del verano de fines de los noventa, un lento flujo en las orillas y una rápida corriente en su centro. Esta última es la fragorosa sucesión de causas y efectos cotidianos, el pecado de la tarde es la sudorosa pesadilla de esa misma noche. El otro, de más lento retorno, más denso, es el que origina la historia. Es el que urde en puntadas de siglos la causa intrascendente de hoy con el efecto devastador que espantados hombres asumirán dentro de tres o cuatro generaciones.

Así, cuando el año del Señor de 325 los obispos del Concilio de Nicea iniciaron la doctrina de la Trinidad, el credo niceno, estaban enviando secretamente en 1553 a Miguel de Servet a su hoguera. En esta trama transecular un Jean Cauvin, alias Calvino, habrá sido mero servidor, sino mínimo reflejo, de un relámpago iniciado doce siglos antes.

Miguel de Servet, el hereje de Huesca, no quiso ser parte de ese flujo lento y cenagoso que atravesaba los siglos, y declaró su rebeldía a ese dios tricéfalo, tricorporeo o tríptico del que no hablaban los textos sagrados. Condenado por los católicos, fue arrestado, enjuiciado y ejecutado por los calvinistas. El castigo, la quema lenta.

Indago por su vida, hechos y fechas en mi biblioteca, cuatro volúmenes lo detentan y lo eximen de un posible olvido. El hombre que a los veinte años publicó su DE TRINITATIS ERRORIBUS, para sacar a la luz el error de esta invención monstruosa, la cita es de Borges, merece ocho líneas en la PEARS’CYCLOPEDIA de 1930, doce en el DICCIONARIO ENCICLOPEDICO ILUSTRADO SOPENA de 1980, un pequeño párrafo de tres miserables líneas en PROVIDENCIA DE DIOS de Quevedo, escrito en 1700, y una página en el MANKIND’S SEARCH FOR GOOD de la Watchtower Bible and Tract Society of Pennsylvania, publicado en 1990.

Su biografía según estos primitivos textos es simple en cifras, vio la primera luz del día en Villanueva de Sigena, Huesca, España en 1511, la Pears quiere que sea 1512, y vio la ultima luz, la de su hoguera, en Champel, Ginebra, Suiza, el año 1553.

Fue un humanista, geógrafo, astrónomo, filosofo, teólogo, abogado y medico, el latín y el griego no le eran ajenos, la historia de las ciencias le atribuye las primeras ideas sobre la circulación de la sangre, era un hombre de su época, el Renacimiento. Fue con su obra escrita, APOLOGETICA DISCEPTATIO PRO ASTROLOGIA, DIALOGORUM DE TRINITATE, CRISTIANISMI RESTITUTIO y la ya mencionada DE TRINITATIS ERRORIBUS que logró encontrar el camino a la hoguera. Sus hechos, como todas las realidades humanas son más simples, se opuso públicamente a la doctrina teológica de la Trinidad, argumentando “que no se halla en las Escrituras, y sólo parece perpetuar un error filosófico”, la declaró inentendible, imposible por la misma naturaleza de las cosas e incluso la consideró una blasfemia. La Santa Iglesia Católica lo apresó y sentenció a muerte. Logró escapar del abrazo de la Santa Madre Universal para más tarde, por instigación de Calvino, hijo extraviado de aquella, volver a ser arrestado y enviado final y fatalmente a su hoguera.

Quevedo lo cita para advertencia de un posible lector dudoso de la Trinidad que Servet fue quemado vivo por igual pecado por el “abominable hereje” Calvino, (anagrama de Luciano, otro hereje), avisa así al lector incrédulo que sus ideas son condenadas hasta por los heresiarcas.

La PEARS’CYCLOPEDIA dedica nueve líneas a John Calvin, pero en ellas no cita a Michael Servetus, en las ocho líneas dedicadas a éste, Calvino esta citado dos veces. Extrañamente, la biografía de una víctima debe incluir específicamente a su victimario, la de un asesino; en cambio, no precisa la inclusión de su víctima más notable.

Acaso paradójicamente, el librito de la Watchtower, de la ortodoxa secta de los Testigos de Adonaì, (el respeto a la antigua tradición de los Solferim, copistas judíos de los textos sagrados, me impide escribir el verdadero NOMBRE) es el que dedica más espacio a Serveto, incluye un grabado de su rostro y otro del triste semblante de Juan Calvino. El lector, como es lógico, tenderá a ver más cerca a Calvino que a Serveto de tales editores.

El Concilio de Tolosa, en 1229, solucionó la controversia de la Trinidad, obviando argumentos teológicos y doctrinales que no venían al caso, proscribió sabiamente la posesión de libros bíblicos. Posteriormente el Concilio de Narbona prohibió que los legos poseyeran parte alguna de la Santa Biblia, completando así el convencimiento de la verdad.

Revisando mis libros en la búsqueda (sin éxito por lo demás) de la cita original de Borges sobre la Trinidad, di con la asombrosa frase que Miguel Servet dirigió a sus jueces después de escuchar la condena. Un lector inquisitivo la encontrara al final de la nota fechada en 1933, Arte de Injuriar, incluida en Historia de la Eternidad, publicado en 1953. Acuso entonces un quinto volumen, donde seis líneas corroboran el nombre y la hoguera.

Me pregunto si será este intrascendente manuscrito, que terminó de escribir por mero aburrimiento a cuatro siglos de la hoguera, otro reflejo, mínimo, difuso, ya apenas visible, de aquel relámpago encendido en Nicea. Tal vez cada causa queda titilando en el tiempo (como la luz de aquellas estrellas que aun vemos, a pesar de que el astro formidable que la originó es posible que ya no exista), para ir a cumplirse en un efecto cada cierto tiempo, cuando encuentren sobre la tierra las tinieblas apropiadas.

EXPRESIONES PECULIARES DE LOS JUDIOS


(Expresiones peculiares de los judíos)

Compendiado por Dr. Jason Navarro, R.D.

Los hebraísmos se traducen literalmente al castellano, pero el estudiante serio examinará el significado de ellos para saber cómo se entendían en el lenguaje original.

I. El modismo de filiación, el uso de la palabra “hijo”.

En el Nuevo Testamento muchas personas se llaman “hijos” de alguien o de algo, no en el sentido ordinario de ser descen­dientes, sino para dar énfasis a ciertas características o cuali­dades de su vida y conducta. Ejemplos: Mar. 3:17, “hijos del trueno” (indica su carácter algo tempestuoso); Luc. 10:6, “hijo de paz” (una persona dispuesta a recibir el evangelio); Hech. 4:36, “hijo de consolación” (Bernabé, el exhortador); Efes. 2:2, “hijos de desobediencia” (esa clase de gente), y en el siguiente versículo, “hijos de ira” (indicando el fin o destino de los tales; compárese “hijo de perdición”, Juan 17:12); Mat. 5:45, “para que seáis hijos de vuestro Padre” (imitadores de El, amando tanto a los enemigos como a los amigos); Jn. 8:39, “si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais (serían imita­dores de el); 1 Tes. 5:5, “hijos de luz e hijos del día” (personas con entendimiento que andan en justicia).

II. El modismo de poner lo absoluto por lo relativo, o de hacer comparaciones por medio de negaciones.

A. Jn. 6:27, “Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece”. Si esta prohibición fuera absoluta, tendríamos que suspender el trabajo que hace­mos para ganar el pan. Pero otros textos requieren tal trabajo (Efes. 4:28; 2 Tes. 3:10), y la Biblia no se contradice. Por lo tanto, reconocemos que Jesús empleó el modismo de poner lo absoluto por lo relativo para dar más énfasis a lo que dijo. Hace una comparación entre dos cosas, para dar énfasis a la cosa más importante, por medio de una negación absoluta de la cosa menos importante. Para entender este modismo, se puede su­plir las palabras, “no solamente” (“Trabajad, no solamente por la comida que perece …”), pero debemos reconocer el énfasis del texto.

B. En 1 Cor. 1:17 Pablo dice, “Pues no me envió Cristo a bau­tizar, sino a predicar el evangelio”. Hace una comparación entre su predicación como embajador de Cristo y el acto físico de bautizar (estúdiense los versículos 14-16). Los apóstoles fueron enviados a bautizar; Mateo 28:19 lo dice claramente. Sin embargo, en 1 Cor. 1:17 Pablo habla de bautizar con sus propias manos, cosa que no fue siempre necesaria, puesto que cualquier discípulo puede hacerlo. Pablo mismo fue bautizado por un discípulo llamado Ananías (Hech. 9:17, 18). Pablo em­plea en 1 Cor. 1:17 el modismo de negación para dar énfasis a la predicación apostólica, y para disminuir la importancia de bauti­zar a los corintios con sus propias manos, debido a la carnalidad de éstos. Querían ser seguidores de hombres (1 Cor. 1:12; 3:4). Estúdiese el contexto de 1 Cor. 1:17 y será obvio que Pablo pone lo absoluto por lo relativo. Los que citan este versículo para probar que el bautismo no es necesario para la salvación tuercen las Escrituras.

C. Mar. 9:37, Jesús dice, “el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió”. Desde luego, uno recibe a Jesús, pero no solamente recibe a Jesús, sino también recibe al Padre.

D. Luc. 14:12, 13 Cristo da la siguiente prohibición que en realidad no es una prohibición absoluta, sino la negación de una cosa para dar más importancia a otra cosa: “Cuando hagas co­mida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos … Más cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos…” ¿prohíbe Jesús que invitemos a los parientes y amigos a nuestras casas para una comida? Es un modismo que pone lo absoluto por lo relativo, para afirmar una cosa y dar más fuerza a la afirmación. Una comparación se hace; la negación de una cosa da más im­portancia a la otra.

E. 1 Ped. 3:3, 4, “Vuestro atavió no sea el externo de peina­dos ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios”. Al­gunos enseñan que Pedro prohíbe el uso de la joyería, espe­cialmente artículos hechos de oro. (Véase también 1 Tim. 2:9, Pablo incluye perlas). Estos textos emplean la expresión “no … sino” para disminuir la importancia del atavió externo, para dar más importancia al adorno interno. Si alguno quiere insistir en que Pedro prohíbe el uso de oro, debe observar que Pedro dice literalmente, “de adornos de oro o de vestir”. La palabra “lujosos” no está en el texto original. Compárese la Versión his­pano-americana, “o de vestir lujosamente”; la palabra “lujosamente” se escribe en letra cursiva para indicar que no está en el griego. La Biblia de las Américas dice, “vestidos lu­josos” pero la versión New American Standard Bible, que es la versión inglesa que corresponde a La Biblia de las Américas dice, “putting on of dresses” (vestir vestidos) y no dice “lujosos”. Por lo tanto, si el texto debe entenderse como una prohibición absoluta del uso del oro como adorno, entonces queda prohibido también “el vestir”. Sin lugar a dudas, todo lo ostentoso y lo lu­joso se condenan, y el atavío interno es el que corresponde a la mujer que profesa piedad, pero debemos “usar bien la palabra” y reconocer que a veces una prohibición que parece ser abso­luta no lo es, porque en algunos textos lo absoluto se pone por lo relativo. “Pedro no prohíbe que las mujeres lleven vestidos y adornos, sino la exhibición de suntuosidad por vía de contraste” (Imágenes verbales en el Nuevo Testamento, por A. T. Robert­son).

III. Modismos de tiempo.

A. La palabra siempre fue usada por los hebreos en sentido limitado y no literal en todo caso. Ex. 12:24, “Guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre”. Este texto habla de la pascua, que tuvo su origen en Egipto en la noche en que los israelitas huyeron. Era una fiesta solemne de Israel y duró hasta la muerte de Jesús. La ley de Moisés fue clavada a la cruz (Col. 2:14). Esto indica que las palabras “siempre” y “perpetuo” son sinónimos (compárese Ex. 12:14). Ecles. 1:4, “Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece”. Los “testigos” citan este texto con fre­cuencia para “probar” que la tierra no será destruida (no ob­stante lo que afirma 2 Ped. 3:10), pero la persona sincera que quiere entender el uso correcto de la palabra “siempre” debe reconocer que la palabra indica todo el tiempo indicado o señalado por los designios de Dios. La prueba de esto se ob­serva en Ex. 12:14, 24, y en el hecho de que la ley acerca de la pascua no está en vigor ahora, ni siquiera para los judíos.

B. Una parte de un día se consideraba como un día. Esto se ve en 1 Reyes 12:5 y 12; Gén. 42:17, 18. Esto explica cómo Cristo había de quedar en la tumba por tres días y tres noches (Mat. 12:40; Mar. 8:31; Jn. 2:19), pero que resucitó al tercer día (Luc. 24:46; Hech, 10:40; 1 Cor. 15:4). Es interesante notar que los judíos usaron las dos expresiones en Mat. 27:63, 64. Los ene­migos de Jesús no argumentaron que Jesús no estuvo tres días y tres noches (setenta y dos horas) en el sepulcro, porque para ellos “tres días” o “tercer día” eran expresiones iguales. Al­gunos hermanos han tenido dificultades con este “problema”. Algunos han afirmado que Cristo fue crucificado el jueves en lugar del viernes, para probar que estuvo los tres días y tres noches completos en el sepulcro. Esta confusión es el resultado de no reconocer y aceptar el uso de modismos hebreos de tiempo.

IV. Expresiones peculiares a los idiomas bíblicos. Es necesario estudiar con cuidado algunas expresiones que han sido tropezaderas para los no judíos.

A. Ex. 4:21, hablando de Faraón Dios dice, “yo endureceré su corazón”; esto no significa que Faraón era un títere manipu­lado arbitrariamente por Dios, sino que al rebelarse Faraón contra el mandamiento de Dios se endurecía su corazón (Ex. 8:15, 32; 9:34) y Dios se lo permitía.

B. Mat. 6:13, “no nos metas en tentación” (no permitas que entremos en tentación; véase Mat. 26:46, “Velad y orad, para que no entréis en tentación”).

C. Luc. 14:26, “y no aborrece a su padre, madre, y mujer, etc.” (amarlos menos que a mí; Mat. 10:37, “El que ama a padre o madre más que a mí …”).

D. Gál. 5:4, “los que por la ley os justificáis” (no es posible justificarse por la ley, 2:16, sino que algunos intentaron ha­cerlo).

E. 2 Tes. 2:11, “Dios les envía un poder engañoso” (Dios los deja solos, Rom. 1:28, no interviene, y permite que sean en­gañados ya que no aman la verdad sino solamente la mentira”).

F. 2 Ped. 3:13, “esperamos .. cielos nuevos y tierra nueva”. Este universo será destruido. La tierra que conocemos no será renovada sino quemada (ver. 10). La expresión “cielos nuevos y tierra nueva” se basa en lenguaje profético (Isa. 65:17) y Pedro la usa para hablar de la habitación eterna de Dios y su pueblo. Véase Apoc. 21.
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VI. Costumbres.

A. Mat. 1:18-25 (ya casados legalmente cuando desposados).

B. Mat. 6:16-18 (el ayunar).

C. Jn. 13:4, 5 (el lavamiento de pies como acto de hospitali­dad y humildad).
D. Hech. 13:3 (el imponer manos).

E. Rom. 16:16 (saludar con beso).

F. 1 Cor. 11:1-16 (el velo en la mujer que oraba y profetizaba para indicar la suje­ción).